Palabras claves: TENIS DE CAMPO/METABOLISMO/ENTRENAMIENTO DEPORTIVO/BIOQUIMICA

Título: Modificaciones de algunas variables bioquímicas durante trabajos de intensidad y volumen en tenistas de campo juvenil.

Autor(es): Dr. Ríos Hernández, Andrés  N.; Dra. Nicot Balón,  Graciela; Dra. Almenares Pujadas,  Evelina; Lic. Ríos Matos,  Leydis

Fuente:  Historias Médico-Deportivas

Resumen

El tenis de campo es un deporte que tiene la característica de realizar altos volúmenes e intensidad de trabajo  requiriendo para esto  la participación del metabolismo energético. Este estudio se realizó en 10 deportistas  de la Preselección nacional juvenil, que se encontraban en la preparación especial, con iguales condiciones de entrenamiento, alimentación,  hospedaje, y con edades comprendidas entre 16 y 18 años de edad. El equipo  se dividió en 4  deportistas que realizaron el trabajo de volumen con una duración de 3 horas y 6 tenistas para el trabajo de intensidad de aproximadamente 1 hora y 30 minutos de duración. Las muestras de sangre se obtuvieron antes del entrenamiento y  3 minutos después. Se determinaron las variaciones de  la glucosa, urea, ácido úrico y creatinina para hacer una evaluación de las características de  trabajo.  Se observó que con la determinación de la urea y el ácido úrico  su aumento fue mayor en el  trabajo de volumen que en el de intensidad, que las cargas no fueron estimulantes, el  aporte de carbohidratos fue suficiente y no hubo cambios significativos en la creatinina.

 

Texto completo:

Introducción

Durante la actividad física las células musculares convierten la energía obtenida  a partir de la combustión de las  fuentes de nutrientes almacenados  o circulantes, en trabajo mecánico. Mientras más fuerte es el trabajo muscular, más intenso son todos estos procesos.

Se conoce que las principales fuentes energéticas  para la actividad muscular lo constituyen los fosfatos altamente energéticos, los carbohidratos, las grasas, y las proteínas. Como resultado del catabolismo de estos sustratos se obtiene la energía química necesaria  para la contracción muscular, pero solo un 30 % de esa energía es utilizada  efectivamente por el músculo, el resto se libera en forma de calor.

El tenis de campo, considerado, metodológicamente dentro de los deportes de juego deportivo, presenta características metabólicas de tipo alterno, o sea, el suministro energético va a ser tanto aeróbico como anaeróbico.

SELIGER  (1) reporta que el  88% de la energía consumida por los jugadores de tenis es de origen aerobio y el 12% anaerobio. Otros autores reportan similar gasto energético al realizar el cálculo durante una partida de tenis del tiempo trabajo y descanso. El metabolismo anaeróbico ha sido subestimado y es porque los cálculos que se hacen promedian los datos de los descansos y el juego propiamente dicho.

FOX (1984)  se concentró en los períodos de actividad en el deporte y ofreció los siguientes datos:

70% para los sistemas de ATP-PC(anaerobios)

20% aerobicos-anaerobicos

10%aerobicos (1)

El tiempo de entrenamiento normalmente es de 3 horas en la sesión de la mañana y 3 horas en la sesión de la tarde. En las competencias, el tiempo de duración del juego es aproximadamente de 2-5 horas.

No encontramos en la literatura científica muchos trabajos que informen acerca de las características  metabólicas del deporte de tenis de campo. Teniendo esto en cuenta así como la duración prolongada de los partidos, es por lo que consideramos necesario realizar un estudio para tratar de determinar cuales son los elementos del metabolismo que tienden a depletarse  y provocar empeoramiento del rendimiento deportivo.

Nos propusimos analizar las modificaciones en los niveles en sangre de tenistas juveniles en algunos metabolitos durante entrenamientos con diferentes características de carga física.

Material y método

Este estudio se realizó en 10 deportistas que forman parte de la preselección nacional juvenil de tenis de campo de Ciudad de la Habana que se encontraban en la etapa de preparación especial, todos con iguales condiciones de entrenamiento, descanso, hospedaje, alimentación y con edades comprendidas entre 16-18 años de edad.

Se observa en la tabla 1  las características de la muestra:

Los deportistas se dividieron  en dos grupos de forma aleatoria,  atendiendo al tipo de trabajo  que se iba a realizar, ya sea este de volumen  o intensidad en una  sesión de entrenamiento. El trabajo de volumen se realizó en 3 horas, aproximadamente, y el trabajo de intensidad se realizó en 1:30 horas según objetivos del entrenamiento y en la sesión de la mañana.

A todos los atletas se le realizó toma de muestra de sangre  de la vena antecubital del brazo, con una cantidad de  9-10 mls, el cual se depositó en un tubo de ensayo,  esta prueba se realizó en ayuna y 4-5 min. , después dé haber terminado la sesión de entrenamiento.

