Palabras claves: FRECUENCIA CARDIACA/LACTATO/CARRERA/MEDICINA DEPORTIVA
Título: El comportamiento de la frecuencia cardiaca y el lactato durante la carrera libre y el trote en el agua.
Autor(es): Schimidtbleicher, D.
Traductor: Publio Cepero Fadraga (SETIDEP)
Fuente: Revista Alemana de Medicina Deportiva, No. 5, Vol 47, 1997, p. 183 – 189, Ilus.
Texto completo:
Resumen
La utilización de la frecuencia cardiaca como parámetro de control en el trote en el agua está acompañada de una gran inseguridad, ya que las fórmulas y niveles de la frecuencia cardiaca del entrenamiento de la carrera en campo y pista no resultan adecuadas al medio debido a las transformaciones hemodinámicas y específicas de la inmersión que tienen lugar en el agua. Al mismo tiempo se conoce poco sobre el comportamiento del metabolismo al emplear datos de la frecuencia cardiaca durante el trote en el agua.
Diez sujetos del sexo masculino tomaron parte en la investigación, ninguno de los cuales había participado anteriormente de forma regular en el entrenamiento en agua. En un primer periodo de investigación se determinó la interrelación de la frecuencia cardiaca con el lactato en la carrera libre por medio de una prueba de escalera de campo (5 x 1200 metros). En el segundo período los participantes realizaron dos pruebas de escalera de trote en el agua con una secuencia similar, en las cuales se redujeron las frecuencias cardiacas medidas en la carrera libre durante la primera prueba de trote en el agua en cada nivel en 20 pulsaciones por minutos y en la segunda prueba con 40 pulsaciones por minutos.
La comparación de los valores de lactato resultantes entre la carrera libre y el trote en el agua, relacionados con los niveles particulares, indica que para el logro de iguales valores de lactato, como promedio, en los primeros tres niveles de carga se ha de presumir una reducción de la frecuencia cardiaca de 40 pulsaciones por minuto, mientras que en los últimos niveles basta una reducción de 20 pulsaciones por minuto. Un análisis más exhaustivo de los casos particulares indica que existen diferentes tendencias en la relación lactato – frecuencia cardiaca. Los resultados de este trabajo llaman la atención acerca de una aplicación limitada de la frecuencia cardiaca como parámetro de control del trote en el agua.
Introducción
En la búsqueda de contenidos de entrenamiento eficientes y alternativos el Aquajogging (trote en el agua) se alegra del desarrollo de los rendimientos generales y específicos en el ámbito de la prevención y la terapia, tanto como por la predilección de que goza este deporte tanto como deporte de recreación como también en su calidad de deporte de alto rendimiento. Ello pudiera surgir, por una parte, a partir del criterio del atleta sobre el aspecto motivacional durante el entrenamiento en un medio como el agua, extraño a la mayoría de los deportes mientras que por otro lado entre los entrenadores y terapeutas se encuentra en primer lugar la descarga de estructuras pasivas condicionadas por la fuerza de empuje.
Desde el punto de vista deportivo de los rendimientos el trote en el agua se integra cada vez más al proceso de entrenamiento de aquellos deportistas que están sometidos a elevadas cargas y grandes volúmenes de entrenamiento y que proceden de disciplinas muy relacionadas con el movimiento, tales como el triatlón, atletismo, ciclismo. De manera preventiva y para la rehabilitación tiene lugar el empleo, ya sea de forma independiente al deporte en fases apropiadas de acuerdo con traumas agudos ya sea en caso de trastornos degenerativos crónicos a nivel del aparato motor (15). El trote en el agua se recoge en este trabajo como suspended deep water running, es decir, que los movimientos de la carrera en aguas profundas no tiene contacto con el piso. El cuerpo es sostenido en una posición parecida a la carrera, casi vertical, es apoyado por una ayuda de empuje y la cabeza, el cuello y los hombros se encuentran fuera del agua (head out inmmersion).
