Palabras claves: COMPOSICIÓN CORPORAL/PEDIATRÍA/MÉTODOS
Título: Evaluación de la composición corporal en niñas usando impedanciometría bioeléctrica y pliegues Subcutáneos.
Autor: Pascuala Urrejola N., María Isabel Hodgson B., María Gloria Icaza N
Resumen
La estimación de los pliegues subcutáneos (PS) para evaluar composición corporal ha sido utilizado durante años, sin embargo, su uso tiene limitaciones. La impedanciometría bioeléctrica (BIA) es un nuevo método cuyo uso ha sido recomendado en adultos. Objetivos: evaluar si la BIA para estimar grasa corporal (GC) tiene una precisión comparable a la obtenida usando PS en pediatría.
Texto completo
Introducción
La determinación de la composición corporal (CC) es una herramienta importante en la evaluación del estado nutritivo en pediatría. Sin embargo, la precisión de sus resultados es difícil de evaluar debido a razones teóricas y prácticas. Algunos de los métodos usados como “patrón de oro” en la evaluación de la CC como la hidrodensitometría presentan problemas prácticos en su ejecución, especialmente en niños muy pequeños o con discapacidad, por la imposibilidad de sumergir a los niños en un estanque de agua. Los problemas teóricos, que también son aplicables a otros métodos de referencia (potasio corporal total, agua marcada) se producen por la “inmadurez química” de los niños y adolescentes. A diferencia de la edad adulta, en pediatría no se puede asumir una composición constante de la masa magra durante el crecimiento y desarrollo, lo que hace necesario considerar dichos cambios para poder evaluar CC con precisión.
La antropometría ha sido utilizada por muchos años para evaluar CC, uno de sus componentes más importantes es la estimación del grosor de los pliegues subcutáneos (PS). Sin embargo, dichas mediciones tienen algunas limitaciones que incluyen, la variabilidad entre examinadores, las variaciones en la compresión del pliegue, los cambios en la densidad corporal con la edad y la incertidumbre de una adecuada relación entre grasa subcutánea y grasa interna. Esto hace que el uso de PS para estimar grasa corporal sea altamente dependiente del examinador y la población evaluada. Sin embargo, cuando las mediciones son realizadas por un examinador entrenado y se usa una ecuación población específica el error de la determinación de la grasa corporal no es mayor de 5%.
La impedanciometría bioeléctrica (BIA) es un método de evaluación de CC que es simple, de bajo costo, rápido, de gran aceptabilidad y sin error de examinador. Este método se basa en que la conducción de una corriente eléctrica en un organismo se efectúa principalmente a través de su compartimento acuoso, por lo que dicha conducción tendría adecuada relación con la masa magra. Dado que la masa magra contiene una proporción considerablemente mayor de agua y electrolitos que el tejido adiposo y el hueso, el impedianciómetro bioeléctrico permite estimar la resistencia al flujo de una corriente eléctrica de baja frecuencia (impedancia) y, a través de determinadas ecuaciones, inferir el agua corporal total o la masa magra. La grasa corporal puede ser determinada por la diferencia del peso con la masa magra del sujeto. En la actualidad existen varias ecuaciones de BIA que han sido postuladas para su uso en niños, adolescentes y adultos. Sin embargo, hasta la fecha no existe una de uso universal, es decir, que pueda ser utilizada independientemente de la edad, sexo, origen étnico o estado nutricional del sujeto a ser investigado. Lo anterior hace que las mediciones de masa magra, determinadas por los diferentes aparatos de impedaciometría bioeléctrica, sean válidas tan solo para la población en que fueron obtenidas.
Material y Método
Se estudiaron las 50 niñas mayores de 9 años de edad pertenecientes a 2 cursos de una escuela básica situada en el área Oriente de Santiago, de nivel socioeconómico bajo, que cumplían con los siguientes criterios: prepúberes o con pubertad inicial, sin historia, signos o síntomas de cualquier enfermedad orgánica y que no estuvieran ingiriendo medicamentos que pudieran alterar la CC, tales como corticoides u otros. El estado puberal se evaluó utilizando la clasificación de Tanner, catalogándose como pubertad inicial aquellas niñas con un grado II de Tanner y pre-pubertad las con grado I de Tanner. Se utilizó la recomendación hecha por la OMS en 1995 para evaluar estado nutricional en adolescentes la cual se basa en el IMC, y los pliegues tricipital y subescapular. Las características de los sujetos se presentan en la tabla 1.
Tabla 1
Características del grupo estudiado
Estado nutricional*
Número de sujetos
50
Obesas
15
Edad (años ± DE)
13,9 + 6
Sobrepeso
11
Talla (cm ± DE)
38,7 + 7
Eutrofia
22
Peso (kg ± DE)
19,9 + 2,9
Desnutridas
1
IMC (kg/m2)
9,8 + 0,7
IMC: Índice de masa corporal.
*Estado nutricional evaluado según recomendación de OMS.
Mediciones
A cada sujeto, dos horas después de haber ingerido una colación y sin haber realizado ejercicio físico intenso en las últimas 24 horas, se le realizaron mediciones de antropometría y BIA.
