Palabras claves: RENDIMIENTO DEPORTIVO/ACTIVIDADES FISICAS/MOVIMIENTO
Título: Condición Física y coordinación- Encontrar la armonía entre los factores del rendimiento.
Autor: Golowin, Erik
Traductor: Alina García
Texto Completo:
Entrenarse es buscar el equilibrio entre todos aquellos factores que determinan el rendimiento. No se obtiene la eficacia óptima cuando algunos de esos factores se enseñan o se entrenan aisladamente. Durante mucho tiempo, las ciencias del deporte han privilegiado el papel que desempeña la condición física en el rendimiento. Actualmente, una nueva visión permite ver los factores que la determinan como parte integrante de un todo y en estrecha relación con las cualidades de coordinación. En ese contexto, la noción de equilibrio aparece bajo dos enfoques: por un lado, designa la capacidad de coordinación motriz, y por otra parte caracteriza un entrenamiento dosificado de manera óptima. ¿Cómo combinar armoniosamente el aprendizaje técnico y el aumento de la fuerza?
Favorecer el proceso de aprendizaje
Los alumnos deben disponer de toda la información necesaria para el aprendizaje o para la adopción de un comportamiento adaptado a la situación. El mejoramiento de la receptividad permitirá obtener intercambios fructíferos entre alumnos y profesores. Mientras más desarrolladas estén las capacidades de percepción más completo y eficaz será el desarrollo general del alumno desde el punto de vista didáctico
Ampliar las bases
Los factores que determinan la condición física desempeñan un papel decisivo en el rendimiento deportivo siempre y cuando interactúen armoniosamente con otros factores que intervienen en el rendimiento. Los procesos energéticos deben ser coordinados de manera que permitan movimientos en ocasiones extremadamente complejos. Esto significa que los factores que intervienen en la condición física sólo pueden desarrollarse al máximo a través de la técnica y de la coordinación.
Pero dicha influencia es recíproca: las cualidades de coordinación y la técnica regulan y dirigen los procesos energéticos en el organismo así como la transferencia mecánica de energía. No obstante no puede existir desarrollo técnico equilibrado sin capacidad de aprendizaje. Desarrollar dicha capacidad consiste en crear las bases necesarias que aseguren el desenvolvimiento del futuro proceso de aprendizaje.
Estimular el sentido del movimiento
Nunca es demasiado pronto par comenzar a desarrollar la percepción de su propio cuerpo y el sentido del movimiento. Esto se logra a través de ejercicios apropiados, variados e inteligentemente combinados, que estimulen al mismo tiempo la capacidad de aprendizaje.
El sentido del movimiento adquirido en una etapa precoz, es muy importante para su posterior control y dosificación. La formación de base de los principiantes debe por lo tanto, estar encaminada a desarrollar sistemáticamente las cualidades de coordinación con la ayuda de ejercicios gimnásticos y de destreza. De esta forma el alumno desarrolla un sentido del movimiento diferenciado muy útil para el control motor y puede adquirir una técnica correcta desde el principio.
Desarrollar las bases físicas
Una buena musculatura general aumenta la estabilidad, la movilidad, y la resistencia al esfuerzo reduciendo al mismo tiempo los riesgos de lesiones. La misma se obtiene a través de un entrenamiento variado y dosificado teniendo en cuenta diferentes parámetros (edad, nivel, necesidades específicas, etc.). El programa de entrenamiento de la fuerza y los ejercicios de estiramiento deben responder al perfil de las exigencias técnicas de la disciplina que se practique. El deportista podrá de esta forma adoptar una posición relajada y natural durante la ejecución de los movimientos específicos de su deporte. Sucede que a menudo, algunos atletas presentan problemas en la espalda o en las rodillas por no haber hecho un trabajo de base suficiente o apropiado.
Aplicar y variar
Numerosas variaciones permiten al alumno experimentar nuevas relaciones motoras internas y experimentar su potencial de fuerza. La prioridad en el entrenamiento es la asimilación de lo aprendido. Se trata de clasificar las informaciones recibidas y relacionarlas con vivencias e informaciones anteriormente adquiridas.
Mejorar la imagen del movimiento
Los factores que determinan la condición física afectan el rendimiento –físico y técnico- de forma variable según las exigencias del deporte de que se trate. Los mismos determinan en gran medida la acción muscular y son indispensables para el aprendizaje y la ejecución del gesto técnico. Es conveniente por lo tanto, realizar una diferenciación de los factores físicos adaptados óptimamente a la próxima etapa de desarrollo. Esto permite que los alumnos puedan progresivamente forjarse una imagen correcta del movimiento. La diferenciación es el elemento clave que permite combinar capacidades de condición física y cualidades de coordinación lo cual asegurará un excelente nivel de rendimiento.
Búsqueda de la economía y la estética.
