Título: El desarrollo de la precisión en el tiro policial en los estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), Miranda Eje Guarenas-Guatire Venezuela.

Autores: José Antonio Gamboa; Dra. C. Taimí Wambrug Callejas; Dra C. Alina Bestard Revilla

Resumen

El presente artículo tiene como objetivo el tratamiento de las consideraciones relacionadas con las exigencias y componentes psicológicos que están en la base del tiro policial, muy similares a las del tiro deportivo, para el desarrollo de su precisión a partir de acciones de intervención psicológica. En este caso, es la unidad curricular del proceso de formación de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad que se llama UFPM (Uso de la fuerza potencialmente mortal) donde se forma al individuo de manera integral, con los valores éticos y los postulados políticos del socialismo del siglo XXI, para cumplir cabalmente la misión principal que es la de servir y defender al pueblo; el UFPM es el punto culminante en el cual el funcionario policial ha agotado todos los mecanismos de control y mediación. Para ello es necesario que las funcionarias y los funcionarios policiales aprendan los diferentes métodos y técnicas para su abordaje.

Palabras claves: intervención psicológica/ tiro policial/ cuerpos policiales

Introducción.

El tiro como deporte se considera una actividad humana que no escapa a las altas demandas de índole física y psíquica que exige en quien lo practica, por lo que exige la incursión de especialistas que intervengan en su práctica para integrar la parte metodológica-enseñanza-aprendizaje, y todos los componentes que de este proceso se derivan. Se requiere por ello, la intervención de un equipo multidisciplinario que aborde las diferentes áreas a desarrollar para obtener el producto deseado.

La psicología del deporte desempeña un importante papel en este proceso, ya que estimula mayor alcance en el rendimiento deportivo, intentando buscar soluciones utilizando estrategias y técnicas propias de ella y de las específicas aplicadas en el deporte, para de esta manera contribuir a su formación integral, desarrollando las cualidades necesarias exigidas según el deporte que se practica.

Se han generado numerosas investigaciones con el objetivo de determinar el papel de los factores psicológicos en el desempeño deportivo de los individuos y de manera particular en Carreño (2009), Arana(s/f), entre otros.

En el mundo del tiro, los requerimientos psicológicos se vuelven cada día más exigentes para el alcance de las puntuaciones deseadas en cada distancia, generando en el interior del tirador, preguntas y dudas acerca de su efectividad, precisión, concentración, control, estabilidad y seguridad, convirtiéndose esto en una carrera para demostrar quién sacará mayores puntuaciones en la competición de más nivel según e importancia para los deportistas. (Arias, Pérez 2009).

El tiro policial, requiere de exigencias psicológicas muy similares al tiro deportivo. En este caso, es la unidad curricular del proceso de formación de la UNES que se llama UFPM (Uso de la fuerza potencialmente mortal)  en donde se forma al individuo de manera  integral, con los valores éticos y los postulados políticos del socialismo del siglo XXI, para cumplir cabalmente la misión principal que es la de servir y defender al pueblo; el UFPM es el punto culminante en el cual el funcionario policial ha agotado todos los mecanismos de control y mediación, y se percata de la acción violenta del ciudadano la cual pudiera atentar contra la vida del funcionario policial o terceros.

El comandante Hugo Rafael Chávez Frías en su amplia visión de Patria, entendió la importancia de dignificar al funcionario policial y su profesionalización esto con la finalidad de estar ampliamente preparado para servir a la sociedad y no reprimirla que era lo que acontecía en los gobiernos de la Cuarta República. Los cambios que se han dado con el gobierno bolivariano de Venezuela han sido muy significativos, enmarcados en una visión filosófica humanista en donde el ser humano es el eje principal de cambio en la sociedad.

Desarrollo

Al hacer referencia a la denominación “profesional de policía”, se reclama hoy más que nunca a un experto con alto sentido de ubicación en el contexto social, institucional, grupal e individual en el que se lleva a cabo la acción policial, pues éste promueve la participación protagónica del pueblo, lo respeta, protege su dignidad y genera mecanismos autorreguladores de la comunidad, en tanto creación y recreación de formas de prevención y control de situaciones que generen inseguridad y violencia, o que constituyan amenazas, vulnerabilidad y riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes. De esta manera, la formación de un oficial de policía debe orientarse hacia una lucha contra el delito, apegada al estado de derecho y el respeto a los derechos humanos, haciendo Uso Progresivo y Diferenciado de la Fuerza Policial ante el estado de resistencia de las ciudadanas y los ciudadanos o Uso de la Fuerza Potencialmente Mortal, cuando ante su nivel de agresión se hace necesario el uso de armas. De allí que las y los discentes de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), para alcanzar el fin último de servir y proteger a la ciudadana y al ciudadano, garantizándoles sus derechos, deberán conocer y reconocer las diferencias individuales y colectivas que dan origen a numerosos problemas y situaciones sociales relacionados con la trasgresión de la norma y la criminalidad.