Conjuntamente con los objetivos típicos del entrenamiento en la terapia activa (mejoramiento de la movilidad, las capacidades coordinativas y las formas de presentación de la fuerza) el trote en el agua puede fomentar el mejoramiento de la resistencia tanto en la elevación de la capacidad aerobia como también anaerobia.
Independientemente de la selección del método de entrenamiento se plantea automáticamente la cuestión relativa al control apropiado de las cargas. Según Wilder y Brennan (31) resultan suficientes para los métodos a intervalos la frecuencia de movimiento y con limitaciones el sentimiento subjetivo de carga (RPE = rating of perceived exertion, Borg (2)), mientras que para el método de resistencia resulta válida la selección de la frecuencia cardiaca como parámetro de control. Los datos relativos a la frecuencia cardiaca, muchas veces verificados y tan usados producto de su efectividad en la carrera y el ciclismo en el terreno no se pueden, sin embargo transferir directamente al trote en el agua producto de las diferentes propiedades físicas de ese elemento.
Conjuntamente con el efecto deseado del empuje (pérdida de peso) se facilita el flujo de regreso de la sangre venosa, condicionado por la presión hidrostática que actúa sobre el cuerpo. Se produce un desplazamiento del volumen de la sangre en dirección al tórax, todo lo cual lleva consigo a la elevación del volumen cardiaco y del pulso conjuntamente con un descenso, al unísono, de la frecuencia cardiaca. (10, 23).
En relación con la medida de la reducción de la frecuencia cardiaca que se ha de tener presente para el control de la intensidad en el entrenamiento de resistencia existen, comparativamente, pocas informaciones confiables. Según De Mondenard (9) y Reichle (25) se han de prever descensos en el nivel de los 10 a las 20 pulsaciones por minuto. Por consiguiente diferentes trabajos empíricos presentan reducciones de la frecuencia cardiaca con carga máxima entre el 5 y el 10% (4, 28, 29). De acuerdo con los trabajos de Christie y colaboradores (5), así como también de Svedenhag y Seger (28) el descenso de la frecuencia cardiaca pudiera presentarse en los casos de cargas pequeñas y extensivas con tendencias a la baja y ante cargas más intensas al aumento.
En relación con la seguridad deseada de los efectos del entrenamiento aerobio, con ayuda del control de la intensidad y a partir de la frecuencia cardiaca, resulta además de interés cómo se comporta el metabolismo ante una frecuencia cardiaca reducida. En esta interdependencia el trabajo de Svedenhag y Seger (28) brinda realmente indicaciones. Ellos observaron un desplazamiento a la izquierda de la curva de lactato relacionada con el consumo de oxígeno durante la práctica del trote en el agua.
Para el presente trabajo resultaron los siguientes planteamientos:
¿En qué medida hay que reducir la frecuencia cardiaca en el agua a fin de obtener una exigencia metabólica semejante a la de la carrera en el terreno?
¿Cómo se comporta el metabolismo durante el trote en el agua con la misma frecuencia cardiaca con respecto a la carrera en el terreno?
Metodología
Prueba al azar: Siete estudiantes de deportes participaron en la investigación y tres estudiantes de otras esferas especializadas orientados en el deporte de alto rendimiento (edad: 28.1 ± 4,1 años; peso: 73.6 ± 3,9 kg.; Talla: 177.7 ± 3.1 cm) de la Universidad Johan Wolfgang Goethe de Frankfurt. La frecuencia de entrenamiento en los últimos seis meses antes del estudio fue como promedio de 5.2 ± 2.53 horas por semana. La prueba se realizó entre sujetos suficientemente experimentados en la carrera. Ninguno de los participantes no había practicado regularmente con anterioridad el trote en el agua.
Diseño de la investigación / procedimiento de las cargas
Para responder las preguntas planteadas se debía comparar en un diseño de investigación complejo la carrera libre y el trote en el agua con ayuda de las pruebas de escaleras de terreno con respecto a posibles diferencias en la interdependencia frecuencia cardiaca / lactato.