Antropometría
Se determinó el peso sin ropa, mediante una balanza Seca, previamente calibrada a ± 0,2 kg, utilizando intervalos de 100 gramos. La talla se obtuvo usando un estadiómetro Seca, utilizando intervalos de 0,1 cm. Los PS tricipital y subescapular fueron medidos mediante un calibrador de pliegues cutáneos (Lange), aproximado al milímetro más cercano. Las mediciones fueron hechas por el mismo investigador entrenado, utilizando técnicas debidamente estandarizadas. Estas mediciones fueron realizadas en triplicado, tomándose el promedio de las tres para efectos de cálculo. El porcentaje de grasa corporal se obtuvo aplicando las ecuaciones de Slaughter. Dichas ecuaciones, fueron desarrolladas basándose en el método de Boileau, tomando en consideración la raza, el género y el grado de maduración sexual de los niños y de los adolescentes de los cuales fueron derivadas y que han sido validadas en población infantil caucásica.
Impedanciometría bioeléctrica
Se midió resistencia con un impedanciómetro bioeléctrico Biodynamics modelo 310 que aplica una corriente excitatoria de 800 µAmps a 50 Hz. En la tabla 2 aparecen las ecuaciones de BIA para el uso en niños y adolescentes, así como el número y las edades de los sujetos desde los cuales fueron derivadas y su respectivo error estándar de estimación.
La BIA se realizó con los sujetos en decúbito dorsal, sobre una superficie no conductora, con los brazos levemente en abducción y las extremidades inferiores separadas levemente. Los cuatro electrodos de superficie se colocaron en la mano y pie derechos. Un electrodo a nivel de las articulaciones metacarpofalángicas, el segundo entre las apófisis estiloides cubital y radial; el tercero a nivel de las articulaciones metatarsofalángicas y el cuarto entre los maléolos lateral y medial del tobillo. La masa magra (kg), fue determinada usando las ecuaciones mostradas en la tabla 2 y por el resultado otorgado por el impedianciómetro Biodynamics. La grasa corporal fue calculada por la diferencia del peso con la masa magra.
Análisis estadístico
Se utilizó estadística descriptiva y el test de t de Student pareado para las diferentes mediciones. La relación entre el porcentaje de grasa estimada por BIA y PS fue analizada mediante el test de correlación. Las diferencias metodológicas en la estimación de la grasa corporal por los dos métodos de CC estudiados, fueron evaluadas utilizando el método de Bland y Altman. Este método es gráfico y analítico, permitiendo discriminar cuánto difiere un nuevo método de otro ya establecido y evaluar si la magnitud de esta diferencia es biológicamente aceptable. El método de Bland y Altman considera que, al no conocerse el valor verdadero de los métodos estudiados, la mejor estimación es el promedio de las mediciones. La magnitud del promedio de las diferencias indica el sesgo entre las dos mediciones.
Resultados
El contenido de grasa corporal determinado usando BIA (ecuaciones y resultado otorgado por el aparato) y pliegues cutáneos (ecuación de Slaughter) se muestran en la tabla 3. Los porcentajes promedios de grasa corporal estimado por pliegues cutáneos (ecuación de Slaughter) y por las ecuaciones de BIA fueron de 23,93 ± 6,46% y 18,99 ± 7,63, respectivamente, existiendo diferencias significativas entre estas dos determinaciones (p < 0,05). Las estimaciones entregadas por las diferentes ecuaciones de BIA fueron consistentemente más bajas que el porcentaje de grasa corporal estimado por PS (p < 0,05) excepto, para la ecuación de Schaefer25. Se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los promedios de grasa corporal determinada por las diferentes ecuaciones de BIA (p < 0,05) (tabla 2).
Tabla 2
Comparación del porcentaje de grasa corporal (% GC) obtenida por PS e BIA
% GC (% ± DE)
Coeficiente de correlación r
PS: Slaughter et al
23,93 ± 6,46
0,74*
Deurenberg et al
22,55 ± 5,20
0,79*
Deurenberg et al
18,87 ± 6,28
0,75*
Houtkooper et al
17,91 ± 7,12
0,84*
Schaeffer et al
24,71 ± 10,08
0,81*
Cordain et al
10,53 ± 11,26
0,59*
Bio Dynamics (modelo 310)
19,36 ± 5,86
—
*p < 0,05
PS: Pliegues subcutáneos; BIA: impedianciometría bioeléctrica
Al aplicar el criterio de Bland y Altman se observó que el nivel de concordancia entre la BIA y PS fue pobre. Esto es demostrado gráficamente en las figuras 1 y 2 donde el tamaño de la diferencia promedio (PS – BIA) y la dispersión entre las mediciones es muy amplio, 5% ± 2 DE (-5,5 a 15,5). Las diferencias promedio del porcentaje de grasa corporal entre cada una de las ecuaciones de BIA y PS aparecen en la tabla 3. La ecuación de BIA con la mejor concordancia con los PS fue la de Deurenberg, ya que el rango de dispersión de las mediciones de grasa corporal fue menor, pero con una diferencia promedio de grasa corporal de 5,1 ± 8,2%, por lo cual tampoco hay concordancia con PS.
