Palabras claves: TECNICA/LUCHA

Título: Contenido de la Representación Motora en función de la calidad de ejecución en las técnicas volteo de brazo y control de la pegada con agarre de cabeza y brazo en los atletas escolares matanceros categoría 12 -14 años.

Autor: Lic.Serguey R. Trujillo Vázquez.

Fecha de publicación: 19 de enero del 2012 

Resumen:  

El presente trabajo tuvo como objetivo determinar cómo se manifiesta el contenido de la representación motora de las técnicas, volteo de brazo y control de la pegada con agarre de cabeza y brazo en función de la calidad de ejecución, en luchadores escolares matanceros.

Para cumplir con el mismo fue seleccionada una muestra compuesta por 12 deportistas del equipo de grecorromano de la categoría 12 – 14 años de la EIDE “Luis Augusto Turcios Lima” de Matanzas, se contó con el apoyo de 2 especialistas y 2 entrenadores y fueron utilizados los métodos teóricos analítico – sintético, inductivo – deductivo e histórico – lógico y los métodos empíricos de la observación, la entrevista y el criterio de especialistas, procesándose los datos alcanzados desde el punto de vista matemático y estadístico, en una computadora  con soporte Windows  y Excel.

Los principales resultados demuestran que el contenido verbalizado de los detalles técnicos de la representación motora de las dos acciones escogidas se encuentran en la base de la regulación de la calidad de la ejecución, tanto por deportista, como por elemento dentro de la estructura  del movimiento, además los atletas investigados presentan deficiencias en los parámetros del movimiento amplitud, dirección y relación causa – efecto, sobre todo en estos últimos. A partir de este resultado los entrenadores pueden trazar estrategias concretas para superar las mismas, con el objetivo de mejorar los resultados del desempeño técnico de atletas  en los combates de lucha.

Texto completo

INTRODUCCIÓN.

Nuestro país se ha convertido en una de las principales potencias en el ámbito mundial en la práctica de la Lucha especialmente en los estilos libres u olímpicos y clásicas o Greco Romana que son los incluidos dentro del programa del Comité Olímpico Internacional.

En la edad media la Lucha Libre y Greco Romana siguieron siendo populares y recibió el patrocinio de muchas regiones.

En la antigua Grecia, la Lucha Libre y Greco Romana tuvo un lugar prominente en obras legendarias y literarias, la competición de Lucha Libre brutal en muchos aspectos, eran la prueba máxima de los Juegos Olímpicos, los romanos adoptaron la Lucha Griega eliminando algunos de sus aspectos más brutales. Que se remontan de más de 2000 años para los Juegos Olímpicos y Campeonatos del Mundo, los luchadores de estilo greco romano y libre están divididos en categorías que abarcan desde los 48 kg. Peso mosca súper ligero hasta los más de 100 kg. Los súper pesados. En los primeros juegos olímpicos de la era moderna celebrados en 1896 se incluyó una división abierta a todos los pesos. El estilo libre se introdujo por primera vez en los juegos olímpicos de 1904.  En el 1904 se celebraron en Viena, Austria unos campeonatos del mundo oficiosos de lucha greco romana, pero el primer campeonato del mundo oficial se celebró en Helsinki en 1921, hubo otro campeonato en 1922, hasta 1950 no se realizó más campeonatos desde entonces se convocan campeonatos de forma regular.

Lo que va a caracterizar el desarrollo de la lucha en Cuba en el próximo ciclo olímpico será el trabajo eficaz de los técnicos, científicos, dirigentes y el trabajo de la forma integral con nuestros atletas, entramos en un nuevo ciclo con grandes avances de la ciencia y la tecnología. La lucha cubana aplicada a los resultados nacionales e internacionales, así como las misiones internacionalistas y colaboraciones no puede quedar rezagada a los nuevos tiempos, ya que se ha propuesto objetivos importantes durante el desarrollo de la planificación estratégica 2005 – 2008 y como parte fundamental para lograr los mismos debe tener un apoyo sensible, técnico metodológico y científico. Hoy  Cuba se ubica como segunda potencia en el mundo con resultados importante en juegos centroamericanos y del Caribe, juegos panamericanos, juegos olímpicos y campeonatos mundiales de adultos y juveniles. Con logros relevantes en la elite internacional como son:

