Palabras Claves: HOCKEY SOBRE CÉSPED/ FISIOLOGÍA/ ENTRENAMIENTO DEPORTIVO

Titulo: Fisiología Aplicada al Hockey sobre Césped 

Autor: Thomas Reilly

             Andrew Borrie.

URL: www.grupodesobreentrenamiento.com

Resumen

El Hockey sobre césped es un deporte con una larga historia que ha sufrido un cambio bastante rápido y radical en la última década. El advenimiento de la superficie sintética de juego ha cambiado los requerimientos técnicos, tácticos y fisiológicos del juego en todos los niveles, pero en particular a nivel de élite. Con el fin de manejar la evolución técnica dentro del juego, el jugador de Hockey también ha tenido que desarrollarse fisiológicamente para alcanzar los estándardes físicos requeridos a los niveles de élite. El análisis del costo fisiológico y del gasto calórico del Hockey, lo han colocado en la categoría de “ejercicio intenso”, con valores reportados de VO2 durante un partido de 2.26 L/min. Se ha estimado que el gasto calórico varía de 36 a 50 kj/min. El perfil antropométrico de las jugadoras ha mostrado que el somatotipo tiende a ser 3.5/4.0/2.5. Las cifras del porcentaje graso en las jugadoras varían entre el 16 y el 26 %. Se ha observado que la potencia anaeróbica se compara favorablemente con otros grupos de mujeres, deportistas, y también ha demostrado ser un factor discriminante entre las jugadoras de élite con las de niveles regionales. La potencia aeróbica entre las jugadoras varía entre 45 y 59 mL/kg/min. Los somatotipos de los jugadores varones han mostrado una variación considerable, pero aparentemente habría una tendencia alejándose del ectomorfismo y hacia el mesomorfísmo. La potencia anaeróbica en los varones es similar a la de los jugadores de Fútbol, y mejor que en otros deportes, por ejemplo el Básquetbol, y también mayor que las normas de referencia. El rango de potencia aeróbica, reportado en la literatura es de 48 a 65 mL/kg/min, y aparentemente, para el juego de élite es necesaria una potencia aeróbica mayor a 60 mL/kg/min. La carga física del juego de Hockey es considerable, en particular con respecto a la flexión y curvatura de la columna. Hay un mayor riesgo de lesiones

Texto completo:

RESEÑA HISTORICA

El Hockey sobre césped tiene una larga historia. Se cree que ha evolucionado a partir del gusto de los seres humanos pre-históricos por los juegos con bastones y pelotas. Sus orígenes como una actividad semi-organizada se remonta a Asia, cerca del año 2000 A.C. Existen datos que muestran que una forma de éste juego era practicada por los egipcios 4000 años antes, y más tarde en la antigua Grecia. Se cree que los romanos desarrollaron el juego a partir de los egipcios y griegos, y lo transmitieron a las naciones europeas que conquistaron. Por lo tanto, alemanes (Kolbe), daneses (het kolven), y franceses (hocquet- que significa báculo de pastor) desarrollaron versiones del juego histórico (Ward, 1989). El verdadero antecesor del Hockey, según creen algunos historiadores deportivos, es el tiro o “hurling” irlandés, original término gaélico que suponía una vigorosa acción hacia delante (Brisch, 1972): se cree que el “hurling” es el más antiguo de los juegos con bastón y pelota.

El deporte tuvo tanta popularidad en el siglo XIV en Inglaterra que fue prohibido en 1365 por el Rey Eduardo III. Debido a su interferencia con el servicio militar de los hombres. Su atractivo persistió y la prohibición fue finalmente anulada, aunque el Hockey reapareció en una lista de deportes prohibidos en 1527. La carencia de un reglamento, inevitablemente llevó a accidentes y lesiones en un juego duro y peligroso, practicado con palos por participantes fácilmente estimulables y comprometidos.

