Palabras claves: DEPORTES/EJERCICIOS FISICOS/CAPACIDAD DE RENDIMIENTO FISICO/CONTROL MEDICO DEL ENTRENAMIENTO/PRONOSTICOS/INSTALACIONES DEPORTIVAS/ENTRENAMIENTO DEPORTIVO/ENTRENAMIENTO DE RESISTENCIA

Título: Los límites de la capacidad de rendimiento humano en los deportes de resistencia.

Título original: I limiti  della capacitó di prestazione umana negli sport di resistenza

Autor(es): Neumann, George; Berbalk, Annelise

Traductor: Mercedes Ibarra Ibáñez (SETIDEP)

Fuente: Revista SDS, Roma, 2000, No. 50,  p. 5- 13

Texto completo:

Capacidad de adaptación del organismo en los deportes de resistencia, pronósticos en el desarrollo de los rendimientos y reservas de rendimiento existentes. En casi todas las disciplinas deportivas donde se puede realizar una medición objetiva de los rendimientos, se asiste a un impresionante mejoramiento de los resultados.

Ello se debe a los progresos en materia de métodos de entrenamiento, de técnica deportiva, de equipamiento y de instalaciones deportivas, además que a factores genéticos. Teniendo en cuenta esta tendencia, se abordan aspectos de la capacidad de adaptación del organismo en los deportes de resistencia y en los deportes extremos, la capacidad de carga muscular en el caso de demandas extremas de esfuerzo, los pronósticos en el desarrollo de los rendimientos y las posibles reservas de rendimiento todavía existentes.

1.       Las tendencias de los rendimientos en los deportes olímpicos.

En todos los deportes donde existan rendimientos posibles de medir con medios objetivos, han tenido lugar progresos gigantescos, que se basan en métodos de entrenamiento más eficaces y en la evolución de los implementos y de las técnicas deportivas, así como en los cambios y perfeccionamientos de las instalaciones y de los terrenos de competencia.

 

Muchas instalaciones deportivas han sido transformadas para permitir que en ellas se alcancen récords sensacionales (por ejemplo gracias a los recubrimientos del piso en tartan en los estadios bajo techo y al aire libre, a los recubrimientos del piso en madera especial en las pistas de ciclismo, en las diversas composiciones del agua en las piscinas y para el hielo en el patinaje de velocidad sobre hielo, a la modificación de los trampolines de salto, etc.)

 

En su conjunto, los factores asociados al método del entrenamiento y a los materiales técnicos influyen en casi el 60% sobre el rendimiento, mientras que casi el 40% es controlado por el potencial genético de los atletas (Bouchard y otros 1989).

 

El ejemplo del salto con esquís (en 1999 faltaron sólo 50 cm. Para que se rompiera la “barrera del sonido” de los 220 m.), demuestra cuánto la evolución de los resultados depende de presupuestos asociados a la instalación donde se compite (figura 1).

 

Incluso en deportes populares, como la carrera, la natación, el ciclismo, el esquí de fondo, etc. se asiste a un notable mejoramiento y un mayor número de ejecuciones de alto nivel. Por ejemplo, gracias a la influencia de numerosos factores en la carrera de los 10 000 m. y en el récord del mundo de la hora en el ciclismo, han tenido lugar, notables mejorías de los récords mundiales (figuras  2 y 3).

 

El continuo incremento de los rendimientos no corresponde sólo al atleta que se halla en la edad de máximo rendimiento que puede situarse entre los 20 y 30 años de edad. En muchos deportes aumentan los récords mundiales por categoría de edad de los 39 a los 90 años si bien con la edad se determina una regular disminución tanto del rendimiento en las ejecuciones de resistencia como en las de rapidez (figura 4).

 

Lo asombroso es que con el aumento de la edad, en el centro de los esfuerzos dirigidos a obtener récords se hallan las distancias más largas con una velocidad (intensidad) que disminuye objetivamente. En 1976 D Yordanis, un griego de 9 años corrió un maratón en 7 horas y 58 minutos.

 

Tanto en el sector del deporte de alto nivel como en el deporte por categorías de edad, aún no se han alcanzado los límites del rendimiento. El actual nivel de los resultados mundiales del deporte de alto rendimiento hace que los atletas de talento requieran un período de tiempo de entrenamiento de una duración de ocho – diez años para obtener resultados de alto nivel.

 

Actualmente (Bouchard y otros autores 1997) aún se desconoce cuáles son las diferencias individuales y los límites de la capacidad de entrenamiento. Actualmente, la explicación de cuáles son las causas del incremento de la capacidad de rendimiento aún se halla en un nivel teórico interpretativo general.

