Palabras claves: JUDO/NIÑOS/ADAPTACION/ENSEÑANZA/HABILIDAD/ MOTRICIDAD

Título: La proyección

Autor(es): Cancel, André

Traductor: Alina García (SETIDEP)

Fuente: Review Education Physique et Sport, París, 2000, No. 282, p. 59-63

Texto completo:

Estudio funcional e implicaciones didácticas

El aprendizaje del la proyección en alumnos principiantes comienza ineluctablemente, con la construcción de una relación tónica e intencional en la pareja de adversarios. Esta transformación debe romper con una motricidad espontánea que intenta resolver el dilema del desplazamiento entre dos, frente a frente, sobre una superficie, sujetándose recíprocamente por las vestiduras con la intención última de proyectar a su pareja /adversario al suelo.

 

 

(1) es una de las funciones de mediación del profesor, En efecto, aprender en EPS (educación física y deporte), es construir respuestas motrices útiles y adaptadas en el alumno.

Si el primer eje nos conduce a un análisis e institucional de las APSA (actividad física deportiva), el segundo plantea el problema de las interacciones y de las mediaciones propicias al aprendizaje; lo que Marc Durand denomina también como (2). Los programas disciplinarios (3) proponen una arquitectura de habilidades que invita al profesor a hacer elecciones y a jerarquizarlas. En este caso nuestro punto de partida será la forma operacional de la habilidad que se pretenda desarrollar, siendo la actividad motriz un mediador entre el sujeto que esta aprendiendo y las condiciones escolares de los contenidos disciplinarios.

En el grupo de las , el programa 6 insiste sobre y llama la atención sobre el tema central

Siguiendo esta orientación, el metodólogo precisa la misión del profesor: Privilegiar la construcción de una actividad encarnizada (el enfrentamiento como desafío) y a su vez segura ( el control por el dominio técnico de una motricidad contrariada). Esta contradicción fundamental implica una adaptación profunda de la motricidad usual y la interiorización de una forma de organización propia de los SCP (deportes de combate con agarre): la proyección (Cuadro 1). La proyección es posible porque los dos combatientes se agarran mutuamente. Condicionada por el agarre, la misma es el resultado de la acción simultanea de los dos adversarios, inmersos en una configuración de motricidad contrariada, en este caso comprendida como un sistema funcional o como un (cuadro 2).

La elección y el tratamiento de las APS, soporte del aprendizaje, son cruciales para afirmar la pertinencia de las situaciones, de los dispositivos y las posibles mediaciones. Tal elección descansa sobre una concepción del aprendizaje, que no esta concebido como un proceso aislado, sino como una serie de reorganizaciones dinámicas de la acción, en y por la acción. (en continuidad con un mundo cultural)- compartida (en relación con una concepción social de la enseñanza) del conocimiento y de su adquisición, es perder de vista, no solamente la naturaleza cultural del saber sino también la naturaleza social de su adquisición > (4).

Nuestro estudio mostrará una APS de base (el judo), un público determinado (el principiante) y un a ser adquirido (la proyección en situación de motricidad contrariada.)

La proyección en el corazón de la lógica del combate.

Jigoro Kano, fundador en 1882 de un método de educación física, el (actual judo), proponía en 1920 cinco principios de enseñanza o , los cuales proponían una (5), de acuerdo a dos criterios esenciales.

  • La dificultad en la realización de la técnica de la proyección:
  • ruptura del equilibrio del agresor.
  • Puntos de contacto con la pareja para la transmisión de las parejas de fuerza.
  • La coordinación de las acciones por segmentos, en la realización de la técnica.
  • La peligrosidad de la caída:
  • amplitud
  • utilización de la fuerza para enlazar al contrario.
  • sentido de la caída.
  • modalidades para el control del cuerpo del contrario, etc.

La eficacia del judoka por lo tanto, desde sus orígenes, asociada a la proyección. Esta característica se ha visto reforzada en nuestros días por el reglamento deportivo que prohibe la posibilidad de proseguir un combate desde el suelo hacia la posición de pie pero si a la inversa. Esta simple regla basta para hacer del judo una .

