Palabras claves: REHABILITACION/ENTRENAMIENTO DE FUERZA/LACTATO/LIGAMENTOS

Título: Investigaciones analíticas y funcionales del entrenamiento de la fuerza como elemento de rehabilitación después de una operación del ligamento cruzado anterior y sus consecuencias

Titulo original: Funktionsanalytische Untersuchungen des rehabilitativen Kraftrainings nach vorderer Kreuzbandplastik und ihre Konsequenzen.

Autor(es): Ludwig, M.

Traductor: Publio Cepero Fadraga

Fuente: Revista Alemana de Medicina Deportiva, No. 5 (Mayo), Vol. 47, 1997, p. 193-200, ilus.

Texto completo:

Resumen

El control del entrenamiento de las medidas terapéutico-deportivas durante la rehabilitación traumatológica y ortopédica se orienta actualmente hacia la teoría clásica del entrenamiento. Un colectivo de 13 pacientes, en periodo de rehabilitación (criterios de selección), después de una reconstrucción del ligamento cruzado (un tercio del tendón patelar),  fue sometido a  un entrenamiento de la fuerza máxima concéntrica y resistencia de la fuerza a nivel de los extensores y flexores de las articulaciones de las rodillas (60°/s, 90°/s, y 180°/s cada uno una sesión de entrenamiento con 5 a 6 sets por extremidad).

 

 

Fueron conectados al sistema isoquinético con el EMG y se les hicieron determinaciones de lactato. En una comparación bilateral se pudo evidenciar que mediante el reclutamiento ascendente y la frecuencia de la musculatura atrofiada del cuádriceps  se reactivan en gran medida  las potencialidades neuromusculares existentes. Los valores de trabajo y momentos de giro de los extensores lesionados de las articulaciones de las rodillas pudieron experimentar, como promedio, mejoramientos del 25% desde el primer set de entrenamiento hasta el último. Sobre la base de los fenómenos neurofisiológicos en el músculo cuádriceps lesionado con aumento constante de la actividad eléctrica (amplitud y frecuencia media) así como también con un menor aumento en flecha de los valores de lactato, combinado con un evidente mejor índice de la resistencia se pudo llegar a conclusiones sobre la reactivación preferente, al comienzo del entrenamiento, de las unidades motrices más pequeñas (tipo de fibras I).

 

Al hacer una comparación con los programas de entrenamiento convencional es evidente que hay que modificar los programas de entrenamiento de la fuerza con fines de rehabilitación. En el caso  descrito resulta necesaria una intensidad de progresión que ha de ser igual, como mínimo, durante el entrenamiento de resistencia con el fin de que la carga sea adaptada a la capacidad de rendimiento en ascenso con lo cual se garantiza el carácter del estímulo de entrenamiento y de esta forma su  éxito. El sentido del entrenamiento de la resistencia de la fuerza en la rehabilitación debe ser observado de una manera crítica.

 

Introducción

La mayor propiocepción y capacidad de reclutamiento reducida de las unidades motoras después de lesiones del aparato motor, producto de los procesos inhibidores a nivel neuromuscular, son temas que han sido muy discutidos y teorizados en la bibliografía (1, 6, 8, 11, 12, 14, 20).

 

Es raro encontrar un análisis, colindante con la práctica, relativo al comportamiento de las estructuras lesionadas durante el entrenamiento con pacientes apropiados. En la rehabilitación ortopédica – traumatológica la terapia deportiva ocupa en la actualidad una parte importante en el tratamiento de los malos funcionamientos musculares.  Las medidas deportivo terapéuticas está condicionadas por el fundamento de la teoría del entrenamiento, como es conocido a partir de la ciencia deportiva. La experiencia muestra, sin embargo, que el sistema neuromuscular puede movilizar, durante una sesión de entrenamiento, potencialidades en reposo. A fin de garantizar el éxito de la terapia resulta necesaria una dosificación adecuada de las normativas de carga (intensidad de los estímulos, duración de los estímulos y volumen de entrenamiento) adaptadas al nivel de funcionamiento, patofisiológicamente modificado, del sistema neuromuscular.

