Palabras claves: LESIONES/LUXACIONES/FRACTURAS/ESGUINCE/CALENTAMIENTO DEPORTIVO

Título: Medicina deportiva y otros temas relacionados

URL: http://www.judoencostarica.com/medicina.html

Texto complete:

Las lesiones, desgarros musculares, esguinces, luxaciones y fracturas son algunos problemas que pueden suceder en cualquier momento y en cualquier músculo o hueso del cuerpo humano por ello debemos tener los conocimientos elementales para saber como debemos actuar, brindar los primeros auxilios y sobre todo como prevenirlos. Otro aspecto que posee una estrecha relación con lo anterior es el calentamiento ya que la gran mayoría de las lesiones se pueden evitar efectuando un correcto calentamiento y ejecutando las técnicas correctamente. Para mayor información le recomendamos la lectura analítica del texto completo.

Agradecimientos a nuestros colaboradores

En esta pagina les presentaremos un poco de medicina con el fin de darles respuesta sobre algunas preguntas muy comunes que los Judokas y sus padres se hacen constantemente sin obtener la respuesta que se queria.

Además de la medicina se les presentaremos otros comentarios que tienen que ver con situaciones del JUDO que les interesará saber más a fondo, como por ejemplo: Creés que las pesas y el judo se deben mezclar ? o Piensas que el judo ayuda al crecimiento de los niños ? Bueno si quieres ver las respuestas simplemente presiona sobre el tema que mas te interesa y el vinculo te llevará a la respuesta.

Lesiones mas comunes en el JUDO
El JUDO y las PESAS
Calentamiento y Flexibilidad
La alimentación en el Judo

El Judo y los niños
Desarrollo psicomotor
Aprender a caer
El arbitraje es importante
Asma infantil y el judo

Desgarros Musculares
Qué son.
Síntomas.
Qué los causa.
Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxílios y convalecencia.
La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Esguinces
Qué son.
Síntomas.
Qué los causa.
Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxílios y convalecencia.
La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Luxaciones y Fracturas
Qué son.
Síntomas.
Qué los causa.
Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxílios y convalecencia.
La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Contracturas
Qué son.
Síntomas.
Qué los causa.
Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxílios y convalecencia.
La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Agujetas
Qué son.
Síntomas.
Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxílios y convalecencia.
La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Conmoción Cerebral
Qué son.
Síntomas.
Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxílios y convalecencia.
La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Problemas con los Tendones
Qué son.
Síntomas.
Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxílios y convalecencia.
La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Calambres
Qué son.
Síntomas.
Qué los causa.
Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxílios y convalecencia.
La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Heridas
Qué son.
Síntomas.
Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxílios y convalecencia.
La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Contusiones
Qué son.
Síntomas.
Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxílios y convalecencia.
La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

El botiquín del Gimnasio
Contenido
Otros temas relacionados

Prevenir Lesiones:
Consejos generales
Calentamiento
Precauciones

Responsabilidad del profesor
Consejos y sugerencias

Evaluación del estado físico
Comentarios previos
Ficha del Alumno
Condiciones para realizar las pruebas
Indices fisiológicos
Pruebas de capacidad física
Pruebas de resistencia
Pruebas de fuerza
Flexibilidad y elisticidad

Regresar al principio

Lesiones mas comunes del Judo
Fuente: Luis Bogantes

 

LESIONES MÁS FRECUENTES EN EL JUDO

 

Mano

Esguinces y luxaciones metacarpofalángicas

 

Codo

Luxación posterior de codo

 

Brazo

Fractura supreacondílea de húmero (frecuente en niños)

 

Hombro

Luxación anterior de hombro
Luxación acromioclavicular
Fractura de clavícula

 

Columna vertebral

Subluxación del raquis cervical
Lumbalgias por espondilosis o espondilolistesis

 

Pie

Esguince y ruptura de ligamentos interfalángicos

 

Tobillo

Esguince y ruptura del ligamento lateral externo

 

Rodilla

Rotura del ligamento lateral interno
Rotura del ligamento cruzado anterior
Rotura del menisco interno

 

– Desgarros Musculares –

(Rotura de fibras musculares)

Qué son.

Son roturas del tejido muscular, más o menos extensas (la gravedad depende del área afectada). Puede ocurrir en cualquier músculo, pero de cara a la práctica de las artes marciales, la bestia negra en todas aquellas en las que se dan patadas altas es la rotura de los músculos de la cara interna del muslo (el famoso estirón). En la figura se muestran los músculos candidatos más probables a sufrir roturas. En cuanto a disciplinas, los practicantes de Karate, Tae Kwon Do, y estilos similares son los más propensos.

