Palabras claves: GIMNASIOS/MUSCULOS/PESAS/MOTIVACION

Título: Motivación para el entrenamiento con pesas en el Gimnasio Centro Fitness  

Autor: Lic. Carlos Manuel Fente Caballero 

Fecha de publicación: 13 de abril del 2011

Resumen:  

El trabajo presenta un estudio con el que se pretende llevar a cabo un análisis sobre la motivación que muestra un grupo de 55 personas (72,73% de hombres y 27,27% de mujeres) para realizar actividades de musculación mediante entrenamiento con pesas en gimnasios. El instrumento utilizado para evaluar la motivación ha sido la “Escala de Motivación en el Deporte (E.M.D)” de Brière, Vallerand, Blais y Pelletier (1995) adaptada por López (2000). De los resultados se destaca que el motivo principal para iniciarse en el entrenamiento con pesas en gimnasios varía entre hombres y mujeres. Éstas, en el 66,7% de los casos, dicen acudir para controlar el peso frente al 15% de los hombres; mientras éstos acuden principalmente para mantener la forma física (50%). La muestra nos refleja una población joven, ya que el 63,6% de los sujetos se encuentran por debajo de los 25 años, tienden a entrenar una media de 4,5 días a la semana y suelen dedicarle entre 1 y 2 horas al entrenamiento.

Texto completo

INTRODUCCIÓN 

El estudio de la motivación es, y ha sido por muy diversos motivos, un aspecto básico y fundamental en la investigación desarrollada desde la psicología aplicada al deporte. Esto ha sido así, dado que cuando se logra el interés y la atención del grupo con el que se trabaja pueden establecerse las condiciones óptimas para la consecución de los objetivos propuestos (Gordillo, 1992)

Son variadas las  formas de  entender y definir qué se ha considerado por motivación a lo largo de la historia de la psicología. No obstante, sí podemos afirmar que dar una definición de motivación ha sido una tarea ardua a lo largo de los años, y podríamos concluir que tampoco en la actualidad se dispone de una concepción que satisfaga de manera unánime. Sin embargo, de una forma u otra, si no la mayoría, sí casi todos, podríamos estar de acuerdo en considerar la motivación como un aspecto relacionado con la direccionalidad y la intensidad de la conducta.

 

Desde la segunda mitad del siglo XX buena parte de los análisis que sobre la motivación se han realizado, para conocer qué ha llevado a determinados grupos sociales a realizar una actividad deportiva, ya sea iniciarse o mantenerse en ella, han diferenciado entre motivación interna, externa y amotivación (Deci, 1971; Deci y Ryan, 1985).

La motivación intrínseca o interna es definida como el hecho de practicar una actividad por ella misma o por el placer generado en su práctica (Vallerand y Halliwell, 1983). Se han distinguido tres tipos de motivación intrínseca relacionadas con el conocimiento, el cumplimiento y la estimulación. Por su parte, la motivación extrínseca o externa se basa en tres conceptos principales: recompensa, castigo e incentivo; que son dados desde una posición no autorreferencial como en el caso anterior. Se han distinguido cuatro tipos de motivación extrínseca: autodeterminación, regulación externa, la introyección y la identificación (Deci y Ryan, 1985). Por último, la amotivación corresponde a un estado de no regulación y sería diferente de las motivaciones intrínsecas o extrínsecas. (Deci y Ryan, 1985). Aquí el sujeto deja de percibir las contingencias entre los resultados y las propias acciones; considerando que su conducta es causada por fuerzas fuera de su propio control.

Sabemos que las tres dimensiones referidas, en sus distintas subdimensiones, podrán mostrar un efecto diferencial a la hora de favorecer un comportamiento de aproximación e implicación en el deporte (López, 2000; González, Tabernero y Márquez, 2000; Torres, Carrasco y Medina, 2000).

Si bien, no es hasta estos últimos años donde se le ha podido observar con unas características sociológicas que nunca antes había mostrado, tanto por el número de practicantes como por las características y las actividades deportivas que se practican.