A  ambos grupos se le dio un suministro de agua  acorde a sus solicitudes a través de toda la sesión de entrenamiento. Las muestras de sangre sirvieron para la determinación de:

Urea: por el método de BERTHELOT (ureasa)

·                    Ácido Úrico: por el método enzimático colorimétrico

·                    Creatinina: por el método de JAFFE

·                    Glucosa: por el método enzimático glucosa-oxidasa

·                    Proteínas: por la técnica colorimétrica de BIURET

Se aplicó el análisis estadístico descriptivo para todas las variables en sangre, obteniéndose media y desviación estándar. Se realizaron diferencias entre antes y después, de la glucosa, urea, ácido Urico y Creatinina, además, se determinaron los porcientos de cambio de estas variables, los de las proteínas totales, para establecer los cambios de volúmenes plasmáticos,  se realizaron comparaciones de los promedios  de los valores de las variables en sangre antes y después del entrenamiento.

Las comparaciones se realizaron  por test no paramétricos de WELCOXON (p menor o igual a 0,05) tanto este test como las estadísticas descriptivas se procesaron con el  paquete estadístico SPSSPC. Las diferencias de las variables, como su porcentaje, se calcularon con el programa FOX-PRO 2,5.

Resultados y discusión

Es de esperar que en trabajos de más  de 1 hora de duración, aunque no sea continuo, deben ocurrir variaciones en algunos indicadores bioquímicos del metabolismo energético. Vemos en la tabla 2 y figura 1 que los niveles de glucosa en sangre de los deportistas se encontraron dentro de cifras normales, tanto antes como después de los entrenamientos de volumen e intensidad,  aunque con cambios posteriores al ejercicio. Se observa un incremento no significativo de esta variable en el trabajo de volumen (más 26%), sin embargo en el trabajo de intensidad ocurren cambios estadísticamente significativos (más 64%).

Se conoce que trabajos prolongados continuos tienden a disminuir los niveles de glucosa en sangre por deplesión  de las reservas de glucógeno hepáticos (2, 3, 4, 5, 6, 7, 8). En la muestra utilizada no ocurrió hipoglicemia debido a que el trabajo era prolongado con acciones intermitentes de corta duración por tanto, hubo muchos momentos de recuperación o de descanso entre las acciones de trabajo.

Por otro lado este tipo de actividad es abastecida fundamentalmente por los fosfátenos y no por la glucólisis. En el trabajo de intensidad de corta duración se han observado incrementos en los niveles de glucosa en sangre, de origen neuroendocrino por acción del estrés,  liberación de hormonas de estrés y neurotransmisores que favorecen la conversión  de glucógeno hepático en glucosa sanguínea, aunque se ha sugerido que cuando se consumen carbohidratos, antes, durante y después del ejercicio intermitente prolongado, se incrementa el rendimiento deportivo (3).

Se hace evidente que en las sesiones de entrenamiento de volumen e intensidad realizada por estos deportistas no se requiere de  la suplementación de carbohidratos ya que  en ningún momento se hicieron  presentes  niveles de  hipoglicemia después del trabajo. Debemos señalar que este estudio se limitó a una sola sesión de entrenamiento que es diferente a lo que puede ocurrir cuando el atleta compite en varias ocasiones en el mismo día. La alimentación debe de suministra el aporte de CHO necesario para el mantenimiento de los niveles de glucosa óptimos. En este caso está claro que con el aporte de CHO, a través de la dieta, es suficiente para cubrir los  requerimientos energéticos sin  provocar deplesión en sus almacenes lo que provocaría dificultad en la coordinación neuromuscular (10).

Por otro lado los niveles de urea en sangre (tabla 2 y gráfico 1) se comportaron al igual  que la glucosa dentro  de cifras normales, tanto antes como después, en los dos tipos de trabajo realizados con un incremento estadísticamente significativo en el trabajo de volumen y muy poca variación en el de intensidad. La bibliografía consultada reporta incrementos en el catabolismo proteico (mayor producción de urea) en las actividades donde predomina el volumen donde el trabajo es prolongado (11, 12, 13). Nuestros resultados coinciden con lo reportado en la literatura citada y permiten plantear que hubo un incremento en la producción de urea en el trabajo de volumen, debido a que el incremento fue de un 12%, muy superior a  la disminución de volumen plasmático de menos 3,83%.

En cambio  en trabajo de intensidad con un aumento de 5,4% es inferior a lo que se correspondía por la disminución de volumen plasmático de menos 8,4%, por lo que inferimos que no hubo producción de urea, y probablemente un aumento de su aclaramiento por los riñones.

En relación con los valores de urea, antes y después del trabajo, en que los incrementos fueron menores de 1 mmol por litro, podemos plantearnos que la carga física en ambos tipos de trabajo puede ser evaluada como carga baja.

En cuanto al  ácido Úrico en sangre (tabla 2 y figura 1) mostró un comportamiento similar al de la urea. Muchos autores estudian ambos indicadores bioquímicos del catabolismo proteico para medir nivel de profundidad  del catabolismo. Se evidencia, también, por el ácido Úrico, participación del metabolismo proteico durante el trabajo con predominio de volumen y muy poca participación en el trabajo de intensidad.