Prueba de escalera de terreno
Primeramente todos los participantes realizaron una prueba de escalera en el terreno de 5 x 1200 metros (FST 1200). Debido a que los sujetos no estaban entrenados en la resistencia específica de la carrera se desistió de la realización de una prueba de escalera en el terreno con niveles particulares más largos (27). La prueba tuvo lugar en la pista de tartán de 400 metros perteneciente al Instituto de Ciencias deportivas. Las velocidades iniciales se determinaron en dependencia del nivel de resistencia individual. De ahí resultaron longitudes del primer nivel desde 7:12 hasta 6:48 minutos. Los tiempos de las cargas se redujeron por nivel en 24 segundos. El control de la velocidad tuvo lugar mediante una señal acústica sobre marcas con una separación de 100 metros.
La prueba por niveles – Trote en el agua
A fin de poder comparar entre sí la situación metabólica durante la carrera en el terreno y el trote en el agua se modificó el FST 1200 de acuerdo con las condiciones específicas del agua. Los tiempos de cargas individuales por nivel fueron idénticos a los tiempos del FST 1200. La determinación de la intensidad tuvo lugar con la ayuda de las frecuencias cardiacas de los niveles particulares del FST 1200. Con el objetivo de acercarse a la reducción de la frecuencia cardiaca que se presenta realmente bajo inmersión, se llevaron a cabo dos pruebas de trote en el agua.
En la primera prueba se redujeron las frecuencias cardiacas procedentes de los niveles particulares del FST 1200 en 40 pulsaciones por minutos (AQUA I) mientras que en la segunda en 20 pulsaciones por minuto (AQUA II) (tabla número 1). Esta forma de procedimiento se basa tanto en las recomendaciones procedentes de la bibliografía como también en los resultados de investigaciones anteriores.
Antes del comienzo de la prueba tuvo lugar una introducción básica en la técnica del trote en el agua. Como ayuda se utilizó el ² Wet Vest² (Chaleco mojado) (Fa. Bioenergetics, USA). Los sujetos tenían la tarea de simular la carrera en la tierra lo más exactamente posible. La técnica de carrera fue controlada por el director de la investigación durante la realización de la prueba. Los participantes tenían que rectificar de inmediato las alteraciones graves de la técnica.
La realización de ambas pruebas de trote en el agua tuvo lugar en una secuencia en la piscina del Instituto de Ciencias deportivas. La temperatura del agua alcanzaba en todas las pruebas entre 26 y 27 grados centígrados. Entre los las investigaciones particulares transcurrieron, en cada caso, como mínimo 3 días. Los sujetos fueron advertidos de, la víspera de la prueba, no realizar un entrenamiento deportivo intenso. A partir de aquí se deben mantener las costumbres normales de alimentación. Directamente antes de una prueba había que mantener una carencia nutricional de dos horas.
Tabla 1
Representación a manera de ejemplo de la determinación de la intensidad con ayuda de la frecuencia cardiaca en ambas pruebas² Aqua² en el caso del sujeto XY.
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Nivel 1 |
Nivel 2 |
Nivel 3 |
Nivel 4 |
Nivel 5 |
FST 1200 |
141 |
160 |
173 |
185 |
194 |
AQUAI (-40) |
101 |
120 |
133 |
145 |
154 |
AQUAII(-40) |
121 |
140 |
153 |
165 |
174 |
La sangre para la determinación del lactato se tomó en reposo, después de cada nivel y un minuto después del final de las cargas. La interrupción de las cargas entre los niveles particulares fue en todas las pruebas de 60 segundos. Fue necesaria la prolongación de los tiempos habituales de las pausas en 30 segundos porque los sujetos tenían que abandonar el agua durante el trote para las tomas de sangre. Las concentraciones de lactato se midieron utilizando el procedimiento PAP (Fa. Analyticon, Burbach) y el Fotómetro LP 400 (Fa. Dr. Lange, Berlín). Las mediciones de la frecuencia cardiaca durante el FST 1200 tuvieron lugar en los últimos cinco segundos de un nivel de cargas con el medidor de frecuencia cardiaca ACCUREX II (Fa. Polar Electro, Groß-Gerau).