 

Sean cuales sean los motivos, lo cierto es que la práctica de la actividad física ha cobrado un auge inusitado en estos años, pudiéndose observar no sólo en el incremento de sujetos que lo llevan a cabo sino en el número y la calidad de las instalaciones donde se practican. El culto a un cuerpo “sano”, equilibrado en sus formas, falto de grasa, flexible, vascularizado etc.se ha establecido como el prototipo al que imitar.

Una actividad física que no ha sido ajena a este espectacular desarrollo ha sido el entrenamiento con pesas y la musculación en gimnasios específicos para ello. En los últimos años, son muchas las instalaciones que han proliferado a lo largo de toda nuestra geografía y las personas que diariamente acuden a ellos con el objetivo de perfilar una estructura corporal, a través del desarrollo muscular, mediante la repetición de levantadas de pesos progresivamente adaptados a las necesidades específicas en cada caso.

Son pocos los profesionales y las publicaciones que desde las diversas ramas de la ciencia deportiva les han dedicado tiempo y espacio al fisicoculturismo, al fitness o la musculación en general. Es más, muchas de las veces, los pocos trabajos existentes en el ámbito de la psicología de nuestro entorno, se han centrado más en los aspectos negativos asociados a la actividad, como pudiera ser la Vigorexia o Dismorfia Muscular (Caracuel y Arbinaga, 2002; Arbinaga y Caracuel, en prensa), que en la caracterización de los deportistas y los procesos psicológicos subyacentes, con el objetivo de mejorar el rendimiento ya sea en el entrenamiento, la competición o la recuperación en lesiones etc.

 

OBJETIVOS

Es por todo lo anterior que, a través del presente estudio, nuestro objetivo intenta alcanzar un primer acercamiento al conocimiento de las características motivacionales que presentan los sujetos que realizan entrenamientos con pesas en el gimnasio.

 

Así mismo, se pretende relacionar los aspectos motivacionales con las diversas variables sociales, recogidas en un grupo de personas asiduas al gimnasio, y practicantes del entrenamiento con pesas.

METODOLOGÍA

Sujetos

El total de sujetos participantes fue de 55 personas (40 varones y 15 mujeres) asistentes al  gimnasio Centro Fitness; la participación era voluntaria y solo se requería llevar tres meses entrenando de forma regular, al menos tres veces en semana. Elegimos este punto de corte en la selección al considerar que era tiempo suficiente como para que se eliminasen de la misma aquellos sujetos que no muestran una adherencia mínima al entrenamiento y al pensar que era un tiempo suficiente como para no incluir a los sujetos que una vez iniciados no se mantienen en la práctica del ejercicio.

Al  gimnasio se acudía cuatro días a la semana, alternando las mañanas y las tardes. La persona responsable de recoger la información preguntaba a todo aquel que fuera entrando al gimnasio con intención de entrenar, una vez que el preparador le confirmase que cumplían el criterio temporal establecido, si quería participar en la investigación mediante la cumplimentación de  unos instrumentos que recogían información sobre el entrenamiento que realizaba. La prueba se rellenaba de forma anónima antes de entrenar.

 

Instrumentos

 

Para la recogida de información se confeccionó una hoja de respuestas organizada en tres bloques temáticos.

El primero de ellos contenía los datos de identificación básica, que se completaron con las siguientes variables: sexo, edad, nivel de estudios, situación laboral, estado civil, peso y altura con los cuales se calculaba el Índice de Masa Corporal (I.M.C), también conocido como Índice de Quételet (Garrow y Webster, 1985). La codificación del I.M.C en grados de obesidad quedo sujeto a las normas propuestas por O.M.S, agrupándose los valores en los siguientes niveles categoriales:

Normal < 25

Obesidad Leve de 25-29.9

Obesidad Moderada 30-34.9

Obesidad Severa 35-39.9

Obesidad Mórbida >= 40.