 

En el deporte de alto nivel, reducir todo el potencial genético sería una simplificación excesiva. Aparte de los presupuestos genéticos, se establece una distinción entre genes ya sensibles a los estímulos de la carga, interacciones entre genes, interacciones genes – ambiente y factores influyentes de naturaleza no genética.

 

En su conjunto, estos factores representan el presupuesto del estado de salud y de la capacidad de rendimiento del “fenotipo “(individuo) que practica deporte.

 

En la mayor parte de los deportes de resistencia, la edad del máximo rendimiento va des los 20 a los 30 años de vida, pero en cuanto a los atletas de alto nivel mundial, se delinea cada vez más la tendencia a un desplazamiento hacia el final de la segunda década de vida, tanto del atleta con los mejores rendimientos como de la posibilidad de repetir resultados de éxito.

 

Si no intervienen factores de índole social, un talento deportivo se mantiene a nivel (entre los primeros diez a nivel mundial) de cuatro a diez años. Ello se debe a un potente estímulo de naturaleza financiera que garantice el sustento material del atleta de alto nivel.

 

La suposición de que la capacidad de rendimiento de las mujeres se acerca cada vez más a la de los hombres, es una interpretación superficial de fenómenos típicos del deporte extremo, donde algunos factores marginales como sueño poco sano, fuerza mental, motivación, etc. influyen en el rendimiento.

 

La diferencia en la capacidad de rendimiento entre los dos sexos, en ejecuciones de alto nivel confrontables, asciende, como promedio, al 11 % en contra de las mujeres (figura 5). La diferencia de las mujeres puede ser todavía mayor, si categorías históricas y de selección casi fortuita de talentos influyen sobre la determinación de las distancias.

 

Si se tiene en cuenta las actuales diferencias, las diferencias específicas entre los sexos son independientes de las distancias. Actualmente una diferencia muy pobre (9%) existe en los récords en los 400 y en los 3 000 metros donde ningún atleta, por ejemplo Marita Koch (ex RFA) que ya en 1985 corría los 400 m. en 47 s. 6, han obtenido ejecuciones sorprendentes.

 

Una diferencia mayor entre masculino y femenino lo hallamos en las ejecuciones de fuerza rápida (por ejemplo, del 14 al 16% en el salto alto y en el salto largo). En la carrera, los récords mundiales femeninos desde los 1200 metros hasta el maratón, se comparten entre varias naciones. Después del primer maratón femenino de los Juegos Olímpicos de 1984, los atletas han recuperado rápidamente la gran diferencia inicial. Actualmente las mejores ejecuciones mundiales son de 2h 05 min.42 s. en los hombres y 2h 20 minutos 43 segundos en las mujeres, que corresponde a una diferencia del 11%. Esta diferencia no impide que incluso haya atletas femeninas que pueden ganar un maratón cuando en la arrancada hay atletas masculinos más débiles que ellas.

 

También en la natación, en todas las distancias, es evidente la separación o diferencia de las nadadoras respecto a los nadadores, incluso si justamente en algunas disciplinas de este deporte con el 7% hallamos la separación más baja en absoluto entre ejecuciones varones- hembras (figura 6). Si nos preguntamos cuáles son las causas de la diferencia de los rendimientos femeninos respecto a los rendimientos masculinos, es evidente que entre ellas hallamos muchos factores genéticos que caracterizan la deformación sexual.

 

En el deporte de alto nivel, una confrontación en competencia de los rendimientos entre varones y hembras no es admisible: en competencia se pueden confrontar entre sí sólo las ejecuciones específicas de cada sexo. Pero a veces la confrontación entre varones y hembras ayuda a comprender, de manera indirecta, lo retrasado que han quedado los varones en algunos deportes. En los deportes practicados tanto por varones como por hembras, las atletas, como promedio, pesan 15 kg. menos y son 12 cm más bajas que los varones.

 

Ello trae consigo desventajas en la biomecánica del movimiento específico de locomoción, por ejemplo, en el impulso de propulsión. A esto añádase que, como promedio, las mujeres tienen de 2 a 3 kg más de grasa que los hombres. En cuanto al perfil hormonal, la distribución de la testosterona y de los estrógenos es sexualmente específica: el hombre posee una concentración de testosterona de 10 a 15 veces mayor que la mujer. Por ello puede desarrollar una mayor fuerza muscular.

 

En el hombre, al nivel de la célula muscular, la capacidad funcional del metabolismo aerobio tiene un potencial mayor (Neumann, Buhl 1981). En las mujeres en particular, la masa de los mitocondrios es menor que en los hombres (Hoppeler y otros, 1973).

