Palabras claves: SOCIEDAD/CIENCIAS/TECNOLOGIA
Título: La Sociedad del Conocimiento. Las TIC. Definiciones. Evolución y Consideraciones.
Autor(es): Lic. Ana María Fernández
Lic. Reinaldo Miranda
Fecha de publicación: 24 de febrero de 2012
Resumen:
Este artículo puede constituir un elemento de consulta para estudiantes y profesores, por su contenido. El mismo contiene valoraciones que sirven para una mejor comprensión de lo que significa el término ¨sociedad del conocimiento¨, y definiciones, comentario sobre la evolución y consideraciones o tendencias de las TIC como proceso revolucionario de la gestión del conocimiento.
Introducción
La Sociedad del Conocimiento.
En un mundo donde el conocimiento, la ciencia y la tecnología juegan un papel de primer orden, el desarrollo y el fortalecimiento de la Educación Superior constituyen un elemento insustituible para el avance social, la generación de riqueza, el fortalecimiento de las identidades culturales, la cohesión social, la lucha contra la pobreza y el hambre, la prevención del cambio climático y la crisis energética, así como para la promoción de una cultura de paz.
En ningún momento en la historia ha sido más importante invertir en la Educación Superior como una fuerza importante en la construcción de una sociedad del conocimiento y la diversidad; el promover la investigación, la innovación y la creatividad.
La noción de “sociedad del conocimiento” (knowledge society) surgió hacia finales de los años 90 y es empleada particularmente en medios académicos, como alternativa de algunos a “sociedad de la información”.
La UNESCO, en particular, ha adoptado el término “sociedad del conocimiento”, o su variante “sociedades del saber”, dentro de sus políticas institucionales. Ha desarrollado una reflexión en torno al tema, que busca incorporar una concepción más integral, no en relación únicamente con la dimensión económica. Por ejemplo, Abdul Waheed Khan (subdirector general de la UNESCO para la Comunicación y la Información), escribe: “La sociedad de la Información es la piedra angular de las sociedades del conocimiento. El concepto de “sociedad de la información”, a mi parecer, está relacionado con la idea de la “innovación tecnológica”, mientras que el concepto de “sociedades del conocimiento” incluye una dimensión de transformación social, cultural, económica, política e institucional, así como una perspectiva más pluralista y desarrolladora. El concepto de “sociedades del conocimiento” es preferible al de la “sociedad de la información” ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando. (…) el conocimiento en cuestión no sólo es importante para el crecimiento económico sino también para empoderar y desarrollar todos los sectores de la sociedad”.
Un matiz en este debate, que solo concierne a los idiomas latinos, es la distinción entre sociedad del “conocimiento” o del “saber” (ambos traducen el término inglés “knowledge society”). La noción de “saberes” implica certezas más precisas o prácticas, mientras que conocimiento abarca una comprensión más global o analítica. André Gorz considera que los conocimientos se refieren a “contenidos formalizados, objetivados, que no pueden, por definición, pertenecer a las personas… El saber está hecho de experiencias y de prácticas que se volvieron evidencias intuitivas y costumbres” [4]. Para Gorz, la “inteligencia” cubre toda la gama de capacidades que permite combinar saberes con conocimientos. Sugiere, entonces, que “knowledge society” se traduzca por “sociedad de la inteligencia”.
En todo caso, por lo general, en este contexto se utiliza indistintamente sociedad del conocimiento o del saber, si bien en español conocimiento parece ser más usual.
En cuanto a la sociedad del conocimiento, Manuel Castells. Una autoridad reconocida en la materia señala, en una publicación: “se trata de una sociedad en la que las condiciones de generación de conocimiento y procesamiento de información han sido sustancialmente alteradas por una revolución tecnológica centrada en el procesamiento de información, en la generación del conocimiento y en las tecnologías de la información”.
En relación al debate en torno a “sociedad del conocimiento”, quienes lo defienden consideran que evoca justamente una visión más integral y un proceso esencialmente humano. Otros, sin embargo, la objetan por la asociación con el concepto dominante, que reduce el conocimiento a su función económica (la noción, por ejemplo, del “knowledge management” en las empresas, que apunta esencialmente a cómo recabar y sacar provecho de los conocimientos de sus empleados); o que valora solamente el tipo de conocimiento supuestamente objetivo, científico y digitalizable en desmedro de aquellos que no lo son.
Una variante interesante, que surgió en el marco de los debates en torno a la CMSI, si bien tuvo poco eco en el proceso, es la de “sociedad(es) del saber compartido” o “de los saberes compartidos”.