Síntomas.

Dolor repentino, agudo e intenso (cualquiera que lo haya sufrido alguna vez lo identifica inmediatamente: parece una puñalada), localizado en un punto muy concreto. Desde el momento en que se produce resulta muy doloroso, cuando no imposible, hacer cualquier movimiento con ese músculo.

En los casos leves (roturas pequeñas), el dolor es la única señal. En casos más graves (desgarro de todo un músculo), se produce también un hematoma bastante aparatoso, debido a la hemorragia interna. Si el dolor es muy intenso puede aparecer un componente de shock, con mareo y sudor frío, pero esto es menos frecuente.

Qué los causa.

Causas directas

Las causas generales son contracciones violentas del músculo, o estirones súbitos y bruscos. También se puede producir cuando se somete a éste a una carga excesiva cuando está fatigado o no se ha calentado lo suficiente. Los músculos que han sufrido recientemente lesiones de cualquier tipo, que aún no están curadas del todo, tienen también bastantes posibilidades de sufrir una rotura. Causas externas, como golpes o caidas, también pueden originar esta lesión

Causas indirectas:

La sudoración origina pérdida de líquidos y sales en el organismo. Los músculos van perdiendo elasticidad al perder hidratación, por lo que tras un ejercicio prolongado aumentan las probabilidades de sufrir tirón.

Otro factor que aumenta las posibilidades es tener agujetas. Si no se calienta lo suficiente como para “fundirlas”, el musculo tiene en su interior pequeños cristales de ácido láctico, lo que en la práctica resulta como tener alfileres dentro del músculo. Un movimiento que en condiciones normales (músculo sin agujetas) no causaría problemas, puede hacer que estos cristales corten pequeños haces de fibras. Puede ocurrir en todo el cuerpo, pero principalmente lo sufren los abdominales inferiores (en especial, al día siguiente de una sesión particularmente intensa de flexiones).

 

En Artes Marciales:

Lo dicho anteriormente se refiere a roturas musculares en general, y pueden suceder en cualquier músculo del cuerpo. Referente a los músculos de las piernas antes indicados, hay dos causas principales:

·         Mal entrenamiento de la elasticidad.

·         Intentar dar patadas laterales o circulares lo más alto posible, sin tener en cuenta nuestras limitaciones físicas.

Esto se explica con más detalle al final de la página, al hablar de la prevención y lo que no se debe hacer.

Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxilios y convalecencia.

Mucha gente, si el estirón no es muy doloroso, se limita a interrumpir el entrenamiento por ese día (incluso algunos continúan la clase). Esto es una “machada” que no tiene sentido. Un estirón mal curado puede hacerte perder en 5 minutos la elasticidad conseguida con mucho esfuerzo durante meses de entrenamiento. Y además queda una lesión mal curada, que puede repetirse más adelante. Es mejor “perder un poco de tiempo” en el momento, y tomarse el descanso necesario, antes que echar a perder muchos meses de trabajo. Esto es lo que hay que hacer:

·         Lo primero de todo, aplicar hielo sobre la zona dolorida. A veces no es posible tener hielo en el gimnasio, por lo que se tratará de enfriar el músculo lo mejor posible (toallas empapadas en agua fría, una lata de refresco si hay una máquina dispensadora, lo que sea… lo más frío que se encuentre). Esto reducirá la inflamación y disminuirá o cortará la hemorragia si existe. Ha de mantenerse el frío durante unos 10 o 15 minutos.

·         Colocar un vendaje compresivo alrededor del muslo y hasta la ingle. En todos los gimnasios debería de haber un botiquín, y contener vendas elásticas (las que no se estiran no sirven). Después de unos 20 minutos se quita el vendaje, se deja descansar 5 minutos, y se vuelve a poner.

·         No se debe aplicar calor. Esto aumenta la hemorragia.

En estirones leves (la gran mayoría) esto es suficiente. Además, por supuesto, de reposar al menos una semana, antes de reanudar el entrenamiento (y por supuesto, abstenerse de dar patadas altas en un par de semanas más). No hay que tener prisa por entrenar al día siguiente, a la larga se ahorra tiempo y problemas con un descanso que permita la curación. El que puedas salir por tu propio pié del gimnasio, 20 minutos después del estirón, no significa que no haya pasado nada.

Los casos más graves son muy fáciles de identificar: la persona lesionada no puede ni caminar, y el dolor apenas se reduce después de usar el hielo y las vendas. Esto ya sale del ámbito de estas páginas: manteniendo el vendaje y procurando no mover ni tocar la zona dolorida, se debe acudir al médico. De entrada se puede anticipar que la recuperación será larga, así que conviene tomárselo con calma y obedecer las instrucciones que dé el traumatólogo.