 

En la evaluación funcional, la menor capacidad de utilización del oxígeno a nivel mitocondrial en las mujeres, se expresa en un máximo consumo des oxígeno de l 10 por ciento menor respecto al de los hombres (Neumann, Schüler 1994). Se puede probar que existen diferencias sexuales específicas en detrimento de las mujeres también en cuanto a la formación del corazón del atleta (Berbalk 1997). Así, en general, la capacidad de transporte del oxígeno es menor que en el hombre. En los atletas y en las atletas alemanas con los mejores rendimientos se han registrado las máximas adaptaciones que aparecen en la tabla 1.

 

  1. 2. Deportes extremos

 

Los deportes extremos ya cuentan con una larga historia, pero, en el pasado, el centro de la atención de la opinión pública eran los atletas individuales. Ya en 1929, el finlandés J. Salo corría en 79 días (525 horas y 57 minutos y 20 segundos) con una velocidad promedio de carrera de 11,21 km/h la distancia de 5 898 km de Nueva York a Los Angeles.

 

Hasta los años 80, si se exceptúan las carreras por etapas del ciclismo, las competencias más extremas en los deportes de resistencia eran la carrera de maratón y la carrera del 100 km., completada la lista por competencias extremas de esquí de fondo.

 

En febrero de 1978, 15 atletas dieron inicio al ya legendario triatlón de las islas Hawai, recorriendo una distancia global de 226 en natación, bicicleta y carrera. La Hawaii-Ironman favoreció la aparición des otras espectaculares competencias múltiplex de resistencia. El triatlón largo de origen estadounidense, de 3,8 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,195 km de carrera tuvo sus primeros imitadores en la RDA y la RFA a mitad de los años ‘80 con la Sajona y la Baviera como guías.

 

El camino hacia el aumento del esfuerzo por la duración de la carga continuó: ya en 1985 se celebró un triatlón largo en el cual las distancias eran dobles. En los años sucesivos se observó una tendencia a multiplicar las distancias llegando hasta 20 veces en 1998 (cfr. Tabla 2).

 

Desde mediados de los años ‘80 aumentó el número de mejores ejecuciones y su rendimiento en las super distancias de carrera. La primera carrera de las 1 000 millas se celebró en Nueva York en1985 y se repite cada año. Hasta el momento, el punto culminante ha sido alcanzado por el canadiense Kelly, que en 1997 que en la carrera  de la Sri Chinmoy (una secta religiosa estadounidense) recorrió 5 000 km en 47 días y 17 minutos  (tabla 3).

 

Actualmente estamos frentr3e a un fenómeno donde las cargas extremas no sólo son abordadas por ex atletas de alto nivel, sino cada vez más por personas que han comenzado a correr tarde.

Hay un número cada vez mayor de atletas medianamente entrenados que corren la distancia del maratón y también mayores. El campo de los participantes en los maratones de las distintas ciudades ha aumentado por encima de los 30 000 del Maratón de Honolulu, del Maratón de Nueva York, etc. En 1996 el récord lo rompió el Maratón de Boston con 38 706 participantes que han terminado la carrera.

 

La sólida preparación a las cargas  del maratón, desde el punto de vista metódico ha sido demostrado por la disminución del número de participantes que se retiran. Además, llama la atención que un número cada vez mayor de atletas participe en varios eventos deportivos extremos.

 

Hay atletas individuales que empiezan a ‘coleccionar’ el número de competencias extremas en las que han participado. El récord actual es el de un alemán de Hamburgo, Horst Preisler, que ha participado en 850 competencias ‘ultra’ y del 1974 a 1986, ha participado en competencias oficiales y 631 maratones. El récord de los maratones efectuados en un año es de un dentista alemán de Kassel, que en 1996 logró terminar en 11 maratones de carácter competitivo.

 

Lograr correr distancias muy largas, exige mucho desde el punto de vista mental y de la fuerza de voluntad. Ya que este tipo de carga presenta muchos problemas desde el punto de vista del sistema motor y de sostén, durante el esfuerzo se deben soportar (con o sin el recurso a analgésicos) dolores en gran parte importantes.

 

En general, dos tercios de los que participan en carreras extremas, muestran traumatismos en los dedos y en la planta de los pies. Sólo atletas con alta capacidad para asimilar el sufrimiento, logran cubrir las distancias extremas. La secta religiosa estadounidense Sri Chinmoy se ha especializado en la superación de si mima en carreras extremas organizando en Nueva York – finales de 1985, competencias extremas de carrera en los 700, 1 000 y 1, 300 millas. La que originalmente era la carrera mas larga en las 1 300 millas (2093 km) se fue prolongando anualmente, de año en año. En 1997, en la carrera en las 3 100 millas (4 991 km), se corrió hasta alcanzar los 5 000 km.