 

El objetivo de este estudio consistía, de una manera muy práctica, en describir objetiva y cuantitativamente el entrenamiento de las diferentes formas de fuerza, con reducción de las influencias inhibidoras, aplicado al sistema isoquinético con ayuda de la electromiografía, así como también efectuar mediciones de los valores de lactato en una comparación entre individuos. El análisis de las sesiones de entrenamiento particulares en la rehabilitación de los pacientes, que han sido sometidos a una reconstrucción del ligamento cruzado, debe ser una contribución al perfeccionamiento del entrenamiento de fuerza con fines de rehabilitación.

Los sujetos sometidos a estudio y la metodología

13 pacientes (3 del sexo femenino, 10 del sexo masculino) en edades entre los 17 y los 43 años (24,8 ± 6,4 años) participaron en este estudio. Se encontraban como promedio en la 14,8 ± 2,76 semana, después de haber sido sometidos a tratamiento de una ruptura del ligamento cruzado anterior mediante reconstrucción plástica de una tercera parte del tendón rotular. Todos los pacientes investigados estaban en el periodo de estudio en la rehabilitación o inmediatamente después de haber sido sometidos a una medida de rehabilitación con, como mínimo,  tres indicaciones para la semana, incluyendo entrenamiento isoquinético. De esta forma estaban acostumbrados del todo al manejo de los aparatos y al entrenamiento isoquinético.

 

Todos los pacientes fueron sometidos a estudio desde el punto de vista  clínico y sobre la base del Lysholm-Score  (24).

Los criterios de selección fueron establecidos mediante los puntos siguientes:

 

En este estudio sólo se permitieron pacientes que

1.       se encontraban en la fase de rehabilitación tardía de la composición muscular.

2.       contaran con una articulación de la rodilla operada, que desde el punto de vista clínico no presentara dolor, fuera estable, carente de estímulos, que pudieran ser sometida en su totalidad a cargas, así como sin demás trastornos funcionales que imposibilitaran un entrenamiento sin problemas.

3.       estuvieran en  un nivel muy bueno según el Lysholm-Score.

4.       se encontraran en una medida de rehabilitación o después de ésta, con, como mínimo,  aplicaciones de tres veces por semana, incluyendo terapia  deportiva y entrenamiento isoquinético y

5.       estuvieran muy motivados (ante todo jóvenes deportistas y estudiantes de deporte, ningún pensionado)

6.       desde el inicio eran capaces de una carga máxima en el entrenamiento de la fuerza, mediante una disposición activa ante el rendimiento y la rutina del entrenamiento.

 

De esta forma se enfrentó una falsificación de los resultados de las mediciones mediante magnitudes de influencia, tales como eliminación del dolor, apatía consciente condicionada por el miedo producto de la falta de una rutina de entrenamiento o el efecto de la costumbre ante los aparatos de medición.

 

Por cada una sesión de entrenamiento en el sistema isoquinético Cybex Norm (Cybex, Ronkonkoma, USA) con las siguientes velocidades angulares y los correspondientes contenidos de entrenamiento (5) se realizaron:

1.       Fuerza máxima con 60°/s concéntricos a los extensores y flexores de las articulaciones de las rodillas con 5 sets de 5 repeticiones (piernas enferma y sana).

2.       Resistencia de la fuerza con 90°/s (altamente intensivo) concéntricos a los extensores y flexores de las articulaciones de las rodillas con 5 sets de 15 repeticiones (piernas enferma y sana).

3.       Resistencia de la fuerza con 180°/s (medianamente intensivo) concéntricos a los extensores y flexores de las articulaciones de las rodillas con 6 sets de 20 repeticiones (piernas enferma y sana).

 

La posición de los pacientes era de sentado con flexión de las caderas de 90 grados.  La medida del movimiento se limitó en todas las personas a 90 grados (anatómicamente 0 – 90 grados de flexión).  Las respectivas pausas en los sets se concretaron a los tres minutos con conformación pasiva.  Las sesiones de entrenamiento tuvieron lugar durante 2-3 semanas en intercambio bilateral de cómo mínimo 24 horas de recuperación entre las sesiones.

 

A partir de los datos obtenidos se seleccionaron y representaron los momentos máximos de rotación y el trabajo realizado por set. Se calculó el índice de resistencia para cuantificar la resistencia muscular local, en la que el valor promedio de las últimas 5 repeticiones se dividió entre el valor promedio de las primeras 5 repeticiones (18, 19).

