Palabras claves: CICLISMO/ENTRENAMIENTO DEPORTIVO/UMBRAL AEROBIO/UMBRAL ANAEROBIO

Título: El entrenamiento polarizado  

Autor: Rivas Bertomeu, José Manuel 

 

URL: http://www.maxciclismo.com/?seccion=54

 

Resumen:

 

El presente artículo pretende ser una reflexión sobre el concepto que tenemos de la organización de los entrenamientos en la temporada. Lo que se conoce como entrenamiento polarizado.

 

Texto completo

No se sabe muy bien porque motivo, aunque se supone qué por conocimientos ya tan adquiridos que nadie se los plantea, el entrenamiento ciclista debe ser en invierno suave y en verano intenso. Según este principio en invierno nos dedicamos a descansar para recuperarnos de una dura temporada, y para ello bajamos el volumen y la intensidad. Por el contrario, en verano, cuando llega el buen tiempo, nuestros entrenamientos no solo suben de intensidad, sino también de volumen, e incluso cuando entre medias tenemos la disputa de competiciones. Es decir realizamos un entrenamiento polarizado. O entrenamos poco o entrenamos mucho.

Dicen que en la vida lo más difícil no es llegar, sino mantenerse. En este sentido nuestro organismo funciona igual. Una vez hemos realizado nuestro descanso “invernal” (octubre o noviembre) y comienzan los entrenamientos es cuando “mas duro tenemos que trabajar”. Durante toda la temporada nuestro organismo se ha ido especializando en pedalear. Ha ganado en resistencia específica, pero nuestro potencial ha disminuido en otras cualidades físicas condicionales, fuerza, velocidad, flexibilidad y en otras cualidades físicas coordinativas técnica, habilidad, agilidad…. Nuestro organismo también ha perdido tonicidad en la musculatura cervical, dorsal y lumbar, así como en nuestros abdominales, etc. Todo esto nos hace pensar, que a lo mejor tampoco debemos descansar tanto en invierno. Pero sobre todo debemos de aplicar cargas de entrenamiento que supongan la intensidad mínima para que nuestros umbrales fisiológicos se mantengan (aeróbico y anaeróbico). Si nuestros umbrales caen tardaremos mucho tiempo en recuperarlos. Mi experiencia en el entrenamiento de ciclistas me ha demostrado que los que mejor rinden en las competiciones de primavera y verano son los que han trabajado de una manera seria y ordenada en invierno, y han “mantenidoun buen nivel físico durante esta época del año.


carretera


En verano por el contrario, según la planificación de nuestro entrenamiento deberemos aumentar el volumen y la intensidad de manera ordenada, pero sobre todo lo que nos va a marcar la diferencia es que estas altas cargas de entrenamiento se puedan recuperar, que nuestro organismo las pueda asimilar, y que le demos el tiempo necesario para poder hacerlo. Esto será más importante aún si cabe, si estamos inmersos en semanas con competiciones o si las salidas del fin de semana se disputan como si de una competición se tratara.

Por lo tanto si nuestro rendimiento pretendemos que sea máximo debemos trabajar mejor en invierno e introducir más descanso en verano.