Palabras claves: BEISBOL/TECNICA/INVESTIGACIONES
Título: Significación y perfil del lanzador especialista en relevos cortos. Un estudio
Autor(es): Lic. Lázaro A. Solé Carrasco
Texto completo:
INTRODUCCION
Durante las últimas décadas del siglo XX, fuimos testigos de un salto tanto cualitativo como cuantitativo en lo concerniente a adelantos y nuevos descubrimientos científicos y tecnológicos relacionados con el desarrollo de la humanidad, no por casualidad sino por causalidad hemos convenido en aceptar que el milenio recién finalizado aparezca en las páginas de la historia universal con el calificativo de “SIGLO de las LUCES “.
La esfera del deporte vista como fenómeno social no se vio excluida en éste acontecer de la ciencia y la técnica, todo lo contrario, la aplicación de cada vez más novedosos y científicamente probados métodos, procedimientos, formas, medios y modelos para la preparación deportiva de los atletas, conllevaron, a que durante ése período se produjese una verdadera lluvia de importantes resultados, y marcas en el deporte de alto rendimiento.
El béisbol por su parte como deporte de conjunto, se ha visto influenciado directa y particularmente por éstas nuevas tendencias las cuales encuentran su máxima expresión en la aplicación de las ciencias afines.
Tanto se cumple lo expresado que si efectuamos un pequeño recorrido por el desarrollo evolutivo alcanzado por éste deporte, podremos observar fácilmente cambios de índole conceptual operados en casi todos los elementos que lo integran, nos estamos refiriendo en particular a los aspectos relacionados con la preparación física, técnica y táctica de los jugadores, así como a otros elementos estratégicos del juego expresados en las constantes situaciones cambiantes que caracterizan al béisbol durante la competencia, además de aquellos otros componentes de orden metodológico, pedagógico, psicológicos, etc.
En correspondencia y como respuesta a estos cambios, los resultados alcanzados tanto en el orden individual como colectivo durante los últimos años han dado también un salto a niveles más elevados de rendimiento competitivo.
Así observamos como a pesar de que estructuralmente el juego no ha sufrido significativos cambios desde el punto de vista reglamentario, el béisbol de los años70 del pasado milenio, difiere del que disfrutamos en la década de los 80, y a su vez el de ésos años se diferencia del que somos testigos hoy en los albores del siglo XXI.
De forma paulatina pero progresiva, la evolución experimentada en los elementos esenciales de éste deporte ha ido introduciendo nuevos cambios en casi todo lo relacionado con la preparación de los jugadores, así como en la forma conceptual del juego visto desde su óptica estratégica.
Particularmente éste es el caso de los lanzadores, donde por solo citar un ejemplo, si hasta hace unos años la mayor preocupación de un director de equipo consistía en la designación de aquellos lanzadores que enfrentarían la responsabilidad de iniciar los juegos por considerar este elemento como el más importante de todos, en los días que transcurren en cambio, éste concepto ha cambiado al reconocerse el hecho de que tanta importancia posee para el resultado final el trabajo que desempeñen los lanzadores abridores como los encargados de terminar los juegos.
Es decir que no basta únicamente con poseer un buen grupo de lanzadores abridores., sino que en el béisbol actual se hace imperiosamente necesario disponer de lanzadores que puedan enfrentar con la suficiente efectividad la labor de relevar, aún incluso en aquellos casos donde el lanzador abridor, ha sido capaz de desarrollar una buena labor durante las primeras seis o siete entradas del partido.
Para ser más exactos, dentro de la necesaria clasificación de los lanzadores en abridores y relevistas, podemos encontrar un tipo de especialista; “el relevista corto o cerrador”, que es ni más ni menos a quien se le asigna la importante y decisiva tarea de terminar el encuentro preservando la victoria para su equipo, y que de acuerdo con las REGLAS OFICIALES DE ANOTACION, viene a desempeñar su función en condiciones de” salvar el juego”, lo que constituye sin lugar a dudas un factor de suma importancia en el resultado final del equipo en la competencia.
Todo lo expresado anteriormente nos lleva a inferir que dadas las condiciones situacionales y estratégicas bajo las cuales el lanzador especializado en relevos cortos debe desarrollar su trabajo la selección de los mismos debe fundamentarse en las particularidades relacionadas con los índices de eficiencia que éstos sean capaces de alcanzar.
Por su parte nuestro béisbol, que también se halla en constante evolución y perfeccionamiento, no da la espalda a ninguno de los cambios y condiciones de desarrollo que impone la época actual ya se trate de métodos o sistemas de preparación, así como ante otros aspectos relacionados con la aplicación de nuevos elementos técnicos, tácticos, o estratégicos que contribuyan a una mejor utilización de las potencialidades individuales de cada uno de los jugadores.
Es por ello que en nuestros campeonatos nacionales de primer nivel vienen observándose ya algunos casos de lanzadores que son utilizados en el rol de relevistas cortos o cerradores, aunque justo es señalar que no siempre el empleo de éstos se lleva a cabo en condiciones adecuadas.
Por supuesto que en defensa de lo anteriormente expresado se encuentra el hecho no menos cierto, de que no todos los equipos en nuestros torneos nacionales, cuentan en su nómina con lanzadores aptos y debidamente preparados para asumir ésta importante responsabilidad. Sin embargo los requerimientos tácticos y estratégicos que nos impone el juego de béisbol contemporáneo no nos permite muchas libertades al respecto, y nos obliga desde nuestro punto de vista, a adoptar una aptitud que conlleve primeramente a la búsqueda , selección, y posteriormente a la formación y preparación de atletas que puedan desempeñarse con éxito en éste tipo de labor.
Es precisamente acerca de algunos de los indicadores estadísticos que alcanzan éstos lanzadores, sobre los cuales pretendemos desarrollar nuestro trabajo con el propósito de contribuir al logro de una caracterización mas detallada de los mismos.
Dentro del juego de béisbol actual por solo citar un ejemplo, la naturaleza del trabajo que desempeñan los relevistas cortos es tan particular, que el balance de juegos ganados no resulta de tanta importancia como en el caso de los lanzadores abridores. En la mayoría de los casos para no ser absolutos, su trabajo da inicio en condiciones bajo las cuales su equipo se encuentra ganando el encuentro a la altura de la octava o novena entrada, o en situaciones similares en juegos de extra-innings.
Muy cierto es que un relevista corto pudiera acreditarse un juego ganado trabajando solamente por espacio de una, o dos entradas, mientras que un lanzador abridor obligatoriamente deberá completar según se plantea oficialmente en las reglas un mínimo de cinco, sin embargo, también un relevista corto puede fácilmente adjudicarse un juego perdido con solo permitir una o dos carreras, debido a que su equipo tendrá menos oportunidades, o en ocasiones ninguna para descontar ésa desventaja, situación ésta que no enfrenta el lanzador abridor..
Por supuesto que al igual que ocurre en el caso de los lanzadores abridores, el índice de carreras limpias también constituye un indicador de gran interés en el caso de los relevistas, pero debemos tener en cuenta que en comparación con los primeros, ése índice se considera según datos estadísticos inferior entre 0.15 y 0.25 centésimas como promedio a favor de los segundos.
Igualmente los hits permitidos, base por bolas otorgadas, el número de ponches propinados, etc. como promedio por cada nueve entradas lanzadas también resultan importantes, pero ninguno de ellos, o todos en su conjunto son suficientes aún para medir la verdadera efectividad de la labor de un relevista corto.
En nuestra opinión es necesario particularizar aún más sobre ésos y otros indicadores de rendimiento, pero tomando como punto de referencia el desempeño alcanzado por éste tipo de lanzador por entrada de actuación dadas las condiciones en las cuales desarrollan su labor..
Esta variedad de lanzador, tiene además otra ventaja con relación a los abridores, y es el hecho que generalmente se enfrenta a cada bateador solamente en una oportunidad durante el juego, y por supuesto que esto influye en un mayor número de ponches, menor cantidad de carreras y menos hits permitidos por entrada, todo lo cual lo diferencia aún más de aquellos que forman parte del grupo de lanzadores que tienen la responsabilidad de iniciar los partidos.
Entre otras, éstas son las razones que nos motivaron a la realización de un estudio sobre el tema, el cual nos favoreciera en la obtención de un nivel de conocimiento necesario para, en primer término, destacar la significación que para el juego de béisbol representa la utilización como sistema del lanzador especialista en relevos cortos, así como la importancia que posee para el equipo el rendimiento que obtienen éstos; y en segundo lugar, establecer algunas de las características generales que presenta ésta variedad de lanzador de acuerdo con los datos extraídos de la muestra estudiada.
HIPOTESIS.
– El lanzador especializado en relevos cortos, presenta características particulares de rendimiento, y su utilización como sistema, incide significativamente en los resultados competitivos del equipo
OBJETIVOS:
– Significar la importancia que representa, la utilización del lanzador especializado en relevos cortos.
– Caracterizar de forma general a éste tipo de lanzador,
a partir de algunos indicadores estadísticos de efectividad.
DESARROLLO
El béisbol, a pesar de constituir una disciplina de conjunto, posee sus propias particularidades de carácter individual que lo diferencian del concepto más general que identifica a otros deportes enmarcados dentro de ésta misma clasificación como son los casos del baloncesto, el voleibol, y el fútbol por sólo citar algunos. Como en ningún otro deporte, el desempeño de un jugador visto desde la más particular de las ópticas, ocupa un lugar de tanta relevancia en el resultado del equipo como en el caso del lanzador de béisbol.
Es por ésta razón que desde su surgimiento, muchos han sido los especialistas que le han concedido al cuerpo de lanzadores de un equipo, un porciento elevado respecto a sus posibilidades de victoria.
Es precisamente desde la posición del lanzador, donde dan inicio todas las acciones del juego tanto defensivas como ofensivas; es particularmente él quién mediante su actuación pone en juego toda la maquinaria defensiva en la cual estará envuelto su equipo luego de efectuado el lanzamiento, al mismo tiempo que también y mediante ésa acción, condiciona el quehacer ofensivo del equipo contrario.
Hasta hace aproximadamente 30 o más años, no existía una clara división en el cuerpo de lanzadores de un equipo de béisbol, y comúnmente se les asignaba a todos por igual las funciones de abrir y relevar indistintamente.
Tal designación se fundamentaba únicamente en el resultado que obtuviesen los lanzadores abridores en su desempeño quedando relegada la función de relevar para aquellos casos en los que el lanzador predecesor en el encuentro por ejemplo, no lograra un buen resultado en su labor.
Actualmente la concepción relacionada con la utilización de los lanzadores a lo largo de la competencia ha variado significativamente al extremo que puede apreciarse claramente una clasificación de los mismos en abridores, relevistas largos, intermedios y cortos o cerradores, con funciones muy bien establecidas para cada uno de ellos de acuerdo con las condiciones imperantes del encuentro en ése preciso momento.
Y si de ser más exigente sobre éste tema se trata, hoy día pudiéramos encontrarnos más allá del umbral de las puertas del surgimiento de un nuevo tipo o clase de lanzador relevista, el denominado “especialista”, que no es otro que aquél al cual se le asigna comúnmente la función de lanzar ocasionalmente frente a un determinado y único bateador en situaciones y circunstancias muy particulares del
“ juego táctico o estratégico”, finalizando su actuación luego de haber trabajado frente a ése bateador cualquiera que haya sido el resultado de su gestión, ( la variedad más común en éstos casos es la de los lanzadores zurdos, trabajando frente a bateadores de ésa misma mano), pero el tema relacionado con éste tipo de lanzador al igual que con el resto de los mencionados en párrafos anteriores, no los abordaremos en el presente estudio, concretándonos a particularizar únicamente en aquellos que tienen la responsabilidad de terminar o cerrar el partido en condiciones de juego salvado.