La formación del Club Blackheath en Londres, en 1840, llevó a que se hiciera un bosquejo del primer reglamento y códigos de juego. Surgieron otros clubes en la metrópolis, y finalmente el deporte fue estandarizado en 1883 por el club de Hockey Wimbledon. Sus reglas fueron adoptadas en 1886 cuando se formó la Asociación de Hockey. La incorporación de la pelota en reemplazo del cubo de goma sólida utilizado por los jugadores del Blackheath ayudó a mejorar el juego, incentivando las destrezas de pases y los trabajos con el palo. Poco después se crearon asociaciones nacionales en Irlanda (1893), Gales (1897), y Escocia (1901). Al mismo tiempo se formaron asociaciones nacionales en otras partes del mundo: Francia (1887), Holanda (1898), Nueva Zelanda (1902), Bélgica (1907), Dinamarca (1908) y Austria (1910). El deporte fue incorporado en los Juegos Olímpicos de 1908. El club de hockey de Calcuta, fundado en 1895, formó la base para el triunfo de la India en los juegos Olímpicos, cuyo equipo dominó las competencias masculinas olímpicas desde 1928 hasta 1960 cuando fue derrotado por Pakistán. Internacionalmente el Hockey es regulado por la Federación Internacional de Hockey (FIH) establecida después que el Hockey fue omitido en los Juegos Olímpicos de París en 1924.

La Asociación Femenina de Hockey fue establecida al mismo tiempo que la de los hombres: más tarde, se convirtió en la Asociación Femenina de Hockey de toda Inglaterra, en 1985. El primer club femenino de Hockey conocido fue Molesley formado en 1887, y el primer partido femenino internacional se jugó en 1896 en Dublín, entre Irlanda e Inglaterra. Poco después este programa femenino internacional fue ampliado, e incluyó paises como Escocia, Gales, Nueva Zelandia, Bélgica, Sudáfrica, E.E.U.U., Dinamarca, Francia, Holanda y Alemania. Desde los comienzos de éste siglo, este deporte ha sido adoptado como el juego principal de campo para la niñas en Escuelas Secundarias en muchos países europeos.

DESARROLLO TECNICO

El Hockey se presenta como un juego invasivo de campo y se juega en una cancha de 90 metros de largo x 55 metros de ancho. Los equipos están compuestos por 11 jugadores, incluyendo un arquero. Al contrario de otros juegos con palo y pelota (“hurling”, “lacrosse”) la pelota es llevada con el palo sobre el césped y está prohibido usar la mano para tomarla. El partido se juega en dos mitades, cada una de 35 minutos, con un intervalo de 5 a 10 minutos. El juego requiere un amplio repertorio de destrezas y atributos físicos y psicomotrices.

En términos de desarrollo técnico, existen dos áreas de cambio que han afectado los requerimientos fisiológicos del deporte. Estas son el palo de Hockey y la superficie de juego. Los avances en la fabricación de los palos, en particular durante la última década, ha permitido que los jugadores alcancen mayores niveles de control de la pelota, y también han aumentado su potencia de tiro. En los últimos años la pipa del palo se ha vuelto mucho más compacta y pequeña, aumentando el control de la pelota. Las propiedades físicas del palo también han cambiado, desde palos construidos enteramente con madera hasta palos que son amalgama de madera y materiales hechos por el hombre como Kevlar y aluminio. Estos cambios han aumentado la rigidez de los palos permitiendo, por lo tanto, impartir un mayor poder de pase a la pelota ya que se pierde menos energía en el impacto por la vibración del palo. Ahora es posible lograr una mayor velocidad en el tiro y en el pase con el mismo nivel de esfuerzo muscular.

El segundo factor significativo en el desarrollo técnico ha sido el advenimiento de la superficie sintética de juego. Las ramificaciones de éste aspecto se discuten en detalle en la siguiente sección.

El Hockey es similar a la mayoría de los deportes invasivos dentro de los deportes de campo, sin embargo, tiene una característica singular. Las reglas que gobiernan el uso del palo, y el tipo de diseño a ser utilizado, excluyen los palos para zurdos. Ellos hacen que el jugador utilice solamente la cara plana del palo. Por consiguiente la posición más fácil a partir de la cual practicar la mayoría de las destrezas es con la pelota por fuera a la derecha del cuerpo. La efectividad de ésta posición cuerpo-pelota determina el patrón de juego cuando dos jugadores oponentes se confrontan entre sí. El atacante intenta tomar la pelota por el lado izquierdo del defensor, el área de tackle más débil del defensor; el defensor intentará forzar al atacante a pasar por su lado derecho, el área de tackle más fuerte.