En el segundo bloque temático se recogía información sobre la actividad deportiva: tiempo que lleva practicando entrenamiento con pesas en gimnasios, días que acude a la semana a entrenar, tiempo que le dedica a cada sesión de entrenamiento y motivo alegado para comenzar a entrenar en el gimnasio.

 

El tercer apartado se compuso de “La Escala de Motivación en el Deporte(E.M.D) traducida al español y adaptada para la población cubana donde puede consultarse los valores psicométricos relevantes, y originariamente diseñada por Bière, Vallerand, Blais, y Pelletier, (1995). La E.M.D. presenta en su versión cubana siete factores, cuyas denominaciones aún provisionales (según el autor de la adaptación), varían con respecto a los nombres de la versión original que nosotros señalamos a continuación entre paréntesis (donde no se indica es que mantiene el mismo nombre): F.I.- Amotivación, F.II.- Motivación Extrínseca (Regulación Externa), F.III.- Motivación Intrínseca Estética (Regulación Introyectada), F.IV.- Motivación Intrínseca- Autosuperada (Regulación Identificada), F.V.- Motivación Intrínseca al Conocimiento, F.VI.- Motivación Intrínseca al Cumplimiento y F.VII.- Motivación Integral Deportiva (Motivación Intrínseca Estimulación). Por tanto, se observan como Motivación Externa a los factores: F.II, F.III, F.IV y como Motivación Interna a los factores: F.V, F.VI, F.VII; y por último, la Amotivación estaría reflejada por el factor: F.I.

 

Las respuestas, a los 29 items, variando desde 1.- Nunca, hasta 7.- Siempre; eligiendo el sujeto la que más se acerque a las razones por las que practica el entrenamiento deportivo.

 

RESULTADOS

La muestra estaba integrada de 55 personas; y como era de esperar, la mayoría se compuso de hombres, en un 72,7%, frente a las mujeres que sólo representaban un 27,3% del grupo. La edad media de la muestra fue de 26,65 años Los hombres son algo más jóvenes (25,45 + 10,53) que las mujeres (29,87 + 11,61), aunque no de forma significativa.

 

Por lo que se refiere a las variables directamente relacionadas con la actividad física encontramos que no se dan diferencias en cuanto al I.M.C. entre hombres y mujeres y en cuanto a la media de días de entrenamiento. En la Tabla 2 observamos como en la mayoría de los casos las sesiones de entrenamiento vienen a durar entre 1 y 2 horas. El 56,4% de los sujetos presentarían algún grado de obesidad, y de ellos, sólo el 1,8% estaría en grado de obesidad severa y sería mujer.

 

 

                                Total             Hombre (n=40)        Mujeres (n=15)

 

Sexo %                                             72,73                       27,27

I.M.C

Normal                        43,6                45,0                         40,0

Obesidad Leve              43,6               45,0                         40,0

Obesidad Moderada      10,9                10,0                         13,3

Obesidad Severa           1,8                    ——                       6,7

 

Cuando a los sujetos se les pregunta el motivo por el cual comenzaron a entrenar con pesas en el gimnasio podemos observar que el 41,8% dice haberlo hecho por mantener la forma física, el 29,1% para bajar peso, el 12,7% para competir, el 3,6% como forma de pasar el rato, el 1,8% por las sensaciones que les produce la actividad física, igual porcentaje porque lo hacían mis amigos y el 9,1% por otras razones.

Si se analizan los motivos de inicio en función del sexo de los sujetos, veríamos que las mujeres reconocen en el 66,7% de los casos acudir al gimnasio para bajar peso, el 20% por la forma física y el 13,3% por otros motivos. Sin embargo, en el caso de los hombres, los motivos se muestran más variados; así, el 50% lo hace por mantener la forma física, el 17,5% para competir, el 15% para bajar el peso, el 5% como forma de pasar el rato, con el 2,5% se observan los motivos de los amigos y las sensaciones derivadas del ejercicio físico y un 7,5% de los sujetos reconocen otros motivos.