Adama Samassékou (en ese entonces presidente del buró de la CMSI), quien dijo de la sociedad de la información: “Es importante comprender qué cubre este concepto: no se trata de una información que se difunde y se comparte sino más bien de una sociedad en la que se quiere comunicar de otra manera y compartir un saber. Se trata, pues, de una sociedad del saber compartido y del conocimiento”.
El conjunto de cambios económicos, políticos, sociales y culturales responde a diversos factores, entre los cuales, cobra mayor importancia el papel relevante del conocimiento. La denominación de la sociedad actual como «sociedad del conocimiento» o «sociedad de la información» ha ganado muchos adeptos entre los autores que se dedican a análisis prospectivos sociales. Al respecto, Giddens (1997) en Tedesco (2003), conceptualizó este papel del conocimiento a través de la categoría de «reflexividad» que, según sus análisis, es el rasgo central de la sociedad actual. El proceso de modernización de la sociedad, sostiene Giddens, «ha ampliado los ámbitos de reflexión hacia áreas tradicionalmente reguladas por la tradición».
Nos parece oportuno señalar que a través de la categoría de la reflexión, en el conocimiento se quiere conseguir enseñar a pensar bien, a pensar mejor, con la idea de formar a un ser más humano. Partimos del supuesto de que las personas capaces de reflexionar, comprenden mejor la realidad y son capaces de actuar de manera más responsable y consciente en su entorno. Esto es lo que se pretende conseguir en la sociedad del conocimiento.
Desarrollo
Las TIC. Definiciones. Evolución y Consideraciones.
Por otra parte, en las últimas décadas se ha producido un vertiginoso cambio científico-tecnológico, que ha dado lugar a la sociedad de la información. La aparición a mediados de los años 90 de las llamadas nuevas tecnologías entre las que se incluyen el ordenador, el teléfono móvil e Internet, ha producido una verdadera revolución social; principalmente, porque nos ofrecen posibilidades de comunicación e información con el mundo y posibilitan el desarrollo de nuevas habilidades y formas de construcción del conocimiento que anteriormente eran desconocidas y que además nos plantean nuevos desafíos sociales que debemos asumir de forma responsable.
Las llamadas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (NTIC) son el resultado de las posibilidades creadas por la humanidad en torno a la digitalización de datos, productos, servicios y procesos, y de su transportación a través de diferentes medios, a grandes distancias y en pequeños intervalos de tiempo, de forma confiable, y con relaciones costo-beneficio nunca antes alcanzadas por el hombre.
La tendencia a usar las TIC se da en todas las edades. Sin embargo, en la adolescencia es donde se aprecia un mayor incremento, debido a que las han incorporado de manera habitual en su vida, utilizándolas como herramientas de interacción, información, comunicación y conocimiento.
En los últimos años, se han realizado algunas investigaciones en España que nos ofrecen datos de interés. El nivel de conexión a Internet en la adolescencia es muy elevado, por ejemplo, Castells y Díaz (2001) en Naval, Sádaba y Bringué (2003), obtienen que un 73,9% de los jóvenes de Barcelona entre 15 y 19 años son usuarios de Internet y se conectan aproximadamente unos cinco días a la semana, pasan en total unas 7 horas de media conectados semanalmente, y dedican sus horas de navegación principalmente a utilizar los servicios mensajería instantánea MSN y Chat con un 82%, jugar online 62% y utilizar el correo electrónico el 55%. Mientras que el estudio de Naval, Sádaba y Bringué (2003) indica que un 55,9% de las y los adolescentes navarros utiliza Internet y un 75,7% posee un ordenador personal.
Las investigaciones de Amorós, Buxarrais y Casas (2002) y Naval, Sádaba y Bringué (2003) coinciden en señalar que alrededor de un 80% de los jóvenes de 12 a 19 años tanto de Barcelona como de Navarra tiene teléfono móvil. Además, el estudio de Naval, Sádaba y Bringué (2003) otorga datos relacionados con las actividades que realizan las y los adolescentes entre 15 y 19 años con el móvil: el 90,2% lo emplea para enviar mensajes cortos de texto y un 75,7% lo utiliza para llamar a la familia y a sus amigos y amigas.
Amorós, Buxarrais y Casas (2002) aportan datos sobre las horas semanales que la adolescencia de 12 a 16 años utilizan las tecnologías. Según los resultados las más utilizada son: el teléfono móvil, un 71,8% de las y los adolescentes lo utilizan menos de 10 horas y un 13,4% más de 30 horas; el ordenador un 74,2% de las y los adolescentes lo utilizan menos de 5 horas semanales y un 14,2% entre 6 y 10 horas a la semana mientras que el 86,3% de la adolescencia utilizan Internet menos de 5 horas y entre 6 y 10 horas semanales.