 

Las actividades electromiográficas de los músculos vastus medialis, rectus femuris y vastus lateralis se registraron y almacenaron después de una preparación de la piel y la colocación exacta de los electrodos desechables de  superficie (electrodos Ag/AgCl, mediocotest, Typ P – 00-S)por la misma persona estudiada mediante un intensificador bipolar (Noraxon, Myosystem 2008) con un nivel 100 Hz, conectado a una computadora (pentium 133 MHz).  Las desviaciones generales fueron procesadas finalmente con el software Myosoft para Windows Noraxon). A una rectificación completa de la onda (full wave rectification) (Llevar todas las pulsaciones negativas a la línea cero) le siguió la aplicación del factor 10 (4, 26).

 

Mediante la normalización con respecto a la amplitud máxima de la repetición correspondiente al primer set respectivo (27) se representó comparativamente el decurso relativo de la actividad eléctrica durante una sesión de entrenamiento.  Adecuado al tiempo se pudo formar el conjunto promedio (promedio de las repeticiones realizadas) y la amplitud también promedio(26).

 

Mediante la transformación (Fast Fourier Information) para la obtención del espéctrum de rendimiento se calculó la frecuencia mediana para cada repetición y se representó por set. A través de un lugar de corte análogo se transfirieron sincrónicamente al Software EMG el momento de giro, la dirección del movimiento y la posición del ángulo del sistema isoquinético para su análisis conjunto. Para la validación se sometió a estudio a un grupo de control de 9 personas sanas (3 del sexo femenino, 6 del masculino) en edades de 25,1 ± 3,58.

 

El máximo de los momentos de giro, índice de resistencia y el patrón de frecuencia, calculado sobre la base del EMG, se compararon con los resultados de los pacientes de la parte no enferma. Al respecto sirvieron los resultados en cada caso un set con velocidades angulares de 60°/s, 90°/s.

 

Inmediatamente después de cada set se determinaron los valores de lactato por medio del análisis de laboratorio de la sangre capilar, usando para ello el analizador de lactato ESAT 6660. Las sesiones de entrenamiento comenzaron después de un programa de calentamiento definido en el veloergómetro en nivel aerobio (determinación anterior del umbral) con un programa de rotación al final. El análisis estadístico tuvo lugar mediante el cálculo del nivel de significación por medio de un test T  para pruebas al azar.

Resultado máximo del momento de rotación.

Durante la comparación bilateral de los valores del momento de rotación máximo, los que se lograron con una velocidad angular de 60°/s, llama la atención el hecho de que el momento de rotación máxima de la extensión de las articulaciones de la rodilla en la parte provista de una reconstrucción plástica del ligamento cruzado se logró, como promedio en el quinto y el último set. Como promedio alcanzó aquí un 25% más que el resultado del primer set. El 84% de las personas estudiadas pudieron lograr el momento de rotación máxima con la pierna en cuestión sólo en el último set; el 41% de los ellos en la última repetición del último set. Todos los pacientes respondieron en la encuesta haber logrado subjetivamente el sentido de carga total en el primer set.

 

En comparación con ello el valor máximo de los extensores de las articulaciones sanas de las rodillas se mantuvieron, como promedio, el 3% por encima del primer set. 41% de los estudiados lograron el valor máximo en el primer set. Al comienzo de la sesión de entrenamiento se presentó un déficit a nivel de los extensores lesionados de las articulaciones de la rodilla de un 49% promedio en comparación bilateral con los valores máximos. Después del último set el déficit fue tan solo del 37% en relación con el valor máximo de la parte sana (figuran nro. 1ª).

 

Algo similar se reconoció en los valores máximos alcanzados en el entrenamiento con 90°/s, los que subieron en la parte enferma a un 14%. El déficit de los valores máximos de los extensores lesionados y sanos de las articulaciones de las rodillas alcanzó inicialmente el 38% y al final de la sesión de entrenamiento (figurar número 1b)

 

Los momentos de rotación máxima durante el entrenamiento con una velocidad angular de 180°/s descendieron en la parte sana a través de los sets de entrenamiento en un 5%, aproximadamente. En la parte enferma los valores subieron hasta el cuarto set en un 13% para bajar discretamente en los últimos dos sets. La comparación bilateral mostró una modificación de los déficits del 36% al 28% (figura 1c). Todas las diferencias descritas fueron altamente significativas p<0,01) desde el punto de vista estadístico.

