Palabras claves: EDUCACIÓN FÍSICA

Título: DINÁMICA DEL DESARROLLO MOTOR DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE 0 – 5 AÑOS

Autores: Dra. Gladys Bequer Díaz,Ms.C. Ofelia Agrelo
Directora Nacional Educación Física y Promoción de Salud, Instituto Nacional de

Institución: Deportes, Educación Física y Recreación, Cuba.
Universidad de Ciencias Pedagógicas. José Varona
E.mails: dircult@inder.cu

 

RESUMEN
El mundo del movimiento tiene su génesis en el vientre materno; cuando aproximadamente a las diecisiete semanas ya el feto comienza a hacerse sentir a partir del incremento de su actividad.
El desarrollo intrauterino logrado favorece la movilidad de casi todas las articulaciones del cuerpo y esto ha sido corroborado en estudios científicos realizados donde fetos entre los cuatro y cinco meses, realizan movimientos estrictamente locales, únicos, con una duración de 0.2-0.5 segundos, movimientos locales por series de una duración hasta de 20-30 seg. a partir del sexto mes, con posterioridad movimientos fuertes en diferentes direcciones, movimientos sincrónicos con sucesivo aumento del tiempo, hasta llegar a periodos más prolongados de actividad locomotriz de hasta 60 seg. o más con breves intervalos. El nivel de madurez fisiológico y funcional alcanzado por el feto en los últimos meses del período pre natal garantiza la recepción de las informaciones exteroceptivas que provocan determinadas formas de reacción locomotriz.
Al nacer el niño presenta una serie de mecanismos reguladores y reflejos que le permiten la supervivencia y que sin lugar a dudas juegan un rol fundamental en la adaptación a las nuevas condiciones de vida; comienza aquí a ejercer su influencia decisiva la estimulación temprana y oportuna del desarrollo por parte de los adultos más allegados al recién nacido, pues de ella depende que desaparezca en mayor o menor tiempo la inhibición de la motricidad ante la hipertonía del bebé y abandone la posición flexionada en la que permaneció durante largo tiempo.


Los primeros movimientos del período post natal, generalmente son considerados como expresiones del niño para lograr la satisfacción de sus necesidades vitales: sin embargo esa dinámica que se establece en la relación niño-adulto, hace posible el tránsito a niveles superiores en su desarrollo motor y garantiza establecer una interacción constante en un mundo más activo y objetivo.
Las transformaciones que se producen en las formas básicas de movimiento desde el nacimiento, se manifiestan inicialmente a través de los movimientos globales y movimientos aislados como mover la cabeza, levantarla, mantenerla erguida, entre otros, se inician incipientes desplazamientos y progresivamente el bebé incrementa sus posibilidades motrices para poder, agarrar, tirar, gatear, sentarse, así como otras formas de desplazamiento como caminar, correr, saltar; todo ello evidencian la explosión del desarrollo motor que se produce en las primeras edades.
Esas amplias posibilidades motrices que se manifiestan en los primeros años de vida, favorecen que el niño tome iniciativa y que sus movimientos se realicen con estabilidad y coordinación. Como sujeto activo de su propio desarrollo logra también regular la situación de su cuerpo en el espacio y en el tiempo, con un accionar cada vez más independiente que permite identificar al movimiento como la vía para conocer y transformar el mundo que le rodea; sin dejar de considerar que sus movimientos en estrecha relación con el desarrollo perceptual y la capacidad de razonar sean considerado necesarios para un adecuado desarrollo integral.
Lo expuesto anteriormente no se produce de forma espontánea, se estructura sobre la base de adquisiciones anteriores, esto revela la necesidad de una caracterización del desarrollo motor del pequeño, propósito que se cumple en el presente estudio, donde de manera diferenciada se evalúa el comportamiento de las diferentes acciones motrices exploradas en una muestra de niños y niñas desde el nacimiento hasta los cinco años de edad.