Aunque no se llegue al extremo de no poderse mover, si 24 horas después continúa la inflamación y el dolor fuerte, conviene ir al médico (atención: dolor fuerte. Es normal tener la zona ligeramente dolorida durante un par de días).

La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

·         Los momentos más delicados son al comienzo y al final de las clases. Al principio, porque el músculo aún no se ha calentado lo suficiente. Al final, porque el cansancio y la deshidratación pasan factura.

·         Siempre hay que calentar bien antes de comenzar el entrenamiento. Y no se deben practicar patadas circulares o laterales justo después de calentar. Conviene empezar con otras técnicas para que el movimiento lleve a los músculos al punto óptimo.

·         En frio, no se debe intentar lanzar patadas de estos tipos buscando la mayor altura posible. Además, eso de buscar “patear la cara del contrario” debe reservarse para el gimnasio, para pulir la técnica y aumentar el control y el equilibrio. En una situación de defensa personal callejera, es más práctico limitarse a patear rodillas (¡y más efectivo!). No tiene sentido dejar K.O. al agresor rompiendose una pierna.

·         Un fallo común entre novatos es que después de practicar elongaciones (entrenamiento de elasticidad, normalmente hecho al final de las clases), y asombrados por tener las piernas abiertas casi 180º, cuando se levantan piensan: “voy a patear, a ver hasta donde llega la patada, ¡tiene que quedar de cine!”. Lo que queda de cine es el aullido de dolor que lanzan al rasgarse los músculos del muslo. Una cosa es ir abriendo las piernas milímetro a milímetro, durante varios minutos, y otra patear de golpe. Además, después del estiramiento forzado mientras se hacen elongaciones, el músculo está más frágil que un papel de fumar.

·         Si se suda mucho, conviene beber algo durante la clase (mejor si son bebidas isotónicas), para mantener la hidratación.

·         Por último, pero no menos importante, practicar las técnicas correctamente. Existe una forma correcta de pegar ciertas patadas, y para eso se vá al gimnasio, para aprenderla. Es mejor pegar patadas bien, aunque bajas, que no forzar la posición para que suban más alto, y hacerlas mal.

– Esguinces –

Qué son.

En la unión de todas las articulaciones del cuerpo existen los llamados ligamentos, una especie de cordones fibrosos que unen los huesos entre sí y dan estabilidad a las articulaciones. La lesión de estos ligamentos se denomina esguince. Un esguince se produce al estirar o forzar en exceso los ligamentos, lo cual puede ocurrir cuando la articulación sufre un golpe o una torsión forzada.

En la figura se muestran las zonas más predispuestas a sufrir esguinces (tobillos, rodillas y muñecas, además de las articulaciones de los pulgares de manos y pies). Ningún arte marcial está libre de esta lesión. La causa específica puede ser muy variada, pero hay dos grupos: a consecuencia de golpes (pulgares de manos y pies, principalmente) y a consecuencia de torsiones (muñecas, rodillas y tobillos).

Síntomas.

Dolor intenso en la articulación, que suele impedir casi por completo el movimiento de la misma. Inflamación de la zona afectada. Se distingue fácilmente de una luxación o fractura (que se pueden producir por las mismas causas) ya que no aparece deformidad en la articulación: aparte de la hinchazón el aspecto sigue siendo normal. Puede aparecer un hematoma si se ha roto algún vaso sanguíneo, pero es menos frecuente.

Qué los causa.

La causa es siempre estirar el ligamento más allá de su límite de elasticidad. Si se fuerza la articulación a un movimiento que va más allá de su límite normal, lo primero que se resiente son los ligamentos. De todas las causas que se listan a continuación, el que se produzca un esguince, una luxación, o una fractura, es simplemente cuestión de intensidad.

Practicando artes marciales, lo más frecuente es:

·         Los dedos de los pies pueden esquinzarse al dar un golpe con el pié descalzo, si por accidente recibe el impacto el dedo.

·         Tobillos y rodillas sufren en barridos y al lanzar patadas, si la técnica no se ejecuta correctamente. En especial, una patada circular mal hecha, sin girar el pié apoyado en el suelo, puede esguinzar los ligamentos de la rodilla. También a consecuencia de un salto o una caída puede uno torcerse un tobillo violentamente, causando el esguince.

·         Un puñetazo mal dado (en un estilo “duro”) es tan capaz de provocar un esguince de muñeca, como forzar en exceso una llave (en un estilo “suave”).