El mismo estudio nos aporta datos sobre el uso de las tecnologías y su evaluación. En relación al ordenador, es utilizado por el 92,2% de las y los adolescentes, y se aprecia que la actividad más realizada es escuchar música, seguido por el procesador de texto y la jugar con videojuegos. La actividad que menos se realiza es la de componer música y las actividades que nunca realizan son las de dibujar, pintar y diseñar. Respecto a Internet, un 65,7% afirma tener acceso a Internet, la actividad más realizada es la de navegar y la segunda es chatear, la tercer actividad más realizada es buscar información concreta, seguida por el uso del correo electrónico.
Es probable que en este último año las cifras ya sean más elevadas. Los datos pues, nos indican que el uso de las tecnologías de la información y la comunicación se ha extendido en gran medida en la población adolescente.
Las TIC se pueden analizar y clasificar en distintitos tipos. Desde nuestra perspectiva consideramos tres tipos de uso esenciales en la adolescencia: 1) Lúdico y de Ocio (4), 2) Comunicación e Información (5), 3) Educativo (6).
En este sentido, del estudio de Gil y otros (2003) se desprende que se puede unir la actividad del videojuego con el aprendizaje. Mediante los videojuegos los y las adolescentes construyen conocimientos útiles, que les llevan a conseguir una solvencia informática.
Las TIC como el ordenador, Internet y el teléfono móvil, han propiciado acelerados e innovadores cambios en nuestra sociedad, principalmente, porque poseen un carácter de interactividad. Las personas, a través de su uso, pueden interactuar con otras personas o medios mientras nos ofrecen posibilidades que anteriormente eran desconocidas.
El carácter de interactividad de las TIC ha favorecido una nueva forma de cultura que autores tales como Tapscott (1997), Naval, Sábada, Bringué y Pérez Alonso-Geta (2003) y Gil, Feliú, Rivero y Gil (2003), entre otros, la han denominado «cultura de la interacción».
Una definición que sigue y concreta esta línea de idea es la que nos proporciona el estudio financiado por la Fundación para el Desarrollo del Conocimiento (FUNDESCO) en España y titulado: Teleformación. Un paso más en el camino de la formación continúa. Los autores de este trabajo entendieron que ´´la teleformación es un sistema de impartición de formación a distancia, apoyado en las TIC (tecnología, redes de telecomunicaciones, videoconferencias, TV digital, materiales multimedia), que combina distintos elementos pedagógicos: la instrucción directa clásica (presencial o de autoestudio), las prácticas, los contactos en tiempo real (presenciales, videoconferencias o chats) y los contactos diferidos (tutores, foros de debate, correo electrónico)´´.
Entendida así, la teleformación implica un proceso de formación a distancia con aplicación de las TIC y la combinación de otras prácticas pedagógicas. El hecho de proponerse la formación sin que el profesor tenga, necesariamente, que dirigir el proceso de forma presencial, imprime rasgos distintos a todos los elementos que conforman la actividad de teleformación: los modelos pedagógicos, la producción de materiales didácticos, las herramientas de comunicación y gestión, la capacitación de todos los actores y la gestión de todo el proceso de teleformación visto como sistema.
De este análisis preliminar pueden quedar claras algunas ideas fundamentales:
- Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs) no fueron tecnologías creadas de forma específica con el fin de satisfacer las necesidades de la actividad educativa.
- La forma de llevar a cabo la introducción de las TICs en el proceso de enseñanza-aprendizaje no es un problema esencialmente tecnológico pues se trata de un problema de asimilación, adecuación sustentable, y transferencia de estas tecnologías para esta esfera social, y el mismo proceso debe y tiene que estar regulado fundamentalmente por los requerimientos, características y leyes de los procesos en que pretende insertarse que son en este caso los procesos educativos, sin desconocer con ello su papel transformador y de cambio sobre estos mismos procesos.
- La introducción de las TICs en el proceso de enseñanza – aprendizaje como proceso de transferencia y asimilación tecnológica es un problema fundamentalmente pedagógico y de otras ciencias de la educación, que se encuentra condicionado en gran medida por la posición epistemológica que se asuma en este asunto por cada institución educativa y por todos y cada uno de sus actores y la capacidad creativa e innovadora de los mismos para llevarlo a cabo.
- En el proceso de transferencia y asimilación tecnológica de las TICs en la actividad educativa no puede perderse de vista que a pesar de no haber sido estas tecnologías creadas de manera específica para satisfacer las necesidades del sector educacional, las TICs, por las características propias de estas tecnologías, constituyen una oportunidad extraordinaria y al mismo tiempo un reto para la educación en todos sus niveles.