De todo lo expresado anteriormente, se desprende la importancia que cobra el establecimiento de una correcta clasificación en la nómina de un equipo de béisbol (categoría de mayores), y lo que no es menos importante, mantener durante la competencia una rotación lógica y consecuente de ésos lanzadores de acuerdo con las funciones que como tales deberán cumplir.
Subrayamos el hecho de que en el presente trabajo nos referimos únicamente a indicadores de tipo estadísticos, debido a que no es posible obviar la existencia de otros factores y parámetros derivados de las ciencias afines que también enriquecen los métodos de selección de atletas, y que arrojan una valiosa información relacionada con sus posibilidades de rendimiento deportivo.
Consideramos que los datos encontrados pudieran arrojar elementos que contribuyan al establecimiento de algunas de las características que identifican a ésta variedad de lanzador en condiciones de la competencia.
De alcanzarse nuestro objetivo, táles resultados pudieran servir a su vez, de enriquecimiento a los criterios de detección y selección de lanzadores con potencialidades reales de desempeñar eficientemente ésta función, con lo que estaríamos contribuyendo a profundizar en el sistema teórico- metodológico de ésta disciplina deportiva dada la factibilidad de su aplicación práctica inmediata.
Materiales y Métodos
A partir de que el fenómeno histórico relacionado con el surgimiento del lanzador relevista finalizando el juego tuvo lugar en el béisbol profesional de los Estados Unidos de Norte-América aproximadamente a finales de la década de los años 60´ y principios de los 70´ del pasado milenio, así como su posterior instauración y sistemática utilización en ése nivel de competencia, y con la intención de satisfacer los objetivos propuestos, adoptamos la decisión de tomar como punto de partida el estudio y posterior análisis de algunos de los valores e índices estadísticos alcanzados por los primeros cincuenta lanzadores que han logrado las más altas cifras en cuanto a juegos salvados en la historia de éste deporte se refiere.
Igualmente y con el propósito de alcanzar un mayor nivel de actualización sobre el tema, realizamos un estudio individual de la actuación desarrollada por los dieciocho relevistas cortos de mejor rendimiento durante la temporada correspondiente al año 2003 y la forma en que tales desempeños incidieron en los resultados colectivos de su respectivos equipos en ésa competencia; finalmente fue extraída de la población histórica general en cuanto a juegos salvados se refiere, una última muestra, compuesta por un total de veinte y dos lanzadores que han desarrollado o desarrollan en la actualidad su labor en las condiciones estudiadas, es decir, exclusivamente como relevistas cortos o cerradores, y a los cuales se les aplicó como criterio de selección, el haber alcanzado por su orden la cifra de más de 115 juegos salvados, así como la condición de no haber actuado en ningún caso como abridor durante su carrera.
De éstas dos últimas muestras, han sido extraídos la casi totalidad de los elementos estadísticos con los cuales pretendemos alcanzar los objetivos propuestos.
Los valores relacionados con la velocidad de los lanzamientos en millas por hora, de algunos de los lanzadores que conforman la muestra, fueron obtenidos mediante la observación de grabaciones hechas en casetes de video de cada uno de los partidos de béisbol correspondiente a las etapas de semi-finales y finales de los campeonatos comprendidos entre las temporadas 1995, y 2003 (excepto 1996).
Durante el proceso de investigación procedimos además a la recopilación de los valores estadísticos referidos a la cantidad de juegos salvados y el porciento que representan éstos con relación a la totalidad de los juegos ganados por los equipos participantes en los dos circuitos establecidos. (Liga Nacional y Liga Americana).
Consideramos que los resultados y conclusiones a las cuales arribemos, pueden arrojar elementos que contribuyan a profundizar en las particularidades que identifican a ésta variedad de lanzadores, así como en la forma o sistema de su utilización como componente del plan o esquema táctico- estratégico del juego.
Procesamiento estadístico
Durante el estudio fueron analizadas diferentes variables relacionadas con aspectos tales como la edad, el peso y la talla de todos los integrantes de la muestra, así como otras relacionadas directamente con su rendimiento deportivo a partir de las cuáles, pudimos determinar diferentes indicadores que caracterizan el rendimiento de éste tipo de lanzador durante la etapa de competencias.
El tratamiento aplicado a las variables estudiadas consistió en la determinación de los valores mínimos, máximos, media aritmética y por ciento, así como la desviación Standard (S) a un 95% de certeza o confiabilidad para ” n” igual o mayor de30 ( T= 1,96 ), para ” n” = 22 (T = 2,11), y para “ n” = 18 (T = 2,08), igualmente fueron calculados los intervalos de confianza correspondientes a ésos índices
Los valores encontrados son mostrados en el sistema de tablas confeccionadas al efecto, las cuales acompañan éste trabajo.
Surgimiento, desarrollo y evolución del lanzador relevista.
Antes de introducirnos en el tema de la significación que actualmente posee el trabajo del especialista en relevos cortos, y cómo su aparición y utilización ha ido evolucionando paulatinamente en su forma conceptual, se hace necesario realizar un breve recorrido por los hechos históricos que dieron origen al surgimiento de éste tipo de lanzador.
En los inicios del béisbol, los cambios de lanzadores durante un partido, se limitaban, al cambio de posiciones que se efectuaba entre el lanzador, y cualquier otro jugador ocupante de una posición a la defensa. Las sustituciones con otro jugador procedente del banco, no estaban permitidas, exceptuando los casos por lesión.
No fue sino hasta el año 1889, que se aprobó la regla de designar a un décimo hombre
como sustituto oficial para cualquiera de los jugadores. Las sustituciones libres, no
fueron aprobadas hasta dos años más tarde.
En realidad las primeras manifestaciones de lanzadores en funciones de relevos, no ocurren sino hasta la primera década del siglo XX, con las actuaciones de jugadores como Claude Elliot; Cecil Ferguson; y Otis Crandall. (Ver tabla # 1)
Tabla # 1.
Lanza Lanzador Temp. . JG JP JJ JI JC JS. EL. H BB So. Pcl BO. C. Elliot. (1904-05 ) 3 3 22 9 7 6 110.2 115 38 47 3.33 .267 C. Ferguson ( 1906-11) 29 46 142 73 47 8 698.0 659 281 298 3.34 .261 O. Crandall (1908-18) 102 62 302 131 91 19 546.2 1538 379 606 2.92 .260
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Para la década siguiente los mejores resultados como relevistas, recayeron en lanzadores abridores realizando indistintamente ambas funciones .Actuaciones destacadas entre otros fueron las de Mordecai Brown; Chief Bender; y Ed Walsh
(Ver tabla # 2)
Tabla # 2
Lanzador Temp. JG JP JJ JI JC JS. EL. H BB So. Pcl. BO M. Brown. (1903-16) 239 130 481 332 271 49 3172 2708 673 1375 2.06 .232 C. Bender. (1903-25) 212 127 459 331 255 34 3017 2645 712 1711 2.46 .239 E. Walsh (1904-17) 195 126 430 315 250 34 2964 2346 617 1736 1.82 .218
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A partir de los años 20 y hasta finales de la II Guerra Mundial, aparecen las primeras señales de especialización como relevos en algunos lanzadores con un nuevo y mas moderno concepto relacionado con ésa función, aunque, si las comparamos con el concepto actual a partir del cual son utilizados los relevistas, la tendencia general era la de acumular una mayor diferencia entre la cantidad de entradas lanzadas, en un menor número de juegos, contrariamente a lo que sucede en nuestros días en los cuales ésta relación ha disminuido significativamente.
Esos fueron los casos por ejemplo de Firpo Marberry; Johnny Murphy, y Ace Adams entre otros. (Ver tabla # 3)
Tabla # 3
Lanzador Temp. JG JP JJ JI JC JS. EL. H BB So Pcl. BO ———————————————————————————————————- F. Marberry. (1923-36) 148 88 551 187 86 101 2067.1 2049 686 822 3.63 .262 J. Murphy. (1932-47) 93 53 415 40 17 107 1045.0 985 444 378 3.50 .249 A. Adams. (1941-46) 41 33 302 7 2 49 552.2 541 224 171 3.47 .260 |
Los últimos años de la década de los 40` y principios de los 50`, marcaron una nueva etapa en el desarrollo del lanzador relevista, durante éste período ya se hacía común encontrar al final de la temporada, lanzadores que acumularan un mayor número de juegos relevados que de aperturas. Casos sobresalientes y con buenos resultados al respecto resultaron ser los de Joe Page; Jim Konstanti; y Hoyt Wilhem. (Ver tabla # 4)
Tabla # 4
Lanzador Temp. JG JP JJ JI JC JS. EL H BB So Pcl. BO ——————————————————————————————————— J. Pae ( 1944-54) 57 49 285 45 14 76 790.0 727 421 519 3.53 .247 J. Konstanti ( 1944-56) 66 48 433 36 14 74 945.2 957 269 268 3.46 .268 H. Wilhem ( 1952-72) 143 122 1070 52 20 227 2254.1 1757 778 1610 2.52 .216 |
Actualmente en éste mismo nivel de competencias cuando pensamos en un buen especialista en relevos cortos, imaginamos un hombre que al final de la temporada (162 juegos para cada equipo), ha lanzado en 50 o más encuentros todos en el desempeño de ésta labor, y además con más de 30 decisiones entre juegos ganados y salvados. Todo esto nos conduce a pensar, que ninguno de los ejemplos vistos anteriormente estaría hoy día, en condiciones de aspirar a los primeros lugares en cuanto al rubro de juegos salvados se refiere a pesar de sus excelentes actuaciones de entonces.
El término de “juego salvado” en el béisbol no fue introducido hasta el año 1960. Antes de que un periodista del Chicago Sun Times nombrado Jerry Holtzman definiera las condiciones necesarias para acreditarle a un lanzador relevista un punto por tal concepto, la actuación de éstos era medido por un único indicador, es decir por el número total de juegos relevados al concluir la temporada oficial, cualquier otro renglón relacionado con su trabajo, era totalmente ignorado.
Incluso aquellos lanzadores que eran utilizados únicamente como relevistas, no tenían el derecho de aspirar al título de mejor promedio de carreras limpias permitidas, aún cuando terminasen con el mejor índice al finalizar el campeonato.
La introducción de otros índices estadísticos destinados a una mejor y más justa evaluación de la efectividad de los lanzadores relevistas, les confirió a éstos el carácter de especialistas, cobrando una gran significación para el juego de béisbol de entonces.
Pero sólo a partir de la introducción del término de juego salvado, fue que los lanzadores relevistas, técnicos y especialistas, tomaron plena conciencia de la importancia que para los resultados colectivos del equipo tenía la actuación de los primeros. .
De ésta forma tanto los propios lanzadores, como otras personas relacionadas directa o indirectamente con el béisbol, comenzaron a ver al relevista en su propia identidad y dimensión dentro del juego y no como una simple extensión del abridor.