  • Juegos Centroamericanos y del Caribe: 122 medallas de oro, 5 de plata y 6 de bronce para un total de 133 medallas
  • Juegos deportivos Panamericanos: 70 medallas de oro, 16 de plata y 16 de bronce para un total de 157 medallas
  • Campeonatos Mundiales Juveniles: 23 de oro, 18 plata y 27 de bronce para un total 64 medallas
  • Campeonatos Mundiales de Adultos: 23 oro, 18 plata y 27 bronce para un total 68 medallas
  • Juegos Olímpicos: 5 oro, 5 plata y 6 bronce para un total de 16 medallas

Desde 1979 Cuba ostenta el primer lugar por países en los Juegos Panamericanos y Centro Americanos en Lucha Greco Romana. Desde 1982 no se pierde ningún combate en Juegos Centroamericanos  en el estilo greco romana y lucha libre.

Después del triunfo de la Revolución, con la creación de los Combinados deportivos municipales y las EIDE y ESPA provinciales, así como la conformación de los Equipos Nacionales, se ha desarrollado un trabajo valioso en el transcurso de estos años, logrado no solo por los esfuerzos propios de los entrenadores, deportistas y las respectivas dependencias del INDER en cada territorio, sino también por la incorporación al proceso de entrenamiento de los conocimientos, leyes y medios de control que aportan las diferentes ciencias aplicadas al deporte.

Entre las disciplinas científicas que contribuyen notablemente al proceso de preparación del deportista se encuentra la Psicología, la cual permite a los entrenadores el acceso a medios de diagnóstico eficientes para determinar la calidad de los procesos que se encuentran en la base de las acciones motrices, así como también variadas tareas de intervención que favorecen el desarrollo de los mismos, con el objetivo de alcanzar mejores resultados

Para el logro de la maestría técnica en la lucha Olímpica, así como en cualquier otro deporte, los componentes psicoreguladores de la ejecución de los movimientos deben poseer un adecuado nivel de expresión y dentro de ellos, la representación motora juega un papel fundamental.

El fenómeno de las imágenes que se crean en el cerebro del deportista producto de la práctica de sus acciones ha sido un tema esencial en los proyectos de investigación a nivel internacional en los últimos tiempos.

Según Sainz, N (2003) plantea que debe tenerse claro que el deportista efectúa su ejecución guiada, no por lo que el entrenador le haya explicado y demostrado, sino por lo que haya quedado grabado en su cerebro producto de la información proveniente de la explicación, la demostración, etc., lo cual va conformando una imagen de la acción.

Cuando dicha imagen presenta dificultades, cuando algunos elementos técnicos no se encuentran grabados en este modelo ideal de forma correcta, el deportista ejecutará el movimiento con errores y en el caso del deporte de Lucha, puede conducirle a perder los combates en los cuales participe en sus eventos competitivos, por superioridad técnica del contrario.

Pero los entrenadores de este deporte, que son verdaderamente preocupados porque sus deportistas mejoren la calidad de sus acciones, por lo general ignoran la importancia de conocer cómo se encuentra la representación de los movimientos de los miembros de su equipo y mucho menos incorporan a los planes de entrenamiento tareas concretas para su perfeccionamiento, a partir de las dificultades que se confronten.

En el caso concreto del equipo de Lucha Grecorromana seleccionado para el presente trabajo se manifiestan las dificultades anteriormente planteadas. Es por ello que la situación problémica es la siguiente:

 

Desarrollo

Caracterización del deporte Lucha Olímpica.

La Lucha Olímpica es un deporte de combate, donde no existen elementos nocivos que puedan causarles problemas graves a las personas; es utilizado para realizar ejercicios en bienestar de la salud, desarrollándose también con el objetivo de lograr equilibrio emocional.

stá comprendido dentro del grupo de los deportes de fuerza rápida, donde la fuerza se utiliza para proyectar al oponente y la rapidez para la ejecución de las técnicas.