El control de las frecuencias cardiacas en ambas pruebas de trote en el agua fueron tomadas por el director de la investigación, manteniéndose cerca de los sujetos en el agua. Mediante la propia observación de las frecuencias cardiacas se eliminaba un posible trastorno en la ejecución de los movimientos. Los valores del RPE según la escala de Borg (2) se recogieron al mismo tiempo con la toma de sangre según los niveles particulares.
Tabla 2
Valores promedios de lactato y las desviaciones estándares (en mmol/l) en los niveles particulares de cargas del FST 1200, AQUAI y AQUA II; * = p < 0.05 (en cada caso comparada con FST 1200).
|
Nivel 1 |
Nivel 2 |
Nivel 3 |
Nivel 4 |
Nivel 5 |
FST 1200 |
3.0± 1.26 |
3.3± 1.26 |
4.2± 1.74 |
5.6± 2.77 |
7.8± 3.76 |
AQUA I(-40) |
2.5± 0.98 |
2.8± 1.31 |
3.2± 1.49 |
3.5± 1.65* |
4.4± 2.48* |
AQUAII(-20) |
5.1 ± 2.39 |
5.1 ± 1.83 |
5.6 ± 2.26 |
6.5 ± 2.44 |
7.9 ± 3.42 |
Estadísticas
La distribución normal de todos los datos se verificaron con la prueba de kologorov – Smirnov. A fin de comparar los procedimientos de las tres pruebas se aplicó un análisis bifactorial de las variaciones con repetición de las mediciones en los factores ² procedimiento de la prueba² (por triplicado) y ² el nivel de las cargas² (quintuplicado) y en la secuencia de la prueba de Scheffé para las comparaciones múltiples de los valores (3).
Resultados
En la tabla número 2 se presentan los valores promedios de los grupos relativos a las concentraciones de lactato en los niveles de carga particulares (ver también figura número 1). El análisis bifactorial de las variaciones produce efectos altamente significativos (p < 0.001) tanto en ² el procedimiento del test² (Valor F 30.7) y en ² el nivel de las cargas² (valor F 21.6) como también en la ² interacción² (valor F 12.3). Los valores detectados en los tres procedimientos de test (FST 1200, Aqua I, Aqua II) se diferencian estadísticamente de manera significativa. De acuerdo con las espectativas se produce un aumento exponecial de lactato en los cinco niveles de carga. A partir de lo anterior la elevada interacción de ambos factores muestra que el desarrollo de los valores de lactato a través de los cinco niveles de cargas transcurre de forma diferente en los tres procedimientos de prueba.
Los resultados de la prueba de Scheffé, realizada con la finalidad de precisar las diferencias de los valores promedios, se pueden observar en la tabla número 2. En los primeros tres niveles existen entre el FST 1200 y Aqua II tendencias de diferenciación, que no son estadísticamente importantes pero que son significativas desde el punto de vista del contenido. En los niveles 4 y 5 se producen grandes diferencias entre FST 1200 y Aqua I.
Discusión
La reducción de la frecuencia cardiaca presente durante la inmersión como resultado de un desplazamiento del volumen sanguíneo a nivel del tórax es uno de los fenómenos conocidos en la fisiología. Mientras que en la bibliografía internacional existe gran concenso con respecto a una disminución de la frecuencia cardiaca durante el trabajo máximo en el agua, no se responde de una forma tan unida la pregunta, tan importante desde el punto de vista práctico del entrenamiento, de la reducción a precisar bajo cargas submáximas (13). En el presente trabajo se debe analizar el comportamiento de la frecuencia cardiaca en relación con el metabolismo muscular, porque con la ayuda del parámetro más apropiado actualmente ² lactato² se puede determinar de la manera más exacta la magnitud de la exigencia metabólica y de esta forma la dirección de la reacción aguda (30).
