Palabras claves: PREPARACION PSICOLOGICA/BOXEO/PERCEPCION

Título: La preparación psicológica y las percepciones especializadas en el boxeo escolar: una reflexión necesaria

Autor(es): Lic. Misael Salvador González Rodríguez

Resumen:

Con el desarrollo del deporte, evolucionan las concepciones teóricas de las ciencias aplicadas y con ella se hace necesario actualizar la planificación y dirección de las percepciones especializadas del deportista durante la preparación psicológica, que son en cuestión la base fundamental de este trabajo.

 

Durante las diferentes sesiones de entrenamiento en la iniciación deportiva, se habitúa al niño, realizar ejercicios en condiciones de disminución o aumento de estimulación (senso – perceptual), con el objetivo de buscar una mayor activación de los analizadores ( visuales, auditivo, táctil, y cenestésico), los que facilitan la interiorización y exteriorización de las acciones y operaciones técnico – tácticas o de las estrategias deportivas con las que se identifica el practicante.

Estos reflejos en la conciencia del atleta, suceden en forma de conocimientos y habilidades, y es precisamente a través de este proceso psicológico que se puede lograr mejorar las representaciones motrices y específicamente el pensamiento, con el que el sujeto analiza, compara o integra en imágenes, los aspectos (temporo – espaciales) de cada acción (técnica – táctica), es decir el mismo refleja con mayor nitidez las intenciones ofensivas y defensivas de los contrarios, autorregulando con mayor facilidad la conducción del combate.

Texto Completo:

Introducción

En este trabajo se expone un estudio que abarca tres interrogantes que estimulan el análisis de la preparación psicológica acerca de las percepciones especializadas de boxeador escolar, y en este sentido, damos respuesta a estas incógnitas que de hecho orientan los fundamentos científico de esta investigación, como son:

  • ¿Que significado tienen las percepciones especializadas en la preparación técnico – tácticas y estrategias deportivas?
  • ¿Cómo sé manifiestan las percepciones especializadas durante la preparación psicológica en el deportista?
  • ¿Qué elementos metodológicos se deben tener en cuenta para realizar el entrenamiento de las capacidades senso-perceptuales?

Tras la respuesta a estas interrogantes, se presentan los análisis teóricas y prácticos, de este trabajo, demostrando como este proceso psicológico que se convierte en premisas del rendimiento de los deportistas, planteando además los objetivos para su tratamiento.

La novedad y actualidad se fundamente en los aportes teóricos, metodológicos y prácticos que se ofrecen como solución del problema de orientación y desarrollo de las percepciones como el proceso menos trabajado durante preparación psicológico del novel deportista.

 

Desarrollo

¿Qué significado tienen las percepciones especializadas en la preparación técnico – tácticas y estrategias deportivas?

Como se ha definido en varias investigaciones realizadas en Europa y los EEUU, el éxito de las acciones (técnico – tácticas) y estrategias deportivas, dependen en un alto nivel de la precisión con que se perciben las distintas intenciones y actuaciones de los deportistas, de las situaciones del enfrentamiento competitivo y del nivel de las habilidades de los propios atletas. Durante la realización del combate, el atleta tiene que procesar y valorar las situaciones que se dan en el mismo, al instante debe elegir de una cantidad de acciones ofensivas y defensivas la mejor para solucionar los ataques del contrario, y así tomas la iniciativa del mismo. De ahí que las altas exigencias de los procesos psíquicos perceptuales se conviertan en premisa del rendimiento deportivo.

Asimismo en los estudios observacionales realizados a los combates destacados, que hemos investigado, nos atestigua como las percepciones especializadas permiten él calculo del tiempo, orientación de la distancia y capacidades de movimiento de cada acción técnico – táctica o estrategia deportiva, posibilitándole a los deportistas la posibilidad de hallar los momentos adecuados para ejecutar una técnica con rapidez, fuerza o exactitud, así como el momento ideal para realizar una defensa activa o pasiva, un ataque o contraataque durante la interacción (intra- sujeto).