(6)

El Judo propone entonces a la vez:

  • aplicados al ataque y al defensa en un combate singular que permite la aplicación pero también el estudio del
  • un objetivo particular que lo diferencia de otras SCP: el ippon (cuadro 3). Al mismo tiempo, regla deportiva que designa las condiciones de la victoria y regla motriz que reconoce las condiciones optimas de la realización motriz, el ippon determina un una unidad motora que define a priori las características motrices de una proyección eficaz.

Se valoriza entonces las acciones generadas por la proyección para una evaluación de la eficacia del judoka, la disciplina presenta las siguientes características:

  • se usa un uniforme adaptado a las necesidades mecánicas del agarre (el judogi)
  • limita las acciones de agarre sobre las vestiduras del judogi;
  • prohibe las acciones de agarre prolongado en los miembros inferiores;
  • favorece los comportamientos ofensivos en el combate de pie, imponiéndole al atacante que conserve permanentemente el control de la proyección (criterio intangible para obtener ventaja);
  • concede la victoria total al que proyecte a su adversario de acuerdo a indicadores observables (cuadro 3).

De ahí se deduce que la disciplina posee características interesantes, motrices y de contexto a su vez ,en las cuales se unen la preocupación por la eficacia y por la seguridad de los combatientes.

Esta doble perspectiva generadora de un rendimiento(práctica eficaz) así como formadora (aplicación y comprensión de un principio) converge en la historia singular de esta disciplina.

Las características de la proyección en el principiante.

Si se define la proyección como un esquema nuevo a desarrollar en la EPS, en el contexto de un ciclo de enseñanza de judo , conviene analizar las etapas de su aprendizaje. Cada una corresponde a una expresión funcional singular del esquema (a una lógica de la utilización del esquema). La misma permite estudiar la implicación del sujeto en la reorganización de su motricidad en relación a contextos y disposiciones especificas del judo. La proyección en el judo tendrá (y es esta la hipótesis principal en el enfoque funcional) un matiz diferente y no comparable, según se trate de discípulos principiantes, con cierta experiencia, confirmados o expertos.

Estudiaremos el esquema de proyección en alumnos principiantes con el objetivo de intentar identificar los problemas específicos que hemos encontrados.

El término principiante será definido en relación a la organización no variable de conductas que se observan en un publico carente de experiencias anteriores en dicha actividad. Al utilizar las categorías del esquema de Gérard Vergnaud, se obtiene una caracterización del esquema de la proyección en alumnos principiantes.

EL objetivo: derribar a la pareja/adversario (parej/advers.) sin romper el equilibrio, ya se trate de una situación de cooperación como de oposición.

Lo que determina la actividad del luchador no es la búsqueda del ippon, sino el conflicto natural que existe entre su motricidad y la contrariada de la cuadrupedia, relacionada con los puntos de contacto en el cuerpo del contrario. En efecto, toda acción iniciada por uno de los luchadores conlleva una reacción simultanea del suelo así como del cuerpo de la pareja/ adversario cuyo resultado modifica continuamente la configuración funcional de la pareja.

Las reglas de acción: las más frecuentemente puestas en práctica, conducen a una captura de la información a través de los exteroceptores, con primacía de la visión sobre los demás órganos sensoriales.

La mirada está orientada hacia el suelo, hacia una dirección que no constituye una proyección perceptiva del lugar de impacto en la caída de la pareja/adversario.

La sincronización de las acciones se basa esencialmente en los miembros inferiores como evocadores de una marcha interrumpida.

Existen numerosos conflictos entre los apoyos manuales y pedestres, generalmente asociados a un excesivo tono postural de los dos luchadores y a una distancia no optima entre los dos cuerpos.

La cadena cinemática se rompe generalmente a nivel pélvico (flexión excesiva del busto sobre las piernas, arqueo pronunciado del tronco sobre las piernas, diferencias excesivas en los apoyos pedestres, etc.) el control de la proyección se realiza a posteriori, desarrollándose según un esquema motor estereotipado de un intento a otro.

Las invariantes operatorias: tanto en situación de cooperación como de oposición, las mismas no respetan la lógica que domina en la proyección: controlar para desplazar, hacer perder el equilibrio, proyectar, controlar.

