https://www.juventudrebelde.cu/deportes/2024-04-24/a-por-la-grandeza-en-paris-2024
Autor: Javier Rodríguez Perera.
El judoca Andy Granda disfrutó de una base de entrenamiento entre enero y marzo de 2024 en Hungría y en esos meses participó en cinco justas de primer nivel.
Con naturalidad y un poco entre risas, Andy Granda dice que su esposa Olga Masferrer, miembro de la selección cubana de judo durante cinco años
aproximadamente, además de darle consejos, suele molestarse cuando a él le cantan un shido en algunas competiciones internacionales. Casi siempre, como vía de salida, le responde con un tono afable que se concentre en los niños, que del judo se encarga él. Olga, mejor que nadie sabe las exigencias de un judoca de alto rendimiento y por ello su apoyo y comprensión son persistentes.
Lo más probable es que ella y sus dos hijos siempre estén en la mente del matancero antes de cada enfrentamiento, incluyendo aquel que lo convirtió, el 12 de octubre de 2022 en Uzbekistán, en el tercer campeón mundial cubano entre los hombres, después de Manolo Poulot (Birmingham 1999) y Asley González (Río de Janeiro 2013).
Dentro de pocos días, Granda competirá en el Campeonato Panamericano y de Oceanía, con asiento en Río de Janeiro, Brasil, el 26 y 27 de este mes. El exponente de la división de más de 100 kilogramos declaró a Juventud Rebelde que su objetivo es conseguir los 700 puntos que otorga un evento donde
concursarán muchos de los mejores del continente, entre ellos el local Rafael Silva, al que se midió algunos meses atrás y lo derrotó en los Juegos Panamericanos de Chile. Él se está preparando para mí y yo para él, nos conocemos, veremos qué ocurre, apuntó el yumurino.
Tras concluir su tránsito en la lid brasileña, Andy estará a finales de mayo en el Mundial de Abu Dhabi, en Emiratos Árabes Unidos, donde su pensamiento será similar al de hace dos años, cuando obtuvo la corona: lograr una medalla en ese fortísimo certamen para así poder entrar a los Juegos Olímpicos de París con dos preseas del orbe en su currículo. Ahora estoy centrado en cerrar bien la clasificación olímpica, explica, y después me enfocaré en la preparación específica para la cita bajo los cinco aros, donde aspiro a subir al podio y conseguir ese desempeño que me falta.
El rey de los pasados Juegos Panamericanos disfrutó de una base de entrenamiento entre enero y marzo de 2024 en Hungría y en esos meses participó en cinco justas de primer nivel, con una plata en el Grand Prix Upper de Austria y luego un bronce en el Grand Slam de Tbilisi, Georgia.
«La gira la valoro de muy buena. Al principio no comenzamos de la mejor forma, pero a medida que avanzó la preparación fuimos mejorando y obtuvimos desempeños relevantes, sobre todo mi compañero Iván Silva y yo, mientras el resto de los muchachos sumaron puntos para el ranking olímpico. Siempre que hacemos una base de entrenamiento en Hungría es muy provechoso, te puedo decir que ese es el cuartel general de nosotros prácticamente. Hemos hecho muy buenas relaciones en ese país, la capital la conocemos bastante, la alimentación es la apropiada para un atleta y su Centro de Entrenamiento es de primer nivel.
«Los dos torneos en los que mejor me sentí fueron el Grand Prix de Austria y el Grand Slam de Tbilisi. En el primero creo que pude haber alcanzado el oro, me enfrenté a un excelente atleta en la final —el checo Lukáš Krpálek, doble monarca olímpico—, pero me equivoqué en una acción. En Georgia tuve algunos combates complicados, sobre todo en cuartos de final y semifinal, sin embargo conquisté el bronce. En el último Grand Slam que intervine no me fue bien, pues me enredé yo solo, pero son cosas propias del deporte y saqué enseñanzas de ese revés», afirmó.
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