·         Los pulgares de las manos están muy expuestos: si se hace combate y en ataques o defensas no se cierra bien el puño, dejando el pulgar “flojo”, basta un roce desafortunado para provocar el esguince. También, si se practica un agarre y el contrario se libera con demasiada fuerza o no le tenemos bien sujeto, la articulación del pulgar se puede retorcer.

Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxilios.

No es muy complicado: aplicar frío (si se dispone de hielo, mejor). A continuación poner un vendaje compresivo (con una venda elástica) en la articulación afectada. Inmovilizar lo mejor posible, e ir al médico para que haga un diagnóstico exacto del alcance de la lesión.

Es importante actuar rápido e ir al médico, aunque no duela demasiado y la articulación se pueda mover ligeramente. Un esguince mal tratado puede hacer perder movilidad en la articulación. Además, los ligamentos quedan debilitados y se aumenta el resgo de repetir la lesión pasado un tiempo

En el caso de las rodillas, la situación es especialmente grave, ya que es una articulación muy compleja: uno de los músculos del muslo que llegan a la rodilla (llamado vastus medialis) se deteriora rápidamente a partir de las 6 horas posteriores a la lesión; el resto de los músculos del muslo empiezan a estropearse a partir de 24 o 36 horas. Por supuesto, un pequeño esguince no causa estos problemas de deterioro muscular, pero es el médico quien ha de decidirlo

Un aspecto curioso de los esguinces es que se suelen producir a pares, con algunos días de diferencia. Es decir, si nos esguinzamos el tobillo derecho, hay muchas posibilidades de que algunos días después ocurra lo mismo con el izquierdo. El motivo es sencillo, y solo les ocurre a los impacientes: cuando alguien vuelve a entrenar sin estar bien curado, para evitar dolores en el miembro lesionado, tenderá a hacer trabajar más al opuesto. Esto solo lo evita el sentido común y el esperar a curarse bien de las lesiones, antes de volver a entrenar.

La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

La gran mayoría de las lesiones se pueden evitar calentando bien y ejecutando las técnicas correctamente.

·         Calentamiento: Es lamentable, pero en la mayoría de los gimnasios no se hace un calentamiento suficiente de las áreas mas susceptibles de sufrir esguinces. En muchos sitios, las clases de artes marciales duran una hora, y practicar un calentamiento completo podría ocupar entre 20 y 25 minutos. Por ello se tiende a “abreviar”, limitándose a girar un poco muñecas, rodillas y tobillos, antes de pasar a otra cosa.

Si los alumnos tienen menos de 18 o 20 años, eso suele ser suficiente, ya que a esa edad el cuerpo tiene, en general, una buena elasticidad en las articulaciones. La responsabilidad es de los profesores, que en función de la gente que tiene en sus clases, y de las características del estilo de lucha practicado, han de decidir si es conveniente hacer un calentamiento más completo en esas zonas, y decidir los ejercicios a realizar.

·         Ejecución correcta de técnicas:Dar un puñetazo con la muñeca floja es la mejor manera de hacerse un esguince, o incluso dislocarsela. Dar una patada, descalzos, con la punta de los dedos, tiene resultados “excelentes” sobre la integridad del pulgar del pie. Podría seguir la lista, pero no es necesario: Todas las técnicas tienen dos formas de hacerse: la correcta y la incorrecta. Con la primera no te lesionas. Es así de simple.

Un último consejo: para aquellos que ya han sufrido un esguince, al volver al entrenamiento y durante una temporada, es muy recomendable usar un vendaje compresivo durante las clases, o muñequeras, rodilleras o tobilleras. El vendaje preventivo es la mejor manera de que no se vuelva a reproducir la lesión.

Regresar al principio

– Luxaciones y Fracturas –

Qué son.

Aunque se trata de dos problemas diferentes, las causas son similares, y lo que se puede y debe hacer, tanto para prevenir como para efectuar los primeros auxilios, es bastante parecido. Por tanto se tratan conjuntamente en esta página.

No me extenderé en las definiciones. Ya sabemos lo que son:

·         Luxaciones (dislocaciones): salida de un hueso o articulación de su asiento.

·         Fracturas: rotura o astillamiento de un hueso.

Síntomas.

En las luxaciones se sienten fuertes dolores, y suele haber una hinchazón visible. El que la sufre se ve incapaz de realizar cualquier movimiento de la articulación o, al menos sufre una limitación de movimiento de la zona. En las más graves se evidencia una posición antinatural de la articulación.

