Palabras claves: PSICOLOGIA/PSICOTERAPIA

Título: Apuntes sobre el problema de la existencia humana y la psicoterapia

Autor(es): Arturo Falcón Becerril
                  Lic. Psicología

Email: arturonegro61@hotmail.com

URL: http://www.monografias.com/trabajos12/hompsico/hompsico.shtml

Resumen:

La psicoterapia se basa en la imagen del hombre como ente capaz de ser (o al menos llegar a ser) libre para conocer y poder hacer elecciones responsables sobre la base de su conocimiento, donde la finalidad sea el acrecentamiento de esa libertad para saber, reduciendo las limitaciones irracionales y autoimpuestas. Su finalidad es que el paciente adquiera una visión interna y un conocimiento concerniente a la naturaleza de su existencia, su profunda captación de su diagnosis es sinónimo de una buena parte de su curación.
La terapia comienza desde que ocurre el primer encuentro entre el paciente y el terapeuta; el paciente expondrá las razones que ha tenido para acudir a la consulta, lo que le parece mal respecto de sí mismo y de su vida, el motivo que le ha llevado a pedir ayuda, etc. Es precisamente a través de esas afirmaciones que el paciente revela aspectos de su sistema de valores, de lo que cree esencialmente humano, y de lo que considera contrario. Tanto dichas afirmaciones como sus reacciones y respuestas tienen gran importancia para el diagnóstico y aportan valor terapéutico.

Por otra parte las respuestas del terapeuta definen también en gran parte su propia orientación. Esto no quiere decir que el terapeuta simplemente este de acuerdo o discrepe con el paciente, sino más bien que cualquier comentario, y hasta la ausencia de alguna observación, dicen algo acerca de los valores del terapeuta.

Texto completo:

Históricamente, precisamente en la era de la ilustración donde los lemas como libertad, razón y humanitarismo cobran en la mente de las personas mas conciencia de ser. Existe un principio psicológico de sentirse descontento con el “status que” y un fuerte sentimiento de independencia, además de un impulso hacia la salud o el equilibrio.

El ser humano es inherentemente responsable, y sus problemas están relacionados con la “evitación” de la ineludible responsabilidad humana, se puede decir que la escancia del hombre estriba en su capacidad para definirse a si mismo, y que lo logra en la medida en que lucha por el desarrollo de un centro personal. el hombre es susceptible de cambio y capaz de producir ese cambio en si mismo, con tal que se le ayude en su búsqueda.

Los sistemas de valores se convierten en reflejos de cómo el hombre se echa a cuestas o rechaza la carga de libertad, para avanzar hacia su autodefinición, libertad para definirse uno mismo y la capacidad para ejercerla ambas se convierten en la esencia humana.

Y si esta capacidad para la autodefinición es su escénica, todos esos aspectos humanos que interfieran con su capacidad de embarcarse en ese empeño por definirse a si mismo, serán considerados como patológicos, y todos los aspectos que estimulen dicha empresa serán sanos, es decir que la libertad para ser consciente y ser responsable define el concepto de salud.

De no ser por un optimismo inherente que existe en su ser, por esa confianza fundamental, por esa esencial capacidad del hombre por hallar su camino la psicoterapia no existiría como disciplina, y la salvación o la cura podría venir solo de la gracia divina.

La psicoterapia se basa en la imagen del hombre como ente capaz de ser (o al menos llegar a ser) libre para conocer y poder hacer elecciones responsables sobre la base de su conocimiento, donde la finalidad sea el acrecentamiento de esa libertad para saber, reduciendo las limitaciones irracionales y autoimpuestas.

La aceptación de libertad de ser, con todo lo que lleva consigo, es el bienestar emocional, la autoesclavitud por negarse a aceptar esa libertad es psicopatologico, la vida del hombre esta determinada por la alternativa inevitable entre retroceso y progreso. todos los hombres son idealistas, y no pueden dejar de serlo, si entendemos por idealismo el impulso a satisfacer necesidades que son especificamente humanas y que trascienden las necesidades fisiologicas el hombre esta sustraido de la union promordial con la naturaleza, que caracteriza su existencia animal, pero al mismo tiempo tiene razón e imaginacion, se da cuenta de su soledad, de su apartamiento, de su impotencia,y su ignorancia de la accidentalidad de su nacimiento y de su muerte, no puede estar asi, sin la necesidad de vincularse con otros seres vivos, de relacionarse con ellos, esto es imperioso y de su satisfacción depende su salud mental.

consigue unirse o ligarse al mundo mediante la sumision o adquiriendo poder sobre el y como ningún grado de sumision o de dominio (o posesion o fama) basta para producir la sensación de identidad y unión el resultado de esas pasiones es el fracaso.