Relevantes actuaciones por ésos tiempos fueron alcanzadas por lanzadores de la talla de Roy Face; Larry Sherry; y John Hiller. (Ver tabla # 5)
Tabla # 5
Lanzador Temp. JG JP JJ JI JC JS. EL. H BB So Pcl. BO ———————————————————————————————– R. Face (1953-69) 104 95 848 27 6 193 1375 1347 362 877 3.48 .260 L. Sherry (1958-68) 53 44 416 16 2 82 799.1 747 374 606 3.67 .249 J. Hiller. (1965-80) 87 76 545 43 13 125 1242 1040 535 1036 2.83 .229 |
Cuando a partir de la temporada regular en el calendario de 1960, la revista “The Sporting News” comenzó la recopilación y registro de los juegos salvados, ése indicador estaba definido conceptualmente en una forma muy diferente a la actual.
En aquellos días, se establecía que un punto por juego salvado le sería adjudicado a un lanzador cuando el mismo comenzara su labor con la carrera del empate o de la victoria en circulación, o fuese el bateador en turno, y que por supuesto durante su permanencia el juego terminase con victoria para su equipo.
Con posterioridad, ésta definición fue cambiada por una forma tan simple como absurda; mediante ésta nueva definición, el crédito por un juego salvado le seria adjudicado a cualquier lanzador que cumpliendo funciones de relevista, independientemente del estado en que se hallase la anotación de carreras en el momento en el que él comienza su actuación, el encuentro finalizara con victoria para su equipo.
En 1973, y como consecuencia de aquella ilógica definición del término, se procedió a una revisión del concepto de juego salvado, resultando en una nueva modificación. En ésta se señalaba que el lanzador relevista tendría la obligación de lanzar de forma eficiente al menos durante tres entradas, o comenzar su trabajo como lanzador, con la posible carrera del empate o la victoria del equipo contrario en base, o en el turno al bate; definición ésta que posteriormente también sería modificada.
Finalmente en el año 1975, se producen nuevos cambios conceptuales en el término, al cual se le añaden algunas modificaciones reglamentarias tal y como las conocemos en nuestros días.
El papel desempeñado desde entonces por los lanzadores de relevo y especialmente por los relevistas cortos, ha devenido en evolución y ascenso constante durante todas las etapas de desarrollo del béisbol. En 1982 por ejemplo y a pesar de la introducción desde 1973 del bateador designado en la Liga Americana, el porciento de juegos completos alcanzados por los lanzadores abridores era solamente del 19,6% el índice más bajo en toda su historia; aunque todavía superior al porciento logrado en ésa misma temporada por la Liga Nacional que cayo por debajo del 15,0%. De conjunto en ambas ligas los lanzadores abridores no sobrepasaron el 16,0% de juegos terminados.
Puede afirmarse entonces, que es a partir de las últimas modificaciones hechas en a las reglas en 1975, que se inicia la era moderna de los lanzadores especializados en relevos cortos.
El mayor crédito en éstas funciones para la época recayó en hombres como Sparky Lyle; Rollie Fingers; y Bruce Sutter quienes alcanzaron relevantes resultados de por vida, en cuanto a juegos salvados se refiere. (Ver tabla # 6)
Lanzador (Temp.) JG JP JJ JI JC JS. EL. H BB So Pcl. BO
S. Lyle (1967-82) 99 76 899 0 0 238 1390 1292 481 873 2.88 .251 R. Fingers (1968-85) 114 118 944 37 4 341 1701 1474 492 1299 2.90 .235 B. Sutter (1976-88) 68 71 661 0 0 300 1042 879 309 861 2.83 .230
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Tabla # 6
Como puede apreciarse a través de los índices estadísticos que aparecen en la tabla anterior, es que a partir de finales de los años 60 y principios de los 70, comienzan a aparecer por vez primera lanzadores los cuales fueron utilizados únicamente como relevistas aunque es oportuno señalar, que con una concepción filosófica muy lejana a la forma en que se emplea el relevista corto o cerrador tal y como la conocemos hoy día. No obstante éste último argumento, éstos tres lanzadores se encuentran aún, y a pesar del tiempo transcurrido entre los primeros veinticinco lanzadores con
mayor número de juegos salvados en la historia del béisbol.
Análisis de los datos encontrados.
En el béisbol de nuestros días la función del relevista corto o cerrador en su evolución se ha hecho tan especializada, que la efectividad de su trabajo durante la competencia repercute directamente en el resultado final del equipo en competencia.
Para constatar ésta afirmación, basta tan sólo realizar un breve análisis de los resultados alcanzados por los diferentes equipos de ambos circuitos durante la pasada temporada correspondiente al año 2003.
Por ejemplo en la Liga Americana de un gran total de 1123 victorias logradas por los equipos contendientes, 538 resultaron ser juegos salvados por los lanzadores relevistas cortos, ésta cifra representa el 47,9 % de ésas victorias; mientras que los valores mínimos y máximos en cuanto a ése mismo rubro en cada uno de los equipos participantes estuvieron entre un 37,8 y un 62,7 % respectivamente. El promedio general de juegos salvados por equipo para éste circuito fue de 38,4, con valores mínimos y máximos de 27 y 49 juegos respectivamente. (Ver Tabla · 7).
Tabla # 7
Liga Americana. Temporada 2003
División |
Equipo |
JJ |
JG |
JP |
JS |
%JS/JG |
|
|
|
|
|
|
|
ESTE |
New York |
162 |
101 |
61 |
49 |
48,5 |
|
Boston |
162 |
95 |
67 |
36 |
37,8 |
|
Toronto |
162 |
86 |
76 |
36 |
41,8 |
|
Baltimore |
162 |
71 |
91 |
41 |
57,7 |
|
Tampa |
162 |
63 |
99 |
30 |
47,6 |
|
sub.-total |
810 |
461 |
394 |
192 |
41,6 |
|
|
|
|
|
|
|
CENTRAL |
Minnesota |
162 |
90 |
72 |
45 |
50,0 |
|
Chicago |
162 |
86 |
76 |
36 |
41,8 |
|
Kansas City |
162 |
83 |
79 |
36 |
43,3 |
|
Cleveland |
162 |
68 |
94 |
34 |
50,0 |
|
Detroit |
162 |
43 |
119 |
27 |
62,7 |
|
sub.-total |
810 |
370 |
440 |
178 |
48,1 |
|
|
|
|
|
|
|
OESTE |
Oakland |
162 |
96 |
66 |
48 |
50,0 |
|
Seattle |
162 |
93 |
69 |
38 |
40,8 |
|
Anaheim |
162 |
77 |
85 |
39 |
50,6 |
|
Texas |
162 |
71 |
91 |
43 |
60,5 |
|
sub.- total |
648 |
337 |
311 |
168 |
49,8 |
|
|
|
|
|
|
|
|
TOTALES |
2268 |
1123 |
1145 |
538 |
47,9 |
En cuanto a los resultados del otro circuito se refiere (Liga Nacional), luego de efectuado un análisis similar, hallamos cifras aún superiores en todos éstos indicadores.
De un total de 1306 victorias logradas de forma general, 661 de éstas correspondieron a juegos salvados para un 50,6%, con valores mínimos y máximo por equipo de 38,3 y 68,2%, mientras que el promedio general también por conjunto fue de 41,3 y sus valores mínimo y máximo alcanzaron los 31 y 58 juegos
(Ver tabla # 8).
Tabla # 8
Liga Nacional. Temporada 2003
División |
Equipo |
JJ |
JG |
JP |
JS |
% JS/ JG |
|
|
|
|
|
|
|
ESTE |
Atlanta |
162 |
101 |
61 |
51 |
50,4 |
|
Florida |
162 |
91 |
71 |
36 |
39,5 |
|
Philadelphia |
162 |
86 |
76 |
33 |
38,3 |
|
Montreal |
162 |
83 |
79 |
42 |
50,6 |
|
New York |
161 |
66 |
95 |
38 |
57,5 |
|
sub.-total |
809 |
427 |
382 |
200 |
46,8 |
|
|
|
|
|
|
|
CENTRAL |
Chicago |
162 |
88 |
74 |
36 |
40,9 |
|
Houston |
162 |
87 |
75 |
50 |
57,4 |
|
St. Louis |
162 |
85 |
77 |
41 |
48,2 |
|
Pittsburg |
162 |
75 |
87 |
44 |
58,6 |
|
Cincinatti |
162 |
69 |
93 |
38 |
55,0 |
|
Milwaukee |
162 |
68 |
94 |
44 |
64,7 |
|
sub.-total |
972 |
472 |
500 |
253 |
53,6 |
|
|
|
|
|
|
|
OESTE |
San Francisco |
161 |
100 |
61 |
43 |
43,0 |
|
Los Ángeles |
162 |
85 |
77 |
58 |
68,2 |
|
Arizona |
162 |
84 |
78 |
42 |
50,0 |
|
Colorado |
162 |
74 |
88 |
34 |
45,9 |
|
San Diego |
162 |
64 |
98 |
31 |
48,4 |
|
sub.-total |
809 |
407 |
402 |
208 |
51,1 |
|
|
|
|
|
|
|
|
TOTALES |
2590 |
1306 |
1284 |
661 |
50,6 |
De forma general si analizamos en su conjunto estos indicadores en ambas ligas o circuitos, entonces podremos observar que el 49,3% de los juegos ganados (2429), corresponden a juegos salvados, lo que equivale a afirmar que los lanzadores relevistas cortos participaron de forma directa en un total de 1199 de las victorias de ésos equipos.
Otro de los índices hallados es el relativo al porciento que representa la totalidad de juegos salvados con respecto al total de juegos celebrados. Este indicador arrojó que el 24,6% de los encuentros celebrados, corresponden a juegos salvados. Si tomamos en cuenta que los equipos participantes en éste tipo de competencias celebran un total de 162 partidos por temporada, entonces éste último indicador nos permite inferir que aproximadamente un total de 40 de ésos 162 juegos concluyen en victorias pero con crédito de juegos salvados para los lanzadores relevistas cortos, y que además el 49,3 % del total de victorias de ésos equipos correspondieron también a juegos salvados. (Ver Tabla # 9).
Tabla # 9
LIGA |
JJ |
JG |
JP |
JS |
JS / JJ ( % ) |
JS / JG ( % ) |
AMERICANA |
2268 |
1123 |
1145 |
538 |
23,7 |
47,9 |
NACIONAL |
2590 |
1306 |
1284 |
661 |
25,5 |
50,6 |
TOTALES |
4858 |
2429 |
2429 |
1199 |
24,6 |
49,3 |
Igualmente el comportamiento de éste indicador en los encuentros correspondientes a las etapas de semi-final y final de la post-temporada 2003, no resultaron ser una excepción con respecto a la temporada regular.
De un total de 38 juegos celebrados en ambos circuitos durante ésas etapas, 18 de ellos concluyeron en juegos salvados, lo que representó el 47,3%, valor éste bastante próximo a los encontrados anteriormente para éste mismo renglón en ambos circuitos durante la competencia del calendario regular. (Ver tabla # 10).
Tabla # 10
Etapas de post- temporada 2003. ( play – Off ) JJ JS % JS.
Liga Americana 16 9 56,2
Liga Nacional 16 6 40,0
Serie Final 6 3 50,0
TOTALES 38 18 47,3 |
Profundizando aún más sobre el tema, y adentrándonos ahora en el campo de lo particular, en la tabla siguiente, se reflejan los resultados alcanzados por los primeros quince relevistas cortos de mejor actuación durante toda la competencia correspondiente a ésta misma temporada
En ella podemos observar cómo de un total de 1273 juegos ganados por sus respectivos equipos, 511 de ellos resultaron ser juegos salvados para un 40,1%; pero si sumamos el total de las victorias alcanzadas directamente por éstos lanzadores (46), más los juegos salvados en el mismo período, entonces obtendremos una cifra general que nos revela un 43,7 porciento de participación en ésas victorias, con valores mínimos y máximos entre el 33,7 y 67,0%.