Las fracturas a veces no son visibles (hay que recordar que si el hueso se astilla, aunque no se separe en dos fragmentos, técnicamente es una fractura y la gravedad es la misma). Habitualmente se percibe el crujido al producirse. Hay dolor intenso en la zona, y se producen hematomas. La zona se hincha, deforma y queda inmovilizada. Si la fractura es abierta (el hueso rompe la carne y sale al exterior), nos encontramos además con herida y hemorragia.

Qué las causa.

Una mala caída puede resultar en luxación o fractura. En particular, las luxaciones pueden producirse por movimientos bruscos y, en las artes marciales donde se practican técnicas de agarre (llaves), una mala ejecución o un exceso de entusiasmo por parte del practicante, puede lesionar al contrario. Las fracturas pueden producirse por golpes, por fatiga y por sobrecarga (ojo al levantar pesas o cargar con un compañero).

Las luxaciones más frecuentes se producen en el hombro, el codo, la rótula y la muñeca. También en los dedos del que ejecuta una técnica de mano incorrectamente. En cuanto a las fracturas, en tanto que son accidentes, no existe una zona especial: se puede romper cualquier hueso. De todas formas, en estilos de contacto o en aquellos donde se practican barridos, los huesos del antebrazo y los de la pierna son los más expuestos a recibir golpes que causen fracturas, y los dedos de manos y pies al dar golpes de forma incorrecta. Si se practica contacto pleno, las costillas, la nariz y la mandíbula también corren un riesgo especial.

Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxilios y convalecencia.

En ambos casos es muy poco lo que se puede hacer: La norma general es inmovilizar lo mejor posible y acudir a un hospital de urgencias, a toda velocidad. A continuación, una pequeña lista de consejos adicionales:

·         Hielo (o algo frío, en general): Debe aplicarse sobre las luxaciones. No debe aplicarse en las fracturas.

·         Si tras una luxación, el hueso vuelve por sí mismo a su lugar, aplicar un vendaje compresivo suave (NO apretado).

·         No se debe intentar recolocar una luxación o una fractura. Jamás se debe frotar.

·         No se deben aplicar pomadas o geles (no se debe tocar la zona). En cuanto a sprays tipo reflex, jamás deben usarse sobre una herida (fractura abierta), y dada la gravedad de estas lesiones, son poco menos que inútiles en fracturas cerradas o luxaciones. Sin embargo puede ayudar al lesionado “psicológicamente” (son lesiones muy traumáticas, y el lesionado tiene la sensación de que “le ayuda algo”). De cualquier forma, la mejor ayuda psicológica es que el lesionado vea que la situación está controlada y que hay alguien que sabe qué hacer. Lo mejor es evitar también los sprays.

·         “Despejar el campo”. No sirve de nada que toda la clase esté encima intentando ver qué ha pasado. Esto tiene que ver con lo dicho en el punto anterior.

·         Si en una luxación, la articulación sigue desencajada, no comprimir. No intentar moverla. Inmovilizar lo mejor posible en la posición en que haya quedado. Si se produce en la muñeca o la rodilla, mantenerlas elevadas.

·         En una fractura, no cargar la más mínima presión. Si hay una deformación evidente, no aplicar vendajes en esa zona: inmovilizar el miembro por otra parte.

·         En las fracturas abiertas, sujetar un apósito sin hacer presión sobre la herida, inmovilizar y llevar al hospital. Mantener la zona herida lo más elevada posible (siempre a una altura mayor que la del corazón).

·         Algo bueno que tiene el Dojo: siempre será fácil encontrar algo con que entablillar (bastones, tonfas…) y con que sujetar (todo el mundo tiene un cinturón que sirve para atar). No poner inconvenientes ni ser mezquinos: si tu cinturón queda irrecuperable o se pierde en el hospital, un trozo de tela siempre vale menos que un compañero.

·         La mejor forma de inmovilizar una pierna fracturada, es atarla a la pierna sana por varios puntos.

·         Lo más grave: espalda y cuello. Dejar a la persona donde esté, y abrigarla (hay muchas toallas en el vestuario para echarselas por encima). No mover en absoluto al accidentado. Llamar a una ambulancia.

·         Fracturas por astillamiento: Normalmente se produce una grieta a lo largo del hueso, sin que éste llegue a romperse. Aunque el miembro se vea entero y la persona pueda moverlo, el dolor es intenso. No se debe tratar con ligereza. Es mejor que el médico diga que se trata de una falsa alarma, en lugar de que uno o dos dias después el hueso acabe de romperse.

