https://www.granma.cu/deportes/2024-04-25/baihu-un-sueno-cumplido-25-04-2024-00-04-25

Autor: Miguel Manuel Lazo Izquierdo

Las Artes Marciales Mixtas ha evolucionado rápidamente en el mundo en los últimos 20 años, y Cuba está enfocada en nuevas ideas que fomenten el crecimiento de sus atletas en esta manifestación deportiva.

Desde muy pequeño, Alejandro Arcas practicó karate, aunque lo dejó mientras cursaba el cuarto grado. Sin embargo, nunca se alejó del deporte, y con 23 años regresó de lleno a la práctica de las modalidades de combate. «Mis amistades me embullaron a practicar aikido, y después el kickboxing. Sentí que podía dedicarme a esto», comentó.

Dice que en las artes marciales vio una motivación para escapar de los problemas personales. «Convertí la práctica del deporte en la manera correcta de emplear mi tiempo libre, aprendí a defenderme y a eliminar toda esa energía negativa que tenía alrededor», agregó.

Cumplió con su propósito de realizarse como un peleador profesional. «Mi primera pelea a ese nivel llegó con una convocatoria para un cartel en Trinidad y Tobago. La organización del evento buscaba un peso completo, y me preguntaron si yo estaba listo: accedí a pelear. Pude observar que varios de los contrincantes estaban por debajo de mis compañeros en Cuba, pero tenían un oficio competitivo del cual carecemos. El combate fue contra Kenneth «Ironman» Bishop, y gané por ko», detalló.

Pero los sueños de Alejandro Arcas siempre estuvieron en regresar a Cuba, a fin de desarrollar aquí la práctica de las artes marciales mixtas.

 

BAIHU, LA REALIDAD DE LAS ARTES MARCIALES MIXTAS

Cuba tiene una gran tradición en los deportes de combate. El boxeo es reconocido internacionalmente, junto a la lucha, como los de más aporte de preseas en las delegaciones olímpicas. El resto de las modalidades también ha contribuido con disímiles galardones.

Alejandro es el líder del proyecto Baihu, que basa su práctica deportiva con fines recreativos, competitivos y terapéuticos, en diferentes grupos etarios del territorio, y en la existencia de una comunidad cubana de artes marciales ávida de espacios de encuentro e intercambio.

La iniciativa promueve la modalidad Sanda, proveniente del estilo Sanshou (una derivación del Wushu, exclusiva de la dinastía Tang Son Zhou, en el año 611 a.n.e.), así como el Sistema Cubano de Combate Integral, el kickboxing, el jujitsu, el grappling y otras artes marciales afines.

Con este proyecto se rescató un gimnasio en el complejo deportivo parque Martí, en el Vedado, que hoy es la sede de competencias y entrenamientos de un centenar de practicantes pertenecientes la Asociación Cubana de Artes Marciales (ACAM).

«Hemos trabajado duro, y la Dirección Municipal de Deportes en Plaza de la Revolución nos ha dado el visto bueno para desarrollar, de forma mensual, nuestras exhibiciones competitivas. Por ello, ya tenemos un ranking nacional», expuso Arcas.

Las Artes Marciales Mixtas han evolucionado rápidamente en el mundo en los últimos 20 años, y Cuba está enfocada en nuevas ideas que fomentan el crecimiento de sus atletas en esta manifestación deportiva.

«El aporte que hacemos, por mínimo que sea, es en función del desarrollo local, de recuperar el interés por las Artes Marciales Mixtas, y del impacto que socialmente podemos lograr trayendo a los colchones a niños y jóvenes que llegan en busca de conocimiento y esparcimiento. Pero, además, se llevan la disciplina, el respeto y la defensa de nuestra identidad nacional, que entregamos en la práctica de este deporte», aseguró Arca.