 

DISCUSIÓN

Es difícil encontrar datos, con cierto rigor en trabajos anteriores, que nos permitan ubicar nuestro estudio de forma comparada. Los informes, a los que hemos podido acceder, sobre esta práctica de actividad física, no suelen aportan datos que faciliten una caracterización de los sujetos que acuden al gimnasio  a entrenar mediante series de levantadas de pesas. 

El entrenamiento con pesas se nos muestra como una actividad donde los hombres son mayoría entre sus practicantes. La mujer parece buscar otro tipo de prácticas deportivas, aunque de forma intuitiva se observa un creciente número de ellas que entrenan con pesas en los gimnasios. De igual manera, los motivos alegados para comenzar a entrenar en estas instalaciones se muestran diferentes entre los hombres y las mujeres. Éstas lo hacen principalmente como forma de controlar el peso y mantener la forma física, mientras los chicos en su mayoría lo hacen por la forma física y en menor medida por competir y como forma de bajar peso. En este sentido, hay que señalar que es en las mujeres donde podemos observar mayor número de ellas en los niveles de obesidad moderada y severa.

La mayoría del grupo se sitúa por debajo los 24 años (63,6%) si bien hay que señalar que el 40% de las mujeres muestra una edad en el intervalo de 32 a 39 años; frente a los varones que en el 70% de los casos se mantienen en las franjas inferiores.

Por lo que respecta al resto de variables, especialmente las que hacen referencia a las de carácter deportivo, no se observa diferencias entre los sexos en los días que acuden al entrenamiento, el tiempo que se le dedica a ello, los años que llevan acudiendo a los gimnasios y la práctica de otro deporte.

Es decir, nuestro grupo se encuentra motivado y ha internalizado contingencias pasadas de igual forma que los deportistas de las otras actividades físicas consideradas; siendo en las mujeres donde se observa un mayor peso de este factor

Por otra parte, nuestros sujetos no tienden a realizar entrenamiento con las pesas a través de presiones externas, en forma de premios y castigos, en igualdad que los del grupo tomado como referencia. Sin embargo, sí son los varones, frente a las mujeres, los que más entrenan por este motivo.

De igual forma, a medida que se crece en el índice de masa corporal la conducta es juzgada como importante para el individuo, y especialmente se tiende a percibir ese comportamiento como escogido por él mismo. También llama la atención que el tiempo que se dedica en cada sesión de entrenamiento se relaciona de forma positiva y significativa con la motivación que opera cuando se realiza una acción a fin de experimentar sensaciones (placer sensorial, diversión, excitación, etc) y con la motivación que está regulada por medios externos como los premios y castigos.

CONCLUSIONES

Como conclusión podemos decir que el tópico del entrenamiento por factores meramente estéticos no parece mantenerse, o al menos no con la intensidad que muchas veces se le había atribuido.

Era de esperar la dominancia en el número de hombres. Pero son escasas las diferencias entre los sexos en el resto de variables; habiéndose encontrado diferencias sólo en la regulación externa, donde los hombres muestran un comportamiento más regido a través de medios externos, tales como premios y castigos; mientras la mujer refleja que ha producido una internalización de las razones para sus acciones o de pasadas contingencias externas.

Para un futuro próximo, vemos como interesante incrementar la atención que desde la psicología de la actividad física y del deporte se le dedica al fisicoculturismo, la musculación y el entrenamiento con pesas como única actividad deportiva realizada por los sujetos.

Desde los procesos motivacionales, de concentración, visualizaciones, cogniciones, hasta todos los aspectos relativos a la psicología del ejercicio, actuaciones en la recuperación de lesiones, intervención y preparación a la competición y un largo etc. de forma más genérica. A todo ello, habría que añadir la importancia que en este campo se le dedica a la alimentación como forma de controlar la composición corporal, y en muchos casos con los riesgos derivados de ello. Y creemos habría que prestar mayor atención no sólo desde la óptica de los trastornos asociados (vigorexia, anorexia, abuso de esteroides-anabolizantes etc…) sino desde la vertiente de la psicología de la normalidad y de los procesos básicos; como forma de mejorar el rendimiento de estos atletas.

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