Tomado de: https://www.juventudrebelde.cu/deportes/2023-02-11/el-combate-en-los-genes
Autor: Javier Rodríguez Perera/ digital@juventudrebelde.cu
Palabras claves: DEPORTES/ JUDO/ LUCHA LIBRE/ BOXEO
Cuando se escucha a Yaquelín Estornell Elizástegui hablar sobre su carrera deportiva, lo primero que uno piensa es que atletas como ella deben estar en páginas de honor, aunque no presuman de podios de primer nivel
Hay deportistas que no necesitan de medallas mundiales, olímpicas o hazañas memorables para merecer un espacio en los capítulos principales de la historia del movimiento deportivo cubano. Digo esto porque cuando se escucha a Yaquelín Estornell Elizástegui hablar sobre su carrera deportiva lo primero que uno piensa es que atletas como ella deben estar en páginas de honor, aunque no presuman de podios de primer nivel.
La guantanamera tiene como sus dos bazas fundamentales, talento aparte, la constancia y la disciplina, virtudes que han sido determinantes para que ella sea una de las contadas cubanas que han militado en tres preselecciones nacionales de deportes diferentes: judo, lucha libre y boxeo, por ese orden. Estornell tiene claro que eso no lo logra cualquiera, y agradece a su empeño y al rigor en los entrenamientos.
Según le cuenta a Juventud Rebelde, en el judo fue campeona nacional más de una vez, pero nunca compitió en el extranjero. Eso se lo permitió la lucha libre en reiteradas ocasiones y en varios de esos torneos terminó entre las tres primeras. Subcampeona en Juegos Panamericanos (Toronto 2015) y Centroamericanos y del Caribe (Veracruz 2014), cinco veces medallista continental en certámenes de su disciplina (dos oros, una plata y tres bronces) y otros lauros, la convierten en una de las luchadoras antillanas más premiadas de todas las épocas.
En los sueños de cualquier atleta está debutar fuera de su país con un cetro y eso fue un mérito de la guantanamera durante el Campeonato Panamericano de Ciudad Panamá, en 2013, año que también le sirvió para intervenir en su único Campeonato Mundial, celebrado en Budapest, Hungría.
Tras casi una década en el equipo cubano, en 2020 le realizaron su retiro oficial. Nunca estuvo alejada del deporte, pues en poco tiempo se incorporó a la EIDE de su provincia como profesora de lucha, hasta que un día le plantearon la posibilidad de boxear y como se sentía aún en forma y voluntad le sobraba para retomar la vida de atleta, ingresó a la Academia guantanamera.
«El boxeo es una disciplina que no tiene mucho que ver con el judo y la lucha. Exige bastante coordinación de brazos y piernas y un gran desplazamiento, por ponerte dos ejemplos», explica Estornell, quien hace pocos meses se unió a un concentrado desarrollado en La Habana, del que salieron las miembros de la preselección nacional.
La natural de la tierra del Guaso se ganó su promoción después de vencer por RSC a Elvira González, en la división de 75 kilogramos, durante un cartel eliminatorio efectuado en noviembre pasado en la capital. La protagonista de este éxito, que pudiera parecer trivial, es una mujer que asumió su primera pelea en aquel momento
y que lleva menos de un año en el mundillo del boxeo.
«Parece que mi preparación física me da la fuerza para proponerme nuevas metas. Si resulto elegida, tengo como expectativas conquistar el primer lugar en los Juegos del Alba, en Venezuela, y en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, con sede en El Salvador. En cuanto a lo que me preguntabas, es cierto que el boxeo femenino ha tenido que luchar contra prejuicios, pero yo lo veo como otro deporte normal para las mujeres, al igual que la lucha, otra disciplina fuerte que también practiqué», declara la madre del pequeño Alexei.
Yaquelín, la más veterana del colectivo de pugilistas, con 38 almanaques, no piensa mucho en su edad cuando dice que uno de los motivos por los que volvió al deporte activo es luchar por una presea mundial, que le fue esquiva en su etapa de luchadora.
Comentarios recientes