Estos índices constituyen cifras importantes para los resultados colectivos de ésos equipos. (Ver Tabla # 11).
Tabla # 11
Lanzador
|
Equipo ( 2003 ) |
Victorias Equipo |
JG |
JS |
( % ) Participación |
Eric Gagne |
Los Ángeles |
85 |
2 |
55 |
67,0 |
John Smoltz |
Atlanta |
101 |
0 |
45 |
44,5 |
Billy Wagner |
Philadelphia |
86 |
1 |
44 |
52,3 |
Keith Foulke |
Boston |
95 |
9 |
43 |
54,7 |
Mariano Rivera |
New York |
101 |
5 |
40 |
44,5 |
Jorge Julio |
Baltimore |
71 |
0 |
36 |
50,7 |
Troy Percival |
Anaheim |
77 |
0 |
33 |
42,8 |
Joe Borowski |
Chicago |
88 |
2 |
33 |
39,7 |
Ugeth Urbina |
Florida |
91 |
3 |
32 |
38,4 |
Matt Mantei |
Arizona |
84 |
5 |
29 |
40,4 |
Braden Looper |
New York |
66 |
6 |
28 |
51,5 |
Mike Mc. Dougal |
Kansas City |
83 |
3 |
27 |
36,1 |
José Mesa |
Philadelphia |
86 |
5 |
24 |
33,7 |
Dan Kolb |
Milwaukee |
68 |
1 |
21 |
32,3 |
Armando Benítez |
Florida |
91 |
4 |
21 |
27,4 |
TOTALES |
|
1273 |
46 |
511 |
43,7 |
PROMEDIO |
|
|
3,0 |
34,0 |
|
l
Con el fin de alcanzar el segundo objetivo de ésta investigación, procedimos a analizar además los resultados competitivos desde el punto de vista estadístico, obtenidos por los primeros 50 lanzadores que han logrado el mayor número de juegos salvados en la historia del béisbol a éste nivel también hasta la temporada correspondiente al año 2003.
Sin embargo, a pesar de que el número de juegos salvados por éstos lanzadores asciende a la importante cifra de 12,522, a los efectos de poder lograr una verdadera caracterización de los mismos el análisis de los parámetros estadísticos compilados no respondería plenamente a éste propósito, por cuanto de un gran total de juegos lanzados ( 35,807 ), los iniciados se elevan a un total de 1066, cifra ésta que aunque no representa un porciento muy elevado (2,97 %) de ése total general si representa un número importante para éste caso.
Por la razón anteriormente expuesta, y para favorecer el acercamiento al logro de un perfil aún más cercano a la realidad del fenómeno que estudiamos, tomamos la decisión de descartar de ésta investigación los datos relacionados con la muestra de éstos primeros 50 lanzadores. (Ver tabla # 12).
No. |
Nombre |
Temp. |
Debut |
Edad |
Peso (lb.) |
Talla |
D |
Z |
JJ |
JI |
JC |
JS |
JG |
JP |
EL |
Pcl. |
1 |
Smith, Lee |
18 |
23 |
|
220 |
6,5 |
X |
|
1022 |
6 |
0 |
478 |
71 |
92 |
1289,1 |
3,03 |
2 |
Franco, John *** |
20 |
24 |
44 |
185 |
5,11 |
|
X |
1036 |
0 |
0 |
424 |
88 |
79 |
1184,2 |
2,74 |
3 |
Eckersley, Dennis. |
24 |
21 |
|
190 |
6,0 |
X |
|
1071 |
361 |
100 |
390 |
197 |
171 |
328,2 |
3,50 |
4 |
Reardon, Jeff |
16 |
24 |
|
190 |
6,0 |
X |
|
880 |
0 |
0 |
367 |
73 |
77 |
1132,0 |
3,16 |
5 |
Hoffman, Trevor. *** |
11 |
26 |
37 |
205 |
6,1 |
X |
|
641 |
0 |
0 |
352 |
45 |
44 |
710,0 |
2,78 |
6 |
Myers, Randy |
14 |
23 |
|
190 |
6,1 |
|
X |
728 |
12 |
1 |
347 |
44 |
63 |
884,2 |
3,19 |
7 |
Fingers, Rollie. |
18 |
22 |
|
190 |
6,4 |
X |
|
944 |
37 |
4 |
341 |
114 |
118 |
1701,0 |
2,90 |
8 |
Wetteland, John |
12 |
23 |
|
195 |
6,2 |
X |
|
618 |
17 |
0 |
330 |
48 |
45 |
765,0 |
2,93 |
9 |
Hernández, Roberto*** |
13 |
27 |
40 |
235 |
6,4 |
X |
|
762 |
0 |
0 |
320 |
53 |
54 |
835,0 |
3,30 |
10 |
Aguilera, Rick. |
16 |
24 |
|
195 |
6,4 |
X |
|
732 |
89 |
10 |
318 |
86 |
81 |
1291,1 |
3,57 |
11 |
Nen, Robb. *** |
10 |
25 |
35 |
200 |
6,4 |
X |
|
643 |
0 |
0 |
314 |
45 |
42 |
715,0 |
2,98 |
12 |
Henke, Tom |
14 |
25 |
|
215 |
6,5 |
X |
|
642 |
0 |
0 |
311 |
41 |
42 |
789,1 |
2,67 |
13 |
Goosage, Riche. |
17 |
21 |
|
180 |
6,3 |
X |
|
853 |
37 |
16 |
310 |
113 |
98 |
1636,0 |
2,92 |
14 |
Montgomery, Jeff |
13 |
25 |
|
170 |
5,11 |
X |
|
700 |
1 |
0 |
304 |
46 |
51 |
868,2 |
3,27 |
15 |
Jones, Doug |
17 |
25 |
|
195 |
6,3 |
X |
|
846 |
4 |
0 |
303 |
69 |
79 |
1128,1 |
3,30 |
16 |
Sutter, Bruce |
13 |
23 |
|
190 |
6,2 |
X |
|
661 |
0 |
0 |
300 |
68 |
71 |
1042,0 |
2,83 |
17 |
Beck, Rod. |
12 |
23 |
|
235 |
6,1 |
X |
|
678 |
0 |
0 |
286 |
38 |
43 |
744,0 |
3,21 |
18 |
Percival, Troy *** |
9 |
26 |
35 |
235 |
6,3 |
X |
|
527 |
0 |
0 |
283 |
27 |
35 |
537,0 |
3,00 |
19 |
Rivera, Mariano *** |
9 |
26 |
35 |
170 |
6,2 |
X |
|
512 |
0 |
0 |
283 |
43 |
29 |
649,2 |
2,49 |
20 |
Worrell, Todd |
13 |
26 |
|
215 |
6,5 |
X |
|
617 |
0 |
0 |
256 |
50 |
52 |
603,2 |
3,09 |
21 |
Righetti ,Dave |
15 |
21 |
|
170 |
6,2 |
|
X |
708 |
80 |
13 |
252 |
79 |
77 |
1354,0 |
3,44 |
22 |
Mesa, José *** |
15 |
21 |
38 |
225 |
6,3 |
X |
|
762 |
0 |
0 |
249 |
70 |
91 |
1299,2 |
4,32 |
23 |
Quisemberry ,Dan |
16 |
21 |
|
170 |
6,2 |
X |
|
674 |
0 |
0 |
244 |
56 |
46 |
1043,0 |
2,76 |
24 |
Lyle, Sparky |
16 |
23 |
|
182 |
6,1 |
|
X |
899 |
0 |
0 |
238 |
99 |
76 |
1390,0 |
2,88 |
25 |
Whilhem, Hoyt |
21 |
29 |
|
190 |
6,0 |
X |
|
1070 |
52 |
20 |
227 |
143 |
122 |
2254,0 |
2,52 |
|
***. Lanzadores en activo.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Tabla # 12
(Cont…)
26 |
Wagner, Billy |
9 |
24 |
|
195 |
5,11 |
|
X |
464 |
0 |
0 |
225 |
26 |
29 |
504,1 |
2,53 |
27 |
Garber, Gene |
19 |
22 |
|
175 |
5,10 |
X |
|
931 |
9 |
4 |
218 |
96 |
113 |
1510,0 |
3,34 |
28 |
Olson, Gregg |
14 |
22 |
|
208 |
6,4 |
X |
|
622 |
0 |
0 |
217 |
40 |
39 |
672,0 |
3,46 |
29 |
Smith, Dave |
13 |
25 |
|
195 |
6,1 |
X |
|
609 |
1 |
0 |
216 |
53 |
53 |
809,0 |
2,67 |
30 |
Urbina, Ugeth *** |
9 |
31 |
40 |
185 |
6,2 |
X |
|
448 |
0 |
0 |
206 |
35 |
37 |
563,2 |
3,32 |
31 |
Shaw ,Jeff |
12 |
24 |
|
185 |
6,2 |
X |
|
633 |
19 |
0 |
203 |
34 |
54 |
848,0 |
3,54 |
32 |
Thigpen, Bobby |
15 |
23 |
|
195 |
6,3 |
X |
|
277 |
0 |
0 |
201 |
20 |
25 |
382,0 |
2,78 |
33 |
Benítez, Armando*** |
10 |
22 |
32 |
180 |
6,4 |
X |
|
564 |
0 |
0 |
197 |
30 |
31 |
584,1 |
3,03 |
34 |
Face, Roy |
17 |
25 |
|
155 |
5,8 |
X |
|
848 |
27 |
6 |
193 |
104 |
95 |
1375,0 |
3,48 |
35 |
Henneman, Mike |
10 |
25 |
|
195 |
6,4 |
|
X |
561 |
0 |
0 |
193 |
57 |
42 |
732,2 |
3,21 |
36 |
Williams, Mitch |
9 |
21 |
|
205 |
6,4 |
|
X |
592 |
3 |
0 |
192 |
44 |
55 |
674,0 |
3,53 |
37 |
Marshall, Mike |
14 |
24 |
|
180 |
5,10 |
X |
|
743 |
24 |
3 |
188 |
97 |
112 |
1386,0 |
3,14 |
38 |
Rusell, Jeff, |
14 |
22 |
|
210 |
6,3 |
X |
|
589 |
79 |
11 |
186 |
56 |
73 |
1099,2 |
3,65 |
39 |
Bedrosian, Steve |
14 |
24 |
|
205 |
6,3 |
X |
|
703 |
46 |
0 |
184 |
75 |
77 |
1163,0 |
3,31 |
40 |
Jones, Todd |
12 |
25 |
|
230 |
6,3 |
X |
|
666 |
0 |
0 |
184 |
39 |
42 |
749,2 |
4,06 |
41 |
Tekulve, Kent |
16 |
27 |
|
180 |
6,4 |
X |
|
1050 |
0 |
0 |
184 |
94 |
90 |
1436,0 |
2,85 |
42 |
Mc.Graw, Tug |
19 |
21 |
|
185 |
6,0 |
|
X |
824 |
39 |
5 |
180 |
96 |
92 |
1514,2 |
3,14 |
43 |
Perranoski, Ron |
13 |
25 |
|
192 |
6,0 |
|
X |
737 |
1 |
0 |
179 |
79 |
74 |
1174,2 |
2,79 |
44 |
Harvey, Bryan |
9 |
24 |
|
212 |
6,2 |
X |
|
322 |
0 |
0 |
177 |
17 |
25 |
387,0 |
2,42 |
45 |
Mc. Daniel, Lindy |
21 |
20 |
|
195 |
6,3 |
X |
|
987 |
74 |
18 |
172 |
141 |
119 |
2139,1 |
3,45 |
46 |
Brantley, Jeff |
14 |
25 |
|
197 |
5.10 |
X |
|
615 |
18 |
0 |
172 |
43 |
46 |
859,1 |
3,39 |
47 |
Mc.Dowell Roger |
12 |
24 |
|
195 |
6,1 |
X |
|
723 |
2 |
0 |
159 |
70 |
70 |
1050,0 |
3,30 |
48 |
Plesac, Dan. *** |
18 |
24 |
42 |
215 |
6,5 |
|
X |
1064 |
0 |
0 |
158 |
65 |
71 |
1072,0 |
3,64 |
49 |
Wickman, Robert *** |
11 |
24 |
37 |
212 |
6,1 |
X |
|
627 |
28 |
1 |
156 |
59 |
45 |
863,0 |
3,68 |
50 |
Koch, Billy *** |
5 |
25 |
30 |
215 |
6,3 |
X |
|
332 |
0 |
0 |
155 |
27 |
22 |
358,1 |
3,82 |
|
Totales |
|
|
|
|
|
|
|
35807 |
1066 |
212 |
12522 |
3303 |
3309 |
35677,1 |
|
|
Mínimo |
5 |
20 |
30 |
155 |
5,10 |
|
|
277 |
0 |
0 |
155 |
17 |
22 |
328,2 |
2,42 |
|
Máximo |
24 |
31 |
44 |
235 |
6,5 |
|
|
1071 |
361 |
100 |
478 |
197 |
171 |
1299,2 |
4,32 |
|
Promedio |
14,0 |
23,9 |
37 |
196,7 |
|
|
|
715,1 |
21,3 |
4,24 |
250,4 |
66,1 |
66,2 |
1081,1 |
|
|
Desv. Standard |
3,79 |
2,14 |
|
18,3 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Intervalos de confianza |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Limite inferior |
13,0 |
23,3 |
|
191,6 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Límite superior |
15,1 |
24,5 |
|
196,7 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Continuando en pos del objetivo, y a partir de la muestra inicial, procedimos a la extracción de los datos de aquellos lanzadores que respondieran a las exigencias establecidas para el presente trabajo. Para ello aplicamos el criterio de seleccionar únicamente aquellos casos de lanzadores que cumpliesen con los requisitos de no haber efectuado nunca la apertura de un encuentro, además de alcanzar la cifra de al menos 115 juegos salvados durante su carrera deportiva.