La Lucha  se encuentra dividida en dos grandes grupos de acciones, clasificadas como técnicas ofensivas y técnicas defensivas.

1. Técnicas ofensivas.

Son las que se utilizan para realizar un ataque directo al oponente. Cuando se utilizan varias técnicas para realizar un ataque directo, se denominan acciones combinadas.  

2. Técnicas defensivas.

Grupos de técnicas y acciones que se utilizan para contrarrestar la acción del oponente. Cuando se utilizan varias técnicas para realizar un ataque defensivo se denominan también acciones combinadas.

Para  llevar a cabo la presente trabajo fueron escogidas, las técnicas  volteo de brazo  y control de la pegada con agarre de cabeza y brazo, por ser éstas unas de las técnicas  más utilizadas por los luchadores escolares, juveniles, tanto a nivel nacional como internacional, además de encontrarse entre las más efectivas y por tanto, las más utilizadas  en el combate, de ahí su importancia en el aprendizaje y perfeccionamiento.

Por relacionarse este trabajo con la representación de los movimientos deportivos y su incidencia en la calidad de la ejecución técnica, de los atletas seleccionados, a continuación se caracteriza este proceso psicológico de tanta importancia para el alcance de buenos resultados.

Caracterización general de la representación motora en el deporte. 

En los últimos años, todos los científicos que se ocupan del estudio del entrenamiento deportivo, sean psicólogos o de cualquier otra esfera de las ciencias aplicadas al deporte, le prestan una atención cada vez más marcada al fenómeno de las imágenes que se crean en el cerebro del deportista producto de la práctica de sus acciones, las cuales determinan en mucho la eficiencia de las mismas.

A partir de los años 50, la literatura científica vinculada a la Psicología del Deporte comienza a prestar especial atención a la esfera de la representación motora como elemento indispensable del aprendizaje y perfeccionamiento motor. “En las décadas de los 70 y 80 los especialistas de los antiguos países socialistas realizaron valiosos aportes a esta temática, tales como P.A. Rudik, A. Z. Puni, P. Kunath, etc. Desde la mitad de la década del 80 los psicólogos alemanes federales y de Estados Unidos le han dedicado atención a ésta y en la actualidad se encuentran dentro de aquellos exponentes más avanzados. “

Esta temática de la Psicología deportiva constituye hoy en día uno de los objetos de estudio más importante vinculado con la teoría del aprendizaje motor en el deporte escolar y de altos rendimientos. En Cuba se han llevado a cabo varios acercamientos a este tema, pero adolecen de grandes lagunas, tanto desde el punto de vista teórico como práctico.

Para una mejor comprensión de este fenómeno es conveniente acudir al concepto de representación como forma de manifestación de la memoria como proceso de conocimiento.

J.L. Rubistein denominó a la representación “…percepción reproducida, o sea, la imagen secundaria del objeto antes percibido. Sin embargo, la imagen de la percepción y la imagen de representación no son el reflejo fotográfico del objeto. “

P. A. Rudik (1990), expresa lo siguiente: “Las imágenes concretas, instituidas de los objetos y fenómenos que surgen como resultado del mundo de exterior, no desaparecen sin dejar huellas, sino que continúan conservándose durante un tiempo determinado en nuestra conciencia. Estas imágenes de los objetos y fenómenos del mundo exterior que se han conservado en la conciencia y que se formaron sobre la base de percepciones y sensaciones anteriores se denomina representaciones.”

Es por ello que las representaciones motoras en el proceso de enseñanza, entrenamiento y perfeccionamiento de la acción “…reflejan en la conciencia del deportista los diferentes detalles de los movimientos técnicos deportivos en forma de imagen. Sin ellas bien definidas es imposible el dominio de movimientos complejos.”

Las mismas “constituyen el modelo interno que, como patrón ideal, permiten al deportista la orientación directa durante la ejecución del movimiento técnico.”

La representación motora se nutre de dos tipos de información, la interna y la externa. La explicación detallada del ejercicio, la demostración eficiente y la utilización de los medios auxiliares permiten ir creando una base en el plano mental de la estructura de la acción – apoyado en el análisis más amplio en las clases teóricas – de todo lo que se considere  importante que el deportista debe conocer conformando la información externa.