La persona dominada por cualquiera de estas pasiones, en realidad se hace dependiente de los demás, en vez de desarrollar su propio ser individual, depende de aquellos a quienes somete o quienes domina. solo hay una pasión que satisface la necesidad que siente el hombre de unirse con el mundo y de tener al mismo tiempo una sensación de integridad e individualidad y esa pasión es el amor, la experiencia amorosa elimina la necesidad de ilusiones ,el amor productivo implica un sindrome de actitudes, como responsabilidad respeto, solicitud y conocimiento, sin tener la actitud amorosa deformada por los propios deseos y temores.

Otro aspecto de la situación humana que se estrecha con su necesidad de relación con los demás, es su necesidad de trascender como criatura.

El hombre es “nacido” en este mundo sin su consentimiento ni voluntad ni conocimiento, y es alejado de el también sin su consentimiento ni voluntad.

En este aspecto no es diferente del animal, de la planta o la materia inorgánica pero el hombre dotado de razón e imaginación no puede contentarse con el

papel pasivo de una criatura y se siente impulsado por el apremio de trascender su accidentalidad y pasividad de su existencia, haciéndose creador. el hombre

puede crear vida y es el único que tiene conciencia de ser creado y de ser creador, en este acto el hombre se trasciende a si mismo, cuando no puede crear vida

otra forma de trascender es destruirla.

El ser humano es un ser de arraigos, de raíces a las cuales no puede romper fácilmente, puede prescindir de las raíces naturales en la medida en que encuentre nuevas raíces humanas, y solo después de haberlas encontrado puede sentirse a gusto en este mundo. así como el nacimiento significa abandonar la envolvente protección del seno materno, crecer significa dejar la orbita protectora de la madre

El adulto tiene medios para subsistir por si mismo, para cuidarse a si mismo para ser responsable de si mismo y aun de otros, el niño no es capaz de esto.

Teniendo en cuenta las crecientes perplejidades de la vida, el carácter fragmentario de nuestros conocimientos, la accidentalidad de la existencia del adulto, los inevitables errores que cometemos, la situación del adulto para abandonar estas raíces se torna sumamente compleja. todo adulto necesita ayuda, calor, protección, que son diferentes a las del niño, pero en muchas otras son iguales. es sorprendente encontrar en el adulto

un profundo anhelo de seguridad y de arraigo, que la relación con su madre le proporcionaba en otro tiempo.

En muchas neurosis se halla el mismo deseo de volver al seno materno, pero reprimido, manifiesto en síntomas y conducta y tal vez en sueños.

Puede definirse al hombre como el animal que puede decir “yo”, que puede tener conciencia de si mismo como entidad independiente. el hombre apartado de la naturaleza, dotado de razón e imaginación, necesita formarse concepto de si mismo necesita decir y sentir “yo soy yo”. a causa de que no es vivido, sino que vive, tiene que tomar decisiones, tiene conciencia de si mismo y de su prójimo como personas diferentes, y tiene que ser capaz de sentirse a si mismo como sujeto de sus acciones. el niño que aun se siente identificado con la madre todavía no puede decir “yo”, ni lo necesita, únicamente  después de concebir el mundo exterior como algo separado e independiente de si mismo, adquiere conciencia de si mismo como ser diferente, y una de la palabras que aprende a usar es “yo”.

El hombre se encuentra rodeado de innumerables fenómenos enigmáticos y, por estar dotado de razón, tiene que procurar entenderlos, tiene que incluirlos en un

contexto que le resulte comprensible y que le permita manejarlos en sus pensamientos. cuanto mas se desarrolla su razón, mas adecuado resulta su sistema de orientación, es decir mas se aproxima a la realidad. pero aun cuando la estructura orientadora de que se vale el hombre para entenderse a si mismo y su mundo sea ilusoria, satisface su necesidad de un cuadro que para el tenga sentido.

Teoría de psicoterapia

Toda conducta es comunicativa y expresiva de estados internos, aun cuando parezca destinada a obscurecer una situación interna, tales intentos de anubulamiento reflejan de por si una constelación emocional. como los sentimientos no son comunicables de un modo directo, se expresan en símbolos, que son asi inevitablemente armas al servicio de la expresión, aun cuando expresen el deseo de reprimir.

Las simbolizaciones de una persona son comprendidas por otra, mediante la proyeccion no defensiva, mediante la empatia. la capacidad del terapeuta de entender

las simbolizaciones del paciente se apoya en el hecho de que todos somos sencillamente mas humanos que otra cosa. los síntomas son de hecho símbolos cominicativos que pintan estados emotivos simples o complejos, y por lo tanto entendidos debidamente revelan el choque de sistemas motivacionales dentro del individuo.