Con los alumnos más avanzados se persigue el desarrollo de capacidades técnicas con vistas a lograr un gesto adaptado a la situación que sea lo más económico y estético posible. El objetivo es que el deportista pueda disponer de técnicas que se adapten a todas las situaciones y que sea capaz de utilizarlas de forma optima. Con el tiempo, un atleta que experimenta la misma estructura de movimiento, empleando diferentes variantes y situaciones de combate o de juego, aprende a reconocer las diferentes aplicaciones posibles. El objetivo del entrenamiento es adquirir una representación del movimiento lo más diferenciada posible para poder enfrentar situaciones muy variadas.
Mantener el equilibrio muscular
El desarrollo del rendimiento puede ser acelerado a través de un fortalecimiento sistemático de los músculos, los grupos musculares que más se utilicen en determinado deporte. Los antagonistas, los pequeños músculos, las inserciones musculares y los tendones no deben ser descuidados. Ejercicios complementarios contribuyen a asegurar de manera preventiva el equilibrio artro-muscular.
Encontrar la fluidez del movimiento
La técnica de un movimiento puede ser mejorada si se modifican las resistencias con el uso de aparatos o de pesos. Se aprende de esta forma a diferenciar mejor las fuerzas de intensidad variable. Ahora bien, una mejor percepción de la fuerza es indispensable para obtener una dosificación óptima de la fuerza-tiempo. Desde el momento que se sistematiza la experimentación de contrastes durante el entrenamiento, se produce una transformación del nivel de fuerza en la capacidad fuerza – velocidad.
Complicar las condiciones de aprendizaje, combinar los ejercicios, variar el timing y el ritmo contribuyen a armonizar fuerza y técnica. De esto se deriva una economía y una mayor fluidez del movimiento. La recuperación activa sirve para digerir estas experiencias e integrarlas a la imagen que uno se crea del movimiento.
Crear y completar
La realización de un movimiento puede ser definida como la materialización de la imagen que nos hacemos del mismo en función de una situación determinada. La calidad de la transferencia de la imagen a la realidad, depende en gran medida de la forma en que se conjugan factores de la condición física y cualidades de la coordinación.
Interacción de todos los parámetros del rendimiento
La capacidad técnica representa las condiciones que permiten los procesos conscientes de percepción, de pensamiento y de decisión adaptados a la tarea que se desea cumplir. La capacidad técnica hace posible una utilización racional de las cualidades de coordinación incluyendo los factores de la condición física. Es necesario mencionar los factores estratégicos y tácticos así como los factores físicos tales como las emociones, la motivación o la voluntad. La combinación de todos esos factores del rendimiento permite movilizar el potencial energético psíquico y físico. Concentración, forma técnica y eficacia en la ejecución deben conjugarse y formar un todo armonioso.
Búsqueda de la armonía
La búsqueda permanente de la técnica óptima se inscribe en una perpetua búsqueda de la armonía entre los factores que determinan el rendimiento. La plenitud (o la perfección) técnica se traduce en el ritmo (ritmo del movimiento, creación rítmica de una forma de movimiento) Nuestro sentido rítmico nos permite perfeccionar la calidad de un movimiento garantizando al mismo tiempo la calidad en la ejecución, incluso al intensificar la carga de trabajo.
Constitución de reservas
En numerosas disciplinas deportivas, la eficacia técnica que se persigue debe entrañar un aumento de la fuerza – velocidad. Para lograrlo, es primordial establecer un umbral de fuerza máxima adaptado al deporte de se practique. Por tal motivo el entrenamiento de la fuerza máxima precede al de la fuerza – velocidad en el programa de entrenamiento. Su objetivo es aumentar la fuerza máxima y mejorar la coordinación intramuscular.
Sin embargo el entrenamiento de la fuerza máxima no basta para preparar a un atleta con vistas a obtener rendimientos óptimos en la relación fuerza – velocidad. Progresos importantes se logran si se pasa a un entrenamiento mucho más orientado a ejercicios de fuerza – velocidad, específicos de la disciplina de que se trate. En el marco de un programa de entrenamiento específico de fuerza – velocidad con miras a perfeccionar un gesto que será ejecutado en competencia, es conveniente estar atentos no solamente al aumento de la fuerza – velocidad sino también a la ejecución precisa del movimiento.
Integración en un marco global
Las experiencias obtenidas con el desarrollo y la movilización de reservas de fuerza suplementarias deben ser completamente asimiladas e integradas al proceso de entrenamiento. Dichos procesos pueden ser estimulados por formas de entrenamiento mental y métodos científicos de recuperación. Por ejemplo es posible ejecutar movimientos a diferentes velocidades insistiendo en la relajación y la fluidez.
De esta forma el atleta aprende a reconocer diferentes interacciones, transferencias así como los efectos de diferentes fuerzas conjugadas. El mismo puede también reexaminar el aporte de diferentes factores de rendimiento y de esta forma optimizarlo. Se considera que las impulsiones suscitadas por el entrenamiento de la condición física son asimiladas cuando la movilización de la fuerza no depende más de una acción volitiva (voluntaria) sino consciente. Se sabe que en el campeón, la creación del movimiento va del interior al exterior.
Revisado y actualizado por: Lic. M. del Castillo Zayas (08/07/04)
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