 

  1. 3. La capacidad de adaptación del organismo

 

El nivel de adaptación alcanzado representa el presupuesto esencial de una elevada capacidad de carga, como también una elevada capacidad de tolerarlo. La adaptación es un proceso estable de reestructuración en los órganos y en los sistemas funcionales que requiere tiempo más prolongados (más semanas.). Después de un período que va de cuatro a seis semanas de entrenamiento, se produce una adaptación a un nivel funcional más elevado, en el organismo se deben producir distintos cambios de estado.

 

Las fases esenciales son:

1.       ‘ajuste’ funcional inmediato a la carga

2.       regeneración (Recuperación) después de la carga

 

Disminución ‘de os gasto’ biológico necesario para ejecutar las cargas (mayor Economía funcional, adaptaciones).

Los índices biológicos esenciales de la adaptación están representados por la disminución del gasto biológico y por la más fácil ejecución de la carga. Los principales contenidos de estas fases, que provocan adaptaciones en los sistemas importantes en el rendimiento de la ejecución, son:

 

·         La fase inmediata de ‘ajuste’: el ajuste inmediato es la reacción del organismo a una demanda concreta de carga. Intensidad y duración de tal reacción determinan el nivel de la adaptación que puede lograrse. Pero, antes que se llegue a la adaptación, el organismo debe compensar los estímulos producidos por carga mediante ajustes funcionales e iniciar cambios estructurales.

·         Fase de regeneración (restablecimiento): en la fase de regeneración sucesiva a la carga, se restablece el estado de equilibrio en las funciones orgánicas, el cual ha sido alterado por la propia carga. Este restablecimiento tiene lugar a distintas velocidades en cada uno de los sistemas. Una vez terminada la carga, se inician los procesos de ‘construcción’ (anabólicos). Por primera vez resultan reintegradas las reservas energéticas que han sido utilizadas, se reconstruyen los componentes de la célula que se habían estropeado, el sistema inmunitario es regulado hasta lograr su plena funcionalidad, se inicia un proceso de distensión psíquica, etc.

 

Durante la regeneración, el organismo alcanza un estado que le permite continuar con el entrenamiento el mismo día o al siguiente día. La musculatura está en condiciones de enfrentar una nueva carga. Si en el entrenamiento sucesivo no logra alcanzar una velocidad de entrenamiento que antes se alcanzaba sin dificultad, entonces estamos ante un síntoma de una regeneración incompleta.

 

La fatiga residual es un componente permanente del entrenamiento de alto nivel, y si se mantiene por largo tiempo, aumentando, puede transformarse en estado de sobreentrenamiento (Lehmann y otros autores 1997). Una regeneración incompleta disminuye, o incluso hace desaparecer, el profeso de adaptación por lo que, incluso después de un entrenamiento prolongado, no se producen, o se producen sólo escasas mejorías en el rendimiento de la ejecución.

 

·         fase de adaptación: Si un entrenamiento de varias semanas produce una mayor capacidad de rendimiento en la ejecución, ello indica que ha ocurrido una adaptación.

 

Durante el entrenamiento se superponen procesos de regeneración y estados de mejoramiento funcional. Las adaptaciones que tienen lugar en los órganos y en los sistemas funcionales debilitan los estímulos de entrenamiento, representando la base para un ulterior incremento de la carga y el aumento de la capacidad de rendimiento. El organismo adaptado a la carga afronta y supera mejor los estímulos que alteran su equilibrio provocados por el entrenamiento y por la competencia. La adaptación tiene lugar por pasos sucesivos según cuatro etapas (Neumann 1993, Neumann y otros 1999).

 

1ª etapa: variación del programa motor;

2ª etapa: aumento de las reservas energéticas

3ª etapa: mejoramiento de la función neuromuscular.

4ª etapa: interacción entre los centros funcionales de nivel jerárquicamente superior.

 

Para el organismo, la adaptación, determinada por el entrenamiento en un solo grupo muscular, sería poco sensato, si no se integrase en el programa central de control motor. En la sintonía funcional entre sistema nervioso central y musculatura empeñada en el trabajo, existen muchas posibilidades.

 

Esta multiplicidad resulta del hecho que cada atleta tiene su patrón de distribución de sus fibras musculares. Como es sabido, se pueden entrenar las propiedades metabólicas de las fibras musculares, pero no el por ciento de distribución de las fibras FT y ST, que genéticamente está determinado.