Luego de aplicado el criterio de selección expresado, se obtuvo una segunda muestra compuesta por un total de 22 lanzadores que cumplen con ambas condiciones. Los primeros datos relacionados con los integrantes de la misma son mostrados en la tabla # 13. En ella pueden observarse de forma general las variables referidas a la edad, peso y talla de sus integrantes, así como otras relacionados con su participación y resultados alcanzados durante su carrera deportiva; un total de ocho de éstos lanzadores, se encuentran actualmente en activo. (Ver Tabla # 13)
Sin embargo, si con vistas a alcanzar el objetivo propuesto tomásemos en consideración únicamente los datos compilados hasta éste preciso momento, entonces no estaríamos rebasando los límites que de hecho ya nos proporcionan las estadísticas, y realmente el perfil o la caracterización que pretendemos realizar de éste tipo de lanzador en nuestra opinión sería incompleta.
Por la razón antes expuesta, procedimos a una búsqueda más específica con respecto a otros valores relacionados con el rendimiento de éstos lanzadores, los cuales se unen a los encontrados anteriormente. Entre ésos valores figuran: la totalidad de conexiones de hits permitidos, las bases por bolas otorgadas, así como el total de bateadores ponchados.
A partir del cúmulo y procesamiento de todos ésos datos, nos fue posible la obtención de una serie de indicadores de rendimiento los cuales consideramos de gran interés para el logro de nuestro propósito. Tales indicadores nos permitieron determinar, por ejemplo, los porcientos referidos a juegos salvados, ganados y perdidos, así como el relacionado con la participación de éstos lanzadores en las victorias de sus respectivos equipos, total de conexiones de hits, bases por bolas otorgadas, carreras permitidas, bateadores ponchados, embasados, y retirados por entrada de actuación.
La totalidad de los indicadores hallados, se refieren tanto al rendimiento individual como en general de todos los integrantes de ésta población, entre los que se
incluyen además, los valores máximos, mínimos, promedio (X), desviación Standard (S), e intervalos de confianza respectivamente. (Ver Tabla # 14).
No. |
Nombre |
Temp. |
Debut |
Edad |
Peso (lb.) |
Talla |
D |
Z |
JJ |
JI |
JC |
JS |
JG |
JP |
EL |
Pcl. |
1 |
Franco, John *** |
20 |
24 |
44 |
185 |
5´10″ |
|
X |
1036 |
0 |
0 |
424 |
88 |
79 |
1184,0 |
2,74 |
2 |
Reardon, Jeff |
16 |
24 |
|
190 |
6´0″ |
X |
|
880 |
0 |
0 |
367 |
73 |
77 |
1132,0 |
3,16 |
3 |
Hoffman, Trevor. *** |
11 |
26 |
37 |
205 |
6´1″ |
X |
|
641 |
0 |
0 |
352 |
45 |
44 |
710,0 |
2,78 |
4 |
Henke, Tom |
14 |
25 |
|
215 |
6¨5″ |
X |
|
642 |
0 |
0 |
311 |
41 |
42 |
789,1 |
2,67 |
5 |
Sutter, Bruce |
13 |
23 |
|
190 |
6´2″ |
X |
|
661 |
0 |
0 |
300 |
68 |
71 |
1042,0 |
2,83 |
6 |
Beck, Rod. |
12 |
23 |
|
235 |
6´1″ |
X |
|
678 |
0 |
0 |
286 |
38 |
43 |
744,0 |
3,21 |
7 |
Percival, Troy *** |
9 |
26 |
35 |
235 |
6´3″ |
X |
|
527 |
0 |
0 |
283 |
27 |
35 |
537,0 |
3,00 |
8 |
Worrell, Todd |
13 |
26 |
|
215 |
6´5″ |
X |
|
617 |
0 |
0 |
256 |
50 |
52 |
603,2 |
3,09 |
9 |
Quisemberry, Dan |
16 |
26 |
|
170 |
6´2″ |
X |
|
674 |
0 |
0 |
244 |
56 |
46 |
1043,0 |
2,76 |
10 |
Lyle, Sparky |
16 |
23 |
|
182 |
6´1″ |
|
X |
899 |
0 |
0 |
238 |
99 |
76 |
1390,0 |
2,88 |
11 |
Thigpen, Bobby |
15 |
23 |
|
195 |
6´3″ |
X |
|
277 |
0 |
0 |
201 |
20 |
25 |
382,0 |
2,78 |
12 |
Benítez, Armando*** |
10 |
22 |
32 |
180 |
6´4″ |
X |
|
564 |
0 |
0 |
197 |
30 |
31 |
584,1 |
3,03 |
13 |
Henneman, Mike |
10 |
25 |
|
195 |
6,4″ |
|
X |
561 |
0 |
0 |
193 |
57 |
42 |
732,2 |
3,21 |
14 |
Plesac, Dan. *** |
18 |
24 |
42 |
215 |
6´5″ |
|
X |
1064 |
0 |
0 |
158 |
65 |
71 |
1072,0 |
3,64 |
15 |
Koch, Billy *** |
5 |
25 |
30 |
215 |
6´3″ |
X |
|
332 |
0 |
0 |
155 |
27 |
22 |
358,1 |
3,82 |
16 |
Davis, Ron |
11 |
23 |
|
205 |
6´4″ |
X |
|
481 |
0 |
0 |
130 |
47 |
53 |
746,2 |
4,05 |
17 |
Sasaki, Kazuhiro *** |
4 |
32 |
36 |
209 |
6´4″ |
X |
|
228 |
0 |
0 |
129 |
7 |
16 |
223,1 |
3,14 |
18 |
Rojas, Mel |
10 |
24 |
|
212 |
5´11″ |
X |
|
525 |
0 |
0 |
126 |
34 |
31 |
667,0 |
3,82 |
19 |
Aker, Jack |
11 |
24 |
|
190 |
6¨2″ |
X |
|
495 |
0 |
0 |
123 |
47 |
45 |
746,0 |
3,28 |
20 |
Radatz, Dick |
7 |
25 |
|
235 |
6´2″ |
X |
|
381 |
0 |
0 |
122 |
52 |
43 |
693,2 |
3,13 |
21 |
Alfonseca, Antonio *** |
7 |
25 |
32 |
250 |
6´5″ |
X |
|
400 |
0 |
0 |
121 |
23 |
30 |
446,1 |
4,11 |
22 |
Wholers, Mark |
12 |
21 |
|
207 |
6´4″ |
X |
|
533 |
0 |
0 |
119 |
39 |
29 |
553,1 |
3,97 |
|
Totales |
|
|
|
|
|
|
|
13096 |
0 |
0 |
4835 |
1033 |
1003 |
16380,2 |
|
|
Mínimo |
4 |
21 |
30 |
170 |
5´10″ |
|
|
228 |
0 |
0 |
119 |
7 |
16 |
223,1 |
2,67 |
|
Máximo |
20 |
32 |
44 |
250 |
6´5″ |
|
|
1064 |
0 |
0 |
424 |
99 |
79 |
1390,0 |
4,11 |
|
Promedio |
11,8 |
24,5 |
36 |
205,9 |
|
|
|
595,3 |
0 |
0 |
220 |
47 |
45,6 |
744,5 |
|
|
Desv. Standard |
4,08 |
2,2 |
|
20,5 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Intervalo de confianza |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Limite Inferior |
10,0 |
23,5 |
|
196,8 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Limite Superior |
13,6 |
25,5 |
|
215,0 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Tabla # 13
No. |
Nombre |
H |
BB. |
C |
So |
Bo |
Outs / JJ |
% JS+JG |
% JP |
% JS |
C / EL |
H / EL |
BB / EL |
So / EL |
Emb/ EL |
1 |
Franco, John *** |
1097 |
462 |
361 |
923 |
247 |
3,43 |
49,4 |
7,62 |
40,9 |
0,30 |
0,92 |
0,39 |
0,77 |
1,31 |
2 |
Reardon, Jeff |
1000 |
358 |
397 |
877 |
236 |
3,85 |
50,0 |
8,75 |
41,7 |
0,35 |
0,88 |
0,31 |
0,77 |
1,19 |
3 |
Hoffman, Trevor. *** |
533 |
217 |
219 |
808 |
206 |
3,32 |
61,9 |
6,86 |
54,9 |
0,30 |
0,75 |
0,30 |
1,13 |
1,05 |
4 |
Henke, Tom |
607 |
255 |
234 |
861 |
211 |
3,68 |
54,8 |
6,54 |
48,4 |
0,29 |
0,76 |
0,32 |
1,09 |
1,09 |
5 |
Sutter, Bruce |
879 |
309 |
328 |
861 |
230 |
4,72 |
55,6 |
10,74 |
35,6 |
0,31 |
0,84 |
0,29 |
0,82 |
1,14 |
6 |
Beck, Rod. |
676 |
182 |
265 |
629 |
242 |
3,29 |
47,7 |
6,34 |
42,1 |
0,35 |
0,90 |
0,24 |
0,84 |
1,15 |
7 |
Percival, Troy *** |
350 |
234 |
179 |
647 |
186 |
3,05 |
58,8 |
6,64 |
53,7 |
0,33 |
0,65 |
0,43 |
1,20 |
1,08 |
8 |
Worrell, Todd |
608 |
247 |
238 |
628 |
235 |
2,93 |
49,5 |
8,42 |
41,4 |
0,34 |
1,00 |
0,40 |
1,04 |
1,41 |
9 |
Quisemberry, Dan |
1064 |
162 |
320 |
379 |
267 |
4,64 |
44,5 |
6,82 |
36,2 |
0,30 |
1,02 |
0,15 |
0,36 |
1,17 |
10 |
Lyle, Sparky |
1292 |
481 |
445 |
873 |
251 |
4,63 |
37,4 |
8,45 |
26,4 |
0,32 |
0,92 |
0,34 |
0,62 |
1,27 |
11 |
Thigpen, Bobby |
330 |
141 |
217 |
251 |
235 |
4,13 |
79,7 |
9,02 |
72,5 |
0,38 |
0,86 |
0,36 |
0,65 |
1,23 |
12 |
Benítez, Armando*** |
392 |
314 |
197 |
764 |
186 |
3,10 |
40,2 |
5,49 |
34,9 |
0,33 |
0,67 |
0,53 |
1,30 |
1,20 |
13 |
Henneman, Mike |
686 |
271 |
261 |
533 |
249 |
3,91 |
44,5 |
7,48 |
34,4 |
0,35 |
0,93 |
0,37 |
0,72 |
1,37 |
14 |
Plesac, Dan. *** |
977 |
402 |
433 |
1041 |
242 |
3,02 |
20,9 |
6,67 |
14,8 |
0,40 |
0,91 |
0,37 |
0,97 |
1,28 |
15 |
Koch, Billy *** |
334 |
155 |
152 |
307 |
248 |
3,23 |
54,8 |
6,62 |
46,6 |
0,42 |
0,93 |
0,43 |
0,85 |
1,36 |