Para ello es necesario que las funcionarias y los funcionarios policiales aprendan los diferentes métodos y técnicas para su abordaje, los cuales están inscritos en el modelo de Uso Progresivo y Diferenciado de la Fuerza Policial, que regula la fuerza por parte del oficial de policía, a los fines de que su aplicación sea: “…justificada, proporcional, progresiva y regresiva una vez neutralizada la resistencia, brindando seguridad desde el punto de vista legal, médico y táctico, tanto a la ciudadana, al ciudadano o grupos de éstos como al funcionario o funcionaria policial” (Consejo general de Policía, 2010, p. 24).

En este sentido, para que las y los discentes construyan reflexivamente el uso adecuado de las armas en este nivel de fuerza, se hará énfasis en aplicaciones y medios instruccionales con estrategias metodológicas que brinden los conceptos, procedimientos y generación de rasgos actitudinales precisos, que garanticen que todo funcionario o funcionaria policial, durante el desempeño de sus funciones, tenga presente las siguientes consideraciones:

a) Que el uso de las armas de fuego es excepcional y constituye el último recurso del uso potencial de fuerza mortal.

b) Que su empleo debe ser de manera segura y responsable para evitar daños, incluso cuando sea estrictamente necesario y en la medida en que lo requiera el correcto desempeño de sus funciones.

c) Todo funcionario policial, antes de emplear el arma de fuego, debe identificarse y dar una clara advertencia de su intención de usarla, con tiempo suficiente para que esto se tome en cuenta, salvo que al hacer esa advertencia se pusieran indebidamente en peligro, se genere un riesgo de muerte o daños graves a otras personas o resultara evidentemente inadecuada o inútil dadas las circunstancias del caso.

d) Las funcionarias y los funcionarios policiales no deben disparar las armas de fuego en las circunstancias siguientes: como advertencia, amenaza o intimidación o cuando exista el peligro de impactar a otras personas diferentes a los/as ciudadanos/as que estén involucrados; y en caso de la estricta necesidad de hacerlo, deberán asumir las medidas de seguridad para el uso de armas de fuego expuestas en la Baquía: Tu fuerza es mi medida. Manual de Uso Progresivo y Diferenciado de la Fuerza Policial. Editada por el Consejo General de Policía (2010).

Como se ha explicado el uso del tiro policial aunque es un recurso que deberá implementarse cuando se hayan agotado los diferentes niveles de resistencia del ciudadano no deja de ser un aspecto importante en la formación del agente policial y no está exento de dificultades en cuanto a su aprendizaje, control, organización y atención a diversos factores sociales y psicológicos que pueden atentar  a su eficacia. 

Componentes psicológicos que están en la base de la acción del tiro

El análisis psicológico del tiro que ejecuta el cuerpo de seguridad, resulta similar al del tiro deportivo.  Se basa fundamentalmente en las particularidades de las posiciones que adoptan los tiradores, la utilización de los implementos (armas de diferentes calibres), las condiciones ambientales, en general, del medio en que se desarrollan acciones, los tiempos de ejecución y los grados elevados de exigencias del objetivo hacia el cual hay que dirigir los disparos.

Se exige por tanto, un alto grado de estabilidad psíquica, manifestada por una gran capacidad de autocontrol y autorregulación que le facilite la ejecución estable y precisa. Ello se relaciona con una elevada concentración de la atención que permite focalizar de manera exacta la orientación de la conciencia hacia las dianas correspondientes. Esto es lo que posibilita a los tiradores agudizar sus percepciones visuales, no sólo cuando el objetivo se encuentra estático, sino también cuando este se mueve en diferentes direcciones y velocidades. Con esto se relaciona la capacidad que deben poseer los tiradores para de manera simultánea regular los esfuerzos, tanto en las posiciones bípedas, de rodillas, como tendidos, lo que se hace más significativo en estas condiciones es la regulación del esfuerzo de los miembros del tren superior en correspondencia con la percepción visual en la profundidad del objetivo correspondiente, todo ello contribuye significativamente a garantizar una correcta coordinación en los tiradores, ayudándoles a elevar su efectividad en el tiro.

Importante resulta el desarrollo de la capacidad de equilibrio para mantener una posición estable durante las ejecuciones correspondientes. El ritmo con que se efectúan los diferentes disparos, están en consonancia directa con las valoraciones que realiza el ejecutante en relación al grado de información que le van brindando sus resultados. Es por ello, que a veces se orienta al tirador pasar de un ritmo lento de disparo a uno más rápido, y viceversa, con vistas a mejorar los resultados. Esto tiene mucho que ver con la capacidad de oxígeno del deportista; cuando aumenta esta, entonces es preferible realizar disparos a un ritmo rápido, por cuanto se facilitan las mejores condiciones de todas las funciones psicológicas que intervienen decisivamente en la efectividad de la ejecución.

