http://informe21.com/telefonia/tecnologia-deporte-protagonista-llego-quedarse

Autor: Simón Palomo

Cuando se habla de tecnología en el deporte, se suele hacer una conexión inmediata con chequeo de repeticiones por parte de jueces, o la inclusión de censores en la línea de anotación o la introducción de dispositivos electrónicos en los balones de algunas disciplinas, y es lógico. Pero al utilizar el término “tecnología” en temas referidos a deportes, acostumbramos a descartar en la percepción inicial cosas un poco más simples y que también forman parte de la influencia tecnológica en las actividades deportivas. Si bien es cierto que están sucediendo cosas inimaginables en el planeta deportivo gracias a los avances de la ciencia, como que un equipo de ciclismo se comunique entre sí durante una competencia con dispositivos digitales; hay otros elementos que pasan desapercibidos.

Por ejemplo, los uniformes o vestimentas deportivas, diseñadas específicamente para que cada atleta se sienta más cómodo, no se moje con su propio sudor o incluso para que su cuerpo se torne un poco más “aerodinámico” o calzados confeccionados para sacarle el mayor provecho a las habilidades de los jugadores al momento de patear una pelota o correr por ella.

Las marcas de implementos deportivos se esfuerzan cada vez más para que sus productos tengan características que potencien el desempeño de un deportista que –además- es ayudado por suplementos vitamínicos para que su condición física se mantenga intacta bajo el rigor de la alta competencia.

La lucha por alzar un trofeo o colgarse una medalla ya no está estrictamente ceñida a la rigurosidad del entrenamiento de quien compite y de sus condiciones innatas para desempeñarse en su especialidad. Desde hace algún tiempo existe un “factor Z” en la ecuación y es la tecnología. Su presencia es tan notable que ocupa todos y cada uno de los aspectos de la preparación previa de un atleta –entrenamiento, alimentación, preparación psicológica, etc.-, el desarrollo en competencia y la etapa posterior de recuperación física y mental de los competidores.

Aún así, existen dirigentes de algunas disciplinas, aficionados y hasta colegas de los medios de comunicación, que alzan sus voces indignados ante “la introducción de la tecnología” en tal o cual deporte, sin darse cuenta que el factor “ciencia” ya es un protagonista de esta historia.

EL BÉISBOL DIO UN PASO AL FRENTE

Hace un par de años cuando Major League Baseball –La Meca de uno de los deportes más populares del continente americano- introdujo el chequeo de las repeticiones televisivas para determinar si una pelota se va de jonrón o no, algunos puristas del deporte se sintieron indignados por aquella cosa tan atroz que se estaba haciendo. Pasado cierto tiempo, hoy vemos que no se usa demasiado, pero este recurso se ha convertido en un instrumento valiosísimo para que los umpires tomen decisiones justas en jugadas que se escapan de la percepción de sus retinas, y ya hay quienes esperan que se amplíe la utilización de las repeticiones para otro tipo de jugadas. Estamos seguros que Armando Galarraga lo hubiese agradecido y Jim Joyce no hubiese pasado a la historia como el Empire que le decapitó un no hit no run al lanzador venezolano. El baloncesto de la NBA también adoptó el tema de las repeticiones televisivas y, sin ningún complejo de “blasfemia”, se vale de ellas para la toma de decisiones arbitrales divididas.

¿FUTBOL PURITANO?

Los ingleses aún lamentan que este gol de Frank Lampard no haya quedado en el registro

Desde FIFA, la postura es distinta a la de la MLB. Los máximos jerarcas del balompié mundial predican la ausencia de elementos tecnológicos y suelen decir que “es la única manera de mantener el deporte con su belleza natural”. En la Copa del Mundo que se llevó a cabo en Sudáfrica en 2010, ocurrió un llamado de atención del destino para el presidente de este organismo Joseph Blatter y los miembros más antiguos del comité ejecutivo, dos errores arbitrales clamorosos que le cortaron el gritos de goles hechos a las selecciones de Inglaterra y México, en la misma jornada. Sin embargo, la gente de FIFA insiste en “no introducir tecnología”, y prefiere dale prioridad a la propuesta del presidente de UEFA, Michel Platiní, quien probó en las competiciones europeas la utilización de 2 jueces adicionales a la terna habitual. En definitiva FIFA se niega a la tecnología. Pero ¿en verdad es así? No, no lo es, y para muestra un balón.

Las pelotas oficiales de FIFA diseñadas por la marca alemana Adidas, son en sí piezas tecnológicas extraordinarias, con capas sintéticas y rellenos de un gel especial que absorbe con mayor docilidad los golpes, y que además le permite al balón ajustarse a las condiciones climáticas del escenario donde se dispute el juego. Todos estos estudios han sido avalados por FIFA; así que resulta un tanto hipócrita el discurso purista de sus dirigentes.

El mundo es hoy día tan grandioso no porque nos quedamos en la edad de las cavernas, sino porque el ser humano ha puesto su inteligencia al servicio del desarrollo de métodos y objetos que ayuden a potenciar sus habilidades. Con esto no quiero decir que las sustancias para potenciar el rendimiento atlético sean correctas, no, ese es un tema diametralmente distinto, lo que si es una realidad es que gracias a la tecnología el deporte es cada vez más rápido, por lo cual es necesario que quienes ejercen labores de arbitraje tengan la posibilidad de acudir a artefactos tecnológicos para que sus decisiones sean adecuadas.