Palabras claves: CULTURA FISICA/SOCIEDAD/CULTURA 

Título: Cultura Física

Autor: Nuñez Ambriz, Carlos Alberto

E_mail: carlos21@prodigy.net.mx

URL: http://usuarios.multimania.es/carloskareem/culturafisica.htm

Texto completo 

Cultura Física para una ciudad moderna.

El concepto de cultura física, es portador de una concepción del hombre y de la mujer, de cómo éstos deben vivir, postula determinada relación entre el cuerpo y el intelecto, y define a partir de ello qué debe entenderse por bueno y bello (y por lo tanto deseable).

Con este concepto se propone un sistema de vida basado en una serie de valores: lo sano, lo verdaderamente bello, el esfuerzo, el vigor, el equilibrio.

Desde la perspectiva de la cultura física, el deporte es valorado por sí mismo, por las energías que pone en juego, por su capacidad de forjar un carácter sano, verdadero y bello, por su capacidad de expresar lo mejor del hombre, por ser una vía de superación física y moral.

La cultura intelectual en algunas civilizaciones en el Medio Oriente ya existía desde más de cinco mil años antes de Jesucristo.

El hombre pensante e inteligente logra su plena realización logrando una máxima capacidad de pregunta y abstracción. Nos dice que es muy importante la filosofía ya que menciona que se desarrolló, se sustituyó a sí misma, se repitió una y mil veces, se aniquiló y volvió a resurgir de sus propias cenizas con esa historia del pensamiento.

Todo ser humano tiene su lado bueno y su lado malo, belleza vicio y maldad; frente al cuerpo está el alma digna de todo cuidado. El individuo es bueno, la sociedad es mala; el individuo es toda naturaleza y todo él es bueno.

Mujeres modernas y la cultura física

Se ha dicho que el deporte moderno nació como un ámbito restringido al mundo masculino, y que distintos discursos sobre la “naturaleza femenina” alertaban acerca de la inconveniencia física de las mujeres para la realización de ejercicios. La moral influía mucho en ello y esta visión perduró hasta entrado el siglo XX.

“La mujer está, por lo general, a causa de su inacción, en lucha perpetua con la naturaleza. Son sus enemigos, entre otros, la anemia, con todas las consecuencias físicas que acarrea; el estreñimiento, que envenena el organismo y origina verdaderos desastres; la obesidad, no menos funesta, por cuanto la grasa envuelve todos nuestros órganos vitales, los comprime y los incomoda en sus funciones.”

“Cultura Física Femenina”, EG, N° 21, 15 de noviembre de 1919.

“La práctica de esta cultura física, tan útil al hombre, parece aún más necesaria a la mujer, que nuestras costumbres y prejuicios condenan a una inacción corporal excesiva […] Dando a sus músculos fuerza y volumen, la mujer revestirá su aparato óseo de carnes bien formadas, bien equilibradas, de líneas armoniosas. Su belleza no irá así a destruirse en la delgadez afligente o en la obesa gordura.”

De un editorial de EG titulado “Cultura Física Femenina”, N° 184, 6 de enero de 1923.

Se ve que ese atrofiamiento físico es también un atrofiamiento moral.

Hay hombres que los calificamos de una manera que en realidad no sabemos ni de que estamos hablando; más bien podría creerse que forman parte de la especie de los ‘bichos raros y monstruosos’, extremadamente flacos o extremadamente gordos, sin líneas que definan el cuerpo humano.

Su entrada en uno de estos vehículos, jamás pasa inadvertida, provocando ruidosos comentarios y calificativos, siendo estos los más comunes: ¡que bestia! ¡Que elefante! ¡Que fenómeno! ¡Pobre del que se le siente al lado!, etc., etc.

Esto no será más bien una falta de cultura física?

Si llevamos a cabo una Cultura Física de una forma consciente creo que ganaríamos demasiado para lograr grandes avances en nuestra sociedad, realizando actividad física y activando la circulación y respiración; y un efecto estético, desarrollando el sistema muscular, para que contribuyamos al perfeccionamiento del cuerpo.

No se trata de rechazar la vida moderna en la ciudad, sino de detectar las falencias de sus estilos de vida para remediarlas mediante la cultura física. Los jóvenes son el destinatario principal de esta apelación, porque viven “en el desconocimiento de los más elementales principios de la higiene, aunque bailan perfectamente cualquier tipo de baile.”

La industria que supimos conseguir, Planeta, Buenos Aires, 1996, pp. 119-120.

La publicidad y Tecnología

Televisión, comida, ropa, perfumes, polvos de tocador, jabones, juegos de computación, etc.; son algunas de las características por las cuales en nuestra sociedad no estamos acostrumbrados (hablando principalmente de México) a realizar ejercicio, ya que nos conformamos con la “comodidad” en estar sentado, o “relajado” que en realidad no es otra cosa que estamos atrofiando nuestro cuerpo por el “no movimiento” realizado.

El hombre vive en movimiento, tiene un cuerpo el cual está capacitado para moverse hecho para moverse; la restricción de tal movimiento crea la imposibilidad de realizar su cometido.

El movimiento es una de las primeras evidencias antropológicas del ser humano.

¿Que sería mejor; vivir en un lugar apartado en la naturaleza o en una ciudad grande y con todos los servicios y comodidades?

En las adaptaciones de la vida cotidiana, de la cultura y de las demandas de la sociedad hacen que la cultura física actual, de alguna manera sea considerada también el deporte.