16 |
Davis, Ron |
735 |
300 |
336 |
597 |
260 |
4,65 |
36,7 |
11,00 |
27,0 |
0,45 |
0,98 |
0,40 |
0,80 |
1,38 |
17 |
Sasaki, Kazuhiro *** |
165 |
77 |
78 |
242 |
200 |
2,93 |
59,6 |
7,01 |
56,5 |
0,34 |
0,74 |
0,34 |
1,08 |
1,08 |
18 |
Rojas, Mel |
591 |
254 |
283 |
562 |
237 |
3,81 |
30,4 |
5,90 |
24,0 |
0,42 |
0,88 |
0,38 |
0,84 |
1,26 |
19 |
Aker, Jack |
679 |
274 |
272 |
404 |
247 |
4,52 |
34,3 |
9,09 |
24,8 |
0,36 |
0,91 |
0,37 |
0,54 |
1,27 |
20 |
Radatz, Dick |
532 |
296 |
241 |
745 |
212 |
5,46 |
45,6 |
11,20 |
32,0 |
0,34 |
0,77 |
0,42 |
1,07 |
1,19 |
21 |
Alfonseca, Antonio *** |
489 |
174 |
204 |
310 |
282 |
3,34 |
36,0 |
7,50 |
30,2 |
0,45 |
1,09 |
0,39 |
0,69 |
1,48 |
22 |
Wholers, Mark |
490 |
272 |
244 |
557 |
272 |
3,11 |
29,6 |
5,44 |
22,3 |
0,44 |
0,89 |
0,49 |
1,01 |
1,20 |
|
Totales |
14506 |
5837 |
|
13799 |
|
|
44,8 |
7,65 |
36,9 |
|
|
|
|
|
|
Mínimo |
165 |
77 |
78 |
242 |
186 |
2,93 |
20,9 |
5,44 |
14,8 |
0,29 |
0,74 |
0,15 |
0,36 |
1,05 |
|
Máximo |
1292 |
481 |
445 |
1041 |
282 |
5,46 |
79,7 |
11,20 |
56,5 |
0,45 |
1,09 |
0,53 |
1,30 |
1,48 |
|
Promedio |
659,4 |
265 |
268,3 |
627,2 |
|
3,97 |
|
|
|
0,35 |
0,88 |
0,35 |
0,84 |
1,24 |
|
Desv. Standard |
|
|
|
|
|
0,93 |
10,4 |
2,16 |
11,8 |
|
0,12 |
0,05 |
0,20 |
0,13 |
|
Intervalo de confianza |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Limite Inferior |
|
|
|
|
|
3,56 |
35,6 |
7,14 |
25,8 |
|
0,84 |
0,38 |
0,77 |
1,21 |
|
Limite Superior |
|
|
|
|
|
4,39 |
44,8 |
9,05 |
36,2 |
|
0,95 |
0,42 |
0,95 |
1,32 |
Tabla # 14
Otro elemento estudiado, fue el relativo a la velocidad de diez de los lanzadores que integran ésta población, y que en funciones de relevista corto, figuraron en las nóminas de los equipos que llegaron a la discusión final por el título de las temporadas comprendidas entre los años 1996 – 2003 (exceptuando 1996).
En la tabla confeccionada al efecto, pueden apreciarse de forma individual el número de mediciones realizadas a cada lanzador en consonancia con las apariciones realizadas, así como los valores máximos, mínimos y promedio de velocidad tanto en lo que se refiere a los lanzamientos en recta como en los de rompimiento.
Para la obtención de éstos valores, fueron aceptados los datos extraídos de las grabaciones hechas en videos realizadas a los juegos en el momento en que se celebraban. (Ver Tabla # 15).
Tabla # 15
|
|
|
|
Rectas |
Rompimientos |
No. |
Nombre |
Temporadas |
Mediciones |
Mín. Máx. |
Mín. Máx. |
1- |
José Mesa |
1995 |
1 |
89 98 |
77 87 |
2- |
Robb Nen |
1997, 02 |
4 |
96 100 |
84 86 |
3- |
Trevor Hoffman |
1998 |
2 |
86 90 |
74 83 |
4 |
Mariano Rivera |
98,99,00,01,03 |
17 |
88 97 |
79 86 |
5- |
John Franco |
2000 |
3 |
87 91 |
80 85 |
6- |
Armando Benítez |
2000 |
3 |
91 99 |
83 87 |
7- |
John Smoltz |
2001 |
1 |
95 99 |
0 86 |
8- |
Jason Isringhausen |
2001 |
1 |
92 97 |
74 81 |
9- |
Troy Percival |
2002 |
4 |
95 98 |
79 82 |
10- |
Ugeth Urbina |
2003 |
3 |
89 94 |
77 86 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Mínimo |
|
1 |
86 |
74 |
|
Máximo |
|
17 |
100 |
87 |
|
Promedio |
|
|
90,8 – 96,3 |
78,5 – 84,9 |
Con vistas a una mayor profundización y actualización sobre el tema, procedimos a
realizar éste mismo estudio a una tercera población, integrada en ésta ocasión, por los que los especialistas consideraron los dieciocho relevistas cortos de mejores resultados durante la temporada correspondiente al año 2003. En la misma aparece un elemento no menos interesante, el cual no consideramos motivo de análisis en la población estudiada anteriormente, es el relacionado con la frecuencia aproximada de apariciones por juegos que presentaron éstos lanzadores durante el período de competencias señalado.
(Ver Tablas # 16 y 17).
No. |
Nombre |
Temp |
Edad |
Peso (lbs) |
Talla |
Debut |
D |
Z |
JJ |
JG |
JP |
JI |
JC |
JS |
EL |
H |
BB |
So. |
BO |
Pcl. |
1 |
Gagne, Eric. |
5 |
28 |
195 |
6,2 |
23 |
X |
|
77 |
2 |
3 |
0 |
0 |
55 |
82,1 |
37 |
20 |
137 |
133 |
1,20 |
2 |
Smoltz, John |
15 |
37 |
220 |
6,3 |
22 |
X |
|
62 |
0 |
2 |
0 |
0 |
45 |
64,1 |
48 |
8 |
73 |
204 |
1,12 |
3 |
Wagner, Billy |
9 |
33 |
195 |
5,11 |
24 |
|
X |
78 |
1 |
4 |
0 |
0 |
44 |
86,0 |
52 |
23 |
105 |
169 |
1,78 |
4 |
Foulke, Keith |
7 |
32 |
210 |
6,1 |
25 |
X |
|
72 |
9 |
1 |
0 |
0 |
43 |
86,2 |
57 |
20 |
88 |
212 |
2,08 |
5 |
Rivera, Mariano |
9 |
35 |
170 |
6,2 |
26 |
X |
|
64 |
5 |
2 |
0 |
0 |
40 |
70,2 |
61 |
10 |
63 |
235 |
1,66 |
6 |
Julio, Jorge |
3 |
25 |
190 |
6,1 |
22 |
X |
|
64 |
0 |
7 |
0 |
0 |
36 |
61,2 |
60 |
34 |
52 |
256 |
4,38 |
7 |
Borowski, Joe |
7 |
33 |
225 |
6,2 |
26 |
X |
|
68 |
2 |
2 |
0 |
0 |
33 |
68,1 |
53 |
19 |
66 |
207 |
2,63 |
8 |
Percival, Troy |
9 |
35 |
235 |
6,3 |
26 |
X |
|
52 |
0 |
5 |
0 |
0 |
33 |
49,1 |
33 |
23 |
48 |
184 |
3,47 |
9 |
Urbina, Ugeth |
9 |
40 |
185 |
6,2 |
31 |
X |
|
72 |
3 |
4 |
0 |
0 |
32 |
77,0 |
56 |
31 |
78 |
204 |
4,19 |
10 |
Mantei, Matt |
8 |
31 |
198 |
6,1 |
22 |
X |
|
50 |
5 |
4 |
0 |
0 |
29 |
55,0 |
37 |
18 |
68 |
191 |
2,62 |
11 |
Looper, Braden |
6 |
30 |
210 |
6,4 |
24 |
X |
|
74 |
6 |
4 |
0 |
0 |
28 |
80,2 |
82 |
29 |
56 |
264 |
3,68 |
12 |
Mac. Dougal Mike |
3 |
27 |
195 |
6,4 |
24 |
X |
|
68 |
3 |
5 |
0 |
0 |
27 |
64,0 |
64 |
32 |
57 |
267 |
4,08 |
13 |
Mesa, José |
15 |
38 |
225 |
6,3 |
23 |
X |
|
61 |
5 |
7 |
0 |
0 |
24 |
58,0 |
71 |
31 |
45 |
296 |
4,32 |
14 |
Isringhausen, Jason |
8 |
32 |
230 |
6,3 |
24 |
X |
|
40 |
0 |
1 |
0 |
0 |
22 |
42,0 |
31 |
18 |
41 |
200 |
2,36 |
15 |
Benítez, Armando |
10 |
32 |
229 |
6,4 |
22 |
X |
|
69 |
4 |
4 |
0 |
0 |
21 |
73,0 |
59 |
41 |
75 |
235 |
2,72 |
16 |
Kolb, Dan |
5 |
29 |
185 |
6,4 |
24 |
X |
|
37 |
1 |
2 |
0 |
0 |
21 |
41,1 |
34 |
19 |
39 |
221 |
1,96 |
17 |
Koch, Billy |
5 |
30 |
215 |
6,3 |
25 |
X |
|
55 |
5 |
5 |
0 |
0 |
11 |
53,0 |
59 |
28 |
42 |
281 |
5,77 |
18 |
Sasaki, Kazuhiro |
4 |
36 |
209 |
6,4 |
32 |
X |
|
35 |
1 |
2 |
0 |
0 |
10 |
33,1 |
31 |
15 |
29 |
238 |
4,05 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Totales |
|
|
|
|
|
|
|
1098 |
52 |
64 |
0 |
0 |
554 |
1145,2 |
925 |
419 |
1162 |
|
|
|
Mínimo |
3 |
25 |
170 |
5,11 |
22 |
|
|
35 |
0 |
1 |
0 |
0 |
10 |
33,1 |
31 |
8 |
29 |
133 |
1,12 |
|
Máximo |
15 |
40 |
235 |
6,4 |
32 |
|
|
78 |
9 |
7 |
0 |
0 |
55 |
86,2 |
82 |
41 |
137 |
296 |
5,77 |
|
Promedio |
7,6 |
32,4 |
206,7 |
|
25 |
|
|
61 |
3 |
4 |
0 |
0 |
30,8 |
|
51 |
23 |
64,6 |
|
|
|
Intervalos de confianza |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Limite inferior |
5,9 |
30,4 |
197,5 |
|
23,6 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Límite superior |
9,3 |
34,4 |
215,9 |
|
26,4 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Tabla # 16
No. |
Nombre |
H |
BB |
So. |
BO |
Pcl. |
Outs / JJ |
% JS+JG |
%JP |
% JS |
H/ EL |
BB/ EL |
So./ EL |
Emb. / EL |
Apariciones por juegos. |
1 |
Gagne, Eric. |
37 |
20 |
137 |
133 |
1,20 |
3,20 |
74,0 |
3,89 |
71,4 |
0,67 |
0,24 |
1,66 |
0,69 |
2,10 |
2 |
Smoltz, John |
48 |
8 |
73 |
204 |
1,12 |
3,11 |
72,5 |
3,22 |
72,5 |
1,06 |
0,12 |
1,13 |
0,87 |
2,58 |
3 |
Wagner, Billy |
52 |
23 |
105 |
169 |