Tabla 3
Diferencia promedio del porcentaje de grasa corporal (% GC)1 entre PS y ecuación de BIA
Diferencia promedio %
GC1 (% ± 2 DE)
Deurenberg et al.
1,4 ± 8,7
Deurenberg et al.
5,1 ± 8,2
Houtkooper et al.
6 ± 9,7
Schaefer et al.
–0,8 ± 11,70
Cordain et al.
13,4 ± 14,20
Bio Dynamics (modelo 310)
4,6 ± 11,1
A pesar de la falta de concordancia entre grasa corporal estimada por PS y BIA, existe una buena correlación entre ambos métodos (tabla 3), tal como era de esperar al comparar dos métodos que están diseñados para medir las mismas variables.
Discusión
Con el objetivo de evaluar si el uso de BIA es comparable a los PS para estimar grasa corporal en pediatría, se utilizaron cinco ecuaciones pediátricas de BIA publicadas en la literatura (tabla 2), el resultado otorgado por el aparato Bio-Dynamics modelo 310 y las ecuaciones de Slaughter que consideran el grosor de los pliegues cutáneos. La composición de la masa magra en niños y adolescentes no es constante, el contenido de agua disminuye con la edad, mientras que el contenido mineral óseo aumenta con la maduración por lo tanto, el uso de ecuaciones para estimar grasa corporal derivadas de población adulta sobreestima la cantidad de grasa corporal en niños y adolescentes. En este estudio se utilizaron ecuaciones de BIA desarrolladas para determinar masa magra en niñas con edades y desarrollo puberal similar al grupo estudiado. Las ecuaciones de Slaughter fueron desarrolladas y validadas en población infantil, tomando en consideración los cambios de la relación entre el grosor de diferentes pliegues subcutáneos, con las variaciones en la densidad de masa magra dependientes de la edad, de la raza, del género y del grado de maduración sexual.
A pesar de lo anterior, el nivel de concordancia entre el porcentaje de grasa corporal estimado por los pliegues subcutáneos (ecuación de Slaughter) y las ecuaciones de impedanciometría bioeléctrica fue pobre, como es ilustrado por el tamaño de la diferencia promedio (tabla 4) y la variación entre los dos (figuras 1 y 2). Para evaluar el nivel de concordancia entre el porcentaje de grasa corporal estimado usando PS y BIA, la masa grasa debe ser estimada a partir de la masa magra y esto se logra al introducir el peso como variable. Este último se ha demostrado que está altamente correlacionado con la resistencia (r = 0,90 en niñas) y moderadamente correlacionado con la suma del grosor de los PS (r = 0,6 en niñas). La introducción del peso como variable, por lo tanto, puede explicar la buena correlación encontrada entre el porcentaje de grasa corporal estimado usando los PS y las ecuaciones de BIA (tabla 3), como también afectar el nivel de concordancia entre los dos tipos de mediciones de grasa corporal (figura 1 y figura 2).
Otro factor que podría afectar la concordancia entre los PS y la BIA es que ambos son métodos indirectos de evaluación de CC, lo que significa que ellos tienen errores de estimación, cuya magnitud depende de los supuestos inherentes al método usado como referente para su derivación.
En general, se utilizaron diferentes métodos como referentes para la derivación de las ecuaciones de BIA consideradas en este trabajo. La hidrodensitometría se utilizó para las ecuaciones de Deurenberg y Cordain, el modelo multicompartamental de Boileau para la ecuación de Houtkooper y el potasio corporal total para la ecuación Schaefer. El error de estimación estándar (EEEs) para determinar GC desde la ecuación de Slaughter es de 3,7%19 y para la BIA fluctúa entre 3 y 4%, dependiendo de la ecuación utilizada.
Las diferencias encontradas en la medición de grasa corporal, determinada por las ecuaciones de BIA, podrían atribuirse a eventuales diferencias en la CC entre el grupo de niñas estudiado y los grupos usados para derivar las ecuaciones, tal como ha sido descrito en población adulta. Hout- kooper et al recomienda el uso de ecuaciones de BIA específicas para sujetos obesos o con sobrepeso. La información del estado nutricional de los sujetos en que se derivaron las ecuaciones de BIA incluidas en este estudio no fue comunicada por los autores.
Otras variables que mejorarían la precisión de las ecuaciones de BIA, son la inclusión del peso, la edad y el sexo. Sin embargo, en este estudio, la inclusión de estos parámetros en algunas de las ecuaciones utilizadas no pareció mejorar la concordancia entre métodos de estimación de CC.
El uso de la BIA a pesar de tener la ventaja de ser una técnica relativamente simple, rápida, no invasiva y de bajo costo, no arroja cifras concordantes con las obtenidas por la medición de PS. A esto se agrega el hecho de que las 5 ecuaciones para cálculo de % GC por BIA pediátricas existentes en la literatura, pese a haber sido validadas frente a estándares exigentes, entregan resultados diferentes para la estimación de grasa corporal. Mientras las discrepancias anteriores no sean resueltas, parece poco adecuado recomendar el uso de la BIA para estimación de grasa corporal en la práctica clínica pediátrica.
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