 

Figura 1.

Momento máximo de giro por set con 60°/s (a), 90°/s (b) y 180°/s (c) en Nm (blanco = sano, gris = reconstrucción plástica del ligamento cruzado).

 

Trabajo general
Durante el entrenamiento de la fuerza máxima de la pierna en cuestión, con una velocidad angular de 60°/s, el trabajo efectuado por los extensores de las articulaciones de las rodillas aumentó por set, incrementándose del primero al último en un 27%. La musculatura sana realizó en el segundo set el mayor trabajo, cayendo ligeramente después.  En la comparación bilateral se evidenció una modificación del déficit del 44% al 30% al final de la sesión de entrenamiento (figura 2a).
El trabajo total realizado por set durante el entrenamiento de la parte afectada con 90°/s aumentó del primer set al quinto en un 17%. La pierna sana realizó, por el contrario, en el segundo set el mayor trabajo. El déficit bilateral del trabajo efectuada se redujo del 38 al 30% (figura número 2b).
Durante el entrenamiento con 180°/s los extensores de las articulaciones de las rodillas, en cuestión, realizaron en el tercer set un 10% más de trabajo, aproximadamente, que al comienzo, para regresar de nuevo al final al valor del inicio.  El trabajo realizado por las musculatura sana de los cuádriceps descendió grandemente, en correspondencia con el agotamiento, del inicio hasta el final.  En la comparación bilateral se evidenció de nuevo una transformación del déficit de los extensores de las articulaciones de las rodillas durante el trabajo realizado del 30 al 24% después del tercer set (figura número 2c).  Todas las diferencias bilaterales fueron muy importantes desde el punto de vista de las estadísticas (p<0,01).

 

Figura 2.

Trabajo general por set con 60°/s (a), 90°/s (b) y 180°/s (c) en jules (blanco = sano, gris = reconstrucción plástica del ligamento cruzado).

Índice de la resistencia.

La observación del índice de resistencia durante el entrenamiento de la fuerza máxima con una velocidad angular de 90°/s mostró un comportamiento de agotamiento normal de la musculatura del cuádriceps de la pierna sana con descenso, causado por el agotamiento, de los valores logrados a través de las repeticiones de un set. Durante la sesión de entrenamiento bajaron los índices de resistencia del 0,86 al 0,8 (figura 3ª).

 

En la parte dañada no sólo tuvo lugar un agotamiento menor del músculo cuádriceps sino incluso un aumento de los valores de la fuerza durante un set. Ello se expresa mediante un índice de resistencia a partir de 1 (figura 3ª). Las diferencias bilaterales de  los índices fueron estadísticamente muy importantes (p<0,01).

 

El análisis de las series en el entrenamiento de la resistencia de la fuerza con una velocidad angular de 180°/s dio como resultados índices de resistencia de 0,79 hasta 0,73 en la parte sana. En la parte enferma se reconoció una disminución de los índices, ocasionada por el agotamiento, que se acercó a los valores ²normales² a partir del cuarto set del entrenamiento con 180°/s (figura número 3b). Un vistazo al índice de resistencia promedio logrado en el último set (0,82) mostró un agotamiento siempre inferior de la musculatura patológicamente modificada a la del primer set de la pierna sana (0,79) (Figura 3b).  Se reconoció estadísticamente la existencia de importantes diferencias (p<0,05).

 

Figura 3

Indice de resistencia por set con 90°/s (a) y 180°/s (b)

(blanco = sano, gris = reconstrucción plástica del ligamento cruzado).

 

Actividad eléctrica.

El comportamiento de la actividad eléctrica de los músculos vastus medialis, rectus femoris y vastus lateralis mostró, durante el entrenamiento de los extensores de las articulaciones de las rodillas con 60°/s en la parte sana, un continuo descenso de la amplitud media (mean value) de set a set del 4%. Durante el entrenamiento de la pierna enferma se incrementó la actividad eléctrica como promedio en un 10% del primer set al último (figura número 4ª).