“La información interna está contenida en la experiencia que desarrolla el deportista  a través de las repeticiones del ejercicio, la cual incorpora el componente propioceptivo – motor, pues nutre su imagen con el nivel de los esfuerzos que va desarrollando para lograr realizar dicho elemento. Ello también contribuye a captar los estímulos, tanto vestibulares como táctiles que se desprenden de la acción misma. Por último, el deportista que realiza repetidamente un movimiento, le es más fácil entender su estructura, su sucesión, etc. por lo que además la propia ejecución repetida favorece los mecanismos del pensamiento y el lenguaje. “

P. Kunath (1978),  – citado por A. Abraham  (1998) – señala que existen dos etapas en el desarrollo de la representación motora: la creación de la imagen y el perfeccionamiento de la misma. Sobre la primera el referido autor describe que “…el objetivo fundamental del entrenador será la elaboración del modelo primario de la acción, que se apoya en la estructura espacial (donde se sitúan las piernas, hacia dónde girar la cabeza, hacia dónde se desplaza el movimiento de los brazos, etc.).”

Sobre la segunda fase de formación de la representación motora – perfeccionamiento de las imágenes, el citado autor expresa que “…su objetivo es el mejoramiento ilimitado del modelo interno y los aspectos esenciales a desarrollar son la coordinación de los movimientos simultáneos, parciales y la estructura dinámica del ritmo del ejercicio.”

Ya en esta etapa los deportistas van a tener las imágenes fijadas con más claridad y diferenciación por lo que el movimiento se hace más precisos y detallados, lo que les permite rectificar y perfeccionar la dirección, rapidez y el grado de fuerza de su acción motora.

Sobre esto, A. F. Dorta plantea que”…se considera la representación (motora), de acuerdo con su contenido sensorial y lógico, una imagen completa que unifica las particularidades del movimiento, tomando en cuenta todas sus relaciones. Durante el aprendizaje de las acciones deportivas, el proceso de representación del movimiento está sujeto a su desarrollo gradual, caracterizando inicialmente por una imagen rudimentaria donde están relacionados los parámetros del movimiento (espacio, tiempo y fuerza) a un nivel visual; solo después se desarrolla más completamente como imagen visual – motora para llegar a ser fundamentalmente motora. Estas condiciones permiten al deportista poder reflejar las particularidades principales del movimiento, así como sus especificidades.”

Neumaier (1990) destaca que “al principio del aprendizaje solo se deben aportar aquellas informaciones que son imprescindibles para crear la base general del movimiento y cuando éstas se hayan comprendido, se debe pasar rápidamente a la ejecución práctica. Mayor cantidad de información sobre el elemento técnico en cuestión solo conllevará a provocar confusiones en las imágenes, pues el deportista, sin experiencia motora previa, no puede concentrar su atención en tantos detalles.”

Primeramente el deportista alcanza una imagen “a grosso modo” de la acción, donde debe centrar su atención en los aspectos esenciales de la técnica, sin reparar en este momento en cada uno de los detalles por fases, pues se trata de que posea una idea general del movimiento. “Posteriormente, cuando esta fase ya haya sido vencida, el entrenador puede orientar a su deportista dirigir la atención hacia cada uno de los elementos que componen la acción, analizando su ritmo interno, la sucesión entre elementos, así como todos aquellos aspectos de interés que debe poseer en su patrón ideal para que pueda regular sus movimientos convenientemente, el contenido de estas etapas, los objetivos que persiguen, los aspectos esenciales  a  los  cuales  se    deben  orientar los esfuerzos, así como el componente que predomina en  cada   una   de   dichas  etapas. “

Farfel (1983), (citado por Sainz de la Torre – 2003), plantea que la información complementaria subjetiva que brinda el entrenador sobre la eficiencia de la ejecución (bien, mal, , etc.) no contribuye en mucho al perfeccionamiento de la representación motora, destacando que lo que más ayuda es la información objetiva que proporcionan equipos de medición o alguna forma de diagnóstico, con lo cual el deportista pueda observar directamente sus deficiencias o la magnitud de sus errores, por lo que es importante llevar a cabo el control de las representaciones y de la ejecución periódicamente.

