Palabras claves: LESIONES/CICLISMO/MEDICINA DEPORTIVA
Título: Las lesiones con la mountainbike.
Autor(es): Shang, E.; Neumann, K.
Traductor: Publio Cepero Fadraga (SETIDEP)
Fuente: Revista Alemana de Medicina Deportiva, No. 4, Vol. 47, 1996, p. 283 – 288, Ilus.
Texto completo:
Resumen
En un estudio prospectivo se analizó la cantidad de lesiones específicas y sus causas en 121 ciclistas de Mountainbike. Los datos demográficos se obtuvieron mediante un cuestionario, teniendo presente el momento del accidente, el terminado de la trayectoria, el estado del entrenamiento, el material, el mecanismo del accidente y la lesión.
Entre los pacientes, en su mayoría del género masculino (relación entre hombres y mujeres de 3:1) predominaron con el 38% las lesiones de la cabeza, seguidas de lesiones de las extremidades superiores con el 34%, del tronco con el 17% y de las extremidades inferiores con el 11%. Las conmociones cerebrales con 11 y fractura de clavícula con 8 casos fueron las lesiones individuales más frecuentes. El 80% de todos los accidentes tuvieron lugar en recorridos con pendientes, de los cuales el 97% eran trayectos con guijarros. En primer lugar de las causas de accidentes con el 24% se situaron los errores relacionados con los frenos. En el caso general de un equipamiento bueno el 18% de los ciclistas usaron casos. Conjuntamente con los aspectos traumatológicos del deporte se analizan en este trabajo además los aspectos preventivos y técnicos del equipamiento.
Introducción
En el marco de los últimos cinco años la especialidad conocida por mountainbiking se convirtió en uno de los deportes al aire libre, más querido en Europa. En 1989 habían en Alemania sólo 900 000 bicicletas de este tipo produciéndose un aumento de la cantidad hasta 1993 como mínimo en 10 veces. Con una participación de un 59% en el mercado la mountainbike dominó en 1993 el comercio alemán del ramo (2). Este incremento estuvo acompañado también, no obstante, por un aumento de los accidentes en este tipo de bicicletas. El objetivo de este trabajo es describir las lesiones típicas, esquema de los accidentes y las causas.
Material y Métodos
Como base de este estudio sirvieron los datos de todos los accidentados de las MTB (mountainbikes), que fueron recogidos desde el primero de mayo hasta el 31 de octubre de 1993 en la clínica de Cirugía de rehabilitación y por accidentes de Garmisch-Partenkirchen. El cuestionario no estaba dirigido a un grupo determinado , sino que recogía a todos los ciclistas de esta especialidad deportiva. Para la recopilación de datos sirvió un cuestionario previamente confeccionado. Las preguntas se referían a:
- tiempo del accidente,
- situación del terreno,
- estado momentáneo del entrenamiento,
- material y equipamiento,
- mecanismo de la caída,
- lesión
- proposiciones para la profilaxis de accidentes.
En la temporada de 1993 se recogieron 121 accidentados. De los 93 ciclistas del género masculino y 23 femenino la edad promedio fue de 33,9 años con un diapasón de edades entre los 9 y los 81 años de edad. Se evidenciaron dos picos de edades:
El primero entre los 18 y los 32 años y el segundo entre los 45 y los 54 (figura número 1). Estos 121 pacientes presentaron 221 lesiones. 83 de ellas (63 h, 18 m) con lesiones más graves. 40 pacientes tuvieron lesiones en la piel, que iban desde excoriaciones superficiales de la piel hasta lesiones más profundas y pérdida de ésta. Después de un análisis más profundo se recogieron en el estudio 83 pacientes con lesiones más graves.
Figura número 1.
La distribución de las edades en el casos de todos los accidentados (n=83).
En la vertical dice: Cantidad
En la horizontal dice: Edad (años).
El estado del entrenamiento se determinó sobre la base de la periodicidad de éste en la semana, así como también la longitud del trayecto, procediéndose más tarde a la división en categorías. La primera categoría contenía a los ciclistas ocasionales. Las categorías 2-5 ordenan el estado del entrenamiento de moderado a mediocre y de bueno hasta muy bueno. El ciclista de la categoría 2 recorre una vez por semana como mínimo 10 km., mientras que el de la 3 dos veces como mínimo 10 km., el de la cuatro tres veces 10 km. Y el de la quinta más de tres veces a la semana como mínimo 10 km.