Los resultados muestran reducciones más evidentes de la frecuencia cardiaca que las encontradas hasta el presente en las investigaciones efectuadas con el consumo de oxígeno (4, 13, 26, 28, 29, 33). De forma interesante se producen descensos más intensos de frecuencia cardiaca, como promedio, en los niveles pequeños y extensivos que en los intensivos. Por tanto, para los niveles de intensidad, correspondientes a los tres primeros niveles de una prueba de tal tipo, se ha de prever una reducción de 40 pulsaciones por minuto, mientras que en las cargas idénticas a los dos últimos niveles bastaría un descenso de 20 pulsaciones por minuto.
Un análisis de los casos particulares muestra que ninguna curva de frecuencia cardiaca-lactato individual refleja el comportamiento del grupo. Se pueden, sin embargo, identificar patrones individuales.
Cuatro sujetos presentan una coincidencia en las curvas de frecuencia cardiaca-lactato con una reducción de 20 pulsaciones por minuto (curva modelo representativa a ver en la figura número 2). Por cierto que una de estas cuatro personas alcanza en el último nivel el valor de lactato mayor de todos los tres procedimientos de pruebas FST 1200, de manera que en el último nivel se pudiera prever una reducción más pequeña de la frecuencia cardiaca.
Los individuos, sometidos a estudio, alcanzan con una disminución de 40 pulsaciones por minuto idénticos valores de lactato que en el FST 1200. El resto de los cuatro participantes presentan un comportamiento mixto. Se evidencia, sin embargo, en todos una tendencia en el comportamiento del grupo. Esto significa una reducción más elevada en los niveles pequeños y extensivos que en los más intensivos. Las reducciones absolutas que se derivan de los valores promedios del grupo (tabla número 2) no se presentan, sin embargo, en estos cuatro participantes. Dos sujetos muestran con un descenso de 40 pulsaciones por minuto (Aqua I) en los tres primeros niveles valores de lactato superiores que en FST 1200. Al mismo tiempo no se observa comportamiento de lactato exponencial alguno. Más aún, los valores de lactato mayores se logran ya en el primer nivel. En los niveles subsiguientes permanecen iguales o descienden poco los valores. Este fenómeno tiene probablemente sus causas, en primer lugar, en las cargas inusuales durante el trote en el agua. Se pudiera pensar igualmente que los valores elevados de lactato sean resultado, en el nivel inicial, del ² empeño de alcanzar² demasiado rápido la frecuencia cardiaca prevista. Al sacar estos dos individuos del análisis estadístico no se produce, sin embargo, transformación alguna del resultado del grupo.
Figura 1
Valores promedio del grupo relativos a la concentración de lactato en sangre en la prueba de escalera de campo (FST 1200), trote en el agua (-40 pulsaciones por minuto) y trote en el agua II (-20 pulsaciones por minuto).
A la izquierda dice:
Lactato (mmol/l)
Abajo dice:
Niveles de las cargas.
Figura 2
Curvas modelos de un sujeto con coincidencia en los valores de lactato durante la prueba de escalera de campo (FST 1200) y trote en el agua II (-20 pulsaciones por minuto).
A la izquierda dice:
Lactato (mmol/l)
Abajo dice:
Niveles de las cargas.
Por otra parte resulta de interés como el metabolismo se comporta con la aplicación de las reducciones hasta aquí usuales. Al respecto debe tener lugar una comparación entre los valores de lactato en el primer y segundo nivel entre FST 1200 y Aqua II. Las intensidades extensivas que sirven de base a estos niveles tienen la correspondiente importancia para un entrenamiento de resistencia de acuerdo con el método a largo plazo con frecuencia cardiaca como parámetro de control porque se permanecen por debajo del nivel de transición aerobio-anaerobio en la selección sometida a estudio (6, 8).