La representación motora es multifactorial, ya que posee numerosos componentes. “En la construcción de la imagen de la acción estudiada y ejecutada en determinadas condiciones está incorporado todo el complejo de los procesos sensoperceptivos, visuales, cinéticos, táctiles, vestibulares y auditivos, entre otros.”

Grosser y Neumaier (1990) señalan que existe una estrecha relación entre la calidad de la representación motora y la calidad de la percepción del movimiento propio, por lo tanto “…si el deportista es capaz de precisar los fallos de su ejecución, se debe a que posee un patrón ideal correcto por el cual se rige y le está indicando que hubo aspectos deficientes en su labor. Si por el contrario, el deportista ejecuta la acción con errores y la misma es percibida de forma correcta por el mismo, ello es un indicador de que posee lagunas o deficiencias en su representación.”

Körndle & Zimmer (1988) – citado por Sainz de la Torre (2003) – aceptan la relación entre los conocimientos, la posibilidad de describir el movimiento y la calidad de acción. En investigaciones realizadas se demuestra que los deportistas de poca experiencia utilizan una cantidad desordenada de conceptos y no pueden categorizarlos adecuadamente, mientras que los de más experiencias describen los movimientos a través de niveles de conceptos jerárquicamente ordenados, donde aparecen conceptos más abarcadores y derivados de ellos otros subordinados, componentes de los primeros. Desde el punto de vista de ambos autores, la calidad de ejecución sí depende de una buena representación.

Para la  formación  de  las  imágenes  motoras  tiene especial importancia las palabras conque se explican dichas acciones. Las mismas deben corresponder con el nivel de comprensión de los deportistas atendiendo a su edad y al mismo tiempo deben ser seleccionadas cuidadosamente y repetidas de igual forma cada vez que se explique la acción o que se corrijan errores en el proceso de entrenamiento de la misma.

“El componente semántico de la representación motora varía con la edad. Si analizamos las descripciones de los movimientos de los niños escolares menores se observa que existe en ellos una tendencia a utilizar exactamente los mismos términos con los cuales el entrenador les explicó los movimientos. En deportistas a partir de los l4 – l5 años  encontramos que, a pesar de que pueden utilizar las palabras con las cuales fueron enseñados, son capaces de incorporar sinónimos, generalizaciones, conservando el sentido de toda la estructura del movimiento. “

Otro aspecto digno de destacar, de gran importancia práctica lo es la postura o actitud que adopta el deportista en el momento del aprendizaje. La intención voluntaria, consciente, de retener una secuencia de movimientos que se está aprendiendo es una condición esencial sin la cual un sin número de repeticiones no darían el efecto deseado, ya que para que se retenga en la memoria un contenido determinado se necesita la disposición del sujeto concentrada en la apropiación de lo que se encuentra aprendiendo. No solamente es importante la actitud ante lo que se entrena para garantizar la retención de sus elementos sino también para que la misma perdure en la memoria del deportista. 

Dificultades para el diagnóstico de la representación motora.

Durante mucho tiempo e inclusive en la actualidad, los pocos entrenadores que conocen la importancia de las imágenes para la acción motriz y se preocupan por determinar la calidad de la misma, utilizan mayormente la descripción escrita del movimiento en cuestión por parte del deportista, dando por supuesto que aquello que no sea capaz de redactar en esta descripción, no forma parte de su representación. Pero esta práctica, lamentablemente, en casi ningún caso, los conduce al conocimiento riguroso del contenido guardado en la memoria por el deportista, ya que existen varias variables incidiendo en los resultados, como son:

“El deportista no siempre es capaz de redactar adecuadamente lo que piensa.

Cuando no está seguro de la ortografía adecuada de un término, tiende a omitirlo.

Para la  formación  de  las  imágenes  motoras  tiene especial importancia las palabras con que se explican dichas acciones. Cuando el entrenador durante la enseñanza ha utilizado términos variados para semejantes detalles técnicos o componentes del movimiento, provoca confusión e incomprensión, que puede reflejarse en dudas del sujeto, en el momento de describir por escrito la acción.”

