Palabras claves: ENTRENAMIENTO DEPORTIVO / FISIOLOGIA/ RENDIMIENTO DEPORTIVO
Título: La planificación deportiva
Autor: Vallodoro, Eric
URL: http://entrenamientodeportivo.wordpress.com/2008/10/07/la-planificacion-deportiva/
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Hace más de dos mil años, Heráclito de Efeso dió un paso a la inmortalidad cuando dijo que “nadie se baña dos veces en el mismo río”. Si hoy tomamos esa afirmación y la trasladamos al plano deportivo, esta claro que nadie es la misma persona que ayer, ni mañana será la misma persona que es hoy. Vivimos en constante cambio, un cambio con cuestas y pendientes, un cambio a veces tan imperceptible pero que puede significar el impulso necesario para quebrar un récord. Esta claro que ningún atleta, por mejor entrenamiento que reciba, puede mantener su “estado de forma” por mucho tiempo. En algún momento, inevitablemente, tendrá que caer en un proceso fisiológico absolutamente natural, aunque para nada deseable en el ámbito del rendimiento. ¿Cuál es el deseo de todos los entrenadores? Llegar a la competencia más importante con su atleta en su pico de rendimiento. Justamente de eso se trata la planificación deportiva: de ordenar sistemáticamente al entrenamiento para conseguir su pico de rendimiento justo cuando lo deseamos.
Veamos ahora los componentes de la planificación: cuando usted sale de vacaciones, por lo general lo hace con un destino en mente. Es verdad que existen personas que prefieren salir y esperar a ver que le depara el camino…asi les va… La cosa es que en el ámbito deportivo ocurre algo muy similar: usted no puede tener éxito sin planificar, y no se puede planificar si no hay objetivos. Los objetivos no siempre tienen que ver con obtener un campeonato, puede que como entrenador usted busque aumentar el porcentaje de partidos ganados, evitar el descenso, mejorar una marca, etc. Más aun, el entrenador puede plantearse varios objetivos en distintos planos, como lo son el mejorar las relaciones del grupo, disminuir la cantidad de pleitos, bajar el número de tarjetas rojas y demás. Lo importante: elaborar objetivos reales, viables y acordados entre todos los miembros del equipo.
Luego de armar la lista de objetivos, el siguiente paso será enumerar las competencias más importantes del año (pueden ser una, dos o tres, generalmente) para empezar a visualizar los picos de rendimiento que tendrá nuestro deportista. En los deportes de equipo, donde un torneo puede durar entre dos y cuatro meses, hablamos de picos más chatos, porque el jugador necesita alcanzar un nivel y mantenerlo durante el mayor tiempo posible. Por otro lado, siempre hacemos referencia a la planificación tradicional, si bien en los deportes de equipo se está volviendo cada vez más común la planificación por bloques.
Una vez determinados los objetivos y las fechas más importantes, hay que empezar a dividir el año deportivo. Supongamos que tenemos un atleta con dos torneos importantes, uno en el mes de Junio y el otro a fines de Noviembre. Enseguida podemos notar que estamos frente a un caso de dos picos, lo que equivale a decir que tenemos dos ciclos de entrenamiento, uno para cada mitad del año. La forma más esquemática para seguir con la planificación, será dividir a cada semestre en 6 mesociclos de 30 días, los cuales a su vez también serán divididos en microciclos de 7 días. Y reitero, esta división es absolutamente didáctica, ya que los distintos ciclos de entrenamiento son de duración variable, y esto estará determinado por el entrenador. La idea del presente artículo es mostrar que el entrenamiento deportivo moderno debe tener una organización planificada.
Ahora bien, ya sabemos de que forma vamos a organizar nuestro trabajo en el tiempo, sólo resta determinar qué aspectos vamos a trabajar al principio y al final. Es obvio que durante el mes de Enero (cuando estamos más lejos de la competencia) trabajamos cosas distintas a las que se trabajarían en Junio (cuando estamos más cerca de la competencia). Para empezar a trabajar sobre esta cuestión, la planificación presenta 3 momentos o períodos:
- Período preparatorio (también conocido como “pre-temporada”)
- Período competitivo
- Período de transición
No vamos a detallar cada uno de ellos, sino simplemente decir que durante el período preparatorio hay un importante incremento del volumen de trabajo por sobre la intensidad. El entrenamiento es más general, se crean las bases para el rendimiento futuro, y la variación dependerá del nivel de atleta y del calendario. En el período competitivo, el atleta comienza a participar en encuentros deportivos a medida que la intensidad de los entrenamientos aumenta y el volumen disminuye. Finalmente, durante el período de transición, el atleta se dedica a otras actividades más placenteras, y tanto el volumen como la intensidad descienden bastante.
Esta claro que planificar no es fácil. Hay que saber mucho del deporte y del atleta, de los métodos de entrenamiento y de sus efectos. Pero no hay mejor manera de aprender a planificar que haciéndolo. De alguna forma u otra, el entrenamiento debe estar planificado. Ya sea para seguir un orden, identificar puentos fuertes o débiles, darle un sentido al trabajo, comparar con otros años, etc., la planificación permite al entrenador llevar un control de lo que realiza sin perder de vista a los objetivos. Ojalá estas palabras sirvan para motivar a los futuros profesores y entrenadores, quienes tal vez piensen que ir a los entrenamientos con una carpeta llena de anotaciones nos hace quedar como malos profesionales: nada mas alejado de la realidad. Si pueden anotar sus entrenamientos diarios y llenarlos de correcciones durante las prácticas, seguramente la planificación del próximo año tendrá menos errores, y habrá mayores posibilidades de éxito.
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