 

Los balances sobre la transformación de fibras se refieren sólo a experimentos con animales, y han sido efectuados con electroestimulación o con el transplante de nervios. Por largo tiempo se han realizado esfuerzos por hallar en el patrón de distribución de las fibras musculares el fundamento del rendimiento en la ejecución de alto nivel independientemente del deporte practicado. Los velocistas se caracterizan por un mayor por ciento (> 55%) de fibras de contracción rápida (FIF) mientras que en los atletas de nivel más alto  en los deportes de resistencia, dominan las fibras de contracción lenta (STF) con un por ciento que va del 60 al 75%.

 

Algunos experimentos recientes donde los mejores corredores de Kenia han sido confrontados con corredores escandinavos de alto nivel, han demostrado que no hay ninguna diferencia en la distribución de las fibras. Pero respecto a sus colegas escandinavos, los corredores africanos de alto nivel que viven en altitud, tienen una concentración del 20% mayor de enzimas clave (3 hidrosis-acil-CoA- dehidrogenasis / HAD) de la beta oxidación de los ácidos grasos (Saltin y otros 1995ª,b).

 

Ulteriores investigaciones comparativas entre corredores blancos y sudafricanos de color han puesto en evidencia que los corredores de color estaban en condiciones de correr de 1,5 a 5 km con por cientos más altos de su consumo de oxígeno, respecto a sus colegas blancos (Ceotzer y otros 1993).

 

La capacidad de ejecución especifica de un nivel de velocidad más alta es controlada no solamente mediante el sistema neuro muscular, sino mediante ulteriores sistemas generales de regulación funcional, tales como el sistema nervioso vegetativo (sistema nervioso simpático y parasimpático), el sistema cardiocirculatorio, el sistema inmunitario y otros sistemas.

 

La interacción entre los sistemas funcionales que determinan el rendimiento en la ejecución concluye después de casi 30-40 días donde se constata la acción de cargas en condiciones de provocar estímulos entrenantes. Por ello, desde el punto de vista metódico, en el entrenamiento de alto nivel se requiere que exista una aplicación de estímulos más elevados. Ya que los procesos de adaptaciones tienen lugar tanto contemporánea como sucesivamente, no se puede determinar de manera exacta el momento en que se alcanza un mayor nivel de adaptación.

 

Si se quiere formar nuevas bases estructurales del rendimiento, se necesitan de cuatro a seis semanas de entrenamiento con estímulos eficaces (Neumann, Berbalk 1991). El aumento de la capacidad de rendimiento en la ejecución no tiene un comportamiento lineal respecto a la carga de entrenamiento, sino que muestra una tendencia al achatamiento: ello significa que cuanto más elevados sean los límites absolutos de la ejecución, menores resultan los índices de incremento del atleta; por lo que, para obtener un pobre incremento de la ejecución, la carga de entrenamiento debe aumentar de manera desproporcionada.

En todo el mundo se incrementa la búsqueda de nuevos estímulos de carga que permitan romper los récords o acercarse a éstos. Sobre todo los atletas que ya han alcanzado un nivel muy alto son los que están interesados en mejorar sus rendimientos.

 

Algunas medidas eficaces que permiten aumentar el estímulo representado por las cargas son, por ejemplo, el cambio de deporte, las pausas introducidas en la carga, el aumento de las resistencias al movimiento, el entrenamiento en altitud o en diversas condiciones climáticas, etc. En los deportes de resistencia, la medición de la carga actualmente aplicada para obtener ejecuciones de alto nivel mundial, en los períodos de poca carga, va de las 35 a las 45 horas semanales de entrenamiento.

 

En 48 semanas de carga se alcanza un volumen promedio de entrenamiento que va de las 1 200 a las 1 500 horas al año. Después de un entrenamiento de alto nivel a largo plazo se producen adaptaciones límite, que en los talentos deportivos son diversos. Parámetros de fácil mediación son las dimensiones del corazón y el máximo consumo de oxígeno (V0 2 max).

 

El V0 2 max es una medición de la capacidad aerobia o de la capacidad de rendimiento en la ejecución reconocida a escala internacional. En los mejores atletas de los deportes de resistencia, los valores absolutos del V0 2 max no presentan cambios  desde hace 25 años y van de los 82 a los 90 ml/kg. min.

 

Sin embargo, se supone que haya un gradual aumento de este parámetro de la capacidad aerobia en poblaciones más amplias de atletas (figura 7). Según nuestras investigaciones, el V0 2 max no guarda una relación con la ejecución de alto nivel en la carrera de largas distancias. Este debe alcanzar sólo un determinado nivel de referencia.