Todo lo anteriormente expuesto conduce, al aplicar la descripción escrita de la del movimiento, a una evaluación equivocada de la calidad de la representación motora del deportista, mientras que éste puede muy bien conocer muchos más detalles técnicos, que sencillamente no recuerda, por lo que el control psicológico de este fenómeno se lleva a cabo sobre datos incompletos, que no reflejan el verdadero estado de lo que se pretende estudiar.

Es por esto que la descripción oral ha ganado adeptos y se comenzó a utilizar con mayor frecuencia. El deportista, al expresarse oralmente, se siente más libre, puede explicar con sus palabras cada uno de los aspectos por fases de la acción y en muchas ocasiones, cuando no encuentra las palabras, se apoya en metáforas e inclusive en acciones motoras, para reforzar sus palabras, así como para encontrar la vía mas adecuada para su explicación.

Si bien es cierto que la descripción oral de un movimiento deportivo es una forma superior diagnóstico del contenido de la representación motora, presenta también por su parte deficiencias que atentan contra la exactitud de los resultados y la principal de ellas consiste en que el sujeto solo describirá aquellos detalles técnicos y aspectos del movimiento a los cuales él le presta atención; el deportista expresará oralmente aquellos componentes que se encuentran conscientemente establecidos en su programa mental.

D. Camapa (2001)  plantea que los procesos psíquicos se pueden subdividir en no conscientes (no participa la conciencia en ellos) y conscientes (con participación de la conciencia). Estos últimos a su vez pueden diferenciarse en awares o “conscientes de” e inconscientes y habla de dos canales de procesamiento de información en ser humano:

1) Canal consciente voluntario.

2) Canal colateral, paralelo, implícito o subliminal.

Esta clasificación de los procesos psíquicos y el planteamiento de los dos canales de procesamiento de la información resultan muy sugerentes en relación con el tema con el cual se vincula esta Tesis. Según este autor, “…en el canal consciente voluntario es posible realizar el reporte verbal y todo lo contrario, no es posible efectuar el mismo de la información procesada subliminalmente, ya que el individuo no puede conscientemente evocar su contenido. En él se procesa información que se conoce como “memoria del cuerpo”, en el nivel fisiológico, los reflejos condicionados, en el nivel no consciente y por último, información procesada en el plano inconsciente.”   Ello explicaría aquellos detalles técnicos que el deportista posee en su modelo interno – ya que los ejecuta en el plano físico – pero que no puede describir en un primer intento, cuando  se le solicita que explique todos los detalles de la acción por sus respectivas fases, y sólo se obtienen en alguna medida, cuando se formulan preguntas directas, lo cual activa huellas grabadas con menor atención, en muchos casos acompañadas por gestos motores, que favorecen la expresión oral verbalizada.

M. Sardiñas (1997) demostró en una investigación llevada a cabo con jugadores escolares de Balonmano, que el resultado de la aplicación de la descripción oral de los cuatro elementos técnico – tácticos fundamentales de ese deporte permitía valorar solo alrededor del 60% de la estructura del movimiento de cada uno de ellos, mientras que si unido a dicha descripción oral se formulaban preguntas directas por parte del entrenador, sobre aquellos aspectos que el jugador no hubiera emitido palabra alguna, ello permitía obtener información sobre el 94% de la estructura del movimiento, ya fuera a partir de una descripción adecuada o errónea, por lo cual evidenció que la descripción oral con estimulación verbal (conocido como DOEV), como forma de diagnóstico del contenido de la imagen de los movimientos deportivos, era superior y mucho mas útil que la descripción oral. A partir de este momento, esta variante de diagnóstico se ha convertido en la más generalizada, cuando se pretende determinar este fenómeno.