La tecnología podría convertirse en un lugar sencillo de aprendizaje a través de actividades, en las que directamente se vive el aprendizaje de sí mismo, la cultura física en este sentido podría ser una aportación concreta de la sabiduría de sí mismo.

Todas las formas de movimiento creadas por el hombre son los medios de la cultura física para cubrir sus objetivos, así se consideran como parte de la cultura física.

 

La cultura popular y el deporte

Como bien señalara Huizinga

“Los juegos son el instinto vital de la cultura humana”.

Los juegos y los deportes populares son como el baile y la música, contribuciones realmente activas a la cultura.

Gruner señala que la “cultura es una forma de intervención en el espacio público que construye, de-construye, re-construye identidades sociales y posiciones relativas de poder”.

La cultura sería aquí un campo de fuerzas en pugna permanente que buscan imponer sistemas de representación, que organizan el universo según la lógica de lo diversos intereses materiales y simbólicos. La cultura, entonces, aparece entendida como la lucha por el sentido.

Althusser (1969) Ideología y aparatos ideológicos del estado, citado por Gruner Ernesto ¿Otro discurso sin sujeto? Apuntes sobre poder, la cultura y las identidades sociales. Revista “El cielo por asalto”, Buenos Aires, verano 1990-91.

Haciendo referencia a Gruner exponemos los rasgos centrales del conjunto heterogéneo de prácticas culturales:

  • Las prácticas culturales están atravesadas por ideologías.
  • Las prácticas ideológico-culturales no son un fenómeno superestructural, sino una compleja estructuración de representaciones simbólicas que pasan a formar parte de la misma acción social.
  • Las prácticas ideológico-culturales se dan su existencia material en aparatos de socialización como la escuela, pero también informales y/o microsociales como los clubes, las asociaciones, etc.
  • Las prácticas ideológico-culturales se dan su existencia material en aparatos de socialización como la escuela, pero también informales y/o microsociales como los clubes, las asociaciones, etc.
  • Estos aparatos tienen una función social de conformar el espacio en el que los sujetos construyen su propia identidad y sus pautas de conducta.
  • Las prácticas ideológico-culturales constituye un bloque histórico (definido por Gramsci como una formación social con hegemonía) donde conviven diferentes concepciones del mundo con distinto grado de elaboración.

Los elementos que conforman el contexto cultural del deporte popular son la danza, la música y otras expresiones culturales.

Se ha afirmado que la propiedad más importante de los deportes populares es “que tácitamente están asociados a la idea de juventud, que es espontánea e implícitamente responsable de una especie de licencia provisional expresada, entre otras formas, en el derroche de un exceso de energía física y sexual y que son abandonados muy pronto normalmente en el momento de entrada en la vida adulta, marcada por el matrimonio.”

Bourdieu, P. (1993) Deporte y Clase Social en Materiales de Sociología del Deporte. Las Ediciones de La Piqueta, Madrid. Pág. 9,10.

Pueblo y democracia en una sociedad de la información

Henning Eichberg ha señalado que “el concepto de democracia se dirige en dos direcciones diferentes según se contemple desde el pueblo (abajo-demos) o el poder (arriba-kratia). Desde arriba la democracia puede ser analizada como un sistema de gobierno, analizando la constitución del estado, la conocida contradicción griega entre monarquía, democracia y oligarquía y arribando a cuestiones más modernas de democracia directa o democracia representativa, democracia presidencial o democracia parlamentaria, democracia pluralista de las minorías o gobierno jacobino de las mayorías, etc. Si partimos desde abajo, desde el pueblo, la discusión se centrará en la sociedad civil como requisito para la formación del estado. El debate será iniciado por los procesos preestatales ya sean éstos las raíces revolucionarias en la sociedad civil moderna y la cultura popular como estadios prepolíticos de la automovilización de un pueblo o los procesos de autoorganización en sociedades de clan”.


Paz, deporte y diferencias

La paz es difícil de obtener y preservar. El deporte debería ser considerado como una herramienta eficaz de pacificación. No desde arriba como a menudo las poderosas y burocráticas organizaciones del deporte de producción de resultados realizan, creando disciplinas, adaptando y ajustando a la gente a la estructura vigente de poder, sino desde abajo.

La vida popular y la paz interior de toda sociedad suponen aceptar las diferencias y los conflictos. Una sociedad “desarrollada” o madura debería tener el derecho a elegir su propio camino. Un aspecto a considerar en el deporte y la cultura es el derecho a ser diferente.

Eichberg, Henning, “Identidad Popular en el deporte y la Cultura. Sobre la democracia viva” Conferencia regional de la Asociación Internacional de Deporte y Cultura (ISCA) Universidad de Buenos Aires, abril de 1998. Pág. 19.

Dice Henning Eichberg que “la cultura es la manera en que vivimos nuestra vida. Es convivir con nuestros conflictos y aceptar las diferencias”. La construcción de relaciones de una cultura abierta y democrática es una nueva búsqueda entendiendo una nueva comprensión de lo qué es cultura. El deporte y la cultura popular son expresiones vitales del hombre y el deporte popular y el juego nunca han reconocidos fronteras. Rescatar las antiguas formas de deporte, volver a los juegos tradicionales, buscar nuestra identidad latinoamericana y establecer nuevas relaciones entre el deporte y las más puras energías de la democracia, es el desafío de la hora.