 

Si existe un mismo nivel de capacidad de ejecución entre los atletas, el V0 2 max no es un buen indicador de la capacidad de rendimiento en la ejecución. Ya desde hace tiempo son conocidas las discrepancias en la relación entre V0 2 max g capacidad de ejecución deportiva (Costill, Winzow 1970; Pollock 1977; Conley, Krahenbuhls 1980). La supuesta relación general entre V0 2 max y el rendimiento en la ejecución vale sólo para poblaciones de atletas con un gran margen de variación en las bases del rendimiento en la ejecución.(Röcker y otros 1997).

 

3.       La capacidad de carga muscular en esfuerzos extremos

Después de cargas extremas se produce una disminución del rendimiento muscular que se conserva por un largo período. En la  búsqueda de las causas de esta disminución de rendimiento se ha visto  que no se trata sólo de un problema energético, sino más a menudo de un problema estructural de la musculatura.

Gracias a investigaciones efectuadas con biopsia muscular después de correr un maratón, se ha probado que existía una separación de las estructuras contráctiles desde el anclaje hasta las líneas Z, que se observaba una destrucción directa de fibras individuales y un abultamiento de los mitocondrios (Armstrong y otros 1991).

Ello representa una causa morfológica de la disminución funcional que requiere un adecuado tiempo de  regeneración. La forma más simple de exceso de demanda de esfuerzo muscular es la mialgia (el dolor muscular) que es la manifestación de pequeñas destrucciones de naturaleza mecánica de las células musculares.

 

De las células dañadas se escapan proteínas y enzimas, causando una inflamación aséptica. Un indicador útil para caracterizar excesos de carga muscular es la creatina fosfoquinasis (CK) una enzima celular. En el caso de exceso de demanda de esfuerzo muscular, de déficit energético o de lesiones musculares, la cantidad de CK que transborda en la sangre a través de las vías linfáticas aumenta.

 

Después de cargas extremas, demandas de esfuerzos musculares excéntricas y procesos motores no habituales, se puede producir un incremento de 10 a 1 000 veces de la creatina fosfoquinasis. En un entrenamiento normal de alto nivel, los valores de CK en reposo están entre los 3,4 mmol/s.l o 204 U/l. Las atletas  tienen valores de CK inferiores de casi el 30%.

 

Si la creatina fosfoquinasis sobrepasa los 20 mmol, se hace oportuna una verificación de la carga del entrenamiento. En los atletas de alto nivel que se entrenan regularmente, la creatina fosfoquinasis muscular (CK-MM) aumenta aun en el caso de demandas de esfuerzo muscular no habituales, especialmente si son excéntricas.

 

Pero la creatina fosfoquinasis específica del músculo cardíaco s mantiene normal. Aumentos elevados de la CK se observan regularmente en las carreras en ascenso, en saltos con caída en terreno duro, etc. En cargas de resistencia de una duración de varias horas (figura 8) han sido medido incrementos extremos de CK. Aquí el incremento de la CK se hace más intenso con la duración de la carga o con la distancia recorrida.

El máximo valor de CK ha sido medido después de una carrera en las 100 millas (160km) (Lind, Shipley, 1999). En un bombero de 48 años de edad después de 26 horas de carga de carrera, el valor de la CK ascendía a 220.200 U/l (3 670 mmol/s.l). Para lograr eliminar las consecuencias de la extrema destrucción muscular (rabdomiolisis) y del escape de hemoglobina por los eritrocitos destruidos y un bloqueo renal, fue necesario un tratamiento de hospital.

En una carrera en las 100 millas, el 35% de los 165 sujetos que la habían concluido mostraba un aumento promedio de la creatina fosfoquinasis hasta 20 000/Ul (333.3 mmol/s.l). Este valor es el máximo límite aceptable de aumento de esta enzima.

Según datos de los autores, siempre que se alcancen valores más elevados, debe esperarse que se produzca una destrucción significativa muscular y un bloqueo renal agudo. La causa principal de estos valores extremos de la creatina fosfoquinasis era la relativamente pobre preparación orgánico muscular de estos corredores, quienes requirieron más des 21 horas para recorrer los 160km. Este ejemplo debería alertar a quienes sin estar debidamente entrenados, pretenden participar en este tipo de carrera.

4.       Pronósticos y reservas- en cuanto al rendimiento en la ejecución

Los pronósticos sobre el desarrollo de las ejecuciones que se basan en extrapolaciones matemáticas o sobre el criterio de expertos, a menudo están plagados de errores. En cuanto a las disciplinas de carrera en el atletismo, Peronnet y Thibault (1989) se arriesgaron en hacer un cálculo provisional hasta el 2040

En cuanto a la evolución de los resultados en las carreras de atletismo, calculados a partir de 1987, se ha observado que ya en 1999 se lograban los resultados pronosticados para el 2000, en particular en los 5 000 y en los 10 000m masculino (figura 9). Por el momento, en las disciplinas de carrera no resultan visibles los límites en los rendimientos en las ejecuciones.