De esta forma el principio básico para desarrollar las percepciones especializadas durante la preparación técnico – táctica o estrategias deportivas, gravita en que el deportista aprenda a diferenciar sistemáticamente las respectivas percepciones especializadas, crear la capacidad de controlar y manejar conscientemente la distancia ante el contrario, la posición de su propio cuerpo, el tiempo de realización de los fundamentos técnico – tácticos y estrategias deportivas, así como incrementar como resultado del entrenamiento la capacidad coordinada de los ejercicios con los diferente planos musculares que se utilizan en las acciones complejas de la actividad especifica.

Teniendo en cuenta lo antes expuesto, hemos considerado necesario que para lograr perfeccionar el nivel de las percepciones especializadas el deportista tiene que variar continuamente los diferentes parámetros del movimiento (técnico – táctico), el tiempo de su ejecución, la distancia exacta para las diferentes acciones y operaciones, así como la rapidez o brusquedad de los movimientos, etc. Tratando de valorar estas cualidades en los desplazamientos, la posición del propio cuerpo, y sus partes y aprender lo más rápido posible tomar conciencia de las percepciones que surgen frente a los movimientos extremos ( muy rápidos, fuertes, lentos, etc.) ante los cambios paulatinos de las cualidades del movimiento. Este trabajo sobre las percepciones exige del psicológico y pedagogo un cuidado minucioso con los diferentes medios de la preparación como son: Espejos, pelotas, extensores, realización del movimiento primero en el lugar después en movimiento, ejecutar los movimientos fraccionados y seguidamente todo la acción en su conjunto, ejercitar con aparatos auxiliares y el compañero, etc.

¿Cómo se manifiestan las percepciones especializadas durante la preparación psicológica en el deportista?

Cuando observamos a los mejores boxeadores escolares en las diferentes sesiones de entrenamientos, fundamentalmente en la preparación (técnico – táctico) y analizamos su participación en las competencias, nos percatamos de una recalcada regularidad: el éxito de la superación deportiva y sobre todo de su rendimiento, en gran medida depende del desarrollo de las percepciones especializadas, elemento psicológico primordial que va caracterizando al deportista durante la preparación y competición.

En la actualidad, el análisis de la percepción ha penetrado en muchas esferas de nuestras vidas y en cada una de estas han adquirido su contenido especifico. En este sentido la percepción, no es mas que el reflejo integral y consciente de los objetos que directamente afectan la psiquis del sujeto. (J, Ponce 1988), entre otros.

En cuanto al concepto de especialización, pienso que no sea necesario defenderlo especialmente, puesto que se trata de la capacidad que va desarrollando el boxeador para controlar y manejar conscientemente el sentido de la distancia, el sentido de sus movimientos, el sentido del golpe, etc. Así pues consideramos que a los deportistas, entrenadores, psicólogos, entre otros, el adjetivo “especialización” les es muy propio y comprensible.

Tal vez cada deportista ha sentido, durante los entrenamientos y competencias, aquella sensación extremadamente agradable, cuando prepara los ataques con movimientos estrepitosos con elevada coordinación neuromuscular de los miembros inferiores y superiores y logra el resultado deseado, ataca en diferente zonas o distancias, se defiende simultáneamente con facilidad y realiza los contraataques con gran velocidad, economía y creatividad, es decir todo le sale bien sin dificultad.

En este momento los procesos senso – preceptuales trabajan con claridad, el deportista da soluciones rápidas y exactas, se percatan que el cuerpo es fuerte, ágil, dócil, sienten una ligereza extraordinaria, una seguridad profunda en sus realizaciones técnicas, tácticas o estrategias deportivas. El atleta piensa que es capaz de todo.

Existe una amplia literatura dedicada a las percepciones especializadas, diferentes autores de todo el mundo han establecido fundamentos teóricos que sustentan nuestros planteamientos. Pero a pesar de todo esto seguimos escuchamos en diferentes eventos científicos y en voz de los entrenadores las perplejas y escépticas pregunta ¿Será posible que el atleta retenga concientemente el desarrollo de las percepciones especializadas? ¡ Si es posible! Mas aun, hay que saber entrenar en la iniciación deportiva y las diferentes etapa de la preparación psicológica, para que el niño puedan desarrollarlas y de esta formo logren una mejor imagen de la acción con todos los elementos que determinan su “calidad”, de este modo puedan ejecutar con excelencia las acciones ofensivas y defensivas que demanda los enfrentamientos deportivos.