Se evidencia que en el trote en el agua una reducción de 20 pulsaciones por minuto con respecto a la carrera en el terreno provoca consigo, como promedio, valores ostensiblemente altos de lactato (nivel 1:3,0 vs. 5,1 mmol/l; nivel 3:3,3 vs. 5,1 mmol/l, ver también tabla 2). Incluso en una disminución de este tipo, que se sitúa en el límite superior de las recomendaciones realizadas hasta el presente, se modifica cualitativamente el efecto del entrenamiento.
A fin de poder establecer una comparación a nivel de la situación metabólica con frecuencia cardiaca idéntica entre la carrera en el terreno y la carrera en el agua cuatro sujetos, sometidos a estudio, realizaron al final de la prueba Aqua un nivel adicional, en el cual se debía alcanzar la frecuencia cardiaca del tercer nivel del FST 1200. La tabla 3 muestra como resultado que las mismas frecuencias cardiacas en el agua plantean una exigencia ostensiblemente superior de liberación de energía lactácida.
En general se puede afirmar que en todos los individuos, independientemente de las intensidades, se redujeron las frecuencias cardiacas al lograr los mismos valores de lactato como mínimo en 20 pulsaciones por minuto.
Tabla 3
Nombre (Hf) FST 1200 Trote en el agua |
||
FK (167) FS (164) JS (184) TD (173) |
3.9 5.4 2.7 4.1 |
6.9 8.0 8.2 7.3 |
Ningún sujeto muestra el comportamiento imaginable de acuerdo con la situación teórica inicial, según la cual la reducción en la esfera extensible era más bien pequeña y en la intensiva más bien alta. El caso es lo contrario. De todas formas hay que decir que en los estudios efectuados hasta el presente se han visto las modificaciones de la frecuencia cardiaca siempre en relación con el consumo absoluto y porcentual de oxígeno. El comportamiento contrario en relación con la disminución en algunos sujetos pudiera producirse, presumiblemente, mediante la economía de movimiento en el transcurso de una prueba.
¿Qué mecanismos de regulación provocan, a partir de las transformaciones típicas de la inmersión, estas ostensibles reducciones de la frecuencia cardiaca o, expresado de otra forma, por qué se encontraron entre las disminuciones, en correspondencia con las recomendaciones usuales, valores ostensiblemente superiores de lactato que los de la carrera en el terreno?
En la esfera del sistema de transporte de oxígeno hay que preguntarse si la musculatura de trabajo bajo inmersión cuenta con menor cantidad de oxígeno. La disminución básica de la frecuencia cardiaca va acompañada, sin embargo, de una elevación del volumen de las pulsaciones mientras el volumen temporal del corazón permanece inalterable (10, 23).
Una exigencia lactácida superior como resultado de una actividad simpática intensificada es algo que puede ser, presumiblemente, descartado porque bajo inmersión se encuentran mas bien niveles de catecolamina reducidos o inalterables (7).
Como otra causa se puede pensar en las diferencias en el estereotipo motor. Partiendo de esta base se ha de reflexionar aquí hasta qué punto los movimientos de la carrera en el terreno y en el agua se pueden equiparar cualitativamente con idéntico valor. Una característica importante del trote en el agua es que a diferencia de la carrera en el terreno no existe ciclo alguno de extensión – acortamiento de la cadena de extensores de la pierna. Esta forma económica de trabajo muscular, relativamente independiente, (14, 17) no se puede presentar al correr en aguas profundas producto del peso corporal actualmente reducido (fuerzo de empuje), el efecto de la resistencia del agua y la falta de contacto con la superficie del suelo. Por lo tanto no existen ni las condiciones para una aceleración inicial, suficientemente elevada, de la cadena de extensores de la pierna en la fase excéntrica ni el agua permite un movimiento de giro rápido en la fase simulada de apoyo en el sentido de un tiempo de contacto breve.