Actualmente el incremento anual en estas disciplinas a desde 0,03 hasta 0,2%. En relación con las reservas de ejecución, se habla de ello desde distintas posiciones especializadas. El entrenamiento en altura es un punto central des las reservas de rendimiento, pero es indispensable que, en su realización, se controlen y utilicen de manera correcta los demás factores sobre la aplicación del estímulo de entrenamiento.

Por ejemplo, si en un deporte de resistencia, los atletas que han alcanzado el Alti nivel mundial, corren en entrenamiento 10 000 km anuales, en el caso de un volumen de entrenamiento de sólo 6 000 km, sería temerario considerar el entrenamiento en altura  como reserva decisiva del rendimiento en la ejecución.

Acerca del entrenamiento en altura se han referido numerosas experiencias, según las cuales las actuales recomendaciones científicas de dormir en altura o de entrenarse a nivel del mar, representan quizás una reserva del rendimiento en la ejecución para atletas de nivel medio, pero no para atletas de nivel mundial.

El mejoramiento de las ejecuciones, obtenido durmiendo en altura y entrenando a nivel del mar (living high-train low) del cual hablan Ledvine, Stray-Gundersen (1997) se refiere a corredores con resultados competitivos entre 17 y 18 min. en los 5 000. Las experiencias de entrenamientos en altura con atletas de alto nivel confirman que el estímulo representado por la carga de entrenamiento en altura debería mantenerse como un componente eficaz de un programa de entrenamiento (Reiss, Pfeiffer 1991; Reiss y otros 1996; Neumann 1999; Reiss 1999, Rusko 1996 y otros)

Además del entrenamiento  en altura, en los deportes de resistencia existen otras reservas del rendimiento en la ejecución. (Neumann y otros 1999): si se quiere alcanzar  un mayor  impulso propulsivo;  así,  se le atribuye gran importancia al desarrollo de la resistencia aerobia a la fuerza en cuanto sólo así se puede obtener  el ulterior incremento de rendimiento del impulso propulsivo.

Desde el punto de vista deportivo específico, si, en un entrenamiento de alto nivel, se entrena de 1 200 a 1 600horas anuales, el nivel de demanda de esfuerzo se agota. Pero el criterio de calidad de la carga de entrenamiento no es sólo el volumen, sino siempre la ejecución específica del impulso propulsivo (es decir la velocidad).

La posibilidad de tolerar cargas intensivas, que demandan el metabolismo anaerobio, sólo es posible sobre la base de una elevada capacidad de rendimiento aerobio específico.La capacidad de soportar cargas aerobio-anaerobias es limitada desde el punto de vista orgánico, de modo que el entrenamiento en la zona del umbral metabólico aerobio – anaerobio debe ser dosificado exactamente desde el punto de vista individual.

El incremento anual de la carga se debe orientar en el momento (o en dos momentos) en el cual debe ser alcanzado el máximo rendimiento. La eficacia de cargas elevadas de entrenamiento estará garantizada sólo si, gracias a la planificación de períodos de descarga y adecuadas medidas alimentarias y de restablecimiento, se garantiza la transformación de los estímulos del entrenamiento en todos los sistemas del organismo.

La adaptación en los sistemas funcionales que influyen en el rendimiento de la ejecución, que se desarrolla con la autorregulación, no debe ser alterado por estímulos de carga aplicados erróneamente. Ello se refiere en particular al índice de síntesis proteica, que durante la carga elevada puede ser llevado a menos de 2% y elevado al 6% a través de una descarga cuidadosa.

Si se aumenta la carga deportiva específica, el sistema locomotor y de sostén (sobre todo tendones, ligamentos y huesos) asume una importancia fundamental. En el entrenamiento de alto nivel, la capacidad de carga del sistema locomotor y de sostén puede garantizarse preventivamente, sólo recurriendo a medidas dirigidas a incrementar las posibilidades generales de entrenamiento (cargas no específicas y semiespecíficas, ejercicios de preparación física general).

Si ello no se realiza, o se realiza sin dedicarle la debida atención, será el propio organismo el que se encargará de regular esta omisión con lesiones, consecuencias de cargas erradas o interrupciones del entrenamiento. Desde el punto de vista actual, en el deporte de alto rendimiento no se vislumbran límites. Los cálculos de que disponemos sobre las tendencias permiten hacer afirmaciones sobre ulteriores desarrollos de las ejecuciones, por lo que, por ejemplo, según los pronósticos actuales, en los próximos 25 años, en atletismo, se puede suponer que habrá un incremento de un dos hasta un 5%.