 

La actividad eléctrica del músculo cuádriceps permitió reconocer, durante el entrenamiento de la resistencia de la fuerza con la pierna sana en 90°/s, una disminución del 4%. La actividad eléctrica alcanzó, por el contrario, en la parte lesionada, al final, un valor superior del 29% (4b).

 

La actividad de los  extensores sanos de las articulaciones de las rodillas durante el entrenamiento con 180°/s cayó como promedio en un 10% a través de los seis sets.  En la parte operada subió, por el contrario, la actividad eléctrica como promedio en un 14% (figura 4c).

 

Figura 4.

Amplitud media de la actividad eléctrica por set en por ciento con 60°/s (a), 90°/s (b) y 180°/s (c) en Nm (blanco = sano, gris = reconstrucción plástica del ligamento cruzado). Por razones científicas y metodológicas los valores absolutos de las amplitudes tienen que hacer retroceder  los valores normalizados (relativizados). Debido a que los valores absolutos de las amplitudes se correlacionan con los valores de la fuerza máxima (4) hay que partir de un elevado nivel de importancia en las diferencias bilaterales de las amplitudes.

Frecuencia media.

Se ha de precisar que el patrón de frecuencia de participación del músculo cuádriceps femoris (menor frecuencia media: músculo vastus medialis, frecuencia mediana intermedia: músculo vastus lateralis, frecuencia media superior: músculo rectus femoris) se ha de localizar en el nivel de frecuencia más pequeño con 10 Hz, aproximadamente (p<0,01) incluso en el músculo cuádriceps enfermo.
Durante el entrenamiento con 60°/s se incrementaron las frecuencias medianas de los músculos dañados  vastus medialis y rectus femoris, como promedio, en 5 Hz del primero al último set. Un ascenso algo menor de la frecuencia mediana se reconoció en el músculo vastus lateralis. Las frecuencias medianas de los músculos sanos permanecieron en un nivel prácticamente igual (figura 5ª).

 

Al comienzo del  entrenamiento de la resistencia de la fuerza con 90°/s se reconoció una frecuencia mediana menor en, como promedio, 10 Hz (p<0,01) a nivel del músculo enfermo vastus medialis, la que al final fue más alta, por encima de los 6 Hz (figura número 5b).

 

Durante el entrenamiento con 180°/s se observaron de nuevo al comienzo diferencias bilaterales de aproximadamente 10 Hz (p<0,01).  Ante un nivel de frecuencia permanente en la parte sana se mantuvo por el contrario el aumento de la frecuencia mediana del músculo enfermo vastus medialis de 4 Hz (p<0,01) (Figura número 5c).

 

El descenso de la frecuencia mediana, condicionada por el agotamiento (4), en el músculo rectus femoris y el ligero aumento de estos parámetros en la parte enferma durante la sesión de entrenamiento con 90°/s y 180°/s permitió disminuir drásticamente la diferencia bilateral inicial de 10 Hz (p<0,01) (figuras número 5b+5c).

 

Figura 5.

Frecuencia media por set en Hz con 60°/s (a), 90°/s (b) y 180°/s (c) en Nm (blanco = sano, gris = reconstrucción plástica del ligamento cruzado).

Los valores de lactato.

Una comparación de los valores de lactato obtenidos al final de cada set permitió reconocer en el entrenamiento de la parte sana un aumento en punta (tabla).

 

Tabla 1.

Los valores de lactato (mmol/l) al final de cada set con la pierna sana u operada a diferentes velocidades angulares.

 

Reposo 1.set  2. Set 3 set  4.set 5.set 6.set

OP 60°/s

1

1.3

1.7

2

2.1

2.3

 

Sano 60°/s

 

1.2

 

1.8

 

2.6

 

2.7

 

2.8

 

3

 

OP 90°/s

1.1

2.4

3.9

4.9

5.5

6.3

 

Sano 90°/s

 

1.1

 

2.8

 

5

 

6.1

 

6.9

 

7.8

 

OP 180°/s

 

1.3

 

2.6

 

4.7

 

6

 

7.1

 

7.4

 

7.7

Sano 180°/s

 

1.3

 

2.9

 