Los mecanismos potenciadores del rendimiento (almacenamiento eficiente de la energía en los elementos elásticos y su utilización en la fase concéntrica, así como también una reactivación elevada mediante la actividad refleja) no se pueden aplicar, por ende, durante la carrera en aguas profundas.
Mucho más pudiera existir el movimiento del trote en el agua a partir de una forma de trabajo puramente concéntrica de la cadena de extensores de la pierna durante la extensión de la pierna y de una forma de trabajo concéntrica de la musculatura flexora de las caderas durante la elevación de la pierna.
A partir de aquí se modifica el modelo de movimiento debido a que resulta imprescindible el trabajo muscular adicional para el mantenimiento de la posición en el agua ya que el chaleco para el trote en el agua representa tan solo una ayuda para el empuje. Por último impide también la simulación de la carrera ´halada´ y obstaculiza considerablemente la coordinación entre los brazos y las piernas. El patrón de movimiento modificado por la resistencia del agua y la falta de contacto con el suelo y las reactivaciones más largas de los músculos se pueden ver por tanto como una causa esencial para la necesidad más intensa del metabolismo anaerobio (28).
Visto a partir de la calidad del movimiento de las extremidades inferiores el trote en el agua se asemeja, independientemente de la inclinación del tronco, más bien al ciclismo o al movimiento conocido por stepper en la esfera de la aptitud, incluso cuando la fase de elevación de la pierna en el trote en el agua exige probablemente más trabajo muscular producto de la resistencia del agua. Indicaciones relativas a una semejanza posible del trote en el agua y el movimiento en el ciclismo se han de encontrar en Connelly y colaboradores (7).
Al comparar dos pruebas de escalera en ciclismo sobre carretera y en el agua con intensidades entre 40% y 100% del consumo máximo de oxígeno no observaron diferencia alguna en los valores de lactato resultante. Estos resultados indican que los valores más elevados de lactato en el trote en el agua no se produjeron mediante un empeoramiento específico de la inmersión de la irrigación muscular. (13).
Por parte de diferentes autores se afirma que la magnitud de la reducción de la frecuencia cardiaca depende del grado de experiencia o de la madurez de la técnica del movimiento. Nuevas indicaciones sobre la pregunta aún no aclarada las ofrece el trabajo de Frangolias y Rhodes (13). Encontraron entre trotadores en el agua, extremadamente experimentados, descensos promedios de la frecuencia cardiaca de 13 pulsaciones por minuto y en el logro del consumo máximo de oxígeno una reducción de 15 pulsaciones por minuto. Estos descensos se sitúan, sin embargo, en las esferas también localizadas entre los que fueron menos entrenados.
Ante este hecho resultan interesantes los resultados de dos sujetos de nuestro estudio, los que realizaron grandes volúmenes de entrenamiento en la bicicleta. Ellos fueron los únicos que lograron en el FST 1200 y Aqua II valores de lactato prácticamente idénticos. En estas dos personas se presentaron las disminuciones más pequeñas de la frecuencia cardiaca (-20 pulsaciones por minuto). Condicionado por lo específico de los movimientos del ciclismo ello podría confirmar la tendencia, según la cual las reducciones entre los sujetos entrenados se presentan más pequeñas.
En esta interdependencia se plantea también la pregunta de hasta que punto se influye en los resultados mediante las variantes de la técnica. Con respecto a la coordinación de piernas y brazos se pudieron ver variaciones evidentes, las que se pudieron mantener, sin embargo, constantes a lo largo de la investigación. Se pudiera pensar en el hecho de que una estandarización de las frecuencias y las amplitudes a nivel de piernas y brazos permite un mejor análisis de los datos. Un control de este tipo no garantiza un grado elevado de economía al establecerse una comparación entre individuos. En el marco del presente estudio se debería abordar tan solo la cuestión relativa a si, bajo el mantenimiento de la técnica general aprendida, la frecuencia cardiaca resulta un parámetro de control apropiado para el control de una situación metabólica determinada en el trote en el agua. La valoración de la influencia de la estandarización de diversos parámetros motores sobre la interdependencia frecuencia cardiaca – lactato en el trote en el agua debe ser sometida a futuras investigaciones.