Las sensaciones motoras permiten a los tiradores evaluar la correcta posición del arma en concordancia con la diana, realizar los ajustes o correcciones pertinentes para alinear adecuadamente los órganos de puntería.

Es de suma importancia desarrollar la memoria visual, la memoria motora y la memoria emocional de los tiradores, a fin de poder reproducir los diferentes momentos de la preparación que sirven de base para la competencia, los patrones técnicos que permiten una correcta ejecución y la reproducción del estado de movilización y disposición para comenzar a efectuar los disparos, los cuales han sido vividos de manera satisfactoria por el deportista en otras circunstancias.

De decisivo, debe catalogarse el papel que juegan las reacciones psicomotoras en los tiradores, toda vez que permiten brindar respuestas rápidas y precisas según lo aconsejen las circunstancias (esto tiene más connotación en los tiradores de armas de fuego que realizan sus disparos sobre dispositivos que aparecen y se trasladan con gran velocidad y en diferentes direcciones). Todo lo anterior, está asociado al hecho de que estos funcionarios tienen que inhibirse en determinados momentos, retrasarse o anticiparse en otros casos, ante las exigencias del blanco que se mueve. Es determinante el papel que puede ejercer el temperamento en los tiradores, por cuanto este puede influir positiva o negativamente en las diferentes funciones psíquicas que determinan los resultados, es por ello la necesidad de orientar el trabajo hacia la búsqueda de una moderada estabilidad en sus manifestaciones, ya que la impulsividad y reactividad del temperamento pueden desajustar la estabilidad del tirador, que necesita estar con un grado de tranquilidad elevado en el momento de ejecutar sus disparos.

No menos importante resultan los procesos volitivos para los tiradores debido a que no solamente tienen que entrenar durante largos períodos de tiempo con armas de diferentes pesos y alcanzar altos índices de precisión, sino también porque deben soportar grandes tensiones emocionales, frustraciones y anteponerse con mucha frecuencia a los estados de cansancio y fatiga que le provocan las largas jornadas competitivas.

Es característico desde el punto de vista psicológico, que los tiradores puedan determinar con exactitud el momento óptimo de disposición para ejecutar los disparos, esto se hace más complejo, en tanto el deportista tiene que alcanzar ese momento óptimo en cada serie de disparos.

A partir de estos elementos de carácter psicológico y de los resultados encontrados en el diagnóstico se proyecta el diseño de un conjunto de acciones de intervención para el desarrollo de la precisión en el tiro policial de los estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) el cual contempla los siguientes elementos:

– Procedimientos para la autorregulación de los estados internos desfavorables y la conservación y recuperación del equilibrio psicológico tales como:

·        Ejercicios respiratorios.

·        Ejercicios de concentración.

·        Ejercicios de control y regulación del tono muscular corporal.

·        Autosugestiones.

·        Supresión de pensamientos negativos.

·        Prácticas imaginadas.

Conclusiones.

De acuerdo con lo expresado, la actuación policial es una tarea cambiante y dinámica, que requiere de la formación y actualización constante de las funcionarias y los funcionarios, sobre todo si ésta se relaciona con el uso de la fuerza policial, para el buen desempeño de todas y cada una de sus funciones.

El estudio realizado se justifica ampliamente ante la necesidad de socializar los métodos y técnicas que deben usar las funcionarias y los funcionarios de la policía ante cada uno de los niveles de resistencia ciudadana, como un modo de garantizar los Derechos Humanos a los/as ciudadanos/as, grupos de éstos o a las víctimas, a los fines de fortalecer y desarrollar su función ante el sagrado deber de servir y proteger al pueblo, a la par de responder a las líneas políticas del Gobierno Bolivariano en materia de Seguridad Ciudadana, inscritas en el mandato policial.

En esta preparación, resulta importante destacar los aspectos psicológicos que deben ser tomados en cuenta en la eficacia del tiro policial  y su impacto en el proceso de formación del funcionario policial, quien manejará herramientas en el uso del arma de fuego desde el punto de vista técnico, físico, ético y psicológico regulando las acciones correspondiente en el uso del arma de fuego.

Referencias bibliográficas

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.(1999)

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Consejo General de Policía. (2010). Tu fuerza es mi medida. Manual de Uso  Progresivo y Diferenciado de la Fuerza Policial. Disponible en http://www.consejopolicial.gov.ve.[Consulta: junio de 2010].

Perales, Rafael y Romero, Nelson. (2011). Programa experimental de la Unidad Curricular Uso Progresivo yDiferenciado de la Fuerza Policial. Vicerrectorado de Desarrollo Académico, Dirección Nacional de Desarrollo Curricular, Universidad Nacional de Experimental de la Seguridad. Caracas.

Sánchez, M.E. (2005) Psicología del entrenamiento y la competencia deportiva.