1,78 |
3,30 |
57,0 |
5,12 |
56,4 |
0,60 |
0,26 |
1,22 |
0,87 |
2,07 |
4 |
Foulke, Keith |
57 |
20 |
88 |
212 |
2,08 |
3,61 |
72,2 |
1,38 |
59,7 |
0,66 |
0,23 |
1,02 |
0,89 |
2,25 |
5 |
Rivera, Mariano |
61 |
10 |
63 |
235 |
1,66 |
3,31 |
70,3 |
3,12 |
62,5 |
0,86 |
0,14 |
0,89 |
1,01 |
2,53 |
6 |
Julio, Jorge |
60 |
34 |
52 |
256 |
4,38 |
2,89 |
56,2 |
10,90 |
56,2 |
0,98 |
0,55 |
0,84 |
1,53 |
2,53 |
7 |
Borowski, Joe |
53 |
19 |
66 |
207 |
2,63 |
3,01 |
51,4 |
2,94 |
48,5 |
0,77 |
0,27 |
0,96 |
1,05 |
2,38 |
8 |
Percival, Troy |
33 |
23 |
48 |
184 |
3,47 |
2,84 |
63,4 |
9,61 |
63,4 |
0,67 |
0,46 |
0,97 |
1,14 |
3,11 |
9 |
Urbina, Ugeth |
56 |
31 |
78 |
204 |
4,19 |
3,20 |
48,6 |
5,55 |
44,4 |
0,72 |
0,40 |
1,01 |
1,12 |
2,25 |
10 |
Mantei, Matt |
37 |
18 |
68 |
191 |
2,62 |
3,30 |
68,0 |
8,00 |
58,0 |
0,67 |
0,32 |
1,23 |
1,00 |
3,24 |
11 |
Looper, Braden |
82 |
29 |
56 |
264 |
3,68 |
3,24 |
45,9 |
5,40 |
37,8 |
1,02 |
0,36 |
0,69 |
1,38 |
2,18 |
12 |
Mac. Dougal Mike |
64 |
32 |
57 |
267 |
4,08 |
2,82 |
44,1 |
7,35 |
39,7 |
1,00 |
0,50 |
1,00 |
1,50 |
2,38 |
13 |
Mesa, José |
71 |
31 |
45 |
296 |
4,32 |
2,85 |
47,5 |
11,40 |
39,3 |
1,22 |
0,53 |
0,77 |
1,75 |
2,65 |
14 |
Isringhausen, Jason |
31 |
18 |
41 |
200 |
2,36 |
3,15 |
55,0 |
2,50 |
55,0 |
0,73 |
0,42 |
0,97 |
1,16 |
4,05 |
15 |
Benítez, Armando |
59 |
41 |
75 |
235 |
2,72 |
3,17 |
36,2 |
5,79 |
30,4 |
0,80 |
0,56 |
1,02 |
1,36 |
2,34 |
16 |
Kolb, Dan |
34 |
19 |
39 |
221 |
1,96 |
3,35 |
59,4 |
5,40 |
56,7 |
0,82 |
0,46 |
0,94 |
1,28 |
4,37 |
17 |
Koch, Billy |
59 |
28 |
42 |
281 |
5,77 |
2,89 |
29,0 |
9,09 |
20,0 |
1,11 |
0,52 |
0,79 |
1,64 |
2,94 |
18 |
Sasaki, Kazuhiro |
31 |
15 |
29 |
238 |
4,05 |
2,85 |
31,4 |
5,71 |
28,5 |
0,93 |
0,45 |
0,87 |
1,38 |
4,62 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Totales |
925 |
419 |
1162 |
|
|
|
55,1 |
5,82 |
50,4 |
|
|
|
|
|
|
Mínimo |
31 |
8 |
29 |
133 |
1,12 |
2,82 |
29,0 |
1,38 |
20,0 |
0,60 |
0,12 |
0,69 |
0,69 |
2,07 |
|
Máximo |
82 |
41 |
137 |
296 |
5,77 |
3,61 |
74,0 |
11,40 |
72,5 |
1,22 |
0,56 |
1,66 |
1,75 |
4,62 |
|
Promedio |
51 |
23 |
64,6 |
|
|
2,93 |
|
|
|
0,80 |
0,36 |
1,01 |
1,17 |
2,65 |
|
Desv. Standard |
|
|
|
|
|
0,11 |
14,1 |
4,10 |
15,8 |
0,11 |
0,11 |
0,43 |
0,23 |
|
|
Intervalos de confianza |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Limite inferior |
|
|
|
|
|
2,87 |
34,4 |
5,70 |
46,2 |
0,79 |
0,26 |
0,95 |
1,10 |
|
|
Límite superior |
|
|
|
|
|
2,99 |
48,4 |
9,78 |
61,9 |
0,91 |
0,38 |
1,38 |
1,33 |
|
Tabla # 17
Si realizamos un análisis menos profundo al comparar entre sí, algunos de los parámetros que de forma general han sido hallados en éstas dos poblaciones, podremos apreciar fácilmente como los lanzadores que integran la correspondiente a la temporada del 2003, presentan índices de rendimiento superiores en todos los órdenes exceptuando el que se refiere a las bases por bolas, con relación a los lanzadores que conforman la que hemos dado en llamar histórica y de la que por supuesto han sido excluidos los integrantes de la primera población.
En nuestra opinión éstos resultados obedecen entre otros factores, al hecho cierto de que la efectividad de los actuales lanzadores relevistas cortos continúa en constante ascenso, al mismo tiempo que se perfecciona el sistema en que son utilizados los mismos durante la competencia. (Ver Tabla # 18).
Tabla # 18
Muestra |
Outs /JJ |
%JS+JG |
% JP |
% JS |
H / EL |
BB / EL |
So / EL |
Emb./ EL |
Histórica |
3,81 |
44,4 |
7,80 |
36,3 |
0,89 |
0,34 |
0,82 |
1,24 |
Temporada 2003 |
3,13 |
55,1 |
5,82 |
50,4 |
0,80 |
0,36 |
1,01 |
1,17 |
Al arribar a éste momento de la investigación, consideramos encontramos ya en condiciones de intentar alcanzar el segundo objetivo propuesto para la misma, es decir el establecimiento de un perfil o caracterización de éste tipo de lanzador.
Perfil del especialista en relevos cortos.
De acuerdo con los resultados obtenidos, y tomando como fundamento los datos extraídos de las poblaciones estudiadas, arribamos al establecimiento de los siguientes indicadores de rendimiento que caracterizan de forma general al lanzador especializado en los relevos cortos.
Debut. – La edad promedio en la cual se inician en ésta función es de 24,5 años, con valores que se mueven entre los 21 – 32 años, y una desviación Standard de 2,2 años.
Peso.- Esta variable alcanzó valores máximos y mínimos de 250 y 170 respectivamente, con un promedio de 205,9 lbs de peso corporal, y una desviación de 20,5.
Estatura. – El intervalo de ésta variable quedó enmarcado entre los 6pies con 5” pulgadas como valor máximo, mientras que el mínimo marcó 5pies y 10” pulgadas.
Temporadas. – Como promedio, presentan una permanencia en activo de 11,8
temporadas, con un valor máximo encontrado de 20, y una desviación Standard de 4,0.
Edad de permanencia. – Los datos de los ocho integrantes de ésta población que aún se mantienen en activo, arrojaron valores relativos a su edad actual, comprendidos entre los 30 y 44 años, para un promedio de 36.
Promedio de carreras limpias. – Este indicador se enmarcó en un rango entre 2,67 y 4,11 carreras limpias permitidas por nueve entradas de actuación.
Ofensiva oponente. – El promedio del bateo oponente frente a éstos lanzadores, alcanzó valores máximos y mínimos de .282 y .186 respectivamente.
Actuación por juego lanzado.- Como promedio se resume a 3,75 outs por cada aparición,
con indicadores máximos y mínimos de 2,93 y 5,46 respectivamente, desviación Standard de 0,93 y un intervalo de confianza entre 3,56 y 4,68 a un 95% de confiabilidad. Expresado en términos más técnicos el trabajo de éstos lanzadores por juego se limita aproximadamente a una permanencia de entre 3 y 5 outs.
Porciento de juegos salvados o ganados. – El porciento general de éste indicador arrojó que el 44,8 porciento de los juegos en que intervienen éstos lanzadores, culminan en salvado o en victoria, con una desviación Standard de 10,4 y un intervalo de confianza entre 35,6 y 44,8. Los valores máximos y mínimos se manifestaron al 79,7 y el 20,9 porciento en cada caso.
Porciento de juegos perdidos. – En éste caso, la cifra que representa el porciento de juegos perdidos con respecto a los juegos lanzados, fue de solo el 7,65 porciento, con máximos y mínimos valores de 11,20 y 5,44 porciento respectivamente, un intervalo de confianza entre 7,14 y 9,05, y una desviación “ S “ de 2,16.
Porciento de juegos salvados. –
El porciento general de juegos salvados por los integrantes de ésta población, alcanza el 36,9% con respecto a los juegos lanzados, con un 11,8 de desviación Standard, valores máximos y mínimos individuales de 56,5 y 14,8 porciento; y un intervalo de confianza entre el 25,8 y el 36,2 a un 95% de certeza.
Conexiones de hits permitidas por entrada.
Para éste importante indicador, el valor máximo permitido fue de 1,09 hits, mientras que el mínimo correspondió al 0,65; el promedio general registrado fue de 0,88 hits por entrada lanzada con una desviación “ S “ de 0,12 y un intervalo de confianza entre 0,84 y 0,95.