Los Autores: Profesor Doctor en medicina Georg Neumann, Director del Grupo de trabajo Medicina del deporte, Instituto de Ciencia aplicada al entrenamiento. Leipzig

Doctora Anneliese Berbalk, médico

Dirección de los autores: Instituto für Angewandte Trainingswissenschaft.

Marschnerstr. 29. 04 109 Leipzig

F I G U R A S

Figura 1- Desarrollo de las mejores ejecuciones mundiales en el salto con esquí. En marzo 1999 la mejor actuación fue lograda por el saltador  noruego T. Ingebringsten.

Figura 2- Desarrollo de los récords mundiales en los 10 000 m masculinos. El récord actual (enero 2000) es de 26:22,75 min.

Figura 3- Desarrollo de los récords del mundo de la hora en ciclismo. Desde 1996, el récords lo ostenta la inglesa Chris Baoardman  con 54,372 km/h.

Figura 4- Desarrollo de  las mejores actuaciones mundiales en los 10 000 m y en los 100 m en las categorías de edad hasta los 90 años.

Figura 5- Comparación de los récords mundiales masculinos y femeninos desde los 100 m. Hasta el maratón. El eje des los tiempos es logarítmico.

Figura 6- Comparación de los récords mundiales masculino y femenino en natación en las distancias de los 100 hasta los 1 500 metros (en metros por segundo: en 1999 en piscina de 50 m).

Figura 7- Cálculo del nivel de los  índices de desarrollo del V0 2 max en el deporte des alto rendimiento. En 20 años como promedio, se puede contar con un desarrollo general del V0 2 max de 3 a 4 ml/kg.min. Datos tomados de Peronett, Thibault (1989)

Figura 8- Dependencia de la duración de la carga del aumento promedio de la creatina fosfoquinasis (CK) en una población representativa de corredores (datos del autor). Los valores des las mediciones des la carrera en las 1 000 millas (160 km) han sido tomados de Lind, Shipley (1999).

Figura 9 – Pronóstico del desarrollo de los récords sobre las distancias desde los 5 000 hasta el maratón. El punto de partida del cálculo efectuado por Peronett, Thibault (1989) fueron los récords mundiales de 1987. Los récord en los 5 000 y en los 10 000, calculados para el 2000, ya han sido alcanzados en 1999.

———–                T A B L A S    —————–

TABLA 1. – Datos extremos sobre la adaptación cardiopulmonar específica de ambos sexos (dimensiones cardíacas y V0  2 max) de una población representativa de atletas de resistencia en condiciones de realizar actuaciones de nivel.

Deporte

Corazón de atleta más grande (ml/ kg.) (Valor máximo individual)

Valor promedio de 10 corazones de atleta más grandes

V0 2 max más alto (ml/kg.min) (Valor máximo individual

Valor promedio de los 10   V0 2 max más elevados

 

 

masculino

femenino

masculino

femenino

masculino

femenino

masculino

femenino

 

Triatlón

19,6

17,2

18,3+ 0,5

16,3+ 0,5

85,6

76,687

83,0+ 1,7

70,5+ 3,2

 

20.0

19,5

18,3+ 0,7

16,8+ 1,3

89,0

72,600

85,8+2,2

70.5 +3,2

 

19.0

*

18,0+ 0,7

*

90.2

*

83.2+ 2,9

*

 

18,0

16,5

16,8+ 0,6

15,2+ 0,6

*

**

**

**

Nota: * población de ciclistas demasiado escasa, ** ningún valor del V0 2 max en los nadadores

 

TABLA 2- Desarrollo del triatlón prolongado, y datos sobre las mejores actuaciones mundiales.

Multiplicación

Distancia (km)

N                    Ci               C

Localidad

(nombre tiempo)

AÑO

Varones

Mejores actuaciones mundiales

tiempo/año/  Hembra tiempo/

localidad                     año/                          localidad

1ª vez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2ª vez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3ª vez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4ª vez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5ª vez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

10ª vez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

15ª vez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

20ª vez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TABLA 3 – Las mejores actuaciones masculinas y femeninas en pruebas extrema de carrera.

Distancia/horas

Meses/Año

Nombre/País

Edad

Tiempo/distancia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TABLA 4-

Distancias

Varones (m/s)

Hembras (m/s)

Actuaciones previstas (varones)

1987             1999            2 000        2028             2040

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Arreglado y actualizado por: Lic. Mariela C. Z. (30/07/03)