Resultados .
El análisis de los tiempos de accidente dio como resultado una acumulación de accidentes entre las 13:00 y las 15:30 y de las 17:00 a las 19:00 (figura número 2). 72% de todos los accidentes tuvieron lugar durante este tiempo. Con frecuencia existe una tendencia a que se presenten en ese periodo de tiempo, ante todo, combinaciones de lesiones graves, aunque no un gran cúmulo de ellas.
Figura número 2.
Distribución temporal de los accidentes en el perfil diario (n=83).
En la vertical dice: Cantidad
En la horizontal dice: Momento
Estado del entrenamiento
24 ciclistas admitieron encontrarse en un estado de entrenamiento muy bueno. El grupo en segundo lugar por su tamaño fue el de la categoría 1 con 21 ciclistas, seguido por la categoría 3 con 16 y las categorías 2 y 4 con 12 y 10 accidentados, en cada caso. (tabla número 1).
Tabla número 1.
El estado del entrenamiento de los accidentados, subdividida en 5 categorías:
- ciclistas eventuales
- mediocres
- regulares
- buenos
- muy buenos.
Categoría |
Cantidad |
1 |
21 |
2 |
12 |
3 |
16 |
4 |
10 |
5 |
24 |
Estado del circuito de carrera
En 64 casos tuvieron lugar los accidentes en una pendiente y en 13 sobre un plano horizontal. Sólo 4 veces se accidentaron ciclistas en una elevación, 49 % de todos los accidentes tuvieron lugar sobre terreno seco, cubierto por piedra (41 accidentes), en un volumen algo más pequeño con 33,7% sobre asfalto seco (28 accidentes) y asfalto mojado (2 accidentes), así como también sobre suelo boscoso. Fango. Césped y arena.
Equipamiento
Sólo 18 (21,6%) de todos los accidentados portaban casco. 51 corrían con pedales normales, 21 con correas en los pedales y 11 empleaban un pedal con cierre por click.
Causas de accidentes
En 20 casos la causa de la caída estuvo dada por una maniobra violenta en el frenado. Los obstáculos o desniveles del terreno (huecos, canales) fueron la causa de accidentes en 19 ocasiones, el ritmo muy elevado en las curvas 17, las maniobras súbitas de desvío o timonazos 10, saltos incontrolados 5. El casco o los espejuelos corridos de su lugar fueron la causa fundamental de caída en 4 ocasiones. En realidad 5 desperfectos técnicos (3 ponches, 1 rotura del manubrio, 1 rotura del pedal) fueron los responsables de traumas. En dos casos el corredor perdió el control sobre su bicicleta como resultado de una fuerte ingestión de alcohol. Un niño inquieto en una guardería fue en una ocasión el responsable de la caída (Tabla número 2).
Tabla número 2. Causas de accidentes
Causas de accidentes |
Cantidad |
Problemas con los frenos |
20 |
Obstáculos |
19 |
Curva |
17 |
Maniobra de desvío |
10 |
Salto |
5 |
Espejuelos desplazados de su lugar |
4 |
Alcohol |
2 |
Defecto técnico |
5 |
Los mecanismos de caída .
La caída sobre el manubrio y la proyección subsiguiente hacia delante o el choque directo sobre los hombros, la mano extendida o el cráneo representa con un 66% de todos los casos el mecanismo típico de la caída. En segundo lugar se sitúa el resbalón lateral (29%), preferentemente en las curvas. El 4% de los accidentes tuvo lugar mediante una colisión directa contra un obstáculo mayor (tabla número 3).
Tabla número 3.
Los mecanismos del accidente.