La posición diestra de juego también determina la característica del deporte a nivel competitivo. El wing derecho es el canal principal de ataque para todos los equipos. Hughes (1988), en un análisis del Hockey femenino, confirmó que la mayoría de los movimientos de ataque se producen sobre el lado derecho de la cancha. Esto pasa por dos razones:

  1. Es más fácil ganarle a un defensor cuando se mueven por la derecha; por lo tanto, cuando los jugadores “dribblean” hacia adelante hay una tendencia a ir hacia la derecha.
  2. Es más fácil controlar una pelota cuando se mueve con ritmo si la pelota llega de izquierda a derecha. Por lo tanto, es común montar los ataques desde el lado derecho de la cancha donde los jugadores pueden recibir la pelota mientras se están moviendo en velocidad ya que todos los pases hacia el wing derecho, por definición, se mueven de izquierda a derecha.

El jockey es un deporte con una asimetría no construida (en virtud del diseño del palo de Hockey) en términos de juego individual y de equipo. Esto debería servir para elevar la demanda fisiológica de la actividad ya que los jugadores están forzados a prestar mayor atención a la posición corporal en relación tanto a la pelota como a los oponentes. El mantenimiento de una correcta posición servirá para aumentar la taza de esfuerzo cuándo se juega y, en particular, cuando se defiende. En primer lugar se describen las demandas del juego, y luego se hará una revisión de los perfiles de aptitud física de los competidores de alto nivel. Se considerará el deporte para hombres y mujeres.

INTENSIDAD DE ESFUERZO EN EL HOCKEY

La intensidad del esfuerzo en hockey puede ser medida a partir del análisis de movimiento de un partido. Se pueden utilizar dichos análisis para resaltar la frecuencia y el nivel de los ciclos de actividad durante los partidos, y los períodos de recuperación, puntualizando la serie de secuencias de actividad física. A partir de estos perfiles de intensidad, se han estimado las combinaciones relativas de los procesos anaeróbicos y aeróbicos dentro del metabolismo total.

Fox (1984) incluyó al Hockey, junto con el “lacrosse” y el Fútbol dentro de los deportes con una contribución al gasto calórico de un 30 % aeróbica y 70 % anaeróbica. Posteriormente, Sharkey (1986) clasificó al deporte como limítrofe en el lado aeróbico (40 % anaeróbico, 60 % aeróbico) del “continuum” enegético, agrupándolo con deportes de demandas mixtas como el canotaje, el kayak, el Lacrosse, el motocross y el montañismo.

El juego moderno con su potencial de actividad continua parece ser más demandante en términos aeróbicos que antes, y es adecuado mirar al deporte de alto nivel como aeróbicamente demandante, con frecuentes aunque breves esfuerzos anaeróbicos interpuestos.

Wein (1981) aportó datos sobre las distancias cubiertas por los jugadores durante un partido en la segunda Copa Mundial de 1973. Estos indican que, en promedio, los jugadores estaban activos durante 20.6 minutos (30 % del tiempo de juego) y que en éste período cubrían 5.61 km, implicando un cociente entre esfuerzo y pausa de aproximadamente 2:5. Se informó que los defensores cubrían menos distancia (5.14 km) y los mediocampistas mas (6.36 km) que el promedio. El jugador que cubrió la mayor distancia perteneció al equipo de Nueva Zelandia, y tuvo un valor de 8.82 km. A pesar de que no se reportó la confiabilidad del procedimiento de recolección de datos, la intensidad de esfuerzo por minuto cubre el rango de valores observados ente jugadores profesionales de Fútbol, siendo el valor medio algo menor (Reilly, 1990).

Un análisis de las acciones de los jugadores también sugirió diferencias entre los jugadores de campo, al menos con el juego convencional. En general se reportó que los jugadores de Hockey hacen movimientos más de baja intensidad que alta intensidad, el 69 % en comparación con el 31 %. Se observó que los delanteros centrales realizan el mayor número de movimientos intensos (36 %), mientras que los defensores y los mediocampistas tenían un 70 % de movimientos de baja intensidad. Los movimientos intensos requieren un gran esfuerzo muscular para golpear la pelota, mientras que los movimientos de baja intensidad incluyen pases de precisión y “driblings” (Wein, 1981). De todas las actividades con la pelota, el 61 % duraban entre 0.5 y 2.0 segundos, solamente el 5 % duraba más de 7 segundos. Claramente, gran parte de la intensidad de esfuerzo de los jugadores se refiere a movimientos sin la pelota.