Aun cuando ciertos aspectos de dichos sistemas motivacionales estan fuera de la consciencia, los sintomas sombolizan la naturaleza del sistema. de la misma manera,los sueños y los simbolos empleados en ellos reflejan estados intimos. descubren al observador, ya sea este el propio paciente o el terapeuta, la escencia de los sentimientos subyacentes, los simbolos oniricos ayudan tanto al paciente como al terapeuta a comprender con perspicacia la vida interna del soñante.

La actitud íntima del paciente respecto a la terapia es de modo inevitablemente ambivalente y su visión de ella estará matizada por tendencias conflictivas. debe experimentar cierta ansia de vida y de libertad, deseos de empeñarse en algo, de ser y volverse activo, pero al mismo tiempo se siente inclinado a la pasividad, a seguir encadenado. si lo primero faltara del todo, el paciente nunca acudiría a la consulta del terapeuta, pues no podría imaginar la posibilidad de otro genero de vida.

El paciente aporta a la terapia algunas tendencias racionales, positivas, estimuladoras de vida, que se expresan en sus esperanzas racionales. el paciente espera recibir de la terapia algo nuevo, a fin de convertirse en alguien nuevo también, esto es que debe existir cierto impulso de racionalidad en esas esperanzas, de lo contrario el trabajo terapéutico seria imposible.

El terapeuta y el paciente aportan al contacto terapéutico necesidades y actitudes racionales e irracionales, que son expresadas mas o menos sutilmente desde el primer encuentro. la comunicación tendrá lugar a través de diversas simbolizaciones, verbales o no verbales, y es por lo tanto y un desacierto del terapeuta creer o pensar que le sea posible mantenerse como una entidad desconocida, pues hasta en su ansiedad por permanecer desconocido o como una “pantalla en blanco”, comunica algo muy importante acerca de si mismo.

Es fundamental que el terapeuta experimente libertad de acción, que conserve su capacidad para elegir, incluyendo en ella la capacidad para determinar sus condiciones de trabajo, ante todo el terapeuta debe sentirse libre para reconocer, al menos para si mismo la naturaleza multifacética de sus motivaciones, sean las que sean.

Los sistemas motivacionales del paciente y del terapeuta se revelaran ellos mismos de manera simbólica, aun cuando ellos mismos no se percaten de sus actividades autorreveladoras.

La habilidad del terapeuta reside en el reflejo acertado de los sentimientos del paciente después de que este ha asumido la responsabilidad de expresarlos. el terapeuta acepta, reconoce y aclara esos sentimientos y debe estar preparado para responder, no al contenido intelectual de lo que la persona esta diciendo, sino a los sentimientos mas profundos que hay bajo ese contenido. a veces los sentimientos son ambivalentes, a veces son de hostilidad o de inadecuación, sean lo que sean, el terapeuta se esfuerza mediante lo que dice y lo que hace para crear una atmosfera en la cual el paciente puede llegar a reconocer que tiene esos sentimientos negativos, y que puede aceptarlos como parte de si mismo, en lugar de proyectarlos sobre otros o de ocultarlos tras de mecanismos de defensa. con frecuencia el terapeuta esclarece verbalmente esos sentimientos, sin tratar de interpretar sus causas o de discutir acerca de su utilidad, sino simplemente reconociendo su existencia y que el los acepta.

La importancia de no asumir la posición de autoridad, reside en la insistencia del terapeuta de que el paciente ha de aceptar la responsabilidad de sus propias comunicaciones de elegir aquello que comunica y de su aceptación de algunas de las reflexiones esclarecedoras del terapeuta.

Curar al paciente es ayudarle a asumir la responsabilidad. El paciente esta explorando durante la terapia algo desconocido, el terapeuta se ve comprometido a tratar de mantener el paso con esta búsqueda enredosa y enigmática, su atención se centra enteramente en el intento de percibir, desde el marco de referencia del paciente, y se convierte en un instrumento al servicio de un propósito personal absorbente. en este intento de esforzarse en compañía del paciente para vislumbrar con el las causas de su conducta, para forcejear con sentimientos que emergen a la conciencia. el terapeuta se convierte en compañero del paciente a medida que este ultimo busca a través de una selva enmarañada y en la noche mas negra, donde las respuestas del terapeuta tienen mas bien el carácter de llamadas en las tinieblas, ¿estoy con usted?, ¿esta usted ahí?, ¿estamos juntos?, ¿es esta la dirección correcta?, el terapeuta esta a veces con el paciente, en ocasiones puede adelantarse, en otras puede quedar rezagado en la comprensión.