Mecanismos del accidente |
Cantidad |
Caída sobre el manubrio |
66 |
Resbalón lateral |
29 |
Choque directo |
4 |
Otras causas |
1 |
Lesiones
Se registraron en total 11 lesiones, exceptuando las incontables excoriaciones. Las lesiones más frecuentes fueron, con 18 casos, la contusión craneal severa y con 11 casos la conmoción cerebral. Estas lesiones fueron combinadas con heridas del cráneo (7), fracturas orbitales (3) y fracturas del pómulo (2) (tabla número 4). De esta forma el cráneo (37%) es la parte del cuerpo que con más frecuencia resulta afectada.
Tabla número 4.
Lesiones del cráneo.
Lesión |
Cantidad |
Contusión en el cráneo |
18 |
Conmoción cerebral |
11 |
Herida en el cráneo |
7 |
Fractura orbital |
3 |
Fractura del pómulo |
2 |
La mayor variación en lesiones la presentó la extremidad superior con 8 fracturas de clavícula, 7 lesiones articulares acromioclaviculares (1 Tossy I, 2 Tossy II, 4 Tossy III), 7 fracturas de las articulaciones de la mano (4 fracturas del radio distal, 3 fracturas del os triquetrum), 7 contusiones a nivel de los hombros, 4 aberturas traumáticas del bursa olecrani y 1 fractura subcapital del humerus. 34 % de todas las lesiones se concentraron en la extremidad superior (figura número 4).
Figura número 3.
Distribución de la frecuencia de lesiones en las áreas del cuerpo.
Cráneo extremidad superior tronco extremidad inferior
Figura número 4.
Lesiones en las extremidades inferiores.
En la vertical dice: cantidad
Abajo dice en la primera línea: Clavícula Lesión del ACG Articulación de la mano Contusión en los hombros.
En la segunda línea: Distorsión HG. Bursa olecrani Subc. Humerus.
El 17% de todas las lesiones se pudieron registrar en la región del tronco y de la pelvis (tabla número 5).
Tabla número 5.
Las lesiones a nivel de la extremidades inferiores.
Lesiones |
Cantidad |
Contusión a nivel del tórax |
8 |
Fractura a nivel de las costillas |
4 |
Contusión a nivel de la columna vertebral |
4 |
Contusión en la pelvis |
2 |
Fractura LWK |
1 |
Herida a nivel de la rodilla |
7 |
Contusión de la rodilla |
5 |
Aquí se presentaron lesiones tales como 8 contusiones severas del tórax, 3 fracturas de costillas y 1 fractura de costillas en serie con hematotórax, 4 contusiones a nivel de la columna vertebral, 1 fractura LWK y dos contusiones en la pelvis con severos daños en las partes blandas (tabla número 5).
Las extremidades inferiores no fueron dañadas con tanta frecuencia (11%) y, ante todo, no tan severamente. La rodilla, al respecto, presentó 7 heridas con desgarro, de las cuales 2 con abertura del bursa prepatellaris y 5 contusiones severas, la parte más expuesta de las extremidades inferiores (tabla número 5).
Discusión
Acerca de la distribución de las lesiones en este deporte hasta el presente sólo hubo datos inexactos y escasos (1,3,4,5,6). Las causas exactas de los accidentes y su desenvolvimiento no han sido descritas en lo fundamental hasta ahora. Este trabajo presenta los resultados y análisis sobre las lesiones, causas de accidentes y su desarrollo en la temporada de 1993. Si se observa la probabilidad porcentual de lesiones de las regiones particulares del cuerpo entonces se ha de contar en más de un 50% de todos los accidentes con una lesión del cráneo. Los pocos ciclistas, que usaban casco (18=21,6%) no presentaron lesiones del cráneo en ningún de los casos.
Al usar un casco se pudo bajar drásticamente a cero la probabilidad de una lesión del cráneo y de esta forma también la cantidad absoluta de lesiones del cráneo. La frecuencia de lesiones en las extremidades superiores con 41,9% no fue menor que en las lesiones del cráneo. Mucho menor es la probabilidad de lesionarse a nivel del tórax (23,5%) o de las extremidades inferiores (17,3%) durante una caída. Si se trata de comparar las probabilidades de lesión con respecto a los mecanismos de los accidentes, entonces no sorprende que durante la caída sobre el manubrio y la subsiguiente proyección y choque las principales regiones del cuerpo afectadas sean el cráneo, los hombros, codos y rodillas.