En este sentido se deben proponer, pues, ejercitaciones que prevean el grado de desarrollo de las capacidades psíquicas del sujeto; consecuentemente, el entrenador, debe modular el grado de los estímulos que luego deberán ser elaborados y reproducidos por cada uno de los atletas a través del entrenamiento individual y colectivo.

Pero sólo un conocimiento profundo del atleta, desde todo ángulo, puede permitir estimulaciones, ejercitaciones y situaciones idóneas para lograr los objetivos prefijados acerca de esta premisa psicológica.

Teniendo en cuenta lo antes expresado es importante que el entrenador, aunque esto no sea sencillo, debe aprender a estimular, y crear “el ambiente” adecuado para producir esta estimulación necesaria en los procesos mentales del novel deportista.

Para hacerlo debe, ante todo, ofrecer una “orientación” técnico-táctica muy variada, abundante y prolongada a sus deportistas principiantes.

Ello le permite a los atletas, formar un patrimonio de representaciones técnico – tácticas y de actos motores, que le facilitara durante el enfrentamiento deportivo, sacar soluciones rápidas manteniendo la calidad y economía de la acción. (Russel 1989).

El entrenador, utilizando el método de solución de los problemas, debe actuar de modo que el entrenamiento no resulte un hecho mecánico de reproducción de situaciones o de actividades, sino un proceso sobre todo cognoscitivo, donde no se dan soluciones, sino que se plantean problemas motores tanto en las escuelas de boxeo, como en las escuelas de combates, así como en los entrenamientos libres con guantes de modo que cada deportista pueda resolverlos de manera personal las dificultades, dejando, pues, un amplio espacio a la creatividad y preferencias combativas del novel deportista.

De esta forma se logra activar grandemente las percepciones temporo – espaciales de las características de los movimientos ( propios y del adversario), las sensaciones especializadas ( sentido del tiempo, sentido de la distancia sentido del movimiento, sentido de la velocidad) y las mío motoras, al existir en contacto directo con el contrario.

En tal contexto se logra como efecto, el contacto entre las vivencias internas y el ambiente externo, las “ estimulaciones senso – perceptuales” las que están mediado por los órganos sensoriales, los estímulos propioceptivos y exteroceptivos elaborados en sensaciones, emociones, pensamientos, acciones, entre otras, la cual suministran las coordenadas de las conductas motrices en la realidad.

En particular: “el diálogo entre los estímulos sensoriales y las representaciones motoras responde siempre al doble principio de eficacia y economía impuesto por las características de prontitud y de precisión de las actividades deportivas” (Russel 1987).

Es por ello que el profesor A. Sagarra 1998, considera que una de las premisas del rendimiento psicológico del boxeador reside en su capacidad de descodificar lo más rápido posible la información resultante del oponente.

Indudablemente, si se acostumbra a entrenar en condiciones de aumento o disminución sensorial, inducida y temporal, se logrará activar en mayor grado los analizadores cenestésicos, y los reflejos para captar la información del mundo exterior, se conservará una sensibilidad acentuada de los analizadores de modo que se obtenga una descodificación más rápida y precisa.

Hemos podido comprobar como en la práctica, “se mejora la diferenciación de las señales usadas para las orientaciones propioceptivas dentro de un canal sensorial”

Esto es así ya que: “en las interacciones del combate, existen señales no codificadas, fluctuantes, que apenas son percibidas por los canales sensoriales; la capacidad de captarlas y de interpretarlas aumenta enormemente el grado de conciencia y de intervención directa ” (Russel 1986).

¿Qué elementos metodológicos se deben tener en cuenta para realizar el entrenamiento de las capacidades senso-perceptuales?

Una de las observaciones que debe realizar el entrenador o psicólogo para iniciar la planificación y dirección de los entrenamientos, reside en determinar las capacidades perceptivas de cada atleta en cuanto al nivel de excitación, por las diferencias de esta particularidad psicológica en cada personalidad, además puede variar tanto por el tipo y la calidad del entrenamiento precedente como por el grado de desarrollo de las capacidades motoras, así como por las características físicas, técnica, tácticas y estrategias deportivas características de cada división de peso y por las capacidades referentes a la atención.