Una magnitud de influencia importante con respecto al comportamiento de la frecuencia cardiaca en el trote en el agua es la temperatura del agua. Con el mismo rendimiento pero con temperatura ascendente del agua se eleva también, fundamentalmente, la frecuencia cardiaca. Este fenómeno es, en gran medida, independiente del tipo de exigencia motora (16, 24). Las diferencias en las reducciones de la frecuencia cardiaca entre diferentes estudios pudieran tener sus causas, entre otras cosas, en la diferentes temperaturas del agua. Una comparación directa de nuestros resultados con otros estudios, relacionados con las temperaturas del agua, no puede tener lugar producto de los diferentes principios empleados en el ensayo. Un análisis de las investigaciones metodológicamente comparadas indica, sin embargo, que también con iguales temperaturas del agua se pueden presentar diferencias evidentes en las reducciones (por ejemplo: Frangolias/Rhodes (13) versus. Jamaji y colaboradores (33). Las diferencias de temperatura del agua no bastan por tanto como único principio aclaratorio para las diferencias en los resultados.
A diferencia de los resultados de Svedenhag y Seger (28) los cálculos de correlación para los valores de lactato y RPEno ofrecieron interdependencias de importancia. De esta forma lo menos que podemos hacer es dudar que los valores RPE, citados al inicio por Wilder y Brennan, resulten apropiados para el control de las cargas en los métodos a intervalos.
Este trabajo se ha de entender como un investigación de prueba. Las reducciones de la frecuencia cardiaca observadas con el fin de obtener iguales valores de lactato necesitan de otras comprobaciones en el futuro. Al respecto se ha de aclarar, especialmente, el hecho de si existen realmente diferencias entre los entrenados y los no entrenados. La aplicación de frecuencia cardiaca como parámetro de control sólo se puede recomendar de manera condicionada sobre la base de los resultados presentes. La programación de las cargas controladas por la frecuencia cardiaca debe tener lugar, siempre, sobre la base de una prueba de escalera en el agua, a fin de tener en cuenta también las diferentes respuestas entre individuos de la frecuencia cardiaca que se presentan en el terreno.
En el futuro debe observarse más la interdependencia entre la frecuencia del movimiento y la situación metabólica porque a este nivel se puede disponer, posiblemente, de un parámetro mejor apropiado (20, 22, 32).
Los efectos de transferencias para las disciplinas de carrera, esperados en el trote en el agua, pueden parecer posiblemente pocos producto de la carencia de lo específico del movimiento en el agua. Una influencia positiva de la capacidad de rendimiento de la carrera se ha de esperar primero mediante la elevación de los almacenadores locales de energía, de una adaptación específica de la capacidad aerobia, de gran importancia para la carrera, y no mediante la simulación válida del estereotipo de la carrera. Los efectos evidentes del trote en el agua sobre la resistencia en la carrera, postulados por Eyeston y colaboradores (12) es algo que se puede confirmar en el futuro, pero que por el momento hay que esperar.
El trote en el agua no puede ser observado, producto de la ausencia específica de la carrera, como un entrenamiento de igual valor sino como algo alternativo. Este tiene seguramente una importancia mayor en el futuro, ante todo en la esfera deportiva para mantener la salud y la terapéutica (1, 11, 20). Ello no excluye, sin embargo, la aplicación del trote en el agua en el deporte de alto rendimiento con objetivos de recuperación.
Revisado y actualizado por: Lic. Mariela C. Z (20/02/03)
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