A partir de este hecho, el combatiente debutante se encuentra frente a una lógica reactiva ante las tensiones que surgen por una motricidad contrariada.

La planificación de la acción responde a los recursos más corrientemente utilizados en circunstancias de oposición física directa, es decir, la fuerza.

Para resumir la actividad del principiante como en realidad ellos la perciben, diremos que se trata: de atrapar al contrario, para hacerlo caer, y evitar la propia caída. La construcción de una referencia estable es esencialmente egocéntrica y/o lo contrario, pero jamas dialéctica.

Las posibilidades de inferencia: la comprobación es rápida. El esquema parece muy sensible a las mínimas modificaciones, que se producen a nivel de la pareja. Su inestabilidad es una ventaja para provocar modificaciones en la estructura de su estructura. Paradójicamente, se observan posturas estereotipadas, más impermeables a las alteraciones provocadas dentro de la pareja. Tal parece que las mismas constituyen la expresión de una dificultad momentánea para dar solución a los efectos de una motricidad contrariada. Es entonces dentro de la pareja de oposición como de cooperación, a nivel de la relación tónica, que habrá que trabajar para lograr la modificación del sistema de inferencia, no de forma aislada sino compartida.

Esta descripción de como se comporta operacionalmente el esquema de proyección en el principiante, nos permite formular el problema fundamental que se plantea en esta etapa del aprendizaje: el principiante confrontado a una situación de cooperación y/o de oposición, cuyo objetivo con relación a la situación es la proyección de su parej/advers., enfoca esta situación aisladamente, independientemente de las características específicas relacionadas a una motricidad contrariada. Ahora bien, la proyección es el resultado de una acción combinada donde interactúan tanto el que cae como el que provoca la caída.

El principiante utiliza entonces una forma de referencia inadaptada en la cual los combatientes son considerados de forma aislada y no como una totalidad funcional única.

Esta disyunción podría estar dado por un sistema de control defectuoso (agarres manuales, apoyos pedestres, postura dinámica del cuerpo con relación a su parej/advers.).

La situación motriz inusual provoca una reorganización total de la motricidad, evocadora de una serie de propiedades funcionales nuevas que deben ser interiorizadas:

– coordinación de acciones segmentadas con el objetivo de amoldarse a los desplazamientos de la parej/advers (desplazamiento en espejo);

– orientación de los desplazamientos en el espacio: hacia delante, atrás, lateral, rotación;

– posición de las manos sobre el judogi de la parej/advers.

– utilización dinámica de los controles manuales para fijar una dirección en el cuerpo de la parej/advers;

  • equilibrio de puente pasando a su vez por un control postural y una repartición de los apoyos sobre el cuerpo de la parej/advers.

Esas propiedades son fundamentales en la construcción de la proyección en condiciones en las cuales los movimientos y las acciones se ejecutan sobre una parej/advers. en un espacio obligatorio. Como se puede observar si se continua por esta vía, la proyección se convierte en un esquema general a partir del cual se podrán evocar toda una serie de subesquemas que forman parte del mismo, comenzando por el de la caída. Esto trae como consecuencia una jerarquización en las prioridades pedagógicas y didácticas entre saber caer (la caída) y saber hacer caer (la proyección). De esta forma la caída encontrara su lugar en el contexto de una unidad funcional más global: la proyección.

Recordemos que esta arquitectura es válida para los principiantes; pero no se puede extender a otros niveles de la practica, teniendo en cuenta la evolución de las relaciones en el seno de la pareja. En el nivel de principiantes, el que es proyectado no es el que asume solamente el conjunto de condiciones necesarias, a tener en cuenta para controlar el impacto con el suelo sino la parej/advers. en su conjunto, teniendo prioridad el que proyecta. La proyección es entonces simultáneamente, origen y criterio para la construcción de otro esquema: la caída.

En su origen, ella caracteriza la pareja de oposición como situación de referencia y de aprendizaje de la caída; como criterio permite precisar los indicadores de éxito para transitar de a la . La proyección en los principiantes, es el punto final de la acciones iniciadas en la pareja y controla la pertinencia de las elecciones realizadas al nivel de su resultado: la caída.