Por tanto, es tarea del entrenador remitirse con precisión al diagnostico de las percepciones especializadas y establecer con precisión el nivel de excitación de los canales sensoriales del atleta, de manera que pueda conocer las deficiencias perceptuales y a partir de ahí encauzar objetivamente las actividades entrenadora a desarrollar.

En tal sentido es importante que en un primer momento él diagnostico permita conocer el nivel de conocimiento técnico, táctico y estrategias deportivas, y por ende, el dominio (temporo – espacial) del ambiente de preparación.

Un segundo momento se debe estudiar el nivel de autocontrol y percepción del tiempo mediante ejercitaciones individuales o de grupo acerca de la unidad de medida y los tiempos que condicionan algunas de las situaciones fundamentales del enfrentamiento deportivo.

En un tercer momento se prevé conocer el control y la percepción de los principales implementos deportivos que utiliza para ejecutar la actividad (por ejemplo los Guantes de boxeo), tanto en situación estática como dinámica, para luego insertar elementos técnicos, tácticos y estrategias deportivas hasta alcanzar un perfeccionamiento consciente de las mismas.

El cuarto momento esta orientado a estudiar el nivel de influencia de los implementos deportivos que utiliza, tanto para la preparación, como para el combate, insertando progresivamente el desarrollo de la movilidad de la acción, en diferentes momento, es decir estático o dinámico, y en condiciones espaciales y temporales oportunamente definidas para cada estilo preferente de conducir los combates.

De esta forma para poder establecer el máximo rendimiento que cada deportista, el entrenador no sólo necesita informaciones sobre su nivel físico, técnico, táctico y estrategias deportivas, sino también sobre su capacidad real de percepción especializada.

Las que puede realizar, analizando el comportamiento técnico y táctico del boxeador, interrogándolo al resultado del nivel (senso – perceptual) del atleta, y de los resultados que va logrando durante el combate (A Sagarra, 1986).

Sin embargo, estas operaciones son difíciles de controlar en cuanto a que el atleta necesariamente desea anticipar los ataques, mientras su adversario directo trata de ocultarle sus intenciones el mayor tiempo posible (Russel 1989).

Por consiguiente, las ejercitaciones en condiciones de reducida capacidad sensorial deberán prever también trabajos individuales, de uno contra uno, en condiciones normales de entrenamiento y durante el entrenamiento libre con guante.

De este modo el boxeador principiante aprende a “leer” o a “sentir”, las intenciones de los contrarios según el canal (temporo – espacial) y el desarrollo de habilidades motrices (por ejemplo, la vista o el oído y el cenestésico) incluso aquellas referencias que normalmente no se estimulan.

Después de haber trabajado sobre las etapas precedentes, se debe incrementar las exigencias de dificultad en las ejercitaciones con la inserción en las escuelas de boxeo y de combate, además el trabajo simultáneo en pareja, conlleva indirectamente también a mantener una dificultad de concentración en cuanto a que la utilización contemporánea de varios estimuladores provoca un desarrollo de las percepciones especializadas notable a la actividad del principal analizador comprometido del boxeador, (la vista).

De esta forma es recomendable que el deportista se concentre en el propio movimiento (técnico – táctico), lo cual significa tratar de asignarle a éste la necesaria cantidad de esfuerzo mental y físico, de modo que se pueda evitar fenómenos de interferencia que podrían hacer al movimiento menos eficaz durante la ejecución de las acciones ofensivas y defensivas.

Cuando en los entrenamientos deportivos se estimula constantemente las percepciones especializadas a través de interferencias voluntarias, en condiciones de disminución o falta de estimulación sensorial, se pone en dificultad la capacidad senso-perceptiva del deportista, y, por ende, se le incita a buscar una respuesta inicial en forma de movimiento, así como una adaptación eficaz a las acciones ofensivas y defensivas. Se obliga al deportista a sentir conscientemente los diferentes momentos que determinan la calidad del ejercicio, para lo cual el deportista (deberá estar adiestrándose en este tipo de trabajo) y al notable desarrollo psíquico que demanda su preparación.