5.5

 

6.8

 

7.7

 

8.3

 

8.6

 

El estudio clínico

Se ha de resaltar que los pacientes como promedio con 97,6± 1,98 puntos se situaron, de acuerdo con el análisis de Lysholm-Score, en el nivel de ²muy bien².  Ninguno de los pacientes se quejó de dolores, hinchazones, o fenómenos de estrangulación, que pudieran menoscabar el resultado de la investigación. Las mediciones del volumen de la pierna dieron como resultado 20 cm. por encima de la fisura de la articulación de la rodilla, una disminución promedio de 3,9 ± 2,6 cm., 10 cm. por encima de la hendidura de la articulación de la rodilla de 2,4 ± 1,5 cm. en comparación con la otra parte sana.

El grupo de control

Los resultados del grupo de control mostraron prácticamente los mismos valores del momento de rotación máximo (6% menor en todas las velocidades angulares) y parecidos índices de resistencia(0,84 con respecto a 0,86 en 90°/s y 0,77 con respecto a 0,79 en 180°/s) en comparación con la parte sana de los pacientes sometidos a estudio. Las frecuencias medianas obtenidas estuvieron en el nivel de frecuencia casi igual (diferencia promedio de 2,3 Hz) en comparación con la parte sana de los pacientes sometidos a estudio.

Discusión

Los resultados de este estudio muestran el comportamiento diferenciado de las estructuras neuromusculares sanas y enfermas ante los estímulos que tienen lugar durante la sesión de entrenamiento.  Sobre la base de estos conocimientos resulta indispensable modificar los conceptos de entrenamiento de la teoría clásica del entrenamiento relativa al control de éste durante el entrenamiento de la fuerza con fines de rehabilitación.

 

Durante el entrenamiento de la fuerza con la pierna sana se mostraron los valores máximos logrados de forma típica al comienzo de la sesión de entrenamiento.  En correspondencia con los valores máximos disminuyeron ligeramente de set a set el trabajo general realizado y la actividad electromiográfica, lo cual se corresponde con la norma (7).  Los resultados del grupo de control se igualan a los de la extremidad sana.

 

De manera contraria, sin embargo, se conformó el entrenamiento de la parte dañada.  Todos los pacientes sintieron el sentimiento subjetivo de la carga máxima ya en el primer set, sin embargo tuvo lugar un aumento continuo de los valores de los momentos de giro y del trabajo realizado del 25%, 27% al final de la sesión de entrenamiento.  Esto se correlacionó con un gran incremento de las actividades mioeléctricas (Amplitudes del EMG) y de las frecuencias medianas calculadas.  La determinación de los criterios de selección, la gran rutina del entrenamiento, la capacidad de carga máxima con una disposición mayor al rendimiento, así como también el sentimiento subjetivo de todos los pacientes sometidos a estudio, que lograron la capacidad de rendimiento máximo en el primer set excluyeron  una reserva consciente al comienzo del entrenamiento con la extremidad enferma.

 

El aumento descrito de los valores de fuerza y trabajo se explicó con un reclutamiento intensificado y una frecuencia de las unidades motoras a través de los sets posiblemente producto de la disminución de la inhibición periférica, espinal y/o supraespinal, la que se analiza como causa para los déficits, relativamente, elevados, de los extensores de las articulaciones de las rodillas (13, 20).

 

El aumento del rendimiento de trabajo y la fuerza máxima, como resultado de una actividad ampliada de la musculatura, tiene que influir, en correspondencia, sobre el entrenamiento de fuerza rehabilitador con los medios tradicionales del entrenamiento en la cadena tanto abierta como también cerrada.

 

Durante el entrenamiento en la cadena cerrada el nivel de activación de la musculatura del cuádriceps en cuestión es menor que en la abierta (3) producto de los efectos de compensación, ante todo, como resultado de la coactivación de la musculatura isquiocrural.  Resulta conocido que el juego de conjunto coordinativo – muscular de toda la extremidad se modifica en la protección de las estructuras dañadas (14).  Debido a que sobre la base de los resultados de este estudio se puede partir de la disminución de los mecanismos inhibidores de protección durante una sesión de entrenamiento, es que se ha de esperar un incremento del nivel de actividad de la musculatura del cuádriceps durante el entrenamiento, incluso en la cadena cerrada.  Esto se puede verificar en los siguientes estudios.