Las invariantes que caracterizan las situaciones en el aprendizaje de la proyección.

La idea de que las situaciones poseen propiedades que incitan a la acción no es nueva. (7). La elección de tensiones para el aprendizaje de la proyección en el principiante, participa de esta lógica, e invita a respetar ciertas propiedades invariables.

  • Entre dos, en una configuración que obliga a un agarre simétrico fundamental:

– en guardia a la derecha: mano derecha en la solapa izquierda, mano izquierda sobre la manga derecha, invertir en guardia hacia la izquierda.

  • Definir una dirección de desplazamiento en la pareja: (hacia delante, hacia atrás, lateral: a la derecha o a la izquierda)
  • Identificar un espacio de proyección con relación a la posición del cuerpo en posición de pie del que va a ser proyectado: un espacio hacia delante, hacia atrás, y lateral.
  • Identificar la posición general del cuerpo del que proyecta, con relación al cuerpo del que es proyectado : de frente, de espalda, desfasada, con un apoyo, con dos apoyos y combinadas.
  • Identificar las acciones segmentadas puestas en relieve en la desestabilización del equilibrio de la pareja: brazos, piernas, caderas, y sus combinaciones.
  • Precisar sistemáticamente las indicaciones de seguridad (cuadro 4).

Ese dispositivo riguroso que permite la organización del aprendizaje de la proyección, no impide un acercamiento paralelo a la caída. Numerosos trabajos proponen progresiones eficaces en ese campo (8). La referencia a los ejercicios tradicionales del aprendizaje de la caída no tienen el mismo valor en ese caso en específico. En efecto, la caída se convierte en un criterio de éxito de la proyección entre otros: el equilibrio del que proyecta en el momento del impacto, orientación de los segmentos en el momento de la proyección, coordinación de las acciones entre lo alto y lo bajo, utilización privilegiada de tal o más cual parte del cuerpo para provocar la caída del compañero, distancia de guardia entre los combatientes, configuración de una relación tónica entre los combatientes en el momento de la realización de la acción de proyección. Lo que implica entonces la interiorización de una parte de las condiciones necesarias para proyectar a la pareja adversario. Lo que importa al final, es enseñar a la pareja a organizarse para que respete los criterios de éxito de la caída en judo, es decir la caída tal y como debe ser incorporada cuando la pareja desarrolla una actividad inducida por las propiedades invariantes de la situación de proyección.

Las variables didácticas de la progresión en el aprendizaje de la proyección.

Las variables didácticas son (9), y que finalmente permiten el avance del proceso de adaptación que se persigue.

Combinadas con las propiedades invariantes de las situaciones, las mismas permiten una incorporación más dinámica del sistema dispositivos -contenidos, fundamento de toda elaboración programada de una enseñanza disciplinaria. La elección de las variables responde a una triple exigencia :

– respetar el rigor del dispositivo,

– responder a las dificultades encontradas por los alumnos,

– no cuestionar la seguridad de los luchadores

Aprender a proyectar en Judo.

CARACTERÍSTICAS INVARIABLES

VARIABLES DIDÁCTICAS

SER DOS (noción de pareja)

En el plano de los combatientes emparejar o no a las parejas(talla, peso, lateralidad, fuerza, sexo, etc.).

A nivel de pareja:

Modos de Entradas (derecha/ izquierda, extremo de la manga/ bajo el codo, zona mediana de la solapa/zona alta cerca del cuello, conservación del control inicial/modificación del control inicial en el transcurso de su realización).

Tipo de pareja indefinido o definido a priori: el que es proyectado: toma la iniciativa del desplazamiento/sufre el desplazamiento/ resiste el desplazamiento; el que proyecta:

sufre el desplazamiento y retoma la iniciativa/ resiste al desplazamiento y retoma la iniciativa/toma la iniciativa del desplazamiento.

Consignas verbales (facilidades o dificultades, para el que es proyectado y/ o para el que proyecta);

Ejemplos:

– facilitador para el que es proyectado:

  • facilitador para el que proyecta:
  • dificultad para el que es proyectado:
  • dificultad para el que proyecta : coordinar las acciones de tracción de la parte superior del cuerpo y de flexión de los miembros inferiores, después de una rotación angular del cuerpo>

Demostración (ante/durante/después del aprendizaje de los alumnos, con una pareja diferente cada vez, con el alumno al que se refiere la explicación o con su pareja del momento, etc.).