En cuanto a la convalecencia:

Tener mucha paciencia. El periodo de convalecencia es relativamente corto en las luxaciones, para reanudar una actividad normal-sedentaria. Pero para volver al gimnasio es otro tema… No se debe volver a entrenar hasta completar la rehabilitación, de lo contrario se producen recaidas. Una articulación dislocada es un punto débil, y el primer lugar donde se producirá otra luxación.

Si se convierte en un problema crónico, los ligamentos se deforman y basta un movimiento rápido para que se vuelva a dislocar. Conozco a gente que ha tenido que abandonar la práctica de las artes marciales por este motivo, de modo que, una vez más, paciencia y seguir al pié de la letra los consejos del médico. Es útil indicarle que practicas un arte marcial, para que lo tenga en cuenta en la rehabilitación (fechas de “baja”, ejercicios a realizar…).

Un consejo “no médico”: Si por desgracia tienes ya un problema de luxaciones crónicas, pero no quieres abandonar la práctica de artes marciales, no desesperes. Siempre te quedará el Tai Chi; incluso puede ayudar a tu recuperación.

Con las fracturas, de la necesidad se hace virtud: no se puede ir al Dojo con escayola. Después, durante una larga temporada, se puede entrenar pero está contraindicado practicar bloqueos o cualquier técnica que incida directamente sobre la zona fracturada.

La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

En principio no hay prevención que valga. Por definición, se trata de accidentes. De modo que casi todo lo que sigue son simplemente consejos generales para no accidentarse en el Dojo:

·         Los bloqueos de antebrazo han de practicarse con suavidad al principio, incrementando la dureza del contacto progresivamente, para lograr un endurecimiento gradual.

·         Las técnicas “de luxaciones” no se llaman así por capricho. El objetivo en un combate real es causar una dislocación al adversario, de modo que han de practicarse con prudencia y teniendo cuidado de que la técnica sea correcta. Hay que hacer ejercicios para aumentar la flexibilidad de las articulaciones y la resistencia de los ligamentos.

·         Cuidado con las patadas al cuerpo: si se golpea el codo del contrario, se puede conseguir: una fractura en la espinilla (el atacante), una dislocación del codo (el defensor), o ambas cosas. Y probablemente ambos se lo merecerán (uno por atacar descuidadamente, y otro por defenderse mal). Insisto en que ser “técnicamente correcto” evita accidentes.

·         La mejor forma de mantener el cuello y la espalda a salvo es aprender a caer.

·         Las fracturas por fatiga se previenen evitando sobrecargas. Poniendo un ejemplo, una muchacha de 40 Kg de peso puede voltear sobre su espalda a un hombre de 90 Kg, pero existe una técnica correcta para hacerlo. No tiene sentido que intente levantarlo a base de fuerza bruta, porque no es ni grande ni fuerte. Este tipo de actividad causa muchas fracturas por sobrecarga, de modo que volvemos a lo ya dicho: Técnica correcta ante todo.

– Contracturas –

Qué son.

Se trata de la contracción involuntaria de un músculo. Sus características son:

 

·         Se producen de forma espontánea e inconsciente.

·         La contracción es permanente. El músculo no se relaja y queda contraido.

·         A diferencia de la contracción voluntaria del músculo, es dolorosa.

 

En general no se trata de una lesión grave, pero es francamente molesta, y cuando se produce impide entrenar durante varios días.

Síntomas.

Además del dolor persistente en el músculo, al tacto se le nota endurecido y tenso. El dolor no es agudo, pero es constante. A veces al cambiar de posición se calma ligeramente, pero nunca desaparece del todo. Según el músculo concreto donde se produzca, puede haber dificultades para moverse con naturalidad.

Qué las causa.

Por regla general, sobreesfuerzo del músculo o agotamiento por un ejercicio intenso sin suficiente tiempo de recuperación (por ejemplo, entrenar varias horas, intensamente y a diario: los músculos no tienen tiempo de recuperarse del esfuerzo, y cualquier sobrecarga provoca la contractura).

El lugar donde se sufren más frecuentemente es en los músculos de la espalda. Es raro (aunque no imposible) se den en otros lugares.

Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxilios.

Son muy simples. El objetivo principal es relajar el músculo:

·         Aplicar calor en el músculo afectado. Si no se dispone de una fuente de calor, otra persona (o uno mismo, si es capaz de alcanzar el músculo afectado) puede aplicar calor frotándose enérgicamente las manos y, a continuación, apretando ligeramente las palmas sobre el músculo.

·         Hacer estiramientos suaves, sin forzar ni rebotar.

·         Masajear la región muscular lesionada. Puede hacerse “en seco” con cuidado, pero lo ideal es tener en el botiquín algo de aceite para masajes, o incluso una pomada calmante (es una ayuda extra).