 

Sobre la base de los resultados  es necesaria una progresión de la intensidad durante una sesión de entrenamiento, a fin de garantizar la continuidad de los estímulos de entrenamiento con relación al contenido de éste.  Un aumento de la fuerza movilizadora en un 20-40% durante una sesión de entrenamiento permite que un sobreestímulo al inicio de una sesión de entrenamiento se convierta rápidamente en un subestímulo. El esencialmente importante entrenamiento de hipertrofia (mediciones del volumen de las piernas) en la fase tardía de la rehabilitación no alcanza el éxito deseado producto de las intensidades bajas. Con el objetivo de poder agotar las potencialidades de la masa muscular de la musculatura del cuádriceps  resultan imprescindibles, por tanto, superiores intensidades en aumento de set a set.

 

Las opiniones relativas al comportamiento del agotamiento a partir de las transformaciones fisiológicas y anatómicas, después de la inmovilización, no son inequívocas. Algunos autores presuponen una atrofia de las fibras musculares del tipo II después de la inmovilización (2). La mayoría de los autores parte de una atrofia de las fibras musculares del tipo I después de la inmovilización (1, 2, 12, 13, 14, 17, 23). Por otra parte en los estudios más recientes se presume un reclutamiento preferente de las fibras del tipo I (12,13, 20, 23).

 

La suposición de una atrofia de las fibras musculares de tipo I y la opinión de que producto de una lesión u operación la musculatura inmovilizada tenga déficits en la esfera de la resistencia de la fuerza no se puede sustentar en el caso de los extensores de las articulaciones de las rodillas después de una reconstrucción plástica del ligamento cruzado. Sobre la base de los resultados de este estudio queda claro que la existencia de la presencia de determinada estructura de las fibras no desempeña necesariamente un papel determinante.

 

De gran importancia es la capacidad disminuida para el reclutamiento máximo y la frecuencia (13). Sobre la base de las neuronas el logro de una fuerza máxima depende en gran medida del reclutamiento y la frecuencia de las unidades motoras (4). Debido a que el reclutamiento tiene lugar de acuerdo con el  principio de la magnitud (7, 25) parecen activarse primero, con un umbral de excitación menor, las unidades pequeñas, motoras de la resistencia (fibras del tipo I).

 

Por medio de una excitación central se ponen a disposición unidades motoras más grandes, más rápidas y más potentes con un umbral de excitación mayor producto de una frecuencia más elevada y de esta forma se produce una mayor fuerza (25).  Si se logra un reclutamiento máximo se puede incrementar la fuerza (9) mediante la elevación posterior de la frecuencia de los impulsos.

Gerdle y colaboradores vieron el aumento de la frecuencia como indicador para el reclutamiento en aumento de las fibras de tipo II (16).

Se ha de precisar que el modelo de frecuencia de participación del músculo cuádriceps femoris sano (frecuencia mediana más pequeña: músculo Vastus medialis, frecuencia mediana intermedia:  músculo vastus lateralis, frecuencia mediana superior: músculo rectus femoris) se hubo de situar en el nivel más pequeño de frecuencia incluso en el músculo cuádriceps femoris enfermo.  Partiendo del nivel de frecuencia superior se presentó en el músculo rectus femoris la disminución más grande de las frecuencias medianas, lo que se ha de interpretar como transformación condicionada por el agotamiento (4, 7, 22). Evidentemente se activaron en el músculo rectus femoris, en comparación con la participación de los otros dos músculos, mayores unidades motoras, las que como se sabe tienen una mayor tendencia al agotamiento (7, 10).

 

Los resultados existentes esclarecen la frecuencia disminuida de los extensores enfermos de las articulaciones de las rodillas, principalmente del músculo vastus medialis y el músculo rectus femoris, como promedio, en 10 Hz al comienzo del entrenamiento. Los resultados se cubren con conocimientos de Freiwald y col. (13). De esta forma se pudo llegar a la conclusión de una activación  preferente de las unidades motoras más pequeñas con fibras del tipo I. Valores de fuerza empequeñecidos con muy buen comportamiento de la resistencia de la fuerza son, como se muestra por medio de los resultados de este estudio y otros autores, la consecuencia (13, 15, 21, 23). El positivo ²cambio de frecuencia² de los extensores enfermos de las articulaciones de la rodilla durante la sesión de entrenamiento diferencia el reclutamiento creciente con la aplicación de unidades motoras mayores (fibras del tipo II), lo que se expresa en el aumento descrito de la fuerza y los valores de trabajo.

