Tomado de: https://www.cubahora.cu/deporte/oferta-clasica-canguro-al-plato
Autor: Norland Rosendo González
Palabras claves: DEPORTES/ BEISBOL
Tras sensacional liderazgo en el grupo A, Cuba será rival de Australia en los cuartos de final el próximo miércoles…
A estas alturas del juego, casi todos somos el #TeamAsere. La etiqueta ha pegado fuerte, como los bates cubanos en los últimos dos partidos de la fase conclusiva del grupo A, y hasta Alexander Abreu anda poniéndole música a lo que se viene en el Clásico.
Dicen que al otro lado del mundo hubo fiesta a la cubana cuando se consumó la clasificación. Y cuando dijeron: “Cuba, primer lugar”, no quiero imaginar aquello. Quitarse del camino a Japón en cuartos de final es otro regalo de no se sabe quién, pero que simpatiza con la selección de Armando Johnson.
Y si el liderazgo de Cuba sorprendió después de pasarse todo el tiempo en el fondo de la tabla de posiciones, la eliminación de Países Bajos tras dominar hasta última hora la agrupación tampoco estaba en los pronósticos.
Esa generación de tulipanes dice adiós a los clásicos tras par de cuartos lugares y a Taipéi de China de nada le sirvió servir de anfitrión. Quedó en el quinto lugar y como castigo adicional tendrá que gestionarse un cupo para la sexta edición.
Al final, tras una rara combinación que los benefició siempre, se cumplió el vaticinio de que Cuba debía ganar uno de los cupos, a juzgar por las nóminas de entrada. Pasó de todo, y estoy casi seguro que si se repite el escenario, probablemente no se conjuguen tantos hechos a favor de un mismo equipo.
El #TeamAsere clasificó, y eso no se debe minimizar, empujado por la suerte. O un congreso de deidades de muchas denominaciones religiosas a la vez. Los jugadores, obvio, pusieron lo demás apaleando a Panamá con récord de jits para un conjunto insular en Clásicos (a uno de la marca absoluta en estos torneos), y luego sentenciando a Taipéi de China con ataque a degüello relámpago que incluyó los únicos dos jonrones del equipo en esta fase.
Tenían que batear y lo hicieron. Tenían que ganar y lo hicieron. Con eso no bastaba para asegurar su pasaje a los cuartos de final, pero eran las condiciones básicas. Ellos cumplieron y del más allá los “bendijeron” allanándoles el camino.
Terminaron en estado de gracia: Alfredo Despaigne jugó como el jovenzuelo que “actúa” para los ojeadores; empujó las imprescindibles y arengó con autoridad. Y cuando el capi da el ejemplo, los demás se empinan también.
Si la ofensiva se mantiene como en los dos juegos conclusivos, cualquier cosa puede suceder en adelante. En un campeonato corto el rendimiento depende del estado de forma y la motivación, y ambas variables están ahora mismo en niveles altos.
Por nómina, Cuba iba a depender de su picheo y defensa. El primero fue sin dudas lo más notable. Tienen abridores plus para asumir los duelos de muerte súbita que vienen. Incluso, para llegar a la discusión del campeonato.
Y su bullpen, si bien mostró vulnerabilidades en el medio, cuenta para los dos últimos innings con dos hombres que son un lujo en cualquier equipo de torneo. La clave está en manejar con precisión de cirujano las piezas disponibles. Sin apuros ni temores.
La defensa, con Guibert y Roel flanqueando a Luis Roberts, deja muy pocas opciones a los bateadores rivales, que no sean golpear duro y entre dos. Cuando se dejaron huecos, costó. E igual vino muy bien el cambio de cácher, por mucho esfuerzo que hizo Lorenzo Quintana le costaba trabajo controlar los picheos complejos.
En esa posición necesitamos de un jugador que no piense en su aporte con el madero; lo suyo es asegurar con la mascota y capturar ladrones, o al menos que le roben impunemente.
El miércoles a las 6:00 a.m. se define el primer semifinalista entre Cuba y Australia, que aseguró su pasaje al doblegar a República Checa el domingo por la noche con marcador de 8-3.
Ambos equipos se han enfrentado par de veces en Clásicos y en las dos el protagonista ha sido don jonrón. En 2009, Peraza vino de emergente y la botó para decidir por 5-4 y en 2017 un Grand Slam de Alfredo Despaigne puso el 4-3 definitivo que abrió las puertas de la segunda ronda a los nuestros y envió a los canguros a casa.
A partir de ahora serán juegos de “todo o nada”. Además de las herramientas como equipo, hay que jugar divirtiéndose, a lo cubano. Con la música de Alexander Abreu que seguro estará lista para los cuartos de final. A su convocatoria se han ido sumando otros músicos. Eso va a sonar.
Si me preguntan que creo sobre ese partido. No lo pienso dos veces: Cuba tiene mejores armas para ganarlo. Parece que las mismas fuerzas invisibles que despejaron su camino en Taiwán, acomodaron con igual propósito los contendientes de la otra llave asiática.
Respuesta a la pregunta clásica anterior: Cuba suma 36 jonrones en clásicos: 34 más los dos ante Taipéi de China.
Pregunta clásica: ¿Cuánto es la mayor cantidad de éxitos de un pícher con el equipo Cuba? ¿Podría decir algún nombre?
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