La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

·         No sobre esforzarse: respetar el periodo de descanso necesario entre dos sesiones de entrenamiento.

·         Evitar los incrementos bruscos de intensidad en ejercicios que requieran fuerza muscular. Nada de tonterías si se levantan pesas.

·         Calentar adecuadamente antes de entrenar.

·         Si se producen contracturas crónicas, es señal de que tras sufrir una, no se ha dejado un periodo de rehabilitación suficiente. En principio no se debería levantar peso en varios días, después de sufrir una contractura.

·         Es muy conveniente, en especial si se producen en la espalda, acudir a la consulta de un masajista para unas cuantas sesiones. Posteriormente, seguir recibiendo (o dandose uno mismo) masajes con regularidad. Con esto se evitan las recaidas.

– Agujetas –

Qué son. Qué las causa.

Al ejercitar un músculo por encima del nivel de esfuerzo al que está acostumbrado, o al volver al gimnasio tras un periodo sin ejercitarse (por ejemplo tras unas vacaciones), los músculos producen ácido láctico como producto de deshecho. Al enfriarse el músculo tras el entrenamiento, este líquido se solidifica mezclado entre los haces de fibras musculares (toma la forma de agujas pequeñas, y de ahí el nombre de agujetas).

El resultado es doloroso, cuando se vuelve a mover el músculo (normalmente a las 12 o 24 horas después del entrenamiento). En casos especialmente graves se pueden producir micro desgarros musculares.

Síntomas.

Dolores musculares y dificultades para realizar recorridos completos del movimiento de alguna articulación (por ejemplo, si se producen en los bíceps, a veces es imposible estirar el brazo completamente). Si se producen microdesgarros, el dolor puede ser intenso (tipo “pinchazo”).

Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxilios.

Si no se hace nada al respecto, desparecen alrededor de una semana después. Si las molestias son soportables, reanudar el entrenamiento ayuda, ya que se vuelven a fundir los cristales de ácido láctico. Sin embargo, la nueva sesión de ejercicio ha de ser de intensidad moderada, para evitar que al dia siguiente sean peores aún.

Los masajes suaves y los baños en agua caliente son de bastante ayuda. Si el dolor es muy intenso es mejor tomar algún calmante-analgésico.

La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Si no estás en forma, evitar que las primeras sesiones de entrenamiento sean muy intensas. En general, evitar los aumentos bruscos de intensidad del ejercicio, estés en forma o no.

A diferencia de otras lesiones, el calentamiento no tiene efecto de cara a evitarlas o disminuirlas. Hay personas tan en baja forma que solo el calentamiento ya les producirá agujetas

– Conmoción Cerebral –

Qué es. Qué la causa.

Una forma de explicarlo sin tecnicismos médicos, es que el cerebro se encuentra dentro del cráneo “flotando” en un líquido que llena el espacio entre cerebro y hueso. A consecuencia de un impacto directo en la cabeza, ya sea al recibir un golpe o por una caida, el cerebro golpea contra las paredes del cráneo. Según la intensidad del golpe se puede incluso perder el conocimiento.

Síntomas.

Hay diversos grados de traumatismo craneoencefálico (es el nombre técnico de la conmoción). El más frecuente es el leve, aunque pueden ser de diversa gravedad.

Conmoción leve:

·         Ligera pérdida del conocimiento, que no suele ser mayor de un minuto. En algunos casos es tan breve que el lesionado no parece haber quedado inconsciente en ningún momento.

·         Palidez.

·         Pérdida de equilibrio.

·         Dolor de cabeza.

·         Embotamiento sensorial (“atontamiento”). Durante unos instantes puede no reconocer a la gente ni saber dónde está.

·         Descoordinación motriz.

·         En ocasiones, nauseas.

Casos graves:

Sin entrar en detalles, ya que es el médico el que ha de evaluar el alcance del traumatismo, pueden sufrirse problemas neurológicos, parálisis de los miembros, amnesia, problemas de visión, alteración del pulso y la tensión, y problemas con la respiración.

Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxilios.

Si el lesionado queda inconsciente, comprobar que no tiene obstáculos para respirar. Hay que acostarle, con la cabeza ligeramente elevada (mejor apoyada en un cojín o un bulto de ropa o toalla). Ir al hospital lo antes posible

Incluso en los casos leves, donde el lesionado puede moverse por su propio pié, conviene hacer una visita al médico, para que haga un reconocimiento y poder detectar si existe algún problema que al principio podría pasar desapercibido (lo de quedarse inconsciente, y unos minutos después levantarse fresco como una rosa y dispuesto a pelear contra varios enemigos, solo pasa en las películas: lo real es que el cerebro ha recibido un golpe, y hay que tener cuidado)

Después de tratar la conmoción, hay que comprobar que no existen otras lesiones (de cualquier otro tipo), que en el momento se han pasado por alto. También hay que dejar pasar unos días antes de reanudar el entrenamiento, hasta que el lesionado esté seguro de que se encuentra en buen estado físico y mental.