SENTIDO DEL DESPLAZAMIENTO.

Dirección (con relación al que es proyectado): hacia delante/ hacia atrás/ lateral derecho/ lateral izquierdo/ rotación derecha /rotación izquierda / rotación con el que proyectado al centro / en la periferia (presentado aquí en un orden que expresa, en nuestra opinión, un nivel de dificultad creciente).

Intensidad (con relación a la configuración de la pareja): acelerado/ desacelerado / desplazamiento a velocidad linear.

Origen: acción de brazos (halar, empujar, desplazar, levantar con flexión; acción de los miembros inferiores, avanzar, retroceder, pasos alternos, pasos alados, rotación por traslación, etc.); combinaciones.

Distancia: corta (1 o 2 apoyos como máximo), media (4 o 5 apoyos), larga (más de 5 apoyos).

ZONA DE PROYECCIÓN

Materializar la zona de impacto: Tapiz/ Marca en el suelo/ proyección de la vista del que cae/ del que provoca la proyección.

Variar las zonas de impacto en función: de la técnica de proyección, del desplazamiento de la pareja, de la posición del que es proyectado en el momento del desequilibrio, del equilibrio del que proyecta en el momento del impacto, de la posición de guardia elegida, de la posición del cuerpo del que es proyectado en el momento del impacto con el suelo, etc.

POSICIÓN DEL QUE PROYECTA AL FINAL

Definida exclusivamente por los imperativos mecánicos de la proyección, pero a pesar de todo, podremos enfocar las adaptaciones haciendo variar la relación velocidad/ precisión en la ejecución de la proyección, abordando la continuidad de las acciones ofensivas en la relación que se establece entre la posición de pie y el suelo, e integrando limitaciones espaciales impuestas al que proyecta (espacio limitado en profundidad, en amplitud y en superficie, etc.).

ACCIONES REALIZADAS

Limitaciones: suprimir un control con el objetivo de concentrar la atención del que proyecta en la parte del cuerpo comprometida prioritariamente en la ejecución/ obligar al que proyecta, a realizar acciones con los ojos cerrados para que cambie la configuración perceptiva de sus acciones/ mantener una posición transitoria del cuerpo del que cae lo que conlleva una estabilidad del cuerpo del proyectado, etc.

Ayudas: trabajar ante todo en una producción global del gesto.

SEGURIDAD

Seguridad pasiva: acondicionamiento del lugar de la practica; tapiz de recepción, guía externa, variar las alturas de la caída (desde la posición de arrodillado, semi arrodillado, de pie), guía de la proyección hasta el suelo (por enlazamiento, por el uso de un apoyo intermedio suplementario)

Seguridad Activa: progresión en la enseñanza respetando el equilibrio entre la dificultad en la realización y la complejidad de la misma.

Para los alumnos que se inician, las actividades se concentraran en la actividad de la pareja. La fase de seguridad es ante todo un (10).

Esta concentración en la actividad global de la pareja y su evolución será a su vez una constante en esta etapa del aprendizaje, y un indicador prioritario del fin de la etapa. La elección de esas variables esta determinada por ciertas condiciones determinantes. Las mismas deben reforzar la relación entre las características de la actividad que se le exige a los alumnos y las situaciones propuestas.

La observancia del de la proyección, en el principiante, nos permite identificar cuatro condiciones decisivas a la hora de orientar la elección de las variables y por consiguiente para la actividad del profesor.