Las TICs brindan condiciones óptimas para transformar una enseñanza tradicional, pasiva, fundamentalmente centrada en la transmisión del contenido, el profesor y la clase, en otro tipo de educación más personalizada, participativa, centrada en alcanzar aprendizajes diversos y que posea una real significación para cada estudiante, y que esté dirigida a lograr una dimensión profundamente humana y capaz de desarrollar la personalidad de todos los participantes conjuntamente con una determinada transmisión de contenidos y actualización cultural. Pero ellas por si solas no garantizan el éxito.
Y de todas estas ideas se podrían resumir ¨Dos conclusiones que nada concluyen¨:
- El reto fundamental está en manos de los profesores y de las instituciones educativas. Resolver todas las manifestaciones de dicotomía entre lo pedagógico y las TICs para ambos, por todas las vías posibles es parte esencial de la estrategia de solución.
- El cambio fundamental no es de tecnologías sino de paradigmas educativos aprovechando todas las posibilidades de las TICs para desarrollar modelos pedagógicos y tecnológicos integrados para las diferentes situaciones y casos.
Al acercarse desde lo tecnológico a apreciar los cambios que las TICs pueden introducir en los paradigmas educativos se destacan siete aspectos fundamentales:
Primero: Cambios en las condiciones espacio-temporales del proceso.
Segundo: Cambios en el objeto principal de atención del proceso.
Tercero: Cambios en el modelo fundamental de la Comunicación Educativa.
Cuarto: Cambios en la forma de gestionar la información y los conocimientos
Quinto: Cambios en las funciones preponderantes del profesor.
Sexto: Cambios en la utilización de la vía transdisciplinar en la formación.
Séptimo: Cambio en los paradigmas de la experimentación y los recursos para llevarla a cabo.
Conclusiones:
En un mundo donde el conocimiento, la ciencia y la tecnología juegan un papel de primer orden, el desarrollo y el fortalecimiento de la Educación Superior constituyen un elemento insustituible para el avance social, la generación de riqueza, el fortalecimiento de las identidades culturales, la cohesión social, la lucha contra la pobreza y el hambre, la prevención del cambio climático y la crisis energética, así como para la promoción de una cultura de paz.
La sociedad del conocimiento requiere una creciente diferenciación de los roles al interior de los sistemas y las Instituciones de Educación Superior, con lineamientos y redes de excelencia investigativa, innovaciones en la docencia/ aprendizaje y nuevos enfoques para el servicio a la comunidad.
Para concluir sería necesario decir que desde el punto de vista práctico la asimilación de las TICs en el proceso de enseñanza aprendizaje es identificado hoy en día por muchos a nivel de un curso o asignatura sólo como el subproceso “CURSOS” constituido por tres componentes fundamentales:
· La propuesta y disposición de los materiales con el contenido del curso por parte del profesor con una concepción, implícita o explícita, consciente o inconsciente, del modelo pedagógico en que la misma se sostiene y con una relación pensada y definida para su uso por parte del profesor y de los estudiantes,
· Un software más centrado en el control administrativo y del desempeño de los alumnos, incluyendo el desarrollo del propio proceso de aprendizaje conocido con el nombre de Gestor o Centro de Gestión de los Cursos (CGC) o también llamada plataforma informática integrada para estas funciones.
En este sentido, es importante destacar desde un primer momento que incluso en la base de cada una de estos tres componentes existirán elementos y herramientas comunes para la identificación de los mismos desde el punto de vista de la tecnología como son: los espacios digitales de almacenamiento de información, las aplicaciones informáticas para la operación de determinados procesos asociados a la gestión y el flujo de los datos y las informaciones almacenadas, el flujo de datos catalogados, y además, un conjunto prácticamente equivalente de herramientas primarias o básicas de comunicación y el trabajo colaborativo en ambientes digitales (correo electrónico, foro, chat, FAQ, tablón de anuncios, listas de distribución, listas de discusión, etc.), herramientas para la gestión ( bases de datos estructuradas, gestión de información catalogada, y reconocimiento y tratamiento dediferentes objetos tales como; www, avi, wav, jpg, etc.) y herramientas para la producción de materiales multimedia (tanto en lo que se refiere a herramientas de autor como editores de páginas web) que representan el elemento primario de la informatización del proceso de enseñanza – aprendizaje desde el punto de vista pedagógico, y que constituyen por ello, sin dudas, el primer elemento cultural que requieren asimilar tanto profesores como estudiantes e instituciones educativas para establecer su propio proceso de asimilación de las TICs en el momento actual y que además de sus ventajas didácticas para la comprensión de las TICs, están asociadas al mismo tiempo directamente a las competencias más generales que las TICs han introducido hasta hoy en la vida de la sociedad y que requieren ser comprendidas y asimiladas por todos los participantes en sus sistemas educacionales.
Bibliografía:
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