Ocurrió un aumento significativo de los niveles de ácido Úrico en sangre después del entrenamiento de volumen en relación con el nivel de reposo, no ocurriendo así en el trabajo de intensidad.

Encontramos valores significativos más elevados  de ácido Úrico, después del trabajo de volumen  en relación con los encontrados después del trabajo de intensidad. Puede hacerse el mismo análisis de los porcientos de incremento de ácido Úrico con los porcientos de  disminución de volumen plasmático que el realizado en el caso de la urea.

Aún cuando no han sido establecidas las cifras de referencia tolerables para los entrenamientos de volumen, si hay  consenso en la literatura en que esta variable se modifica fundamentalmente en trabajos físicos donde el volumen de trabajo es predominante, observándose un comportamiento muy similar al de la urea en sangre. Los resultados obtenidos en nuestro trabajo confirman esta aseveración (14, 15).

Con relación a la Creatinina en sangre (tabla 2 y gráfica 1) ha sido mencionada como un indicador indirecto de la vía de los fosfágenos y que guarda relación muy estrecha con el índice de masa muscular activa del sujeto. No hemos encontrado ningún trabajo que señale niveles diferenciales de Creatinina para trabajo de fuerza o de resistencia.

Si nos atenemos a los resultados encontrados en este trabajo,  observaremos un mayor aumento estadísticamente significativo en el entrenamiento donde predomina el volumen, que en el trabajo donde predominó la intensidad. Si este indicador expresara exactamente la utilización de los fosfágenos, era de esperar un mayor incremento en el trabajo de intensidad. Como esto no ocurrió, debemos pensar que existen otros factores que  influyen en este resultado que no son  precisamente, la degradación de los fosfágenos. Podría estar relacionado con el hecho de que las acciones en el tenis son rápidas pero no de máxima intensidad y no depleta los almacenes de fosfágeno y por otro lado  puede estar incrementado el flujo de  eliminación de esta variable por los riñones (16, 17).

Se concluye que en las distintas formas de entrenamiento realizados el aporte de carbohidratos como suministro energético de la dieta fue suficiente según se evidencia por los niveles de glucosa en sangre y que los indicadores del catabolismo proteico, así como la urea y el ácido Urico, señalan que las cargas de entrenamientos no fueron estimulantes, ya que sus niveles  no se modificaron.

No es muy significativa la  magnitud de la deplesión de los fosfágenos inferido a partir de  la Creatinina  probablemente debido a  la corta duración de las acciones seguidas de  periodos de descanso suficientes.

Bibliografía

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Tabla 1. Características antropométricas de la muestra

 

Características
predominantes
del trabajo

Número de atletas

Edad Cronológica
en años

Edad Deportiva en años

Peso Corporal en Kg.

Talla Corporal

Volumen   X
(n = 4)      DS

4

16.6
± 0.8

7.9
± 0.5

63.8
± 5.5

174.4
4.2

Intensid.   X
(n = 6)      DS

6

15.9
± 0.9

7.6
± 0.5

61.7
4.6

172.2
2.4

Tabla 2. Modificaciones de algunas variables hemoquímicas producto del entrenamiento en tenis de campo

Características predominantes del trabajo

Glucosa (mMol/l

Urea (mMol/l

Ácido Úrico (mMol/l

Creatinina (mMol/l

Volumen Plasmático (D %)

 

A

D

D

A

D

D

A

D

D

A

D

D

(D %)

Volumen   X

(n = 4)      DS

 

3.20

0.3

4.02

0.27

+ 26

 

4.61

0.28

5.16r

0.32

+ 12

281

28

359r

29

+ 28

 

87.5

7.3

104r

8.4

+ 19

–                           3.83

1.12

Volumen   X

(n = 6)      DS

 

2.86

0.21

4.69r

0.32

 

64

4.44

0.2

4.68

0.23*

5.4f

268

42

287

29*

7.8f

86

5.3

95

6.9

10f

–                                  8.4f

2.79

A: Antes del entrenamiento

D: Después del entrenamiento

D: Por ciento de variación de los datos antes-después

*: Diferencia significativa de p < 0.05 respecto al trabajo de volumen

F: Diferencia significativa de p < 0.05 respecto al % en trabajo de volumen

R: Diferencia significativa de p < 0.05 con relación al valor de antes del entrenamiento

Datos

Dr. Ríos Hernández, Andrés  N. Profesor asistente. Especialista de primer grado en Medicina del Deporte y Master en control médico del entrenamiento

Dra. Nicot Balón,  Graciela. Profesora  auxiliar. Especialista de segundo grado en medicina del deporte y Master en control médico del entrenamiento

Dra. Almenares Pujadas,  Evelina. Profesora  auxiliar. Especialista de segundo grado en medicina del deporte y Master en control médico del entrenamiento

Lic. Ríos Matos,  Leydis. Licenciada en Enfermería

 

Revisado y actualizado por: Lic. Mariela C. Z (06/03/03)