  • Agarres manuales intencionales (actuar sobre el cuerpo de mi parej/advers.) y eficaces (garantizar la seguridad de los luchadores en la pareja):
  • para el que proyecta, controlar la manga por el costado que provoca la caída;
  • para el que cae, agarrarse de la manga para facilitar la guía de la mano que toca el suelo.
  • Homogeneidad de los desplazamientos de la pareja (desplazamiento de los apoyos en el suelo, en espejo, equilibrio dinámico de los combatientes: busto derecho, brazos semi flexionados, paso de lado y de amplitud ) e inicio explícito del desplazamiento (por una acción libre de uno de los combatientes , ya sea por una acción que parta de los miembros inferiores, ya sea por una acción defensiva, siempre por una sincronización de las acciones de arriba hacia abajo).
  • Cambio del ritmo por el desplazamiento de la pareja en el momento de la disociación de las acciones de los combatientes:
  • el que proyecta, aceleración – fijación – aceleración.
  • el que es proyectado, desaceleración – fijación – aceleración.

Lo que algunos autores nombran la fase de lanzamiento, y que nosotros entendemos como la fase de toma de iniciativa.

  • Posición final estable de la pareja al finalizar la proyección:
  • el que proyecta debe permanecer parado, sobre sus dos apoyos en contacto con su pareja en el suelo,
  • el que es proyectado debe echarse sobre el flanco en contacto con su pareja de pie.

Cada una de esas condiciones induce al uso combinado y/o aislado de un conjunto de variables, en las diferentes etapas del aprendizaje (ver tabla).

No existe realmente una jerarquía entre esas diferentes condiciones, lo que hace inútil en parte, toda tentativa de construir una progresión a priori, pero que concede a la experiencia motriz de los alumnos, el lugar que le corresponde en el proceso de aprendizaje.

Conclusiones

Al elegir deliberadamente no presentar un trabajo sobre los contenidos de la enseñanza en las SCP (deportes de combate con agarre), corremos el riesgo de un acercamiento heurístico, que debe dejar a los profesores la posibilidad de elegir las formas de la puesta en practica.

El punto de vista del funcionalismo responde a una triple exigencia:

  • aquella que precisa la función de la APSA como soporte en la de los objetivos que se persiguen en una disciplina de enseñanza (el judo);
  • aquella que privilegia el valor instrumental del conocimiento y su expresión ante todo desde el punto de vista del comportamiento (la proyección);
  • la que recuerda que todo acto docente se materializa en un dispositivo capaz de inducir a interacciones y mediaciones sinónimas de transformaciones y de construcciones.

La actividad motriz de los alumnos (aquí el principiante) es desde esta perspectiva, a su vez necesaria (en EPS se aprende por y en la acción) y ambigua en la medida en que ella encarna al mismo tiempo las respuestas espontaneas de los alumnos para resolver el dilema de la causa (motricidad contrariada) y el efecto (proyectar controlando) y el punto de transito para la construcción de una solución más adaptada a las dificultades de la situación.

Esta didáctica que sugiere que la actividad es simultáneamente objeto, producto y proceso del aprendizaje, adquiere aquí todo su sentido, sin, no obstante, agotar las discusiones sobre el proceso que esta en juego.

Reconocer la complejidad del sistema funcional representado por la actividad motriz finalizada demuestra (11).

La paradoja fundamental de nuestra disciplina reside en el hecho de tomar como objeto de estudio la actividad motora de los alumnos en situación (propiedades de las situaciones que no varían, variables, condiciones determinantes) sin perder de vista jamas que este objeto es, ante todo, la expresión de un sujeto cuya característica esencial es la de cuestionarse constantemente la objetividad de nuestra mirada hacia él .

Es John Dewwy quien decía (12).Enseñar a un joven novato a proyectar a su pareja en situación de motricidad contrariada, es de cierta manera, mostrar los principios mecánicos, dinámicos, conativos de una extrema complejidad sin renunciar sin embargo, a utilizarlos en la acción.

Su uso no explica porque eso funciona, pero permite poner en interacción y acceder a lo que André Giordan llama (13)

(*) El combate comienza siempre de pie para concluir en el piso, pero lo contrario no es posible. Se puede obtener la victoria decisiva, de pie, con la realización de una técnica de proyección que respete ciertos criterios precisos de realización. Se sanciona todo comportamiento defensivo excesivo de un combatiente en la fase de combate de pie, lo que no es el caso en las fases en el suelo.

Se modifica permanentemente la superficie de combate con el objetivo de valorizar las acciones ofensivas de pie.

Revisado y actualizado por: Lic. Mariela C. Z. (13/01/03)