Desde el momento de la aplicación frecuente del DOEV y a partir del hecho de que sus resultados aportan la valoración de los diferentes detalles técnicos por fases del movimiento que el sujeto le presta mayor y menor atención, condujo a N. Sainz de la Torre (1997) a la idea de delimitar los niveles de conciencia en los cuales se encuentran grabados dichos detalles en la memoria. Esto es importante, ya que aspectos erróneamente grabados en la imagen y de forma inconsciente son más difíciles de corregir, ya que el sujeto no le presta atención alguna y por ello, los repite ininterrumpidamente, consolidando conexiones temporales inadecuadas que se mantendrán durante largo tiempo, afectando la eficiencia de la representación y por tanto de la ejecución.

El contenido de esta  imagen surge – entre otros enlaces – sobre la representación de los variados aspectos y parámetros generales y específicos de los movimientos,  como son:

1. La forma general de la acción ejecutada. (en el caso de esté trabajo, las técnicas volteo de brazo y control de la pegada con agarre de cabeza y brazo).

2. Las características espaciales (dirección, amplitud).

3. Tiempo (rapidez, duración, simultaneidad, sucesión, ritmo),

4. Fuerza (intensidad de la contracción – relajación por segmentos del cuerpo).

5. Relación causa – efecto.

Es importante destacar este aspecto, ya que en el presente trabajo se estudió el comportamiento de determinados parámetros de las acciones, como fueron la dirección, la amplitud y la relación causa – efecto, aclarándose que no fueron objeto de atención por parte del autor el resto de los aspectos aquí señalados, ya que haría muy complejo y extenso el proceso de aplicación y evaluación de los datos.

 

Conclusiones:

Después de haber llevado a cabo el análisis de los resultados a los cuales se arribaron en esta investigación, se alcanzan las conclusiones siguientes:

  1. Se da respuesta a la hipótesis, ya que se precisaron las principales dificultades que se manifiestan en el contenido verbalizado de la representación motora de las técnicas de Lucha seleccionadas en los atletas de la muestra.
  2. Se  determina que tanto la relación causa – efecto, como la dirección de los movimientos son los parámetros que presentan mayores deficiencias los deportistas estudiados a nivel de representación.
  3. Se determina en que la calidad del contenido verbalizado de los detalles técnicos es, dentro de los estudiados, el componente de la imagen motriz de ambas técnicas en los cuales existe mayor correspondencia  con la calidad de ejecución.
  4. Se determina que predominan los detalles técnicos grabados conscientemente en la imagen de los movimientos estudiados, lo que es favorable para el proceso de corrección de errores.
  5. Los atletas son mejores en la ejecución del control de la pegada con agarre de cabeza y brazo y presentan un similar desempeño técnico en el volteo de brazo.
  6. La amplitud de los movimientos aparece mejor representada que la dirección  en las dos técnicas estudiadas.
  7. Se muestra una alta correlación estadística entre el contenido verbalizado de la representación de ambas técnicas y la calidad de ejecución, por los atletas y por detalles técnicos.

Bibliografía:

  1. Sainz de la Torre, N. (2005): “Representación de los movimientos deportivos. Caracterización, diagnóstico y tareas para su desarrollo.” Monografía en CDROM “Ciencias de la actividad física”. UMCC. Matanzas, p.1.
  2. Tzhangarov, T. T.,  Puni, A. Z. (1990): “Psicología de la Educación Física y el deporte.” Editorial Pueblo y Educación. Ciudad Habana. p. 61.
  3. Rudik, P. A. (1990): “Psicología. Libro de Texto. Editorial Planeta, Moscú, p.128.
  4. Sainz de la Torre, N. (2005): “Representación de los movimientos deportivos. Caracterización, diagnóstico y tareas para su desarrollo.” Monografía en CDROM “Ciencias de la actividad física”. UMCC. Matanzas, p.2.
  5. Sainz de la Torre, N. (2004): “Temas de Psicología para entrenadores deportivos”. Material docente de la Maestría en Psicología deportiva del ISCF “Manuel Fajardo”. Ciudad Habana, p. 94.
  6. Kunath, P. (1978) En Abraham, A. (1998): “Relación de la representación motora con la calidad de ejecución de la acción de batero en un equipo de Softbol escolar.” Tesis de Maestría en Ciencias y Juegos Deportivos. Facultad de Cultura Física. Matanzas, p. 24.