Las comparaciones del gasto calórico en el Hockey sobre el césped han colocado el juego masculino en la categoría de “ejercicio intenso”, con un rango de 30 a 50 kj/min (Reilly, 1981). Junto con este deporte se incluyen actividades como la Lucha libre y el Boxeo, que son de una duración más corta, y el Handbol. El análisis del juego femenino ha indicado que la posición más estresante, el mediocampo central, tiene un gasto calórico de aproximadamente 35 kj/min (Skubie & Hodgkins, 1967). Las cifras están basadas en estimaciones más que en mediciones directas, debido a las dificultades para evaluar el VO2 durante el partido. A partir de mediciones directas con soldados hindúes que estaban jugando un partido, se reportó un valor de 36.4 kj/min (8.7 kcal/min) (Malhotra et al,1962). En vista a la naturaleza probablemente recreativa del partido, esta cifra podría subestimar el gasto calórico de un juego competitivo.

El “dribbling” también supone respuestas fisiológicas elevadas para moverse a una velocidad determinada, en comparación con una carrera normal. Reilly y Saeton (1990) midieron el gasto clórico, la frecuencia cardiaca, y la percepción subjetiva del esfuerzo en jugadores de Hockey que conducían una pelota en una cinta ergométrica a velocidades de 8 a 10 km/h. Se observó que el “dribbling” aumentaba el gasto calórico de 15 a 16 kj/min por encima de lo observado en una carrera normal. La elevación media de la frecuencia cardiaca fue de 23 latidos/min, mientras que la percepción subjetiva del esfuerzo aumentó desde valores correspondientes a ejercicios “muy suaves” y “suaves” hasta “algo intensos” e “intensos” en las 2 velocidades utilizadas en el experimento. El mayor costo calórico adicional en Hockey sobre césped en comparación con el “dribblig” de una pelota de Fútbol (Reilly & Ball, 1984), podría deberse, en parte, a factores posturales y también al ejercicio de brazos y hombros para utilizar el palo. Además, la naturaleza intermitente de la actividad durante un partido, los costos fisiológicos de acelerar, desacelerar, y cambiar de dirección de movimiento, suman a los requerimientos calóricos. Por lo tanto, el costo fisiológico del Hockey será subestimado si la predicción del consumo de oxígeno y, por lo tanto, del gasto calórico, está basada en la velocidad de locomoción.

La superficie de juego también puede tener una influencia sobre la severidad de la carga física y fisiológica en los jugadores. De acuerdo a Wein (1981), la duración efectiva de un partido de Hockey jugado en césped en la segunda Copa Mundial en Ámsterdam en 1973 fue solo del 53 % del tiempo total del partido. Las interrupciones duraban en promedio 8.7 segundos y se producían casi el doble que en un partido de Fútbol a un nivel similar. En el torneo pre-olímpico en Montreal, en 1975, hubo un promedio de 230 interrupciones por partido, promediando 1 cada 18 segundos. La adopción de las superficies sintéticas en los Juegos Olímpicos de 1976, y en todos los principales torneos internacionales de allí en adelante, ayudó a incrementar los tiempos de juego y disminuir el número de interrupciones. Esto se mejoró con los cambios en el reglamento de 1981-1982, los cuales fueron diseñados principalmente para acelerar el juego y mantener la pelota en juego más tiempo.

Hughes (1988) comparó los rendimientos, en partidos femeninos internacionales, entre la superficie artificial y el juego sobre césped. En promedio, hubo significativamente más toques que posesión en la superficie artificial. Se sugirió que las destrezas del equipo son ejecutadas más fácilmente en canchas artificiales que en las naturales. Proporcionalmente al número total de toques, los jugadores corren más con la pelota en la cancha artificial. Se concluyó que las tácticas adoptadas en la cancha sintética difieren de las tácticas utilizadas cuando la superficie es de césped natural.

La ventaja principal de la superficie sintética es que las características del piso son más consistentes en toda en área de juego. Además la pelota viaja sobre la superficie con un mayor ritmo y velocidad. Ambos factores han provocado cambios en el estilo de juego a nivel individual y de equipo, los cuales pueden haber afectado los requerimientos fisiológicos del juego (Malhotra et al, 1983).