Algunas consecuencias de la conmoción pueden quedar ocultas y no aparecer hasta días después, al reanudar el entrenamiento. Hay que recomenzar con suavidad y vigilando cómo responde el organismo durante los primeros días.

La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Si se entrena con sentido común no debería de producirse este tipo de accidente. Se supone que en la práctica cotidiana no se practica contacto pleno. Muchas artes marciales de competición prohíben expresamente dar golpes en la cabeza (karate) o utilizan cascos (tae kwon do). Sin embargo, si practicas competición, es un riesgo que corres. Por supuesto, en los deportes de contacto pleno (boxeo, full contact) los golpes en la cabeza están garantizados, pero ya hay médicos preparados. En estas páginas solo hablamos de accidentes en el entrenamiento normal.

– Problemas con los Tendones –

– Tendinitis – Desgarros de Tendón –

Qué son. Qué los causa.

Los tendones son los tejidos que unen el músculo al hueso. La inflamación de un tendón es la tendinitis, mientras que lo llamado desgarro es la rotura del tendón. Cuando se inflama el tendón y la vaina que lo recubre y protege, se habla de tendovaginitis. Siempre se trata de una lesión grave.

El origen de todos estos problemas suele reducirse a haber forzado en exceso un tendón tras un calentamiento insuficiente o inadecuado. Como caso especial, el tendón de aquiles sufre especialmente ante golpes o torceduras del tobillo.

Síntomas.

Tanto en la tendinitis como en la rotura de tendón, se nota un dolor fuerte al tocar o mover la zona (en el caso de rotura es particularmente agudo). Si es tendinitis se nota una ligera inflamación, que se convierte en una hinchazón muy rápida y más llamativa cuando se trata de desgarro. De hecho la única forma de distinguir ambas lesiones es la intensidad del dolor (fuerte y persistente en la tendinitis, agudo en el desgarro), y que si es tendinitis, el lesionado puede mover por si mismo la zona lesionada, aunque le duela (si es rotura no puede moverla). No aparecen hematomas, salvo que haya sido a consecuencia de un golpe que haya roto, además, algún vaso sanguíneo.

Si es el tendón de Aquiles el afectado, aparece una cojera inmediata y es imposible ponerse de puntillas.

Qué se debe hacer cuando ocurre: Primeros auxilios.

Para ambas lesiones: tratar de no hacer movimientos que afecten a la zona lesionada.

En la tendinitis, aplicar frío en el momento de producirse, y cuando el dolor haya disminuido, aplicar calor en la zona. Se ha de acudir al médico para que evalúe la lesión y recete analgésicos y antiinflamatorios. En ocasiones especialmente graves es necesario pasar por el quirófano, por ello la visita al médico es imprescindible y no hay que automedicarse, ni aunque no se trate de la primera vez que ocurre y aún nos queden medicinas “de la vez anterior”.

Hay que seguir al pié de la letra las intrucciones del médico. Si se agrava o se producen complicaciones, el periodo de recuperación será extremadamente largo (en ciertos casos puede obligar a abandonar el deporte).

En el caso de desgarro de tendón, ha de aplicarse frío y un vendaje compresivo no muy apretado. La zona lesionada debe mantenerse elevada, y se ha de ir al hospital sin perder un momento. Cuanto más se tarde en tratar, más larga y difícil será la recuperación.

La prevención: Cómo evitar que nos ocurra.

Parece una tontería, pero lo único que evita que se produzca esta lesión tan grave es calentar adecuadamente. Ni más, ni menos.

En ocasiones se puede producir tendinitis a consecuencia de una mala postura mientras se ejecuta una técnica. Sin embargo, esto es algo que no debería ocurrir, ya que por regla general, lo primero que se ha de aprender en el Dojo es a mantener una postura adecuada.

– Calambres –

Qué son.

Creo que no es necesario dar demasiadas explicaciones… El que no haya sufrido un calambre en alguna ocasión, verdaderamente es un caso único. Técnicamente, un calambre es un espasmo muscular involuntario (habitualmente una contracción). A diferencia de las contracturas, el calambre es ocasional, no permanente.

 

Revisado y analizado por: Lic. Maritza G.O (09/09/04)