 

La determinación de los parámetros de frecuencia se ejecutan predominantemente durante las contracciones isométricas y sólo en pocos casos en la dinámica (22).  A fin de garantizar una similitud con la práctica se desistió del modelo clásico, estático y se establecieron todos los valores durante el entrenamiento dinámico parecido a la realidad.  Los valores de los análisis de las frecuencias se han de ver como valores de aproximación, que en esta investigación se reproducen con gran importancia.

 

Los enunciados hasta aquí formulados están confirmados por el aumento menos empinado, continuo de los valores de lactato durante el entrenamiento de las estructuras lesionadas. Una capacidad disminuida de la activación en las unidades motoras mayores (fibras del tipo II) al comienzo del entrenamiento explica los valores de lactato más pequeños de la parte dañada en este momento. Por el contrario la musculatura de la parte sana puede activar todas las fibras del tipo II disponibles, las que, como se sabe, se agotan más rápido por los fenómenos del metabolismo anaerobio y producen mayores valores de lactato.

 

Las grandes unidades motoras del músculo cuádriceps femoris se excitan, evidentemente en pro de la protección de las estructuras lesionadas (OP, pérdidas a nivel de ligamento cruzado, pérdida de un tercio del tendón patelar), de manera reducida y selectiva mediante el filtrado de las altas frecuencias a nivel central y/o periférico al comienzo del entrenamiento.

 

El aumento de las amplitudes del EMG y de las frecuencias medianas durante una unidad de entrenamiento hace evidente la disminución de la inhibición descrita.  El incremento del momento máximo de giro, de los valores de trabajo y el agotamiento que  se presenta más tarde, a nivel la musculatura del cuádriceps son los resultados objetivos correspondientes de estos fenómenos neurofisiológicos. A diferencia de lo anterior el comportamiento de los flexores lesionados de las piernas está en correspondencia,  aproximadamente, con el valor de los flexores sanos en 2-10% del nivel de fuerza más pequeño (resultados no publicados).

 

Se ha de precisar que la dependencia de la intensidad de la cantidad de repeticiones no está en correspondencia con aquella, que se conoce a partir de la teoría clásica del entrenamiento. El sentido del entrenamiento de la resistencia de la fuerza local en la rehabilitación se ha de analizar de forma crítica, por tanto, sobre la base del control metodológico del entrenamiento tradicional y partiendo de otras premisas.

 

Los resultados de este estudio exigen la realización de análisis del funcionamiento muscular para el control del entrenamiento rehabilitador. El modo tradicional de la verificación isoquinética para la cuantificación de los déficits en la rehabilitación (Visto bueno, Informe de BG, etc.) se ha de analizar en relación con todo esto, porque en el caso individual se obtuvieron aumentos de la fuerza del 35% y más.

 

El reclutamiento en aumento constante y la frecuencia de la musculatura atrofiada del cuádriceps, después de una ruptura del ligamento cruzado resuelta por medio de una reconstrucción plástica del tendón patelar, durante una sesión de entrenamiento tiene consecuencias para la programación del entrenamiento rehabilitador de la fuerza. La disposición creciente del potencial neuromuscular existente hace necesaria una adaptación de la carga en forma de una progresión de la intensidad. De esta forma el estímulo de entrenamiento se mantiene por encima del umbral, en correspondencia con el contenido del entrenamiento, con lo cual se garantiza el éxito del entrenamiento.

 

Una elevación adicional de la duración del estímulo, especialmente con intensidades altas, para el logro de un agotamiento neuromuscular es algo que debe ser analizado y evaluado en los estudios correspondientes. Otras investigaciones sobre el perfeccionamiento del entrenamiento rehabilitador de la fuerza sería deseable en el futuro.

 

 

Revisado y actualizado por: Mariela C. Z (20/02/03)