El apoyo con la mano flexionada, favorecido por el resbalón lateral es la causa para que se produzcan con frecuencia fracturas distales del radio y desgarros a nivel del os triquetrum. La causa de la mayoría de las lesiones graves del tórax se han de buscar en el choque directo contra un obstáculo, especialmente contra los cantos de las piedras. En el 27% de todos los accidentes resultó indispensable un tratamiento estacionario. El 52% de los pacientes sometidos a tratamiento estacionario sufrieron de conmoción cerebral, fracturas del cráneo con y sin sangramiento intracerebral, así como también fracturas al nivel del rostro.
Una gran influencia la tiene la trayectoria del camino y su acabado sobre el acontecimiento relativo al accidente. El 80% de todos los accidentes tuvieron lugar en pendientes, en cuyo caso más del 97% estaban cubiertas por piedras. El gran ritmo en trayecto con pendientes, especialmente en curvas y la base de piedra impredecible indican con claridad el por qué no resulta posible una acción óptima en estas situaciones y se produce una caída.
Cuan importante puede ser una maniobra de frenado correcta y dosificada es algo que evidenciaron las cifras de accidentes provocados por los errores en los frenos. El frenado sobre piedras significa para el corredor una y otra vez un problema insoluble, el que se materializa mediante una caída a raíz de tal maniobra. Obstáculos como canales, huecos, piedras, cantos de piedras y grandes raíces son detonadores para una caída incontrolada y un terreno erróneamente calculado. Así pues cuando un casco o unos espejuelos de sol pueden ser de mucha ayuda hay que asegurarse de que estos componentes del equipamiento no se desplacen de su lugar. Al ocurrir un desplazamiento no sólo se pierde la visión sino que mediante el intento de corrección se pierde también el control óptimo sobre la bicicleta. El desperfecto técnico no jugó un papel importante en el surgimiento de accidentes.
Se ha de señalar el hecho de que no hubo que criticar desperfectos particulares en el frenado. Los ciclistas con pedales de click (13%) o aquellos con correas (25%) fueron protegidos de las lesiones graves. Una encuesta entre ciclistas de alto rendimiento dio como resultado que ambos sistemas proporcionan un mayor dominio sobre la bicicleta (8). En el caso de una caída el ciclista mantiene contacto con el pedal y de esta forma un control más prolongado sobre toda la bicicleta. Producto de una caída controlada no se puede evitar la obligada excoriación pero si la combinación de lesiones, que resultarían de la acción de ser catapulteado sobre el manubrio.
El análisis de los momentos en que tuvieron lugar los accidentes mostró una frecuencia con dos cimas entre las 13:00 y las 15:30 horas y entre las 17:00 y las 19:00 horas. La primera se produce conjuntamente con el descenso biológico del hombre. La combinación de la baja en los rendimientos y el agotamiento físico pudieran ser los factores para una caída de la concentración y por ende la probabilidad crecientes de la ocurrencia de accidentes. La segunda frecuencia en la aparición de accidentes se puede ver relacionada con la realización de la actividad de recreación al final de la jornada de trabajo.
El agotamiento físico pero también el psíquico después del día de trabajo desempeñan aquí un gran papel. En ambos casos la génesis del agotamiento influyó sobre el suministro deficiente de energía y líquidos (7). La segunda cima en la periodicidad de los accidentes no sólo afectó al grupo de ciclistas ocasionales sino a todos los niveles de rendimiento por igual.
Como lo ha evidenciado el presente trabajo el ciclista con su comportamiento al conducir determina en gran medida su propio riesgo de accidente. Precisamente la conducción por terreno accidentado exige de una buena condición física, una capacidad de autoanálisis buena, conocimiento de la trayectoria y experiencia. El riesgo de lesiones ha demostrado que un casco debe ser un componente principal en el equipamiento del ciclista de mountainbike. Otros protectores no han sido validados hasta tal punto o no han sido simplemente lo suficientemente verificados.
El beneficio sano que se puede obtener mediante el ciclismo de mountainbike es inmenso. Por tal razón los resultados de este trabajo deben ayudar a minimizar el riesgo de lesiones.
Revisado y actualizado por: Lic. Mariela C. Z (17/02/03)
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