La autoridad del terapeuta proviene de la capacidad para comprender, para captar, para diagnosticar aquellas constelaciones internas (y sus bases históricas) que se oponen a los intentos del paciente de dar curso a una vida plena de sentido y satisfactoria. Además la autoridad terapéutica se basa también en la capacidad de comprometer al paciente a una conducta de colaboración, cuya finalidad es remover esos obstáculos en el camino de la auto realización y la vida activa.

El diagnóstico psicológico es un proceso extraordinariamente prolijo y el proceso terapéutico se convierte en un modo de investigación diagnostica a la vez, en la cual la situación interna del paciente se revela en forma cada vez mas clara, y paradójicamente el proceso de diagnostico es en si mismo el proceso terapéutico

La finalidad de la psicoterapia es que el paciente adquiera una visión interna y un conocimiento concerniente a la naturaleza de su existencia, su profunda captación de su diagnosis es sinónimo de una buena parte de su curación.

En términos sencillos se dice que, mientras en medicina, el diagnostico y la terapia son procesos separados, aunque relacionados entre si, en el propósito psicoterapéutico son casi sinónimos, el diagnostico se convierte en terapia y la terapia en diagnostico. tanto el paciente como el terapeuta están entregados a una búsqueda, en colaboración de cual es el autentico estado interno del paciente, búsqueda para la cual el terapeuta se halla adiestrado en los diferentes métodos de investigación.

Los datos de los tests psicológicos son valiosos cuando el que consulta el diagnostico es capaz de ofrecer una visión previa de las operaciones de resistencia interpersonal que puedan esperarse del paciente, de modo que sea menos probable que el terapeuta las pase por alto y este así mejor preparado para examinar y evitar reacciones potenciales de contratransferencia, reacciones que intervienen en la actualidad de resistencia neurótica del paciente. lo que puede dejarse indicado aquí, es que los hallazgos de los test psicológicos, cuando son interpretados y comunicados con sensatez y sensibilidad, pueden poner alerta al terapeuta sobre algunas características del paciente, que ha eludido potencialmente por razones propias.

Desde el mismo comienzo, las afirmaciones del paciente, y sus reacciones a las respuestas del terapeuta tienen un valor diagnostico y por tanto valor terapéutico. Inevitablemente la terapia se inicia desde los primeros momentos del encuentro entre paciente y terapeuta. el paciente se referirá a las razones que ha tenido para consultar a un terapeuta, expondrá lo que le parece mal respecto de si mismo y de su vida, lo que le ha llevado a pedir ayuda través de esas afirmaciones, el paciente revela aspectos de su sistema de valores, de lo que cree esencialmente humano, y de lo que considera contrario a la esencia humana. las respuestas del terapeuta definen también en gran parte su propia orientación. esto no quiere decir que el terapeuta simplemente este de acuerdo o discrepe con el paciente, sino

mas bien que cualquier comentario, y hasta la ausencia de alguna observación, dicen algo acerca de los valores del terapeuta.

Mediante esta conducta inevitablemente autorreveladora, el terapeuta prepara la escena para ulteriores comunicaciones reveladoras del paciente, dasatando una reacción en cadena de intercambios e interacciones.

Además de esto, la recolección de material histórico es parte integrante del esfuerzo terapéutico, refleja el intenso deseo del terapeuta de comprender al paciente como un ser humano, con sus inclinaciones y sus fobias, además indica la insistencia del terapeuta por conocer el significado especial que el paciente da a su vida, las premisas en que ese significado se basa, y los acontecimientos de su pasado que lo convencerán de que las premisas y método que escogió eran los mas adecuados para desarrollar un significado personal.

La interpretación en psicoterapia puede ser considerada como un intento de enfrentar al paciente con el impacto que el causa en otros. las confrontaciones son intentos de que el paciente sea conocedor de aspectos ocultos de su “que” caracterológico, mas bien que del “porque” de su conducta. solo después de que el básico “que” ha penetrado en el foco de su conciencia, entenderá el paciente adecuadamente el porque de su conducta.

Las interpretaciones no son comentarios que se ofrecen solo después que el paciente ha establecido lazos afectivos positivos hacia el terapeuta, los comentarios confrontativos son precisamente los instrumentos que contribuyen al establecimiento de esos lazos, hacia el terapeuta y/o hacia otros seres humanos.

La elaboración por parte del paciente es considerado como un lapso durante el cual el paciente se convence gradualmente de la existencia de ciertos conflictos instintivos, y aprende a evitar la represión de estos y a sublimarlos en lugar de reprimirlos, con el refinamiento gradual de sus interpretaciones o “insights”, comprobando la sinceridad del terapeuta. solo el “insight” emocional y la plena conciencia de la experiencia personal pueden llevar a cualquier cambio autentico y a cualquier modificación de la conducta

 Revisado y actualizado por: Lic. Maritza G. O.