Carreras permitidas por entrada.
El indicador relacionado con las carreras permitidas por entrada de actuación, mostró que el promedio general de la población objeto de estudio, fue de solamente de 0,35 mientras que los valores máximos y mínimos individuales se comportaron al 0,45 y 0,29 respectivamente.
Bases por bolas otorgadas por entrada.
En este indicador se pone de manifiesto el elemento control de éstos lanzadores quienes presentan un promedio general de solamente 0,35 bases por bolas por entrada de actuación, con valores máximos y mínimos individuales de 0,53 y 0,15, una desviación “S “de 0,05 y un intervalo de confianza entre 0,38 y 0,42 al 95% de certeza. Por añadidura y fundamentándonos en nuestras propias observaciones hechas a algunos de los integrantes la población objeto de estudio, podemos señalar que los mismos son capaces de colocar sus lanzamientos en los diferentes puntos de la zona de strike de los bateadores contrarios, de acuerdo con las supuestas debilidades de éstos, y las situaciones del juego en ése momento, todo lo cual evidencia además un elevado concepto de éste importante factor en cualquier lanzador.
Ponches por entrada.
El promedio general de bateadores ponchados por entrada de actuación, alcanzó un índice de 0,86; individualmente se registraron valores de 1,30 como máximo y 0,36 como mínimo con una desviación “S “de 0,09. El intervalo de confianza para éste indicador se enmarcó entre 0,77 y 0,95. Por su importancia, éstos resultados constituyen valores realmente importantes para éste indicador.
Bateadores embasados por entrada.
La cifra promedio general de bateadores embasados por éstos lanzadores resultó ser de 1,27 con una desviación “ S “ de solamente 0,06 y valores de máximo y mínimo de 1,48 y 1,05 respectivamente; el intervalo de confianza al 95% se registró entre 1,21 y 1,32. Las cifras halladas para éste indicador, reflejan claramente el nivel de rendimiento logrado por el integrante de la población estudiada ante los cuales se hace realmente complejo anotar carreras.
Velocidad de los lanzamientos.
Si tomamos en consideración los resultados de las mediciones hechas al respecto a una muestra de diez de los lanzadores que componen la población objeto de estudio, obtendremos que expresada en millas por horas ( MPH ), éstos sujetos alcanzaron como cifras los siguientes indicadores:
Lanzamientos en recta
Máximo = 100 Mínimo = 86 Promedio = 96,3 – 90,8
Lanzamientos en rompimientos:
Máximo = 87 Mínimo = 74 Promedio = 84,9 – 78,5.
Variedad de lanzamientos.
En el ámbito beisbolero existe un criterio muy difundido mediante el cual se pretende caracterizar al relevista corto o cerrador como lo denominan algunos, de una forma tan simple como injusta en nuestra opinión, al afirmar que éste tipo de especialista fundamenta su labor únicamente, en la velocidad con que realiza sus lanzamientos. Sin embargo desde nuestro punto de vista, y sin dejar de reconocer el hecho cierto de que éstos son capaces de imprimirle altas velocidades a su bola rápida como puede apreciarse en los valores encontrados en éste trabajo ( 100 MPH valor máximo y 96,3 como valor promedio) , y que podemos incluso considerar éste factor como indispensable para la obtención de buenos resultados en ésta función, no es menos cierto que basándonos en las observaciones realizadas a varios de los lanzadores que componen la población objeto de estudio, nos atrevemos a afirmar que los mismos presentan también un buen dominio y control sobre el resto de los lanzamientos básicos, y por si esto fuera poco, en la mayoría de los casos poseen además al menos un lanzamiento de los denominados “ especiales “ dentro de la variedad de los de rompimiento el cual combinan con el resto, convirtiéndolo en un arma realmente efectiva frente a los bateadores contrarios.
Estas condiciones hacen que los relevistas cortos, puedan enfrentar con un elevado nivel de efectividad la función que se les asigna.
Frecuencia de apariciones.
Utilizando los resultados extraídos de la población integrada por los dieciocho lanzadores que mejores resultados obtuvieron en cuanto a juegos salvados se refiere durante la temporada del 2003, podemos observar como los mismos presentan una frecuencia de trabajo, o apariciones como promedio general de cada 2,65 juegos, con índices individuales de 4,62 como máximo y de 2,07 como mínimo a través de toda la temporada. Debemos de señalar que éste es un indicador que no depende únicamente de éste tipo de lanzador, sino que como hemos visto, depende directamente de la existencia de las condiciones objetivas creadas durante la competencia, y que son en definitiva las que determinan su frecuencia de trabajo, amén de otra razones como pueden ser los casos de lesiones, transacciones entre equipos, descenso a un nivel competitivo inferior, etc.
Posición para lanzar.
Si tomamos en consideración las observaciones realizadas a través de las filmaciones de videos hechas a algunos de los lanzadores que conforman la muestra de los que aún se mantienen en activo desempeñando sus funciones como relevistas cortos, podemos afirmar que la totalidad de ellos asumen en todos los casos la posición de lado o set-position para efectuar sus lanzamientos, con independencia de la existencia o no de corredores en bases.
Proporción entre zurdos y derechos.
Si tomamos como referencia los datos provenientes de la población compuesta por los primeros cincuenta lanzadores con mayor número de juegos salvados en toda la historia, observaremos como la proporción entre ellos se comporta de 1: 5; es decir que por cada cinco lanzadores que trabajan con su brazo derecho encontraremos uno que lo hace con el brazo contrario.
En nuestra opinión éste hecho obedece fundamentalmente en primer término, a que en el béisbol, la existencia de lanzadores zurdos es inferior al número de lanzadores derechos, de la misma forma que el número de bateadores derechos es muy superior al de bateadores zurdos, a lo que se le suma en segundo término, la aplicación casi generalizada por los directores de equipos de la llamada teoría de zurdo vs. zurdo y viceversa.
Obviamente las razones antes expuestas, atentan contra la utilización de lanzadores zurdos en funciones de relevistas cortos; ésta particular situación influye directamente, en que en la actualidad generalmente a éstos se les destine la función de iniciar los juegos, o como habíamos mencionado en la introducción del presente trabajo, limitan su labor a condiciones muy especiales durante el partido frente a un determinado y único bateador.
No obstante ésta argumentación, como se aprecia en las muestras que acompañan ésta investigación, técnicamente no se descarta la utilización del lanzador zurdo en funciones de relevistas cortos, en todo caso nos estamos refiriendo a la generalidad del hecho basándonos en datos estadísticos, motivo por lo cual, las consabidas excepciones también forman parte de las reglas.
El factor psicológico.
El elemento o factor psicológico que caracteriza a ésta variedad de lanzador no formó parte de la presente investigación, ni fue abordado en ninguna de sus partes ni momentos; sin embargo por la importancia que el mismo representa, y comprometiéndonos aún más en pos de nuestro propósito, y disculpándonos al mismo tiempo con los especialistas en ésta materia, no queremos dejar pasar la oportunidad para expresar nuestra consideración al respecto, la cual no rebasa los límites del empirismo y las apreciaciones personales.
Dada las características y condiciones competitivas en las cuales el relevista corto desarrolla su labor, el mismo debe caracterizarse a nuestro juicio, fundamentalmente por un elevado desarrollo, equilibrio y plasticidad de todos sus procesos mentales, del pensamiento (el táctico incluido), la memoria, la atención (en sus diferentes manifestaciones), el autocontrol, seguridad en si mismo, equilibrio emocional, y capacidad de liderazgo combativo entre otros.
Visto así, es evidente la importancia que reviste una correcta planificación de las tareas y contenidos que conforman la preparación sicológica como componente del plan de entrenamiento de éstos lanzadores con vistas a la obtención del estado de forma deportiva.
CONCLUSIONES
Primera. – En su evolución misma la función que realiza el lanzador relevista corto,
ha devenido en una especialidad, y su sistemática utilización constituye
un componente del plan o esquema táctico-estratégico del actual juego
de béisbol.
Segunda. – El lanzador especializado en relevos cortos, alcanza en condiciones
de la competencia, indicadores de rendimiento particulares, los cuales
inciden de forma relevante en los resultados del equipo.
Tercera – Dado su nivel de especialización, se evidencia la existencia de
determinadas condiciones o situaciones de tipo general, que
metodológicamente determinan la utilización de ésta variedad de
lanzadores durante la competencia.
En su conjunto, las conclusiones anteriormente expresadas, las cuales toman
como fuente principal los valores e indicadores estadísticos resultantes del
comportamiento de las variables estudiadas, confirman la formulación
de la hipótesis inicial y que dio origen a ésta investigación.
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BIBLIOGRAFIA
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APENDICE
ABREVIATURAS UTILIZADAS
BB.- Bases por bolas otorgadas.
BO.- Bateo oponente.
C. – Carreras permitidas
CB.- Corredores embasados.
D.- Lanzador derecho.
EL.- Entradas lanzadas.
Emb.- Corredores embasados.
H.- Conexiones de hits permitidas.
JJ.- Juegos participados.
JI.- Juegos iniciados.
JC.- Juegos completados.
JG.- Juegos ganados.
JP.- Juegos perdidos.
JS.- Juegos salvados
MPH.- Millas por hora.
Pcl.- Promedio de carreras limpias permitidas.
So.- Ponches propinados.
S – Desviación Standard
Temp.- Total de temporadas de actuación.
Z.- Lanzador zurdo.
(X) – Promedio, o media aritmética.
% – Valores en porciento.
GLOSARIO TECNICO DE TERMINOS FRECUENTES.
– Juegos salvados por lanzadores de relevo.
De acuerdo con las reglas oficiales de béisbol, un juego salvado le será acreditado a un lanzador, cuando él reúna las tres condiciones siguientes:
a) – el sea el lanzador que termina un juego ganado por su equipo.
b) – él no sea el lanzador ganador del juego.
c) – él califique bajo una de las siguientes condiciones:
– entre al juego con una ventaja de no más de tres carreras y lance
por lo menos una entrada.
– entre al juego, sin tener en cuenta el conteo, cuando la carrera
potencial del empate se encuentre en base, o al bate, o sea el
siguiente bateador en turno.
– él lance eficientemente por lo menos tres entradas.
No más de un juego salvado se acreditará en cada uno de los juegos. (Reglas Oficiales de béisbol; 10.20, artículos a, b, c.)
– Lanzadores abridores
Son aquellos a los que se les asigna la función de iniciar los juegos. Se considera una apertura exitosa cuando su actuación alcanza de forma
eficiente más de cinco entradas lanzadas; en casos particulares su trabajo puede prolongarse, incluso terminar el partido.
-Lanzadores relevistas largos, o intermedios.
Como indica la definición, son aquellos a los que se les asigna la función de relevar durante el juego, generalmente al lanzador abridor. Normalmente su actuación puede prolongarse por varias entradas en dependencia del momento en que dio inicio su labor.
– Lanzadores relevistas cortos o cerradores:
Son aquellos a los cuales se les asigna la tarea de terminar el juego preservando la ventaja de su equipo (no más de tres carreras). Su actuación oscila normalmente entre una y dos entradas.
– Índices o indicadores de efectividad:
Son aquellos elementos estadísticos que expresan cuantitativamente, la labor desarrollada de forma individual por los lanzadores durante un juego, o competencia.
– Etapas finales de competencias:
Se refiere a los equipos que llegaron a la discusión por el primer lugar durante las fases de semi-final, o final en cada una de las temporadas que abarcó la investigación.
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